Cuánto dinero gana un jugador de Primera RFEF

En España, el fútbol profesional se reduce a las dos primeras categorías del fútbol masculino, esto es Primera y Segunda División, englobadas en la Liga de Fútbol Profesional, más la Liga F. Un bagaje pobre para un deporte, y un negocio, que en nuestro país cuenta con una gran importancia no solo económica, sino también social. Es por ello que existen varios movimientos que pretenden profesionalizar el tercer escalón de la pirámide, la llamada Primera RFEF. Sin embargo, en muchas ocasiones los esfuerzos dirigidos a ello se han visto condenados por la eterna indefinición que ha existido respecto a esta competición.

En 2021, la Real Federación Española de Fútbol, entonces presidida por Luis Rubiales, se propuso reestructurar la pirámide del fútbol español. Para ello eliminó la Segunda B, que consistía en cuatro grupos de 20 equipos cada uno, es decir un total de 80 clubes implicados, para crear una nueva categoría de bronce. La idea de fondo es que la nueva competición pudiese aspirar al profesionalismo. Para ello, redujo el número de participantes a 40 (dos grupos de 20 equipos cada uno), con la intención de que solo las instituciones más poderosas pudiese acceder a ella. Además, creó una categoría intermedia, la Segunda RFEF, que con 90 clubes involucrados, ejerce de barrera.

Aunque varias son las voces que apuntan por un regreso a la antigua Segunda B, el fútbol español sigue dando pasos hacia una eventual profesionalización de su categoría de bronce. Sin duda alguna, el más importante de ellos es la aprobación de un convenio colectivo que entra en vigor en la temporada 2024/25. Una condición sine qua non que posee toda competición profesional, y que dota de derechos laborales a sus participantes. Entre ellos, los que atañen al sueldo de los futbolistas.

Según el acuerdo alcanzado por la RFEF y la AFE, el sueldo mínimo de un futbolista de Primera RFEF en la temporada 2024/25 es de 20.000 euros anuales, cantidad que se irá incrementando según el IPC en temporadas posteriores. Además, el convenio colectivo incluye que dicha cantidad se ha de cobrar preferiblemente en pagos mensuales, que no podrán ser nunca inferiores al salario mínimo dividido por 12 meses (esto es, 1.666 euros al mes).

Además, el convenio también recoge que, a partir de la temporada 2025/26, el sueldo mínimo de un jugador de Primera RFEF aumenta a 25.000 euros anuales, siempre y cuando el club alcance unos ingresos de 500.000 euros.

Más allá del sueldo, el convenio colectivo también recoge otros derechos laborales tales como vacaciones pagadas. De esta manera, a partir de este curso un jugador de la categoría de bronce tendrá derecho a 30 días de descanso, de los cuales 21 de ellos han de ser consecutivos.

El acuerdo suscrito también recoge cómo se ha de realizar el cobro de primas y otros ingresos que puede obtener un futbolista de Primera RFEF. Así, se establece que un jugador puede cobrar primas por traspaso o por partido jugado u otros objetivos individuales. No existe una cantidad prefijada para ello, aunque sí establece que, por ejemplo, en el caso de una prima por traspaso, esta se debe dividir en función del número de años firmados por un futbolista. También que las primas por partido se han de cobrar dentro de los 15 días siguientes a la fecha de su devengo.

Un asunto muy interesante tiene que ver en relación a la antigüedad en el fútbol. Normalmente, y más en categorías inferiores, es extraño que un jugador aguante en un mismo club durante varias temporadas. Sin embargo, el convenio recoge que, a partir del cuarto año en el mismo equipo, se ha de cobrar un plus por antigüedad. Así, en la cuarta temporada, el jugador debe percibir el 10% de su último sueldo, en la quinta temporada la cantidad aumenta al 12,5%, en la sexta al 15% y así sucesivamente hasta la octava temporada, en la que la antigüedad se estabiliza en el 20% del último sueldo.