La primera árbitra en denunciar al CTA rompe su silencio: "Me arrepiento de haber llegado al acuerdo y más ahora sabiendo lo que sé"
Tras una excedencia mientras estaba de baja médica, a Tania Fente Pena no se le ha permitido regresar a las categorías donde arbitraba en el momento que lo dejó.
Lugo.- Tania llega al campo de fútbol de A Cheda, donde comenzó su carrera, con la sonrisa en la cara y la mirada triste. Fue la primera asistente gallega en llegar a la máxima categoría del fútbol femenino. Tras 18 años en el mundo del arbitraje y haber tocado la cima profesional, después de una baja médica que la ha apartado del silbato durante un año, no puede regresar a hacer lo que más le apasiona en la misma categoría donde lo dejó por problemas de salud: arbitrar.
Su salud se vio debilitada, según cuenta, por dos descensos consecutivos a pesar de tener informes favorables -a los que ha tenido acceso Relevo- que le llevaron a un pozo sin fondo. No entendía nada y el miedo la paralizó. Ese miedo que tanto se repite entre los colegiados del estamento, el Comité Técnico de Árbitros (CTA), que presume de una transparencia que no tiene.
Denunció tras su último año como profesional para reclamar que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) reconociera su trayectoria en el fútbol nacional y no sólo el último año. Aunque llegaron a un acuerdo extrajudicial, aquello fue determinante. Había perdido la categoría profesional, estaba inmersa en un problema de salud como consecuencia de la situación y, al no tener ya garantías laborales durante su recuperación más allá de la asistencia médica y la rehabilitación, sólo le quedó una opción: pedir una "excedencia" durante un año para recuperarse y regresar más fuerte.
Sin embargo, este verano comenzó los trámites de su regreso y no ha podido volver a colegiarse en las mismas categorías donde lo dejó. ¿La solución por parte del CTA? Comenzar de nuevo, volver a empezar como lo hizo hace 18 años. Y una clave: "Esto está en tema de abogados porque Tania denunció a la RFEF". Fue la respuesta que recibió su abogado, a pesar de haber llegado a un acuerdo un año antes con la Federación.
Tania ya no tiene miedo y ha decidido romper su silencio. Contar lo que le ha pasado y el clima que se vive en el arbitraje, donde los colegiados y colegiadas, aquellos que imparten justicia en el terreno de juego, aseguran que no la reciben por parte de sus dirigentes. "Hay mucho miedo".
¿Cuándo empiezas en el arbitraje?
Hace 18 años empecé en fútbol base y luego año a año fui subiendo hasta llegar a Segunda división B masculina y a Primera división femenina, e incluso a ser profesional.
Has estado la mitad de tu vida con el silbato entre las manos…
Sí, toda una vida dedicada al arbitraje.
¿Por qué decidiste ser árbitra?
Yo jugaba al fútbol y me llamaba mucho la atención la figura del árbitro y su función de impartir justicia. Así que decidí probar y me gustó muchísimo. Como digo yo siempre: "llegué para quedarme, el arbitraje es mi pasión".
Tras siete años en Segunda B, que después se desdobló en 1ª y 2ª RFEF, desciendes de categoría a pesar de tener informes durante toda la temporada -a los que ha tenido acceso este medio- que apenas recogían aspectos de mejora. ¿Qué ocurrió?
Eso es. Tras siete temporadas en Segunda división B, con buenos informes, después de una temporada buena en la que apenas se reflejaban aspectos de mejora en dichos informes, aparezco en descenso. Desconozco los motivos, me encantaría saber cuáles fueron. En mi opinión y en mi cabeza ronda que se debe a algo extradeportivo porque es casi imposible entenderlo como algo deportivo. Me encantaría saber las razones reales, porque a día de hoy no las conozco.
"Tras siete temporadas en Segunda B y buenos informes, me encuentro con el descenso de categoría. A día de hoy desconozco las razones"
Árbitra¿No te llamaron para explicártelo?
No, yo me enteré del descenso por un compañero que me envía un mensaje de apoyo, de "lo siento, mucho ánimo". En esa línea. Me enteré de que había descendido por eso. No recibí ninguna llamada.
¿Cómo era tu relación con el comité gallego de árbitros de fútbol?
La verdad es que yo creía que la relación era muy buena. Para mi sorpresa, cuando sucedió todo esto, me sentí un poco perdida, en shock, porque no me lo esperaba. La relación era buena, vamos, yo creía que muy buena.
¿Te pusiste en contacto tú para saber las razones?
Sí, cuando se produce el descenso, hago unas alegaciones por email al CTA nacional para preguntarles por los motivos, porque con los informes tan buenos que tengo de la temporada y sin apenas ningún aspecto de mejora, es difícil entenderlo como algo deportivo. Y pregunto si se debe a algo extradeportivo. Me contestan argumentando que aunque tenga buenos informes y pueda haber estado bien, no conozco los informes de los demás que pudieron estar mejor. Añaden que si fueran motivos extradeportivos también me habrían descendido de Primera División femenina y que no lo hicieron. Pero lo hicieron la temporada siguiente.
¿A día de hoy sigues sin saber el motivo?
Sí, a día de hoy puedo tener mi opinión personal o mis sensaciones, pero no tengo ni idea de cuál ha sido el motivo.
En la temporada siguiente, ya en la 22/23, se ejecuta el descenso. Comienzas el curso arbitrando Tercera división masculina y en el fútbol femenino estás en la máxima categoría, la Primera división. Además, ese año coincide con que las árbitras pasáis a ser profesionales. ¿Cómo se dio ese curso? ¿Cómo fue esa temporada?
La temporada fue buena, compartí muchísimo con compañeras de otras territoriales, hicimos equipo, disfruté mucho. Hubo buenos partidos, buenas jugadas, buenos informes… Yo la calificaría como una temporada muy buena, con buenas pruebas físicas, buenos exámenes y diría que para mí fue una temporada buena de arbitraje. Al final, tu cuando eres árbitro, por tus sensaciones, sabes cómo va una temporada. Por tus partidos, tú ya sabes si la temporada ha sido buena o no. Para mí fue una temporada buena.
Pero, de nuevo, te encuentras con que a final de temporada desciendes de categoría a Primera Federación femenina. ¿Qué supuso aquello para ti?
Descender de la máxima categoría femenina cuando yo ya había cumplido un sueño fue un mazazo. Porque para mí ser profesional suponía poder dedicarme a lo que llevaba tanto tiempo trabajando, desde 18 años atrás. Fue cumplir un sueño y, de repente, eso es un mazazo. Psicológicamente es terrible, es algo que es muy complicado de encajar y más cuando tienes una buena temporada y las circunstancias son buenas.
"Descender de nuevo, esta vez de la máxima categoría femenina, cuando ya había cumplido el sueño de ser profesional y había tenido una temporada buena, fue un mazazo"
¿Te llamaron en esta ocasión para explicártelo?
Me comunicaron que ya no continuaba en la categoría el año siguiente, pero sin ninguna explicación más.
Cuando te descienden a Tercera División masculina, enviaste un email para preguntar las razones. ¿Y en esta ocasión?
Obviamente no, porque aún a día de hoy sigo esperando una llamada de algún responsable del CTA gallego. No tuve ninguna llamada por parte de nadie.
¿Ni del CTA nacional?
No, del nacional solo para comunicar el descenso.
Puede haber quien piense que te pudo la presión de la categoría…
No me pudo la presión en ningún momento porque yo esa temporada hacía lo mismo que la anterior. Exactamente lo mismo que venía haciendo cuando no era profesional. No cambió nada, solo que teníamos un contrato de trabajo, o sea, la relación laboral. Pero las exigencias y todo, eran lo mismo, seguían siendo las mismas, con lo cual no cambió absolutamente nada. La presión era la que te llegaba del propio CTA, porque las formas de trasladar las cosas no eran, en mi opinión, las más acertadas. Y eso era lo que te generaba mucha presión. Las formas con las que te pedían y te trasladaban las cosas.
Llevabas cinco años en la máxima categoría femenina… y ese año, el sexto, es cuando os convertís en árbitras profesionales. ¿Qué supuso para ti?
Arbitré seis años en la máxima categoría femenina, sí, y el último año es en el que se profesionaliza. Fue un sueño cumplido, había muchos años de trabajo detrás, mucho esfuerzo y, de repente, se cumple ese sueño de ser profesional haciendo lo que más te gusta. Son muchos, muchos años de renunciar a muchas cosas, de trabajar muchísimo, de formarte, de entrenar, de mucho esfuerzo.
¿Notasteis algún cambio en las árbitras con la llegada de la profesionalización esa temporada?
Todo era igual, no hubo cambios significativos salvo la relación laboral y que de repente ya teníamos un contrato de trabajo y una estabilidad.
"No me he sentido valorada, ni protegida, ni apoyada. No he sentido que se valorase mi trabajo ni mi esfuerzo"
¿Cómo es el trato por parte de los responsables del CTA actualmente? ¿Os sentís protegidas? ¿Valoradas?
Yo no me he sentido valorada, no me he sentido protegida y no me he sentido apoyada. No he sentido que se valorase mi trabajo, mi esfuerzo… Todo lo contrario. No me sentí apoyada por nadie, en ningún momento. Sí por mis compañeros. He de decir que mis compañeros siempre están ahí y la gente siempre saca un momento para ayudarte, para protegerte. Pero no por mis dirigentes.
¿Cómo eran las formas con las que se dirigían desde la cúpula al colectivo?
Para mí no eran, desde mi opinión, las más correctas. Hubo momentos en los que yo me sentí humillada o no tratada de la mejor forma posible. Luego he estado en otros momentos en los que había compañeras que salían llorando y que salían devastadas. Por ejemplo por el tema de la alimentación. Se tiene machacadas a compañeras porque las formas en las que se les trasladaba esa información, pues yo considero que no eran las correctas. Por su constitución a lo mejor, y estamos hablando de compañeras que yo sé que se cuidaban muchísimo y que cuidaban la alimentación, pero igual no tenían la suerte de ser tan finas como yo, y les costaba más llegar a lo que nos exigían.
O incluso cuando se analizaban las jugadas… Es normal que se analicen jugadas y tienes que aceptar las críticas, tienes que aceptar cuando te equivocaste. Porque somos humanos y nos vamos a equivocar muchísimas veces. Si no, sería imposible, seríamos robots. Pero lo que te hace daño no es la crítica en sí, porque eso te hace mejorar y te hace evolucionar, lo que hace daño son las formas, las formas con las que te trasladan la crítica.
"Para mí las formas que emplean en el CTA no son las más correctas. [...] Lo que te hace daño son las formas"
¿Cómo te afectaba aquello a ti?
Eso te minaba un poco psicológicamente, porque eso te va pasando factura día a día. Quieras o no, eso al final va generando dudas en ti y genera que tu clima de trabajo no sea el más acertado. Porque aunque no quieras, por muy segura que estés de ti misma y por muy fuerte que seas, te va haciendo mella, te va afectando y llega un punto en el que dices, esto me hace daño.
¿Cómo salías de esas reuniones en las que las formas no eran las adecuadas?
Pues a veces salías con ganas de llorar, porque yo me sentía como que "no he matado a nadie y parece como si lo hubiese hecho". Salías con ganas de llorar y decía, "esto no es normal". Pero, ¿qué pasa? Que tenías que ser fuerte, hacer de tripas corazón como se suele decir y seguir adelante. Porque si tú llorabas, eso era como mostrar un signo de debilidad y eso no estaba bien visto. Entonces aguantabas como podías, seguías el tirón, seguías adelante, te mostrabas fuerte y luego ya a solas, o en el baño, o en el aeropuerto, o donde te coincidiese, pues si tenías que echar la lloradita la echabas pero sin que nadie te viese.
Me ha llamado mucho la atención lo que has dicho del peso… ¿Cómo gestionaban, no sé si desde un punto de vista médico, si era el doctor en base a los análisis de los índices de grasa corporal, cómo os ayudaban para estar en las condiciones óptimas?
Pues teníamos controles. Controles de peso cada cierto tiempo y tenías que estar dentro de unas marcas. Es verdad que para nosotras era complicado estar dentro de algunas marcas porque las chicas tendemos a tener un índice de grasa más alto que los chicos. Yo siempre tuve la suerte de que estuve dentro de esas marcas, pero escuchaba y veía, porque allí en aquella sala estábamos más gente, que había compañeras que sufrían muchísimo y tú sabías que se cuidaban, que se cuidaban mucho.
Había dietas muy, muy, muy estrictas. Y las formas con las que se dirigían a ellas a veces no eran las más adecuadas. Yo entiendo que cuando hay que tratar situaciones relacionadas con el peso, hay que tratarlas con un poco de cariño porque pueden ocasionar ciertos problemas. He escuchado comentarios de que no podíamos ser "barcos veleros", respecto al tamaño, sobre peso de algunas compañeras. Había comentarios de ese tipo que hacen daño y más con todos los trastornos de alimentación que hay hoy en día.
"He escuchado comentarios de que no podíamos ser "barcos veleros" sobre el peso de algunas compañeras"
Cuando las árbitras pasáis a ser profesionales en la máxima categoría del fútbol femenino, os dan la opción de la exclusividad, es decir, tener como única actividad profesional el arbitraje a cambio de un bonus económico o, bien, compaginarlo con otro oficio perdiendo ese bonus ¿qué opción eliges tú?
Poder compaginar el arbitraje con otro trabajo era o es casi, casi imposible. Porque yo, por ejemplo, como asistente salía todas las jornadas, o sea, todas las semanas, incluso entre semana también. Tienes que estar viajando constantemente. Y aparte de todo eso tienes que sacar tiempo para estudiar, para entrenar, para los seminarios, porque teníamos seminarios todas las semanas a los que te tenías que conectar. ¿Cómo explicas a un jefe que tienes que hacer todo eso? Me tuve que decantar por la exclusividad porque no había forma de compaginarlo.
¿Cómo definirías el clima que se vive en el CTA?
Para mí es un clima de miedo, hostilidad… Un clima difícil porque vives constantemente con la inseguridad de que no sabes lo que va a pasar. Da igual lo que hagas, el trabajo que hagas, no sabes lo que va a pasar. Y luego el miedo porque parece que no podemos alzar la voz ante nada, tienes que decir sí a todo y aunque tú creas que es una injusticia, aunque tú creas que no te están tratando de la forma correcta, aunque tú creas que eso no está bien, no puedes decir nada. No, es que no puedas ni quejarte ni decir nada, es que ya ni se te pasa por la cabeza.
"Creo que en el CTA hay un clima de miedo, hostilidad. Vives constantemente con inseguridad, no sabes lo que va a pasar"
Durante los dos últimos meses he hablado con decenas de árbitros y colegiadas, de todas las categorías… Una de las características comunes a casi todos es lo tremendamente disciplinados que sois. Me sorprende que sea tan difícil comunicarse con vosotros desde la cúpula, que haya ese clima de hostilidad tan grande.
Es que yo creo que hay muchísimo miedo, entonces la gente tiene miedo a expresar cualquier cosa. Creo que no puedes llegar fácilmente a un árbitro porque la gente tiene temor, temor a hablar, a dar su opinión o a decir algo que pueda no gustar. Porque sabemos que nos puede perjudicar.
También tengo que decir que el papel del árbitro es excepcional. Somos personas, porque me incluyo, tremendamente educadas. Con una presencia y un saber estar magnífico. Sólo tienes que seguir unos minutos a un árbitro para darte cuenta de la educación, el saber estar, el comportamiento que tiene… Creo que es admirable. Pero ¿qué pasa? Que hay mucho miedo.
Cuando acudís a los 'Kaltura' de fútbol masculino (como coloquialmente llaman a las reuniones semanales por la herramienta que se usa para conectarse de forma telemática), ¿las árbitras podéis participar?
Cuando acudimos a las reuniones o seminarios que hacemos semanalmente junto con los demás compañeros de fútbol profesional, no, no podemos hablar salvo que ellos te lo indiquen. Es decir, que te nombren y te den voz en ese momento. Y tampoco podemos votar en las encuestas que se hacen para saber cuál es la opinión sobre una jugada o sobre un momento del partido.
¿Vuestros compañeros pueden participar?
Sí, nuestros compañeros pueden levantar la mano, opinar y votar en las jugadas. Pero nosotras no. Somos meras invitadas a esas reuniones. Observadoras. Oyentes.
"No podemos participar en las reuniones del fútbol masculino. Somos meras invitadas. Observadoras. Oyentes"
Tras el descenso de la máxima categoría femenina, tomas la decisión de demandar al CTA. ¿Por qué lo haces?
Demando porque creo que tengo que luchar por mis derechos. Tras el descenso de Primera división femenina dejo de tener un contrato profesional y se me finiquita únicamente por el último año. Pero yo considero que mi vinculación con el CTA no sólo ha sido el último año, sino también los siete anteriores. Lucho por eso, porque se reconozcan mis derechos, que se reconozca una relación laboral de ocho años, desde que empiezo a arbitrar en categoría nacional.
Tras esa demanda, ¿tienes alguna respuesta por parte del CTA?
Sigo sin ninguna respuesta por su parte salvo el acuerdo al que llegamos posteriormente.
Por parte del colectivo, de tus compañeros, ¿te sentiste respaldada?
Por mis compañeros, sí. Por mis compañeros y amigos sí me sentí respaldada. Y eso que yo lo llevé de forma muy discreta, intenté en todo momento que esto no se supiese y no hacer ruido. No sólo por mí, sino porque era una forma de proteger a mis compañeros, a la gente que quería. Cuanto menos supiesen, menos les podía perjudicar y menos los podían incluir en esto.
Cuando se empezó a saber más, pasado el tiempo, sí me sentí muy respaldada y me sigo sintiendo apoyada por ellos, aunque por los responsables del CTA no me siento apoyada ni escuchada.
¿Y por la RFEF?
Por la Federación tampoco.
Tu denuncia se podría interpretar como una venganza por el descenso...
No, venganza ninguna. Esto no es una venganza. Al final lo único que intento es luchar por mis derechos y también dar un poco de visibilidad a mis futuros compañeros, a la gente que viene detrás, para que ellos también puedan luchar por sus derechos y no normalicen que tenemos que aceptar que no se tenga en cuenta lo que nos corresponde o lo que merecemos.
¿Cómo se resolvió la demanda?
Mi juicio se celebró en Madrid. Justo allí nos enteramos por la propia RFEF que acababa de salir una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid por una denuncia similar de un compañero, contraria a sus intereses. Tuve que decidir en cuestión de minutos qué hacer. Yo quería seguir adelante, era totalmente contraria a ningún acuerdo, pero desde la Federación se nos ofreció un acuerdo extrajudicial para no seguir adelante y, tras las indicaciones de mi abogado, muy a mi pesar, porque sí que es algo que quiero recalcar que yo no quería y me costó mucho encajar, decidimos aceptar el acuerdo.
Me dices que te costó mucho tomar la decisión, ¿te arrepientes?
De denunciar, no. Lo volvería a hacer porque volvería una y mil veces a luchar por mis derechos y por lo que me corresponde. Lo que sí que me arrepiento es de haber llegado al acuerdo y mucho más ahora sabiendo lo que sé.
¿Te pasó factura?
A nivel psicológico, me pasó una factura muy grande porque empezaron a haber muchos problemas de salud y de autoestima, de confianza en mí misma. Yo era una persona súper valiente, súper fuerte, que confiaba muchísimo en mí misma y hubo momentos en los que incluso llegué a dudar hasta casi de mi nombre, si te soy honesta. O sea, muchas dudas, mucho dolor diría yo, mucho sufrimiento.
En la temporada 23/24, la pasada, la factura que te pasa todo te lleva a una situación insostenible, con una baja médica como consecuencia, que te impide arbitrar. Sin embargo, con el descenso de categoría, ya no tienes contrato profesional que te ampare, ¿qué haces?
Decido pedir una "suspensión voluntaria de afiliación al colectivo arbitral", una excedencia para que me entiendas, porque de repente llego a una situación que ya no puedo controlar. Todas las presiones, el clima, todo lo vivido durante estos años, y sobre todo el último año, me pasó muchísima factura y llegó un momento en el que ya no podía más. No era capaz de seguir adelante.
Entonces necesito hablar con mi familia, me dicen que tenemos que buscar ayuda porque les cuento lo que me pasa, la situación que estaba viviendo. Y la recomendación que me hace el especialista es que me tenía que apartar un poco de esto, que me estaba haciendo mucho daño, que no me estaba haciendo bien y lo prioritario era mi salud, era estar yo bien. Me dijo que la mejor recomendación que me podía dar era apartarme un poco de la que era mi mayor pasión, lo que más me gustaba, mi sueño, mi vida. Apartarme para seguir adelante, recuperarme y poder volver a ser yo.
¿Cómo es el proceso de solicitar la suspensión? ¿Explicas tus motivos¿ ¿Te la tienen que aceptar?
Sí, cuando presento la suspensión voluntaria, les explico y les adjunto el parte de baja médica y las citas con el especialista, las próximas citas con el especialista. Yo explico que tengo un problema de salud y que la suspensión la pido para poder recuperarme de ese problema de salud que tengo. Y me la conceden.
¿Te han llamado en alguna ocasión desde aquel momento?
No, no he recibido ninguna llamada por parte de nadie. Es cierto que al día siguiente a que me aceptasen la suspensión, recibí un mensaje del doctor del CTA donde me pregunta que "cómo voy, cómo estoy".
¿Después de aquel mensaje, se han vuelto a interesar?
No, nunca más.
¿Por cuánto tiempo te aprueban la suspensión?
La suspensión se aprueba por un periodo de tiempo de un año, desde el 19 de julio del 2023 hasta el 18 de julio del 2024.
He estado mirando el reglamento de la RFEF e impide solicitar una segunda suspensión hasta pasados los dos años de la primera. Entiendo entonces que este verano tuviste que volver. ¿Lo haces?
Al día siguiente de que cumpliera la suspensión, me pongo a iniciar la colegiación para volver. Había recibido todos los mails, al igual que mis compañeras y compañeros, donde nos informaban de cómo realizarla, desde qué fecha y hora hasta qué otra fecha y hora (1-25 julio), los mails de MAPFRE, la aseguradora, para el reconocimiento médico… todo. Entonces yo obviamente procedo a iniciar la colegiación. Pero cuál es mi sorpresa cuando pretendo comenzar el proceso y entrar en la intranet de la Federación con mi usuario y mi contraseña, y no puedo. Mi usuario no va, está desactivado. No tengo forma de acceder y poder realizar esa colegiación.
Podría ser un error informático... ¿Qué haces? ¿Avisas?
Claro. Lo primero que hago es ponerme en contacto vía email con el CTA para informarles de lo que me está sucediendo, del problema que tengo. Y a ese mail no recibo respuesta. Entonces al día siguiente lo que hago es llamar al CTA por teléfono para poder comunicarles el error, lo que está pasando, que hay un error y que no puedo realizar la colegiación. Tampoco tengo respuesta. Entonces procede mi abogado a realizar la llamada. A él sí le contestan y lo que se le comunica es que "esto está en tema de abogados porque Tania denunció a la RFEF", y que no le pueden ayudar ni decir nada. Lo cual me extraña un poco porque si llegamos a un acuerdo hace un año, a un acuerdo extrajudicial en el que ambas partes acordamos que eso se resuelve de esa manera, se supone que eso ya no es un tema de abogados, que eso ya está solucionado.
Me extrañó mucho que le dijeran eso, pero bueno, debido a que sigo sin solución y se me dice eso, lo que procedo a hacer es enviar al día siguiente un burofax al CTA exponiéndoles el error que hay y el problema que tengo: "Tengo este error, hay este problema, no puedo realizar la colegiación por este motivo y estoy dentro del plazo para hacerla".
A ese burofax tampoco se me responde en el periodo en el que puedo hacer la colegiación, con lo cual yo el día 24, un día antes de que termine el plazo, voy al notario para levantar un acta notarial conforme a que yo no me puedo colegiar no porque no quiera, sino porque no puedo. Mi usuario está desactivado, no puedo entrar y no puedo hacer la colegiación que sólo se puede hacer a través de la intranet. Tras levantar el acta notarial, al día siguiente, el 25, termina el plazo de colegiación. Unos días después mi abogado recibe un burofax por parte del CTA con el que se nos traslada que según el artículo 183 del Reglamento de la RFEF tenía que haber solicitado la vuelta antes para mantener la categoría en la que me había quedado antes de pedir la suspensión, que era la Tercera división masculina y la Primera Federación femenina. A pesar de que el mismo día 19 traté de colegiarme pero no pude por tener bloqueado el usuario de acceso a la intranet, la solución que me ofrecen es colegiarme en las categorías inferiores, es decir, el fútbol base.
¿Eso sería como volver a empezar al mismo nivel que lo hiciste hace 18 años?
Sí, volver a empezar otra vez en el mundo arbitral.
Aparte de la colegiación en el CTA nacional, tienes la opción de colegiarte en el comité técnico de árbitros gallego. ¿Puedes hacerlo?
Sí, yo tenía de plazo para colegiarme en el CTA nacional del 1 al 25 de julio, pero debido a que yo estaba en suspensión hasta el 18, realmente tengo del 19 al 25. El mismo día 19 es cuando yo intento hacer todo el procedimiento.
Resulta que en el comité técnico de árbitros gallego el día 26 de junio sale una circular que recoge que Tania Fente Pena vuelve de excedencia, o sea, vuelve a la categoría de Tercera división tras una suspensión de afiliación. Esa circular se mantiene hasta el día 20 de agosto, cuando hay un cambio de circular en la intranet de la Federación gallega donde aparece una nueva circular, con fecha de 30 de julio, en la que ya no aparezco. No salgo en esa relación nominal de asistentes de Tercera división.
Sin embargo, hasta el 31 de julio podía hacer la colegiación en la intranet de la federación gallega. Y ese último día la hago. Tras todo el proceso te la tienen que validar, y a mí me la validan. Un día después de que supuestamente, por la fecha de la nueva circular, ya no apareciera como árbitra de esa categoría.
Según el artículo 183.6 del Reglamento de la RFEF, el comité de árbitros gallego sí que cumple la normativa, pero 20 días después deja de hacerlo. ¿Por qué?
Desconozco cuál es el motivo o cuál es la razón. Al final en tu cabeza pueden surgir muchas teorías. ¿Cuál es la correcta? No lo sé. Yo lo único que tengo claro es que el día 26 de junio había una circular en la que yo aparecía en esa relación nominal, y esta circular yo la tengo y está ahí, y el día 20 de agosto aparece una nueva circular con fecha del 30 de julio en la cual ya no estoy.
¿Te han llamado del colegio de árbitros gallego para preguntarte, explicarte algo?
No, no he recibido ninguna llamada por parte de ellos. Es más, yo me pongo en contacto con ellos cuando sucede todo esto para trasladarles la situación en la que estoy, lo que está sucediendo. Se me contesta que en unos días se me dirá algo y a día de hoy todavía no he recibido ninguna respuesta más por parte de ellos.
¿Cómo valoras lo que te ha ocurrido, Tania?
Pues ha sido muy desagradable, ya no sabes ni cómo enfocarlo. Es lamentable que a día de hoy no se te permita hacer algo que tú te ganaste en el campo. Esto no es nada que nadie me regalase algo o que me viniese impuesto, es un derecho que yo me gané. Yo conseguí arbitrar en esas categorías, eso lo conseguí yo con mi trabajo, con mi sacrificio, con mi esfuerzo y llegué ahí por mis méritos. Que ahora no se me permita hacer lo que más me gusta y lo que me hace feliz, que no se me permita estar en las categorías que yo me gané, me parece muy triste.
¿Tienes miedo?
No, a día de hoy no tengo miedo. Sí lo tuve estos años atrás, sí viví con miedo, pero a día de hoy no tengo miedo. Al final voy a pelear por mis derechos y por lo que me corresponde.
¿Crees que hay miedo entre tus compañeros y compañeras?
Honestamente sí creo que hay miedo entre mis compañeros y mis compañeras, porque si yo lo he tenido, yo creo que ellos también lo tienen y viven con él.
¿Qué cambios crees que necesita el CTA para mejorar?
Creo que sería muy importante una regeneración, sería muy importante que entrara aire fresco, gente nueva adaptada a la sociedad en la que vivimos y que muestre transparencia, comunicación, compromiso, integridad, que nos ayude. Que hubiera muchos valores que ahora en mi opinión están un poco olvidados.
"En el CTA creo que sería importante una regeneración , que entrara aire fresco. Gente nueva adaptada a la sociedad en la que vivimos y que muestre transparencia, comunicación, compromiso, integridad..."
¿Qué pasos vas a dar ahora?
Voy a seguir peleando, voy a seguir luchando y no me voy a parar. No tengo miedo. Tengo que pelear por lo que me corresponde, ya no solo por mí, sino por mis compañeros, por la gente que viene detrás, para que ellos también vean que es normal que peleemos por nuestros derechos y por lo que nos corresponde. Que no siga siendo esto lo normal, agachar la cabeza, esconderte, callar y no decir nada. No, al final tenemos que ser valientes y alzar un poco la voz para pelear por lo que nos corresponde.
¿Crees que se solucionará tu caso?
Sí. De momento he presentado un recurso al CSD y espero compromiso y que me puedan ayudar, que me den una solución ellos.
¿Qué argumentabas en el recurso?
Toda la situación que he vivido desde que estaba en Segunda B, donde llevaba siete temporadas. La última, tras una temporada con informes buenos, de repente aparezco en descenso. Ese año hago un recurso, un recurso discreto, respetuoso, callado, en el cual le pregunto al CTA, porque como no hubo ninguna llamada ni hubo ninguna explicación… Les digo que por mi parte es difícil entender que esto se interprete como algo deportivo y no extradeportivo. Y les pregunto si hay algo más, si hice algo mal, porque con esos informes en los que no hay nada de mejora, si no hay nada que se pueda trasladar… Pregunto si yo hice algo o pasó algo que llevase a ese descenso. Se me dice que no, que hay gente que hizo mejor temporada.
Lo que sé es que al año siguiente, cuando soy profesional en primera división femenina, desciendo otra vez de categoría. Tras una temporada buena, sin nada raro, sin que pase nada. Ahí decido emprender las acciones de luchar por lo creo que me corresponde, o sea, por lo que son mis derechos, y denuncio a la RFEF llegando al acuerdo que llegamos, con el que se supone que ambas partes reconocemos que nos entendemos y que el tema queda zanjado. Y resulta que por problemas de salud, porque no me encuentro bien y porque se me recomienda a nivel médico, pido lo que se llama una "suspensión" durante un año. Se me concede. Entonces estoy ese año entero en ese proceso de recuperación y cuando quiero volver, mi sorpresa es que no puedo colegiarme, que no puedo volver a hacer lo que me hace feliz, no puedo colegiarme en las categorías que yo me he ganado y disfrutar de lo que fue media vida para mí, lo que lleva todo este tiempo siendo mi vida, lo que me hace feliz, lo que me gusta.
Te he preguntado varias veces si te habían llamado... más después de un problema de salud. ¿Lo has echado de menos? ¿Qué te hace sentir?
Me encantaría que nos tratasen como personas porque somos árbitros, sí, pero somos personas con sentimientos, como cualquier otra, con nuestras cosas buenas, nuestras cosas malas. Personas. Yo creo que lo que echas mucho de menos es eso, alguien que te llame, que te cuente lo que lo que le parezca, lo que quiera, pero que te llame. Que te llame y que te digan "Tania, hay esto, sucedió esto, va a pasar esto". Que vayan con la verdad por delante, que no se escondan, que te digan "mira, lo que hay es esto y esto es por esto, por esto y por esto". Tener una explicación de lo que ha sucedido para yo poder seguir adelante con mi vida, cerrar este capítulo y que esta herida pues no siga abierta.
"Me encantaría que nos tratasen como personas [...] Que vayan con la verdad por delante, que no se escondan"
¿Por qué decides romper tu silencio y hablar ahora?
Porque llevo muchísimo tiempo siendo discreta y luchando por mis derechos, pero veo que ser discreta en lugar de mejorar la situación y que las cosas vayan a mejor, están yendo a peor. Quiero darle visibilidad al problema que estoy teniendo, a lo que me está pasando. Y también de cara a otros compañeros que lo puedan sufrir o lo puedan haber sufrido. Que la gente sepa lo que está pasando.
¿Cómo definiría Tania Fente Pena a Tania Fente Pena?
Valiente y trabajadora. Y árbitra. Me voy a sentir árbitra toda la vida. Me pueden dejar colegiarme en la categoría que me corresponde o no, puedo estar en activo o no, pero yo voy a ser árbitra toda mi vida. Es una esencia, eso es algo que yo llevo dentro, que no me lo va a quitar nadie. Tendré 30 años más y seguiré pensando como árbitra y seguiré siendo árbitra. El estar o no en activo no determina que yo sea árbitro, eso va dentro de mí. Ha sido una forma de vida, un sueño, una ilusión, un modo de vida, un trabajo y yo siempre voy a ser árbitro.
Es llamativo que los árbitros y las árbitras, que estáis siempre impartiendo justicia dentro del terreno, fuera de él tengáis que estar sufriendo este tipo de situaciones.
Sí, pero yo creo que somos personas tan correctas y con un saber estar tan grande que al final siempre intentas resolver las cosas de la mejor manera posible. Intentamos ser discretos, intentamos no generar nunca conflictos.
Sin embargo, por parte del CTA no tenéis esa sensación de justicia, de equidad, de igualdad de oportunidades…
Yo creo que el CTA juega con la papeleta de infundir miedo, miedo, y miedo a la gente, y que con el miedo piensan que tienen el control de la situación. Al final todo se basa en el miedo.