Salah le asesta otro golpe a la euforia 'red': "Por ahora, este es mi último partido contra el City con el Liverpool"

El futuro de Mohamed Salah sigue dando de que hablar y parece que se alargará hasta el toque de la campana del presente curso. Querer y poder son cosas diferentes. Las victorias se les caen de los bolsillos al Liverpool. El dominio táctico desplegado con la llegada de Arne Slot revivió a Anfield tras la tristeza de la despedida de Jürgen Klopp. El neerlandés está impregnando de emoción y confianza las gradas de cara a la recta final de la temporada.

Pero a esa percepción invadida por una mirada esperanzadora en la consecución de títulos, se le une la incertidumbre de la conclusión del contrato del santo y seña del club durante la última década. El egipcio de 32 años desconoce lo que le deparará el 2025. Los rumores inundan las portadas y las habladurías. La intranquilidad sobrevuela la ciudad. La banda derecha puede quedar huérfana tras ocho años sin conocer otras botas que la recorran y atemoricen a los rivales.

El paso de los años no se ha traducido en un descenso de su estado de forma. Es difícil dudar en ofrecerle o no una firma para aumentar la historia del africano en la ciudad inglesa. Su finura en los movimientos y trascendencia en el esquema táctico para un correcto funcionamiento están siendo claves para ocupar los puestos de privilegio de la clasificación local y europea. Esta campaña, en los 20 partidos que ha disputado, ha aportado 11 asistencias y ha marcado en 13 ocasiones.

Datos comparables a los de los mejores prospectos o de las estrellas del fútbol europeo. Sin envidiarles nada. Además, en la semana más compleja, hasta el momento, ha rendido óptimamente. Ha sido un puñal profundizando en las defensas rivales constantemente. Tanto contra el Real Madrid, aunque fallara un penalti, como contra el Manchester City. En el 'clásico inglés' del último lustro, ha concluido los noventa minutos de juego con una asistencia y con un gol desde los once metros redimiéndose del que fallo ante el quince veces campeón de Europa.

Y al término del encuentro, en la ebullición de la euforia 'red', Salah paró las rotativas una vez más después de soltar la bomba la semana pasada: "Honestamente, eso es lo que estaba en mi cabeza, que, probablemente, por ahora, este es el último partido contra el City que juego con el Liverpool. Así que sólo quería disfrutarlo. El amiente era increíble, estoy disfrutando de cada segundo aquí. Y sí, ojalá ganemos la liga, y veremos lo que sucede". Una mensaje con una despedida escondida o una cuestión que queda en el aire. La duda se cierne sobre el futuro del egipcio.