La paradoja de Alexander-Arnold: el mejor atacante y el peor defensor
Regresa a Liverpool tras jugar media hora en el Mundial.

"¿Un fuera de serie juzgado por lo único en lo que no es un fuera de serie? No lo entiendo. Si no fuera un buen defensa, no jugaría", comentó Jürgen Klopp sobre Trent Alexander-Arnold en el mes de marzo. El técnico alemán construyó un perfil de futbolista que no existía, se inventó un lateral que nadie había imaginaba y pivotó los ataques sobre él. Sin embargo, la losa del nivel defensivo de Trent siempre le ha perseguido. Arrastrado por la ola de irregularidad del Liverpool esta temporada, su rendimiento no ha sido el mejor.
De los 23 goles encajados está temporada, 12 han llegado por la banda derecha. Solo tres se gestaron por la izquierda. Es el resquicio por el que los rivales se cuelan en la estructura Red. En ataque, sin embargo, sigue siendo un jugador capital. Entre Walker, Reece James, Tripper y Trent, Southgate debía dejar fuera a uno de su lista mundialista. Finalmente, la lesión del del Chelsea facilitó la elección. En Catar, sin embargo, Alexander-Arnold tan solo ha jugado 33 minutos.
El foco siempre se pone en Alexander-Arnold cuando el Liverpool se deshace defensivamente. Para Klopp, la presión alta es innegociable. Incluso hace dos temporadas, cuando se le lesionaron todos los centrales, el alemán no renunció a ser agresivo sin balón. Aunque la falta de sus pilares rebajara el techo competitivo de equipo. "Cuando no ganamos los duelos la gente se pregunta dónde está Trent. Pero cuando recuperamos el balón nueve de cada vez veces no parece una locura presionar así", comentó Klopp.
El martilleo a la espalda de Trent
Estos son algunos de los ejemplos en los que los rivales han martilleado la espalda de Alexander-Arnold para adentrarse en el área de Alisson. Todos ellos terminaron en gol.
En la victoria del Arsenal sobre los de Klopp, los gunners se adelantaron en el primer minuto de juego. Arnold miró únicamente el balón y Martinelli picó a su espalda.
En el empate del Ajax en Anfield, el comportamiento de Alexander-Arnold es el mismo. Se repite el patrón. El lateral pone los ojos en el balón y Berghuis aprovecha para atacar su espalda.
Matip le hace la cobertura, pero el balón termina llegando a Kudus, que marca. Con el balón al espacio el Liverpool cambia la forma de defender: de hacerlo mirando a la portería rival a hacerlo mirando a Alisson. La brecha entre la última línea y el centro del campo se agranda y el Ajax lo aprovecha.
Otro error común en Trent es la pérdida de la percepción espacial. Muchas veces pierde de vista a su marca, no la detecta. En este contraataque del Fulham, en ningún momento percibe que Mitrovic está corriendo a su espalda.
En el momento del salto, ya es demasiado tarde. Mitrovic domina el cabeceo mucho más que Alexander-Arnold y la falta de control del territorio por parte del del Liverpool impide que ni siquiera llegue a molestarle. El remate termina en gol.
En ataque, imprescindible
"No siempre defiende bien, eso es cierto. Pero tiene 23 años y margen de mejora. Su impacto ofensivo, y podría tenerlo en cualquier equipo del mundo, es extremo. Si estuviera en otro equipo, le ficharía", comentó Klopp sobre el lateral. De hecho, el término 'lateral' sólo le describe en defensa. En ataque, el equipo se reparte los espacios en función de sus movimientos. Sus números reflejan su impacto.
Alexander-Arnold es el futbolista del Liverpool que más volumen de juego aglutina. Interviene una media de 98 veces por encuentro, diez más que el segundo, Thiago. En Premier, solo le superan Rodri, Aké, Walker y Rúben Dias.
Lateral en defensa, centrocampista en ataque
Es el iniciador del juego en campo propio y sobre quien pivotan los ataques en el último tercio de campo. Es el segundo futbolista de la Premier que más pases progresivos completa por partido (6,82), sólo por detrás de Kovacic. Además, únicamente Declan Rice hace más cambios de juego por encuentro. A la hora de encontrar el área, Trent vuelve a colgarse la medalla de plata. Es el segundo que más pases conecta con el área, tiene por delante a De Bruyne- y también el segundo que más lo hace mediante centros. Perisic lidera la tabla.
Klopp aceptó desde el inicio la paradoja de Alexander-Arnold: es un futbolista estructural en ataque, pero también la vía de entrada que los rivales tratan de explotar. Si la presión del Liverpool no es óptima, los scousers se terminan desnudando a través del martilleo sobre Alexander-Arnold. Tras ser un espectador de lujo en el Mundial, tiene en el partido copero ante el Manchester City el primer examen para revertir la dinámica.