"Los disgustos matan y van cuatro muertos en este caso; lo de Google no se borra aunque me absuelvan"
Villar, expresidente de la Federación, repasa su carrera, su nueva vida y, sobre todo, la angustia por el 'Caso Soule' que le llevó a la cárcel.

Villar (Bilbao, 73 años) pareció quedarse para siempre en aquella celda de Soto del Real en la que entró en julio de 2017 por los presuntos delitos de prevaricación, malversación de fondos públicos y apropiación indebida. Ahora es Ángel María, a secas, el que entra en la redacción de Relevo exultante seis años después para repasar su larga carrera profesional, aclarar -a modo de desahogo- cómo están los asuntos judiciales que tiene pendientes tras haber sido archivadas cuatro de las cinco causas que le pusieron en el disparadero y, ya de paso, compartir a pecho descubierto su metamorfosis personal.
Saluda a todo el mundo como si en vez de estar completando un Vía Crucis acabara de ganar el Euromillón. Como si en vez de ver enfrente a periodistas -a los que odiaba, ignoraba y se enfrentaba-, fueran camaradas de toda la vida. Acompañado por nuestro director, Óscar Campillo, despeinado como un hipster y con un impecable traje tocado con una corbata de la Federación no deja de repartir guiños. Dicharachero, bromista y cercano, tiene ganas de empezar una entrevista que durará lo que un partido con prórroga y penaltis. Y que, como no podía ser de otra manera, tendrá sus enganchones.
No hay rastro de rencor, y la agresividad y vehemencia que aireó con sus enemigos de los primeros días en libertad han desaparecido por completo. Eso no quita para que le siga gustando decir siempre la última palabra. Al redactor de este texto, cuando quiso romper el hielo rumbo al plató diciendo que era del mismo pueblo que uno de sus históricos presidentes territoriales (Antonio Escribano, de Castilla-La Mancha, que llegó a apoyar a la oposición liderada por Gerardo González), le cortó en seco: "No, no, usted es del mismo pueblo que mi amigo Manolo Delgado Meco, que no se le olvide". Al fotógrafo y cámara, que utilizó la misma estrategia para recordarle que él ya le hizo un reportaje hace tiempo para El País Semanal, le recordó que perdona pero no olvida: "Ya, ya…. Buenas hostias me disteis entonces...".
Ha pasado de no hablar casi nada con los medios de comunicación a conceder muchas entrevistas en los últimos años. ¿Qué ha cambiado en Ángel María Villar?
Reconocer un error que cometí y que he pensado mucho en él. Me he dado cuenta de que estaba equivocado. Era una persona bastante reacia a los medios, también porque tenía que guardar muchas cosas del contenido de la Federación y estaba un poquitín distanciado. Soy sincero y no concedía entrevistas. Hasta me ponía de mal talante cuando alguna pregunta era impertinente. Pero siempre hacía una reflexión a posteriori y decía 'joder, si es su profesión, si me la tiene que hacer, ¿por qué me enfado?'. Todas esas cosas han ido madurando y soy consciente de que el equivocado era yo. Algunas cosas de las que me han pasado ha sido por ser distante de ciertos profesionales de la información.
¿Como qué?
Los procedimientos penales que he tenido, el opinar sobre mi vida sin conocimiento de los profesionales y el no abrirme para que conozcan mi vida, porque yo soy un hombre que durante 30 años ha tenido proyección pública, 30 años de presidente. Antes había sido jugador del Athletic, estuve 12 años en Primera... Eso es un bagaje y tenía que ser un hombre más abierto.
¿Qué no le gusta que le pregunten los periodistas?
Quiero todas las preguntas. Ustedes tienen la libertad de preguntar lo que quieren y yo tengo la libertad de contestar lo que quiero o lo que no quiero. Y también puedo no contestar. Estoy en mi derecho, y cuando veo que hay profesionales que comprenden esto, no hay ningún problema.
Relevo nació hace poco y no hemos podido charlar con usted antes, en un momento clave. La entrevista no es sencilla porque no queremos repetirnos mucho ni analizar cosas manidas. ¿Qué le apetece decir hoy nuevo aquí que no haya compartido en estos últimos tiempos?
A mí me apetece hablar de todo y tengo cosas que decir. Cuando un profesional se sienta ahí enfrente y se ha tenido que preparar la entrevista y ha tenido que documentarse sobre mi vida ya me causa mucho respeto. Por eso tengo que estar amable y comprensivo. Me gusta. Yo ahora, cuando estoy solo en casa, escribo de fútbol. A mí me gusta hablar de fútbol porque ha sido mi vida, así que adelante.
Normalmente, cuando se repasa una larga trayectoria, se empieza por los orígenes del protagonista hasta llegar a la actualidad. Pero en esta ocasión es más importante ir al revés y saber primero cómo se encuentra después de los últimos años tan convulsos. ¿Qué tal anda?
Pues estoy de p... Iba a decir una frase vulgar, pero no [risas]. Estoy de maravilla. ¿Que qué hago ahora? Pues lo que hace un jubilado: levantarse muy temprano a la mañana, andar dos horas, después leer y escribir sobre cosas de fútbol, comer, echarme un poquito la siesta, andar otra hora a la tarde, volver a escribir y leer hasta muy tarde, igual hasta las dos o las tres de la madrugada. Así hasta que me meto en la cama. También voy con los amigos, tomo unos vinos en el barrio, reflexiono con ellos sobre mi vida pasada... Quiero llegar a muchos sitios a los que no llegué con anterioridad por la actividad tan intensa que tenía como presidente de la Federación. Me preocupo bastante de lo que pasa en el mundo del fútbol, de todas las incidencias que hay, y muchas veces me pregunto '¿qué haría yo en esa situación?'.
Le iré preguntando por algunas de ellas. Venía a decir que está "de puta madre", ya lo digo yo aunque usted no lo ha querido verbalizar. Y me pregunto si ha sido porque durante estos años ha ido viendo cómo se archivaban varias causas que le señalaban.
Hombre... Es que de las cinco acciones criminales que me presentaron, cuatro están archivadas. Siempre te las sacan cuando te vas a presentar a la reelección, para desgastarte. Uno sabe cuándo entra en los juzgados, pero no cuándo sale. Sólo queda un caso abierto, el Caso Soule y espero salir de él.
¿En qué punto está este caso?
Pues hemos tenido un periodo de instrucción de seis años y ahora el juez nos ha dicho que cada investigado alegue lo que considera oportuno, así que estoy redactando con los abogados lo que le vamos a decirle al juez. Es un periodo muy interesante de la causa. Espero y deseo que se archive. Pero bueno, si no se archiva pues tendremos que ir al juicio oral. El expresidente del Barcelona Sandro Rosell también fue al juicio oral y estaba en la cárcel y mire...
¿Esa incertidumbre le hace tener miedo?
Vamos a ver... Preocupación sí existe. Miedo no porque no he hecho nada. Sé que tarde o temprano voy a quedar absuelto. Y si no, sería una injusticia y un error judicial.
Antes de empezar, yendo para el baño, me ha dicho que tomaba algún tipo de medicina por las taquicardias y demás. Y estaba pensando: ¿qué secuelas le han quedado después de haber pasado 12 días en la cárcel, de seis años de instrucción y de estar en casa y no en su despacho de Las Rozas?
Le voy a dar un dato que no conocen los medios: en la causa Soule han muerto ya cuatro personas. Cuatro. Me cree, ¿verdad? Cuatro. Los conozco yo. [Se incorpora y se pone muy serio]. Y algunos pueden decir 'es por la edad tan avanzada y por las patologías'. Qué casualidad que se mueren cuando se les cita a declarar... ¿Son casualidades o no? Los disgustos suelen matar y ya ha habido cuatro personas que han muerto en este caso. Cuidado, cuidado justicia. Yo estoy vivo. Dios quiere que esté vivo porque el disgusto es tal que, aunque seas muy fuerte, físicamente te puede matar. No me van a quitar esto de la cabeza. ¿Le he contestado con esto?
Sí.
El disgusto es muy grande. Y ahí están Google y Youtube. Lo que ha salido en las páginas web ya es para toda la vida. Eso no se borra ni se va a borrar cuando te absuelvan.
"Preocupación sí existe. Miedo no porque no he hecho nada. Sé que tarde o temprano voy a quedar absuelto. Y si no, sería una injusticia y un error judicial"
Sobre todo hay una imagen que permanecerá para los restos. A usted le arrestaron con la misma escenografía que a un narco. ¿Sintió que había algo preparado?
A mí no me sorprendió nada. Estaba todo preparado. Cuando me detuvieron, la Guardia Civil revisó todo en mi casa, hasta debajo de la cama, donde dormía con mi mujer. Y levantaron el arcón y vieron un montón de relojes debajo del colchón. Y una policía estaba preocupada. '¿Cuántos relojes tiene?'. Y mi mujer les dijo: '¿No sabe que mi marido es presidente de la Federación y que le regalan un montón de ellos?'. Como no tenemos una casa grande, los tenemos que meter aquí debajo. Cuando me trasladaron del juzgado a mi casa, ya había 30 periodistas en la puerta esperando con muchas cámaras de televisión. ¿Quién les llamó? ¿Les llamé yo? No. Y no es una situación agradable. Y cuando me llevaron a Las Rozas, detrás de nuestro furgón iban cinco, seis o siete periodistas en moto. Al llegar les dije: 'Metan el coche al garaje como hago siempre'. Y me dijeron que no, que tenían orden de que pasara por delante de todos.
¿Y si luego al final se archiva todo?
Ésa es la pregunta que me hago. ¿Quién me restituye mi salud, mi paz, mi puesto de trabajo, mi honor, mi economía…? ¿Quién? Es algo terrible que no se lo aconsejo a nadie ni se lo deseo a nadie. Meterte en un juzgado de lo penal es sufrir, sufrir y sufrir.
De aquel 18 de julio de 2017 en el que su vida cambia, y de entrar en Soto del Real, se han contado los motivos y las consecuencias. A mí, igual por mi claustrofobia, me interesa más lo personal. ¿Qué hizo, pensó y sintió nada más entrar en la celda?
Ya que me descubre algo de su alma, le diré. Cuando estuve en el calabozo de la Guardia Civil, que por cierto me trataron muy bien, sentí la soledad. Hablamos de un calabozo de metro y medio, dos metros si acaso de ancho, por dos y medio de largo. Estás ahí solo, te dan de comer o de cenar un bocadillo de tortilla de patatas y sufres. Cuando vas a hacer tus necesidades tienes que llamar al policía y te lleva al cuarto de baño y te está mirando mientras estás haciendo tus necesidades. Todo eso no es agradable. Sufrí mucho físicamente y me tiré horas y horas sin dormir. Te tumbas en un saliente de cemento de un metro y medio o dos por medio de ancho. Es imposible. La noche se hace larguísima. Estuve dos días así en el calabozo.
¿De eso se saca alguna enseñanza o eso es una leyenda y ahí sólo se sufre?
Se sacan enseñanzas. Muchas. Nadie desea estar en la cárcel, pero sacas cosas muy positivas. La relación con los presos, por ejemplo, el amor que te dan. Tengo una anécdota que me pasó con Juan Padrón [histórico vicepresidente que también fue arrestado esos días]. Se desmayó por una bajada de tensión y le salvó mi hijo Gorka [otro de los detenidos] porque le avisé a gritos. Juan estaba tumbado y Gorka le dio un trozo de plátano asqueroso que se había guardado del desayuno, le dio agua y azúcar y le recuperó. El trato de los presos fue espectacular. Una buena experiencia, no deseada, pero buena. No quieres pasar por eso, pero una vez que pasas tienes que construir.
¿Le reconocieron enseguida en el patio?
Hombre, claro. Nada más llegar oigo un ruido desde la parte de arriba: 'Ángel, eres el mejor presidente del mundo, lo has ganado todo'. Miré y era un negrito muy simpático de Guinea Bissau. 'Eres el mejor', repetía mientras le di las gracias. Y seguía: 'Sólo te faltaba un título de conseguir'. Y le digo '¿cuál?'. No le conocía de nada. 'El de ser prisionero, ya lo has conseguido', me dice el tío. Todos riendo. Con él tuve una buena relación y ahora cuando viene a España me suele llamar y solemos ir a tomar un café. En su día ya le dije: 'Y tú, ¿por qué estás en la cárcel?'. Y me contesta que por droga. Luego me preguntó él y yo le dije 'yo no he hecho nada'. Fue tajante: 'Todos los que estamos aquí no hemos hecho nada'. Y se ríe.
¿Qué es lo que más le preocupaba de lo que dejaba fuera?
Mi familia. Que el pater familias, como se dice en latín, esté metido en la cárcel y con su hijo mayor... Cuidado. Para mi mujer fue terrible, y para mis otros dos hijos. Pero siempre con ese afán de superación. La preocupación hace que no duermas y, encima, hacía mucho calor porque era julio. Esa esperanza es la que mantengo ahora.
El auto que le señaló hablaba de corrupción entre particulares, falsedad, administración desleal, apropiación indebida... Y lo resumía todo con el duro término: "red clientelar". ¿Asusta un poco, no?
Claro que asusta. Me asustaba a mí. Si coge todas las noticias sobre casos similares, siempre es lo mismo: te lanzan eso y te lo publican, y el profesional no estudia el tema en profundidad porque no tiene tiempo y porque si no se da prisa le pisa la noticia otro medio. Tienes que publicar algo y rápido. No se profundiza en el tema. Parece que has cometido ese delito y, sin embargo, todavía no te han condenado.
Como usted se está abriendo, también lo haré yo. Provengo de AS...
Buenas hostias me dieron. A punta pala...
Y en AS, le decía, publicamos varios problemas de la Federación en su época con el tema de las subvenciones que incluso, en algún caso, tuvo que justificar o devolver. ¿Hay alguna cosa que, ahora con perspectiva, no hubiera hecho como presidente de la Federación?
Sí, lo he dicho al principio. Rectificaría mi actitud con los medios de comunicación.
Hablo de gestión, no de relaciones.
Es que como no he cometido ningún delito... Los hechos hubieran sido similares a los que hubiese realizado. No me arrepiento de lo que he hecho. Otra cosa es que igual hubiera sido más prudente en las actuaciones que realicé. Ahora hubiera tomado algunas otras medidas para que nada se pudiera interpretar como delito, pero verdaderamente al no cometer ninguno no tengo que rectificar nada. Puede ser que algún detalle para no cometer hechos que podrían ser interpretados como delitos, o con apariencia de delito. Yo tuve como presidente 20 acciones criminales, ya fueran denuncias o querellas, que van a lo mismo pero por distinto camino. Empecé con una de Prisa, hasta la de ahora del Caso Soule. De todas estoy saliendo libre.
Hábleme de las subvenciones.
No es Ángel María Villar el que tiene que devolver el dinero, es la Federación. Villar no se lo ha quedado. Ni la Federación. Cuando decían que no estaba justificado hay que entenderlo de esta manera. Un ejemplo: yo hacía un campo de fútbol y me daban 300.000 euros para la construcción o remodelación. Me lo daba el Estado de las quinielas y yo dedicaba ese dinero al campo y se hacía. Y cuando me pedían los justificantes eso no lo hacíamos bien. Entonces me pedían la devolución y en todos los titulares no se reflejaba la realidad, porque los titulares tenían que reflejar que no se ha justificado debidamente a través de la documentación correspondiente. Entonces teníamos que devolver con intereses, pero el campo estaba hecho, nadie se había llevado el dinero y eso es lo que se ha transmitido en los medios. Entonces, las palabras de algún secretario de la RFEF fueron con mala uva.
¿Estaba Villar bien rodeado en la Federación?
Creo que sí. Acabo de estar con un periodista que me ha dicho, 'es que Ángel tú tienes una cualidad, y es que no abandonas nunca a los tuyos'. Y le he dado las gracias. He estado bien rodeado, pero eso no quita para reconocer que hemos podido cometer errores. Pero no hemos sido delincuentes. Nuestra gestión se podrá criticar y que digan que no había transparencia y no sé qué, pero hicimos muchas cosas. Primero, los resultados deportivos, que nunca en la historia del fútbol los habíamos tenido como estos. Hemos construido una ciudad deportiva que nos ha costado cinco mil millones. Hemos tenido protagonismo a nivel internacional como nunca. He sido vicepresidente de FIFA y UEFA durante un montón de años y presidente de la comisión de árbitros. Acepto todo, pero la realidad es que se hicieron muchas cosas bien. España se echó a la calle con nuestros éxitos. ¿Habían visto alguna vez unas manifestaciones tan sinceras en la calle como con la Selección? Sólo se me ocurre una: cuando llegó la paz por la Guerra Civil, que todo el mundo se echó a la calle porque estaban ya en hartos de ver muertes por un bando y otro.
"Nos hemos podido equivocar en la Federación, pero no hemos sido delincuentes"
Igual tras la tragedia de Miguel Ángel Blanco.
Lo nuestro es que fue en toda España, en toda, y no sólo en Madrid. Estoy tremendamente contento de eso. Eso nadie me lo va a poder quitar como dirigente. Ni que Iniesta marcase el gol en Sudáfrica. Ese día tuve que contenerme un poco ahí en el palco.
Ahora que lanzaba algunas cifras quería preguntarle por otra, por seguir el relato cronológico de lo que ha pasado. Se publicó que su mujer pagó los 300.000 euros de fianza para sacarle de Soto. ¿Alguien más participó o hizo un intento por contribuir decisivamente para que usted saliera?
A nosotros nos separaron las cuentas, el 50% a mi mujer y el 50% a mí. Y lo mío no se podía tocar. Quedó embargado. Llevo seis años así. El pasaporte, que me lo habían quitado, ya me lo devolvieron. Y también tenía que ir cada cierto tiempo al juzgado a firmar. Entonces, de ese 50% de mi mujer, ella pagó la fianza. Por cierto, ¡300.000 euros nada más y nada menos! ¿Usted ha reflexionado alguna vez de las fianzas que están pagando en un procedimiento famoso en este país? Lo máximo que están pagando son 50.000 euros. Y a mí me pusieron 300.000. Piénselo, que usted de tonto tiene lo justito. Me metieron 300.000 euros y a otros, con una gravedad que ponía en juego muchas cosas de este país, 50.000 o 60.000 como mucho...
¿Cuál es su situación económica ahora?
Estoy viviendo de la pensión de jubilado y de lo que me deja de la cuenta corriente mi mujer, de lo mío no puedo tocar un puto duro.
Hablaba antes de Rosell, otro de los dirigentes españoles que pasó por la cárcel en los últimos tiempos. Estuvo casi dos años en prisión preventiva y salió libre de cargos… ¿Han podido hablar de esta amarga coincidencia?
Sí. Ya hablé con él en la cárcel porque coincidimos. Y, además, un domingo saliendo de misa en la prisión me lo encontré en el pasillo y hablamos. Después también lo hemos hecho y coincidimos en muchos temas. Me gustaron mucho sus declaraciones en el programa este de televisión... [por Viajando con Chester, presentado por Risto Mejide]. Muchas cosas de las que expresaba en esa entrevista las he pasado yo y, además, las manifestó con claridad, con altura de miras. Me gustó mucho. Y he estado hablando una vez más con él. Verdaderamente fue terrible para él y su familia. Después le absolvieron, pero a ver quién le recupera todo lo que ha pasado anteriormente.
¿Usted llegó a medicarse en la prisión para poder estar más relajado y aguantar mejor?
No. Yo tomaba las pastillas que ya me habían empezado a recetar entonces. Me veía el médico una vez a la semana. Una doctora me las daba por las taquicardias.
¿Cómo está ahora su hijo Gorka?
No está bien. La diferencia entre el padre y el hijo es la siguiente... El padre ya está al final de la vida. ¿Cuánto voy a durar más? ¿Cinco, seis o siete años más? Tengo 73. Ya estoy jubilado y no tengo ninguna actividad. Pero a mi hijo sí que le cogió todo esto con 41 años, en lo mejor de su vida, con un despacho que iba bastante bien. Se le hizo mucho daño y, además, por una denuncia por venganza, porque mi hijo no hizo nada. Fue mi asesor en mis elecciones, digan lo que digan y comenten lo que comenten. Y fue secretario de la Confederación Sudamericana de Fútbol. Me hace gracia cuando dicen, 'lo han fichado porque es tu hijo'. ¿Los sudamericanos son tan tontos que fichan a un tonto para que administre esto...?. Pues no. Y eso que van diciendo se lo pueden creer cuatro forrabolas... ¿Usted tiene hijos?
No.
Peor para usted, entonces. Si eres padre, quieres que a tu hijo le salgan bien las cosas y puedes hablar con personas para ayudarle. Pero para estar en cargos tan importantes tienes que tener una formación o no contratan ni a mi tía la coja de Bilbao. A mi hijo le contrataron porque tiene unos conocimientos muy buenos. Los sudamericanos te ganan los partidos antes de jugarlos. Ya te están ganando en la mesa. Julio Grondona, Ricardo Teixeira y todos aquellos eran sabios. No te contratan sin tener ni puta idea.
Pero que su padre tenga mucha influencia en la UEFA es un valor añadido.
Evidentemente. Estoy orgulloso de que mi hijo se haya dedicado a la abogacía. Nadie te regala nada.
De Juan Padrón, su mano derecha, ¿qué sabe?
Fue un gran dirigente. Tiene 87 años y me llama algunas veces o yo le llamo a él. Un gran compañero.
¿Le benefició más que le perjudicó?
Todas las personas con las que he estado creo que me han beneficiado. Evidentemente unas más que otras. Pero Juan ha sido un gran dirigente.
¿Tiene la sensación de que la mayoría de la gente piensa que usted dejó de ser presidente de la Federación por supuesta corrupción cuando realmente no fue así?
Es curioso. Todos creen que me quitaron por el Caso Soule y a mí me destituyeron por publicar mi programa electoral cuando era presidente de la Gestora en los medios de la Federación. Es decir, yo me iba a presentar, era presidente, ya había convocado elecciones y entonces dije, 'mi programa electoral es éste'. Pedí autorización al órgano que tenía que pedir, que era la comisión electoral, y me dijo que no lo podía hacer. Por esa publicación y por ir a un partido internacional siendo presidente de la Gestora en campaña me destituyeron. He recurrido al Tribunal Supremo y he perdido, porque por desgracia no saben lo que han hecho. Estoy hablando de gente muy formada. Yo soy abogado y soy un defensor de ellos. Pero la realidad es que me destituyeron por eso. Me pusieron la sanción más alta y detrás de todo eso estaba un secretario de Estado...
¿Quién?
No quiero ni decir su nombre [por José Ramón Lete]. Nadie tuvo en consideración mis 60 años en esta actividad. Había sido jugador de Primera en todas las categorías, fui internacional, presidente de la RFEF 30 años, vicepresidente de la FIFA, vicepresidente de UEFA y presidente en funciones durante un año cuando a Platini se le destituyó. Toda la vida y no un atenuante. Hay que aceptarlo. Lo ha decidido así el Tribunal Supremo. ¿Qué voy a hacer? En otros casos se han impuesto sanciones económicas. A mí, no. Vergonzoso. Gané las elecciones y luego llegó la sanción. Y una vez que soy presidente de nuevo, me destituyen.
Da a entender, entre unas cosas y otras, que había mucha gente alrededor deseando quitarle de en medio. ¿Cuándo empieza a sospechar de estos movimientos?
Cuando me meten en la cárcel. Yo no conocía nada del Caso Soule. Era secreto. Y cuando me meten en la cárcel, me digo '¿cómo no me he dado cuenta de todo esto?'. Hasta que viene la policía a mi casa no me comunican nada del procedimiento. Al mismo tiempo que me iban diciendo que me quitara el cinturón y demás, me iban relatando por qué me estaban deteniendo. Y se llevaba investigando un año ya...

¿Para usted, cuando era presidente, Rubiales era su candidato preferido para sucederle?
No, nunca.
¿Y tenía algún otro en mente?
Ninguno. Yo quería que mi sucesor fuera uno de los presidentes de las territoriales, que es de donde salí yo. Pero sin determinar éste o aquél. Podía tener afinidad por alguno, pero nunca he dicho a alguien en concreto. No soy un atrevido. Yo no apoyé a ningún candidato. Es verdad que empezaba a ver que había ciertos movimientos de gente que tenía la ambición de ser presidente. Pero eso al final sucede desde el primer día que fui presidente. La vanidad del hombre y la ambición no son controlables. Desde el primer día, yo sabía de gente que quería ser presidente y me quería echar, pero desde el primer día de 1988 cuando entré. ¿Sabe cuál es la mejor virtud de un vicepresidente? ¿A que no la sabe?
No querer ser presidente.
Chico listo. ¿Me ha escuchado decirlo alguna vez? Ésa es la mejor virtud de un vicepresidente. Y no digamos de los directivos… Pero siempre hay alguien que quiere serlo.
"La vanidad del hombre y la ambición no son controlables. Desde el primer día de 1988, cuando entré, sabía gente que quería ser presidente y me quería echar"
¿Qué opinión tiene de cómo se desarrollaron los acontecimientos hasta acabar con Rubiales en la presidencia tras las elecciones de 2018?
No es un problema mío.
Bueno... Le llegó a poner una moción de censura.
A ver, a mí no me sorprendió. Me lo dijo por teléfono. Quería que dimitiera y yo dije que no iba a dimitir y hubo una tensión... Esa moción de censura se paró porque el TAD me destituyó y entonces ya no podía haber una moción ya que no era presidente.
Ha dicho, sorprendentemente porque le veo bien, que le quedan pocos años. Pero, aun así, le voy a hacer una pregunta muy concreta.
Todas están siendo muy concretas.
Si finalmente sale indemne del 'Caso Soule' y se acaba todo, ¿se plantearía volver a presentarse a las elecciones para ser presidente de la Federación?
Mi tiempo ha pasado. Tengo 73 años.
Ustedes los directivos suelen hacer cálculos muy certeros de los apoyos que tienen o tenían ahí dentro. ¿Cree que todavía hay mucha gente que le votaría?
No lo sé, creo que no porque el amor en todas sus facetas hay que mantenerlo. Si no estás detrás de él... Ya sabe, cuánto te quiero y estas cosas. O estás ahí o se pierde. El amor hay que regarlo como a las flores. Las personas de tontas tienen lo justito. Saben cuando tú das una cosa desde un punto de vista federativo y cuando lo das con amor. He sido una persona querida, no por lo que he dado y las prebendas de las que hablan, sino más por una relación humana, por mis constantes viajes, por el trabajo... Algunos me decían que estaba mucho tiempo fuera de la Federación y es verdad, pero estaba trabajando. Me hace gracia. 'Es que no está', decían. ¿Y el presidente del Gobierno está? ¡Si está constantemente viajando! Pues a mí me pasaba lo mismo. Trabajando y viajando. Me conozco todas las carreteras y todos los hostales a la perfección. Yo no puedo amar a una persona si no tengo una relación con ella. Es imposible.
Jamás pensé que estaría hablando con usted de amor. Pero ya puestos... En las relaciones también hay traición, cuernos, rupturas... ¿Hay presidentes de territoriales que siguen en la Federación y de los que usted hubiera esperado otro comportamiento?
Ya comprendo la pregunta. Los que me conocen lo saben: siempre con lealtad.
¿Cómo hubiera actuado usted como presidente de una territorial si a su presidente le encarcelan, le suspenden y le destituyen?
Nunca le hubiese abandonado. Yo siempre con lealtad, con el que sufre, y no abandonarle jamás.
De su Federación a la actual han cambiado muchas cosas y los que están ahora destacan que por fin hay una "profesionalización" de la institución. ¿Cómo era entonces la que usted dirigía?
Me hace gracia. ¿Usted es periodista?
Sí.
¿Se cree todo lo que le dicen? ¿Por qué me hace esa pregunta a mí?
Porque quiero saber su respuesta.
[De repente el Villar del pasado entra en el cuerpo de Ángel María del presente. Se incorpora en la silla y le cambia el rictus]. ¿Por qué cree lo que dicen unos cuantos sin profundizar en la investigación? ¿Ha investigado para creerlo? ¿Ha investigado que hay más profesionalidad ahora que antes? Hombre por favor, no me insulte. Yo tuve profesionales. ¿Está insultando y dice que no eran profesionales? ¿Dice que ahora son más profesionales que entonces? Por favor. ¿En qué se fundamenta?
Creo que no ha escuchado bien la pregunta. Le repito. No es lo que yo pienso. De su Federación a la actual han cambiado muchas cosas y ¡¡¡los que están ahora!!! destacan que por fin hay una "profesionalización" de la institución. ¿Cómo era entonces la que usted dirigía?
¡Ah! Perdone, que había entendido otra cosa. [Vuelve a relajarse, bromea, recupera la sonrisa y la amabilidad]. Ahí dentro he tenido grandes profesionales. ¿Cómo se demuestra si yo soy profesional o no? En las reelecciones. ¿Van a elegir para ocho mandatos a una persona en el mundo del fútbol que no lo es? Y luego, después de 30 años, dicen, 'nada, los tenía comprados'. ¿Comprados en qué? Cuando yo iba a visitar un club me estudiaba la vida del presidente, toda, su vida privada, su vida de gestión, la historia de la entidad, y al final tenía en la cabeza un conocimiento de todo. Tenía una relación extraordinaria. Hay mucho esfuerzo detrás y tenía una directiva donde había presidentes del Real Madrid, Barcelona, Athletic, Valencia, Sevilla..., los más históricos del fútbol español, no voy a decir ni mejores ni peores, los más históricos. Debía preparar muy bien las juntas directivas. Tú no puedes ir allí a decir cuatro chorradas con gente muy preparada en sus negocios. A mí me costaba al principio horas preparar una Junta y al final, ya con una hora, estaba lista porque conocía casi todo.
¿En la Federación pesan más los clubes o los presidentes territoriales?
Hay que diferenciar. El presidente de federación territorial pesa porque tiene ascendencia sobre un sector electoral y entonces, cuando son circunscripciones territoriales, los que vienen de una parte de España, ¿a quién van a hacer caso? Al que es su presidente. Por eso cuando dicen, 'las elecciones las ganan las federaciones territoriales', es por la ascendencia que tiene el presidente sobre su circunscripción. La gente hace caso a lo que dice ese presidente, no porque voten más ni porque tengan más votos.
Hablemos poco a poco más de fútbol.
Lo que hemos hablado es fútbol.
Lo sé. Me da cosa espantar al lector con temas tan institucionales, políticos, judiciales... Me refería a que a la gente, y a mí mismo, me gusta más todo lo relacionado con el balón. ¿Cuánta parte de responsabilidad tiene Villar en las dos Eurocopas ganadas y el Mundial?
Siempre se da mucha importancia a los jugadores y al seleccionador. Es evidente, pero los dirigentes también hemos intervenido y no nos dan importancia. Cuando se pierde, sí; nos dan caña. ¿Quién mandó construir la ciudad deportiva? ¿Y al seleccionador nacional quién lo contrató? Mucha culpa ha sido de los medios. Pero no toda.
Me chocan dos cosas de su nueva relación con los medios. Por un lado, usted ahora da entrevistas cuando no podía ni ver a los periodistas. Y por otro, muchos compañeros que fueron muy duros con usted ahora escriben reportajes más amables sobre su persona, artículos de opinión impensables hace diez años defendiéndole... ¿Qué ha pasado o qué me he perdido durante este tiempo?
Totalmente de acuerdo. He dicho que he rectificado desde un punto de vista religioso. El otro día estuve con un señor que me ha dado caña a punta pala y le di la mano. Y me dijo, '¿cómo es que ahora me saludas, Ángel?'. Le dije que quiero vivir en paz. Si era profesional seguro que no me criticaba con mala leche. A veces sí, claro, pero si quieres la paz y dar amor... Tengo la virtud de la comprensión hacia el ser humano. No tengo ningún problema y ahora soy más feliz que antes. Hablo con algunos con los que no hablaba en su momento y me hace gracia.
El presidente de LaLiga dice de broma que su familia le canta "¡Tebas, vete ya!", imitando a los aficionados de los estadios, cuando ven juntos los partidos en casa. ¿Sigue escuchando usted a su alrededor lo de 'Villarato'?
Totalmente.
¿Alguna vez ha hablado de esto con el propio Alfredo Relaño, que fue quien inventó el término?
He hablado con Relaño y he comido con él varias veces. Y no le he hablado nunca del Villarato, pero sí tengo una reflexión que igual le puede molestar a él.
No creo, será una opinión sin más, la suya.
Él me calificó con lo de Villarato y yo hablo, en aquella época, del Relañato. ¿Y qué es el Relañato? Es cuando sale una noticia falsa, calumniosa, injuriosa que este señor creía que era derecho a la información cuando no lo es. ¿Lo habéis entendido? ¿Hablo del Relañato o no? Yo he comido con él y soy agradable con él y con otras personas, pero...
"Me siguen diciendo lo de 'Villarato'. He comido varias veces con Relaño, pero no hablamos de esto. Si él me dijo lo del 'Villarato', yo puedo hablar de 'Relañato'"
¿Quién ha tenido más culpa en este nuevo estado zen: su mujer, la Biblia que sé que lee, los amigos, la experiencia...?
Ángel Villar. Es una reflexión personal.
¿Hay algún punto de inflexión?
No. Hay personas que algunas veces han ido más allá conmigo y lo saben, no hace falta que yo lo diga. Se puede criticar sin calumnia, injurias y demás. Yo tiendo mi mano.
Llevamos 73 minutos hablando. ¿Vamos bien de tiempo?
Está bien, está bien. Puede hablar de todo lo que quiera. He venido a eso, a responder. Y lo único que me sobra ahora mismo, en mi situación actual, es el tiempo.
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*Mañana, la segunda y última parte de la entrevista en la que Ángel María Villar sigue desnudándose y en la que habla de muchos temas candentes: 'Caso Negreira', Rubiales, su relación y objetivo con Tebas y otros 'enemigos', lo que cobraba realmente, las nuevas religiones que profesa, la crisis de 'Las 15', sus ídolos...