FÚTBOL

Yo jugué con Alexander Isak, "el chico muy tímido" convertido en uno de los goleadores del momento: "Si este nos da en la cabeza, nos la vuela"

Excompañeros del ahora delantero del Newcastle recuerdan para Relevo cómo se las gastaba un futbolista que "ya tenía cositas" a pesar de tener 19 años.

Alexander Isak celebra con rabia un gol con el Newcastle. /Getty Images
Alexander Isak celebra con rabia un gol con el Newcastle. Getty Images
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

Su último servicio a la causa txuri urdin llegó un 21 de agosto de 2022 con el Barcelona como rival. Era la segunda jornada de un campeonato liguero en el que estaba llamado a protagonizar una gran temporada después de un desconcertante ejercicio, el anterior, en el que anímicamente no vivió sus mejores momentos. Su adiós, el de Alexander Isak (Solna, Suecia, 1999), se produjo con golazo incluido, un tanto, eso sí, que no evitó la derrota frente al entonces equipo entrenado por Xavi Hernández. Un gol marca de la casa, con desmarque en velocidad y disparo, aunque en esa última ocasión tuvo la ayuda de Eric García.

Fue su última diana como blanquiazul. 44 goles en sus tres años defendiendo la zamarra de la Real Sociedad. Tres días después se hizo oficial su fichaje por el Newcastle. El delantero sueco se marchaba traspasado al conjunto inglés por una cantidad que ascendía a 70 millones de euros convirtiéndose así en la venta más cara de la historia de la entidad que preside Jokin Aperribay. Llegó con 19 años procedente del Borussia Dortmund y se marchó con 23 y con la sombra de la duda por la súbita falta de gol le había perseguido hasta su último día, una oscuridad de la que, a día de hoy, no hay ni rastro.

A la sombra de Willian José, la opción favorita de Imanol en muchos de los partidos durante la campaña 2019-2020, la de su aterrizaje en Donostia, Isak fue ganando minutos, confianza y el cariño de la gente. Su zancada, sus carreras conduciendo el balón y sus rupturas, sedujeron muy pronto a la afición txuri urdin. Su pierna derecha, elástica como una goma y en la que tenía un cañón, ha propiciado goles de penalti, de falta directa y en carrera. Su momento culmen llegó un 6 de febrero de 2020, con esa inolvidable victoria por 3-4 frente al Real Madrid en los cuartos de final de la Copa del Rey. Marcó dos golazos y dio una asistencia para poner a la Real en las semifinales de aquella edición del torneo del KO que, un año después, Covid mediante, terminó con la Real alzando un nuevo título 34 años después.

Convertido en santo y seña del Newcastle, Alexander Isak es, a día hoy, el delantero de moda de la Premier League. Ya le ha regalado 15 goles, alguno de ellos verdaderas obras de arte, y 4 asistencias a su equipo en 22 partidos de esta temporada. Los elogios son continuos hacia un futbolista que no deja indiferente a nadie. Siempre ha sido así, tal y como reconocen algunos de los compañeros que han compartido vestuario con la estrella sueca.

"Lo comentábamos en los entrenamientos: 'El día que este chaval haga en los partidos lo que está haciendo en los entrenamientos, es un jugador de Champions League'"

Pol Llonch Excompañero de Isak en el Willen II

Su carta de presentación al fútbol europeo la mostró siendo futbolista del Willen II, equipo holandés en el que jugó cedido la temporada anterior a su salto a la Real Sociedad, y con el que marcó 14 goles. "Decidió venir a Holanda porque no tenía minutos en el primer equipo del Borussia Dortmund y fue un gran acierto", reconoce Pol Llonch, futbolista catalán que coincidió seis meses con el atacante del Newcastle. "Cuando llegó era muy joven, tenía 19 años. Era un chico muy introvertido, muy tímido, que, poco a poco, se fue soltando, pero desde el primer día de entrenamiento ya se le veían cositas. Me acuerdo que lo comentábamos entre los compañeros. 'El día que este chaval haga en los partidos lo que está haciendo en los entrenamientos, es un jugador de Champions League'. Y cuando ha empezado a coger confianza y a hacer su fútbol, así ha sido", sostiene el ahora futbolista del Hospitalet.

Alexander Isak celebra un gol con el Willen II junto a Pol Llonch.  Getty Images
Alexander Isak celebra un gol con el Willen II junto a Pol Llonch. Getty Images

"Se le veía que podía llegar. No había duda. Yo lo tenía clarísimo. En los entrenamientos, él hacía cositas de otro nivel. Solo tenía 19 años. Imagina el potencial que tiene. Tenía muy buen carácter, siempre a disposición de mejorar, entrenar, escuchar a los veteranos... Tenía todo para poder hacer lo que está haciendo", valora el ex del Willen II, que ve a Isak como un delantero "muy completo". En su opinión, "te da juego fuera de área, tiene calidad individual para asociarse, tiene gol, velocidad, te rompe al espacio... Es un delantero muy completo y que no hay muchos así. Te puede dar todas esas cosas por eso está donde está", proclama.

Casi en los mismos términos que Llonch se expresa Asier Illarramendi, capitán de la Real Sociedad en la época de Alexander Isak. "Cuando vino aquí, y a pesar de que no tenía experiencia en un equipo grande, apuntaba maneras. Se le veía que tenía muchas cosas, diferentes a lo que tenían los demás", recuerda el mutrikuarra, al que le sorprendió la velocidad en la que ejecutaba las acciones el sueco. "A los jugadores que miden 1,90, les cuesta más en lo técnico y a este se le veía que tenía buen manejo con los pies y buena técnica. Es algo por lo que ya gozamos en la Real y ahora estarán haciendo lo mismo los aficionados del Newcastle", confirma Illarra, agradecido por el inconformismo mostrado por Isak desde su llegada. "Los primeros partidos los empezó en el banquillo, pero era muy joven. Era su primera experiencia en una Liga tan competitiva como la española, país, idioma y compañeros nuevos y con 20 años, no es fácil adaptarte a todo eso, pero lo hizo rápido. Se amoldó muy bien al vestuario, a los compañeros. Willian José, en aquella época, era el delantero indiscutible, pero, poco a poco, Isak fue acortando distancias, comenzó a jugar y Willy decidió marcharse", puntualiza el exfutbolista de la Real Sociedad.

Isak celebra un gol con la Real junto a Silva, Januzaj y Portu.  EFE
Isak celebra un gol con la Real junto a Silva, Januzaj y Portu. EFE

"A primera vista era tímido, pero hasta que cogió confianza. Cuando vino, no hablaba español. Le costaba interactuar, no entendía muy bien. Pero es lo normal que al principio que se mostrara más tímido. Cuando pasó el tiempo, cogió confianza, hasta cariño, y se marchó triste por dejar aquel vestuario atrás", significa el de Mutriku, al que le apenó, y mucho, la marcha de Isak. "Había química con él. Se notaba. Enseguida empezó a destacar, pero aguantó poquito", lamenta el futbolista, al que no le sorprende el rendimiento que está dando su excompañero en el Newcastle.

"Cuando vino, no hablaba español. Le costaba interactuar, no entendía muy bien. Pero es lo normal. Cuando pasó el tiempo, cogió confianza, hasta cariño, y se marchó triste por dejar aquel vestuario atrás"

Asier Illarramendi Compañero de Isak en la Real Sociedad

"En la Real ya demostró de lo que era capaz. Se generaba él mismo muchas de las ocasiones y en la Premier, igual. El Newcastle quería hacer un gran proyecto alrededor de él … Me suponía que iba a marcar muchos goles", apostilla. "Ya sabemos que los equipos de la Premier tienen pasta, que pueden venir en cualquier momento y pagar la cláusula. Está claro que apostaron fuerte por él y que acertaron. ¿Sorprenderme? Por una parte, sí, porque era una cantidad enorme, pero, por otra parte, se ha visto que, a largo plazo, acertaron, así que bien por ellos", apunta.

'Don't go for there', bromeaba con Moyá

Uno de sus mejores amigos en el vestuario de la Real Sociedad fue Miguel Ángel Moyá. Quizá el sueco encontró en la veteranía del portero el soporte necesario en esos primeros meses tras su llegada. "Se le veía un jugador que llevaba impreso el código no escrito de un vestuario, de cuando llegas nuevo, ser lo suficientemente sobrio, lo suficientemente humilde, pero a la vez ambicioso y tener esa seguridad, ese equilibrio de entender que acaba de llegar a un club nuevo. Era joven, pero con valores de educación, respeto, saber estar, pero no se cortaba en el sentido de que si tenía que decir algo, lo hacía. Era un chico con un interés por aprender el idioma rápido, preguntando y queriendo saber, un chico listo", resume Moyá.

Futbolísticamente hablando, a Moyá el primer recuerdo que le viene a la cabeza es su velocidad. "Me acuerdo de esa velocidad que tenía, por supuesto al desmarcarse, pero sobre todo en la conducción y para ser un jugador de 1,90 metros, era muy equilibrado, muy ágil a la hora de regatear, de coordinarse. Es la primera imagen futbolística que me viene de Alexander Isak", afirma el excancerbero, que como han reconocido anteriormente tanto Llonch como Illarramendi, a Isak se ke veían cosas que indicaban que estaban ante un futbolista de otro nivel. "Recuerdo en ese cámera café que hay en todos los equipos, cuando comentas, sobre todo sensaciones de los nuevos, y decir: 'Joder tío, este tiene cositas eh' Le ves ahí que te la pisa, que arranca, y sobre todo el disparo que tenía Alexander. No es un jugador que igual lo explote mucho, porque al ser delantero no le caen balones como de fuera del área, pero es verdad que cuando estaba en zona de disparo, te arma el tiro muy rápido y tiene un golpeo de empeine muy fuerte. Me acuerdo cuando estaba con 'Remi' que comentábamos: 'Si este algún día nos da en la cabeza, nos la vuela'", recuerda entre risas.

"Me acuerdo de esa velocidad que tenía, por supuesto al desmarcarse, pero sobre todo en la conducción y para ser un jugador de 1,90 metros, era muy equilibrado, muy ágil a la hora de regatear y de coordinarse"

Miguel Ángel Moyá Compañero de Isak en la Real Sociedad

Recuerda también cómo le fue ganando la partida por la titularidad a Willian José. "Cuando él vino aquí era muy joven. Llegaba a una Real Sociedad que estaba en Europa, que estaba haciendo las cosas bien y para él era un buen proyecto, un equipo que jugaba al fútbol. Llegas con los pies en el suelo, sabiendo que es un proceso y que, desde el trabajo y la paciencia, te van llegando los momentos. Después, evidentemente, cuando empiezas a hacer goles y empiezas a funcionar bien, se va girando la tortilla y la principal opción del entrenador era él", relata el mallorquín, consciente de que "cuando va pasando el tiempo, los jugadores, dentro de un equipo, van cogiendo su estatus. Tú llegas calladito, viéndolas un poco venir, siendo trabajador. Es un caso que yo lo he vivido en muchas ocasiones. Estamos hablando de Isak, pero yo me acuerdo también de Zubimendi, que llegó siendo uno más de la cantera, esperando su momento y ahora es uno de los jugadores más importantes del primer equipo, sin duda, por no decirte el mejor…Son jugadores que llegan de a poquito y van cogiendo peso, estatus en el equipo y son referentes en el equipo. Cuando alzan la voz, les escuchas. Cuando tienen el balón, estás pendientes de que pasen cosas", analiza.

Isak celebra un gol con Suecia junto a Forsberg y Nilsson.  EFE
Isak celebra un gol con Suecia junto a Forsberg y Nilsson. EFE

Tampoco le sorprende que el Newcastle tirara de chequera para hacerse con los servicios de Isak. Tampoco lo haría que otro club más importante pagara la desorbitada cláusula de 150 millones. "Hoy en día, hablar de esas cantidades, sorprende menos y cuando estás en la Premier y eres un delantero que destacas, imagínate. No estás allí y los equipos de la Premier se vuelven locos. En la Premier son conscientes de que cuando hay un delantero o un jugador que lo está haciendo muy bien, a los grandes equipos no les tiembla el pulso si en algún momento tienen que abordar esos traspasos. Lleva un tramo de temporada importante en el que es un jugador decisivo en su equipo. Vamos a ver. Es verdad que su equipo tiene el poderío para retenerlo si él quiere quedarse. A Isak le apetecerá mucho jugar competiciones europeas cada año y luchar por la Champions. Eso ya será una cosa muy personal", valora sobre una posible salida de conjunto británico.

"Cuando va pasando el tiempo, los jugadores, dentro de un equipo, van cogiendo su estatus. Estamos hablando de Isak, pero yo me acuerdo también de Zubimendi, que llegó siendo uno más, esperando su momento y ahora es uno de los mejores"

Miguel Ángel Moyá Compañero de Isak en la Real Sociedad

En el tiempo que convivieron juntos, hubo tiempo para los buenos momentos. "Muchas veces bromeábamos con frases traducidas literalmente del español al inglés. Nos hacíamos bromas como buscando ese puntito y nos decíamos la de 'No vayas por ahí, vale'. Algo parecido a ¿de qué vas? Pero lo traducíamos en un 'Don't go for there'", relata el ahora comentarista en Movistar, que también influyó mucho en la compra de un vehículo por parte de Isak, aunque este le duró poco. "En el 2020 me quedé con una SL de compra-venta de coches de alta gama y a muchos chicos del equipo o he intervenido o les he vendido o ayudado…En un momento determinado le vendí un Mercedes negro, con el que circulaba en los últimos tiempos en la Real, pero que le duró poco porque luego lo fichó el Newcastle y se compraría ni sé… 'Miguel, que vendo el coche por si sabes de alguien que este no me lo llevo a Inglaterra, que conducen por el otro lado…', relata entre risas.

Remiro: «Aquí estaba totalmente concentrado en jugar y 'petarla'»

Alex Remiro llegó el mismo verano que Isak y casi con la misma inexperiencia que el ariete del Newcastle. "Cuando le conocí, te pones a ver los videos, cómo juega y te haces a la idea. Luego le ves entrenar y era una pasada; lo rápido que se cambiaba el balón de pierna, los controles, la velocidad, lo tranquilo que era de cara a gol, el tiro que tenía", enumera el de Cascante, para quien Isak tenía muy claro lo que quería. "Estaba aquí totalmente concentrado en jugar y en 'petarla'. No hacía otra cosa más que entrenar, ir a casa y, algún día, alguna cenita se pegaba, paro estaba todo el día pensando en jugar. Era un chico muy centrado, muy majo, muy humilde y con un potencial brutal", significa el portero, que también destaca su carácter competitivo: "Encima le gustaba entrar en el pique en los entrenamientos. Era un tío que asumía bien y que se picaba y te dejaba algún detallito, te marcaba y te miraba. Era un crack, un tío con las ideas claras".

Alexander Isak, en su época de la Real Sociedad.  RS
Alexander Isak, en su época de la Real Sociedad. RS

Cree Remiro, tras haber alcanzado la Selección y haber jugado seis años en la Real Sociedad, que Isak es "el mejor delantero" con el que ha jugado. Razones no le faltan. "El potencial que tiene, cómo la está rompiendo ahora , cómo fluye, le da igual caer en banda que quedarse en punta, le da igual driblar que romper al espacio, es que se le da todo bien. Es un zorro", confirma entre risas un Remiro que, al echar la vista atrás, valora el potencial en su momento la Real. "Hubo un momento en el que jugamos con Isak y Sorloth arriba y Silva detrás. Era una barbaridad. Tenemos que valorar lo que teníamos. Creo que no tiene techo, se le ve el hambre. Cuando le conoces, le ves que es muy ambicioso. Su forma de ser le va a ir muy bien siempre", confirma.