Illarra reconoce todos sus fantasmas en el Real Madrid: "Un día me llamó García Coll y me fue sacando poco a poco todo lo que tenía"
El futbolista, que acaba de pasar por el altar, espera en Mutriku una llamada de Dallas para regresar y seguir jugando en la MLS.
Asier Illarramendi (Mutriku, 1990) aguarda en Mutriku una llamada desde Dallas para emprender el camino de vuelta hacia la ciudad estadounidense. Su idea es la de regresar y seguir jugando en la MLS. No contempla otro escenario. Mientras tanto, ha aprovechado las vacaciones para pasar por el altar y organizar, junto a su ya mujer Leire Zubieta, un fiestón por todo lo alto con cerca de 300 invitados. A la espera de volver a hacer las maletas, el ex de la Real Sociedad y Real Madrid ha atendido a Relevo para repasar una trayectoria deportiva de la que se siente "orgulloso".
No se arrepiente de ninguna decisión tomada, pese a que no triunfó en el Real Madrid y pese a que que la afición blanquiazul nunca aceptó de buen grado ni su salida al conjunto blanco, ni su decisión de no renovar su contrato para hacer las américas. A sus 34 años sigue disfrutando del fútbol, siendo consciente, eso sí, de que el final está cada vez más cerca.
¿Cómo es la vida de casado?
(Risas) No ha cambiado mucho. Fue todo fenomenal, un recuerdo inolvidable. Al principio firmamos los papeles para ir a Estados Unidos porque, si no, mi mujer tenía que salir cada tres meses. Tampoco teníamos en la cabeza hacer un bodorrio, pero bueno, al final estuvimos dando vueltas y la verdad es que tendremos un recuerdo inolvidable de lo vivido. Ver a tantos amigos juntos, tanto los de fútbol como de la cuadrilla, en un ambiente sano, lo disfrutamos un montón. Al final ya sabes, empiezas a invitar amigos y nos juntamos casi 300. Mi mujer era más partidaria de hacer un bodorrio, yo menos, pero al final le di las gracias por ello.
Ha firmado un nuevo contrato, ¿el más importante?
Esperemos que sí. La verdad que desde que la conocí estoy muy contento con ella, así que esperemos que sigamos así.
¿Cómo ha sido la vuelta a casa?
Con un poquito de ajetreo. Al estar tanto tiempo fuera quieres estar con tus amigos y ha habido muchos eventos de comidas y cenas. Menos mal que estamos haciendo algo de deporte también porque, si no, se hace duro. Después de estar todo el año fuera es bonito otra vez compartir, aunque sea un rato, con tus amigos. Estoy feliz de verlos y de estar con ellos. Al final, yo soy de Mutriku y estoy feliz en Mutriku. He estado once meses fuera del pueblo y no ha sido tanto tiempo. Por eso, tampoco he tenido tantas ganas o necesidad de volver, que eso es buena señal también, señal de que estábamos disfrutando de la otra experiencia. Tampoco lo he echado tanto de menos, pero es verdad que ahora, al volver, he disfrutado otra vez con los amigos haciendo distintas cosas. Sabemos que el fútbol no es para siempre y que Mutriku estará ahí siempre. Así que ahora toca disfrutar del fútbol hasta que digamos basta.
¿Cuál es tu idea?
Todavía estoy con ilusión y con ganas de seguir jugando al fútbol. Es verdad que ya tengo 34 años y sé que el fútbol no es para siempre, pero mientras el cuerpo aguante, tenga ilusión y ganas de seguir, seguiremos en la pelea.
¿Cuál es tu situación ahora?
La idea es la de seguir allí. Como te he dicho antes, mi mujer y yo estamos muy a gusto allí, tanto en la ciudad como en el equipo. Cuando salí de la Real firmé año y medio y justo acabé el contrato el día 31 y estamos hablando. Ellos están contentos conmigo y yo con ellos, así que, nada, estamos hablando y a ver si llega la firma.
El año pasado no hicimos muy buena temporada. Hay muchos rumores sobre los jugadores, que algunos van a salir. Es verdad que ya han llegado algunos también. Yo creo que va a ser un año de transición porque van a haber muchos cambios. Al final, el año pasado teníamos bastante buen equipo y no hicimos una buena temporada. A ver qué pasa. En la MLS, al ser una liga privada, es difícil cambiar de equipo ahora mismo. Yo soy agente libre, pero Dallas tiene derecho sobre mí y si algún otro equipo me quiere fichar, tendría que hablar con ellos, con la liga y negociar con ellos. Yo, aunque no tengo equipo ahora mismo, no puedo ir a otro equipo sin que negocien con Dallas. Al final es una liga privada y hay un montón de reglas dentro de ella y, bueno, es difícil explicar todas.
¿Sientes que Dallas será tu último destino?
Trato de disfrutar el momento. Como te he dicho antes, tengo ya 34 años y nunca se sabe, ¿no? Te puede pasar cualquier cosa y puede ser tu último año. Soy consciente de que puede ser mi último destino y, por tanto, estoy disfrutando de ello. Está claro que ya, a estas alturas, es importante también que mi mujer esté disfrutando de la experiencia, que le guste aquello. Yo estoy encantado allí. Estamos contentos y esperemos seguir allí, sabiendo ya, o siendo conscientes, que estamos en las últimas.
¿Piensas en eso, en que ya está cerca de acabar tu sueño de niño?
No pienso en ello porque, al final, cuando salto al campo, cuando entreno, me veo bien físicamente y tengo ganas e ilusión. Entonces, por una parte, siento que puede ser mi último o de los últimos años, pero, por otra parte, como me veo bien físicamente, con ilusión, con ganas, pues no pienso tanto en ello.
Físicamente hablando, la última etapa en la Real Sociedad fue complicada. ¿Eso ya ha quedado atrás?
Sí, al final, las dos lesiones graves que tuve no fueron musculares, fueron roturas y tuve que operarme. A raíz de eso sí que tuve otras lesiones musculares. Es muy difícil entrar en un equipo de élite cuando todos están volando y tú estás fuera durante un año. Y me costó, pero bueno, eso también me ayudó a estar físicamente bien y ahora me encuentro al 100%. No he tenido durante este último año muchas lesiones y por eso digo que cuando salto al campo, me veo bien y con ganas, con ilusión, así que hasta que aguante.
¿Ha merecido la pena la decisión de dejar la Real para jugar en la MLS?
Sí. La verdad es que no me arrepiento de nada. En la Real he estado toda la vida y siempre pensé en cómo sería mi adiós. No fue difícil porque sentía que era mi último año y a lo largo de ese último año me dije a mí mismo que basta. No fue difícil porque lo sentía así. A la hora de salir de aquí en lo único que pensaba, porque me atraía, era la MLS y, por suerte, acabé allí y no me arrepiento porque, al final, a lo largo de la vida también vives distintas experiencias. Queríamos, al estar toda la vida en España, probar algo nuevo, otro país, otro idioma, otra liga. Y no me arrepiento para nada.
¿Fue difícil asimilar que tu tiempo en la Real Sociedad había llegado a su fin?
No. Es que lo sentía así. Al final, todas las cosas en el mundo tienen un inicio y un final y sentí dentro que era mi final, entonces no fue difícil. Difícil fue el último tramo. Más que decirle adiós a la Real, fue difícil decirle adiós a mis compañeros, a mis amigos, a toda la gente con la que compartía mi día a día, sabiendo que no iba a estar. Entonces lo más difícil fue eso, pero, bueno, al final en lo futbolístico todos sabemos que todas las cosas empiezan y acaban. Hombre, mi idea siempre fue acabar mi carrera en la Real, pero al final, dadas las circunstancias, tuve que decir adiós a la Real antes de lo que me gustaría. En los últimos años la Real ha crecido un montón como club, la exigencia era máxima y yo veía que, aunque disfrutaba en el día a día, cada vez me costaba más recuperarme, hacer todas las cosas que hacían los compañeros y veía que, quizás el siguiente año quedaría un poquito más atrás y decidí que era el momento. Acabé el año bien, disfrutando, jugando. Quitando la primera vuelta, en la segunda disfruté un montón y quería acabar con buenas sensaciones. Y así fue.
Seguro que cuando decidió volver a la Real tras su paso por el Real Madrid no se le pasó por la cabeza que iba a ser un regreso tan complicado como el que fue, ¿no?
Son circunstancias. Los que estamos dentro del fútbol, dentro de un club, sabemos que nos puede pasar en cualquier momento, somos deportistas de élite y estamos expuestos a ello. Le metemos mucha caña al cuerpo y te puede pasar en cualquier momento, pero lo importante es recuperarte bien, esforzarte al máximo e intentar volver lo mejor posible. Soy consciente de que la Real es mi casa y a día de hoy, todo lo que soy es gracias a la Real, tanto como futbolista como persona. Seguramente, he estado más horas allí que quizá en casa. Empecé con 11-12 años y es ahí donde coges todos los valores que tienes. Gracias a la Real soy la persona que soy hoy en día. Está claro que me ha dado mucho, muchísimo y claro que estoy agradecido a la Real y a todos los compañeros y a toda la gente que ha habido durante todos estos años a mi alrededor.
¿Cuánto de mal lo pasaste en ese tramo de lesiones?
Tuve dos lesiones graves, dos operaciones. Hice todo lo que me decían y seguía con dolor. Hay veces que te tienes que dejar llevar, hacerle caso a los expertos, a los que están intentando ayudarte, pero hay veces también que el mismo proceso no influye de la misma manera en un jugador o en otro. Entonces fue difícil porque veía que no mejoraba. Después de la operación también sentía dolor, no me dejaba ser quien era, entonces sufría por eso, porque ya sabía de lo que era capaz y no podía. Pero, bueno, al final como te he dicho antes, hay cosas que pasamos todos durante la vida, cosas negativas, positivas de las que aprender y, por suerte de aquello, me quedo con lo positivo.
"Después de la operación también sentía dolor, no me dejaba ser quien era, entonces sufría por eso, porque ya sabía de lo que era capaz y no podía. ¿Tirar la toalla? Se te pasa por la cabeza, pero me decía: 'De aquí tienes que salir'"
¿Pensaste en tirar la toalla?
Sí que es verdad que se te pasa por la cabeza, pero bueno, pensándolo bien, decía: 'De aquí tienes que salir'. Al final, las ganas de salir de esas situaciones superaban a las de echar la toalla.
¿Volver a disfrutar del fútbol es lo importante que has conseguido en Dallas?
Sí, sin duda. Está claro que en la Real he disfrutado un montón, el último año también, pero al final veía que estaba cada vez más rezagado, cada vez me costaba hacer las cosas, sufría más y para recuperarme también me costaba un poco más. Y, bueno, en Dallas esa exigencia no existe. Hay exigencia, pero bueno, tampoco se puede comparar la liga española con la MLS, la Real con el Dallas y tampoco Imanol con los entrenadores que hemos tenido ahí. Entonces, dándole vueltas a todo, decidí aquello.
¿Necesitaba que la gente no le conociera, pasar desapercibido?
No es que quisiera eso, pero sí que es verdad que, al final, siendo de aquí tampoco es fácil jugar en la Real. Sales a la calle, tu familia es de la Real, tus amigos son de la Real... Cuando salí de aquí, sentí que en la mochila llevaba más carga, más peso, pero no te das cuenta. Entonces sí que al salir de aquí y dejar la Real, sentí eso también, un poquito de liberación.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido de la MLS?
Que no solo es un partido de fútbol. Te lo intentan vender como un show. No es como aquí, que ahora ya va un poco más a ello también, pero es verdad que allí, tanto la MLS, como NBA o la NFL, no es solo un evento deportivo. Intentan rodear aquello con distintas cosas, vender mejor el producto y sacar más dinero. Dallas tiene baloncesto, hockey, fútbol americano, béisbol y el fútbol está un poco más rezagado. No es como, por ejemplo, Austin, la capital de Texas, donde solo existe el fútbol. Se nota en los estadios el ambiente que hay, cómo viven, pero te acostumbras a todo.
¿Te reconocen por la calle?
Poco. La gente de allí tampoco siguen tanto el futbol. Como te he dicho antes, en Texas, al estar cerca de México, hay bastantes mexicanos y bastantes latinos. A ellos les encanta el fútbol y sí que te reconocen más. Pero bueno, la verdad es que aquí, al volver, he echado más fotos y firmas que allí en todo el año.
"Aquí, al volver, he echado más fotos y firmas que allí en todo el año. Al final hasta se me hace un poco raro. Volver otra vez a casa, estando todo el año allí y siendo en la ciudad como uno más, pero es algo que se agradece que la gente se acuerde de ti todavía"
¿Eso recompensa, le hace pensar que la gente piensa que ha hecho bien las cosas en la Real?
Puede ser, nunca he pensado en ello, pero sí. Ya al final hasta se me hace un poco raro. Volver otra vez a casa, estando todo el año allí y siendo en la ciudad como uno más, volver y sacarte fotos o echar firmas... Pero es algo que se agradece, que la gente se acuerde de ti todavía y sí, quizá sea señal de que haya hecho las cosas bien.
Ya sé que todavía no estás pensando en el final, pero ya, con 34 años y al echar la vista atrás, ¿qué sensación tienes?
Yo, cuando echo la vista atrás, siempre pienso cuando empecé en la Real, en el chaval que empezó en la Real con 11 o 12 años. He tenido un montón de compañeros a lo largo de los primeros años, gente muy buena a mi lado, gente que quizás no ha tenido tanta suerte como yo. Y mira yo, a mis 34 años, he vivido esto, he disfrutado un montón, he jugado muchos partidos con jugadores de élite, he estado en la Real un montón de años... Cuando empecé no me imaginaba que disfrutaría tanto de esto. He cumplido mi sueño y espero seguir disfrutando de ello. Pero sí, a veces pienso en los chavales que empezaron conmigo con 11 o 12 años, que no han tenido la misma suerte que he tenido yo.
El Illarra de 34 años, ¿qué le diría a Illarra que empezó?
Lo mismo que les digo a los chavales de hoy en día, que disfruten del fútbol, que no piensen en lo que vendrá, que al final lo más importante es vivir el momento, disfrutar de ello porque luego nunca se sabe lo que pasará mañana. Lo que les digo es eso, que disfruten y que no piensen en lo que puede pasar y en lo que no. No es oro todo lo que reluce, pero no solo en el fútbol, en la vida también. Desde fuera todos vemos el lado bueno de cada trabajo, pero también tienen su lado feo. En el fútbol también, al final eres futbolista 24 horas, 365 días al año y es verdad que hay veces que no es fácil, pero bueno, estás en ello, sabemos que lo nuestro no es para toda la vida, entonces intentas cuidarte lo máximo posible para alargar tu carrera también lo máximo posible.
¿Asier Illarramendi ha tenido que renunciar a muchas cosas?
Sí, al final ya te digo que eres futbolista 365 días al año, 24 horas y claro, hay veces que, sobre todo cuando eres más joven, te gustaría compartir más horas con tus amigos, hacer más planes con ellos, pero hay veces que los planes que hacen ellos no te convienen, aunque tengas ganas. Sí que renuncias a muchas cosas, pero es verdad que, por otra parte, también he vivido muchas. Cuando nos metimos en esto, más en lo profesional, intentas enfocar tu mirada en lo tuyo, en disfrutar del momento, de lo que estás viviendo, porque al final yo sé que, aunque mis amigos también estén disfrutando, a todos les encantaría estar en mi sitio. Yo veo a los chavales que vienen desde abajo también y no es como en mi época, que nos cuidábamos, pero no tanto como ahora. Ahora, alrededor de un equipo de fútbol hay un montón de profesionales que se dedican 100% a que estés a tope. Hoy en día se cuidan bastante más de lo que nos cuidábamos en nuestros inicios.
Una de las espinas que más adentro tendrá clavada fue su paso por el Real Madrid. Echas la vista atrás y ¿qué piensas?
Fue una experiencia negativa, pero que me sirvió para crecer como futbolista y como persona. Lo que me pasó fue una cosa que no había sentido hasta entonces y cuando te pasa por primera vez, pues no sabes cómo reaccionar, cómo sobrellevarlo. Lo que pasó es que no fui quien era. Sufres, intentas sobrellevarlo, pero es verdad que hay veces que tienes que echar mano de los expertos y, bueno, eso hice. Que podría haber disfrutado de otra manera, seguramente, pero al final es lo que digo, a lo largo de la vida hay cosas que puedes escoger y otras no. Me tocó, me sirvió para aprender y ahora mismo echo la vista atrás y hasta veo que aprendí bastante de aquella situación.
¿Qué es lo que sentiste? ¿Miedo?
Miedo a fallar. Sentí que iba perdiendo confianza en mí mismo, que tenía dudas. Me hacía preguntas a ver si sería capaz de ser quien era, de demostrar el jugador que todos esperaban. No es fácil cuando tienes 23 años llevar todo eso dentro. Hoy en día ya hay también más expertos que te ayudan también, porque al final en aquella época es verdad que intentaban que estuvieses al 100% pero físicamente. Y yo creo que la cabeza es lo más importante. Entonces, sí que es verdad que me falló la cabeza, pero, bueno, lo que te digo, que al final de las cosas malas y de las experiencias malas se aprende más porque te paras a pensar en ello, le das más vueltas que a las experiencias positivas.
¿Echaste de menos más ayuda en ese sentido?
Era una persona que los problemas que tenía me los guardaba para mí. Me fue difícil. Tampoco teníamos psicólogo ni nada pero es verdad que teníamos a Javi García Coll, que fue jugador profesional de baloncesto. Sabía, más o menos, lo que sentíamos y él, aparte de eso, había hecho cursos de coach. Tenía un don y veía quién estaba sufriendo, quién estaba disfrutando. A mí me llamó un día y, a raíz de eso, empezamos a construir una relación sana y me fue sacando poco a poco todo lo que tenía dentro y la verdad que me ayudó un montón.
"Era una persona que los problemas que tenía me los guardaba para mí. No teníamos psicólogo pero sí a Javi García Coll. Tenía un don y veía quién estaba sufriendo. Me fue sacando poco a poco todo lo que tenía dentro y me ayudó un montón"
¿Llegaste a disfrutar del fútbol en tu etapa en el Real Madrid?
Cuando sientes que no estás al cien por cien y que no estás dando todo lo que tienes, es verdad que no disfrutas. Lo haces cuando sales al campo y, eso, te comes el campo. En aquella época me pasó eso. Y cuando te pasa eso, lo que dices, que no disfrutas como disfrutaba el año anterior en la Real.
¿Te sentiste maltratado en Madrid?
Ahí, al final, lo que te exigen son resultados. Yo cuando llegué seguro que esperaban algo más de mí y los inicios no fueron fáciles y me castigó eso. Allí, desde el primer momento exigen resultados, y, cuando las cosas van mal, es verdad que hay más presión que aquí de ganar. Me afectó todo ello.
¿Fue llegar a la Real y volver a ver el sol?
Era mi tercera pretemporada con el Madrid, pero mi cabeza no la tenía allí. Estuvimos mirando salidas y en ese momento apareció la Real. A pesar de que el año anterior no fue un momento fácil jugar en Anoeta, tenía confianza en mí mismo de que le iba a dar la vuelta a la situación. Y así fue. Quedaban tres, cuatro días para el cierre de mercado, pude volver a casa, disfrutar del fútbol, volver a recuperar la confianza en mí mismo y a disfrutar.
Cuando ya se decidió que su estancia en Madrid había llegado a su fin, ¿llamó el Athletic a tu puerta?
Siempre ha estado detrás de mí, como de muchos excompañeros. Al final, cuando entré en la Real, tampoco la institución estaba en una situación como la de ahora mismo. En aquella época el Athletic, como club, estaba mejor. Sí que me han llamado varias veces y cuando estaba en Madrid, no ese verano, pero sí en Navidad. Yo no quería salir ni irme allí. Quería esperar al verano, que fue justo que volví a casa.
¿Eso lo tenías claro, que no querías jugar en el Athletic?
Sí.
Con la excepción de Iñigo Martínez, pocos jugadores del primer equipo han dado el paso de fichar por el Athletic. Antes sí que era una constante. ¿A qué se debe este cambio de tendencia?
Históricamente, el Athletic siempre ha sido mejor equipo, mejor club que la Real, pero estos últimos años yo creo que la Real está por encima tanto como club como por equipo. Yo, cuando salí, la Real justo había salido de la Ley Concursal, pero la institución no estaba en su mejor momento. Gracias a Aperribay y a su equipo, la Real ha remontado y está en una situación ideal. Echando la vista atrás no hubiésemos imaginado estar así ahora mismo.
¿Le sorprende el nivel que ha ofrecido la Real Sociedad?
Pues no sé. Al final, cuando vives el día a día dentro del equipo, ves cómo entrenan, qué sacrificios hacen tanto el equipo como los miembros del staff a la hora de hacer todo, de montar entrenamientos, de recuperación, de analizar equipos, los entrenos, los cuidados que tienen... No es que me sorprenda. Cuando ves todo eso junto, ves que puede explotar en cualquier momento y ya hemos visto de lo que es capaz el equipo. Ojalá que siga porque, al final, la gente también, cuando demuestras un nivel, pide ese nivel. Lo más difícil no es llegar sino mantenerse, así que disfrutemos de ello mientras podamos.
¿Te hubiera gustado ser parte importante de esta Real?
Claro que sí, sin duda. En los años importantes de Imanol he estado en la grada y sufres porque al final ves a todo el mundo gozar, disfrutar, tanto aficionados como los compañeros. Yo he gozado, pero no del todo, y no es fácil, pero bueno, al final intentas ayudar en todo lo posible, y en eso estaba también. Es difícil sobrellevar esa situación. A todos nos gusta ser partícipes y llegué a sentir que yo no era partícipe de ello a pesar de que estaba en el día a día con ellos. Pero bueno, estás dentro, haces otro tipo de trabajo. En el campo no estaba, no sentía que aportaba mi granito de arena y por esa parte pues sí que estaba sufriendo.
"Los años importantes de Imanol, he estado en la grada y sufres porque al final ves a todo el mundo disfrutar. Yo he gozado, pero no del todo, y no es fácil, pero bueno, intentas ayudar en todo lo posible, pero es difícil sobrellevar esa situación"
¿Ya ha pensado en una vida no ligada al fútbol?
Sé que va a llegar ese día. Antes siempre decía que no me gustaría ser entrenador, pero, cuando fui a Estados Unidos, vi que entendía bastante el fútbol. Entonces ahí sí que empecé a pensar en, por lo menos, hacer el curso de entrenador y luego venir, pero bueno, es verdad que no me gustaría ser entrenador profesional. Veo el sacrificio que tiene y, a día de hoy, te diría que no, pero es verdad que me gustaría seguir ligado al fútbol.
¿Estás preparado para la vida sin fútbol?
Al final todos sabemos que va a llegar ese día, que va a llegar el día de mañana en el que no estás ligado al fútbol. Entonces tienes que ir mentalizándote de que, bueno, qué puedes hacer o qué te puede llenar ese día. Al final va a llegar y tienes que estar preparado, porque hemos visto situaciones de algunos jugadores que les ha llegado el momento y que no estaban preparados y que han sufrido un poco más. Yo justo me apunté este año a un curso de la FIFA que estaba enfocado a jugadores que estaban en su recta final de su carrera. Por ejemplo, yo sentiría vacío si me quitan el deporte. A mí, aparte del fútbol, me gusta el monte, la bici, me gusta moverme, hacer deporte. Y yo sufriría si me quitan eso. El fútbol sí, es el deporte que más me gusta, pero, bueno, el día de mañana se va a acabar, pero podré disfrutar de otras cosas.
¿Se siente incomprendido por la afición de la Real que, primero, no entendió tu fichaje por el Real Madrid, y segundo, tampoco que no quisiese renovar por la Real Sociedad y jugar en la MLS?
Cada uno tendrá su opinión. Yo tampoco he hablado nunca de todo pero, bueno, en aquella época cuando salí a Madrid no me sentía ni valorado ni querido por la Real, sí por parte del aficionado, no por parte del club. Vino el Madrid, había que tomar una decisión y fue así. Es verdad que algunos lo entenderán, otros no, y cuando dejé la Real, lo mismo. Pero, bueno, al final, a lo largo de la vida, tienes que tomar decisiones, hay veces que aciertas, otras no, siempre con la mejor intención. Pero lo que he dicho antes, es que he echo la vista atrás y me considero un afortunado de todo.
¿Te arrepientes de algo?
No, la verdad es que no. Las decisiones que tomé en su día fueron después de haber pensado varias veces acerca de todo. Entonces, cuando piensas muchas veces y das el paso, no te arrepientes. Es verdad que hay veces que salen mejor las cosas, otras peor, pero no me arrepiento.
En caso de no llegar a un acuerdo con Dallas, ¿qué sería de Asier Illarramendi?
Dejar el fútbol, no. En mi cabeza no está esa idea. Tengo ilusión y ganas de seguir. Me encuentro bien físicamente. El año pasado demostré que puedo seguir, así que la idea es seguir en la MLS. Si no llegamos a un acuerdo o lo que sea, pues ya pensaré en otras cosas, pero la primera idea es esa.