La riña con José María García que Valdano no olvida: "Mi madre escuchó un programa en el que me denigraban"
El histórico futbolista y entrenador argentino acudió a un podcast a repasar algunas escenas de su vida.
Jorge Valdano es una de las conversaciones más agradecidas del deporte. El argentino fue futbolista, entrenador y directivo, pero quizá por encima de todo eso está la faceta de conversador, de teórico del deporte, con un historial casi infinito de anécdotas y todas ellas contadas con esmero. Valdano ha acudido al podcast de Onda Cero Pasos Atrás para ser entrevistado por Aitor Gómez y ahí ha sacado algunos de sus múltiples recuerdos.
Ahora habla con cierta libertad, algo de lo que no podía gozar cuando trabajaba en el Real Madrid: "Cuando estaba dentro sí tenía que cuidar lo que decía. Muchas veces lo que decía no tenía que ver conmigo, tenía que ver con el Real Madrid. Yo defendía al club y las opiniones que el club como institución en ese momento tenía, que no necesariamente tenían que coincidir con las mías. Eso te conduce en general a la enfermedad, directamente".
Esa libertad le permite hablar de José María García, una de las pocas personas con las que ha tenido enfrentamientos y no ha querido volver a congraciarse. "En mi época como jugador he tenido enfrentamientos con José María García, que era un hombre relevante que movía masas y con el que he estado enfrentado durante un tiempo. Me preocupaba por el impacto que tenía en la gente que estaba a mi alrededor. Una vez mi madre vino aquí y escuchó un programa donde me denigraban y eso sí que no lo he podido perdonar", explica.
Y ese punto, el de una madre contrariada por las invectivas de un locutor, es de no retorno. Ha pasado el tiempo y García ha solventado algunas de las enemistades pasadas, pero esta sigue vigente. "José Ramón [De la Morena] sí que lo ha arreglado con él y me ha invitado alguna vez a alguna comida, pero no me quito de la memoria el disgusto de mi madre".
García es uno de los personajes más vitriólicos que han pasado por la vida de Valdano, y es posible que muchos metan en esa lista también a Carlos Salvador Bilardo, que además de ser un personaje único, nadie lo duda, también fue el entrenador que le hizo campeón del mundo en 1986. Ahí todo fueron alegrías, por descontado, porque ganar es ganar, pero los problemas entre ambos, que los hubo, no llegarían hasta cuatro años más tarde.
Por poner en situación, Valdano había tenido una hepatitis que le había dejado fuera del fútbol, y unos años después, cuando su vida de futbolista era ya un recuerdo, Bilardo se le acercó para hacerle una petición.
"Después de tres años, seis meses antes del Mundial del 90 pasa Bilardo por Madrid y me dice 'me falta un Valdano para el próximo Mundial, no encuentro un Valdano'. Yo le decía 'sí que tiene un Valdano'. Había un montón de jugadores de mucho nivel. Yo sabía que ese comentario no me lo había hecho de casualidad. Y poco despues me dice 'te propongo un negocio: tú me das seis meses de tu vida y yo te doy otro Mundial'".
Valdano se lo tomó en serio, empezó a entrenarse, hizo todo lo posible por llegar a ese último Mundial a pesar de todo. "Le di los seis meses de mi vida y cuando llegamos a Roma, faltando una semana Bilardo me dijo 'no te veo, no te veo, no te veo...'. No le saqué de ahí y me quedé en Italia pero como comentarista de la SER y me quedé sin Mundial. No volví a hablar con Bilardo nunca más, rompimos relaciones", explica el argentino.
De aquella decisión de Bilardo también llegó una gran enseñanza: "Ahí fue cuando dije aquello de 'estuve seis meses nadando y me dejaron morir en la orilla'. Lo incorporé como una enseñanza. Desafié a los límites y los límites me ganaron. Esos seis meses sufrí como un animal. Y eso es muy bueno para un futbolista, que nos creemos inmortales, saber que existen los límites".
No se volvieron a hablar, algo que aunque el técnico sigue vivo ya no pasará, pues Bilardo sufre una enfermedad degenerativa. No hubo simpatía en los últimos 30 años, pero tampoco hay rencor: "Estuvimos sin hablarnos hasta hoy, más de 30 años. Pero no he logrado no quererlo. Me ha parecido siempre muy personaje, me ha hecho reír mucho y tengo un vínculo tan grande con el Mundial del 86 que no cultivo el rencor de ninguna manera. Pero sí que no hemos encontrado un hilo de comunicación desde aquel día, claramente se quedó aquello en una nebulosa. Hay cosas que no me dijo y que me tenía que haber dicho. 'No te veo' no es una explicación". Valdano, que en sus muchas vidas también ha sido entrenador, sabe lo que dice.
Tocado el tema de Bilardo, casi es obligatorio explicar también una anécdota con Menotti. El flaco le hizo debutar con la albiceleste y Valdano se lo pagó con dos goles. Ahí, en esa euforia, llegó una conversación bastante particular: "Cuando terminó el partido Menotti me estaba esperando y me dice 'nene, qué hizo, en el Centenario, cómo faltó el respeto así a a Uruguay, el día de su debut... Y en eso que llega el fotógrafo de El Gráfico y me dice 'no tengo la foto'. Voy y le digo al Flaco si le puedo saludar de nuevo y me dice: 'Nene, la mano se da una sola vez y en serio, no en broma para los periodistas".