PREMIER LEAGUE

El hacker de Football Leaks vuelve a amenazar al Manchester City: "Los datos que aporta tienen relevancia criminal"

El club, que se enfrenta a 115 cargos por el fair play financiero, ha contraatacado recientemente con una demanda a la Premier League.

El Manchester City celebra su última liga. /EFE
El Manchester City celebra su última liga. EFE
Gonzalo Cabeza

Gonzalo Cabeza

Cada título del Manchester City va acompañado de un rumor de dudas. No solo porque los campeones siempre tienen algo de sospechoso, sino porque en el equipo inglés permanentemente hay una sombra sobre los métodos que han llevado al club mancuniano hasta allí. Motivos no faltan, las revelaciones de Football Leaks señalaron en su momento los tejemanejes del club y su falta de rigor para cumplir las normas y una investigación de la Premier con 115 cargos en su contra.

La situación puede ponerse todavía peor. Estos días ha vuelto a salir a escena Rui Pinto, el hacker portugués que desencadenó en 2015 una de las mayores tormentas en el fútbol mundial al publicar documentos y contratos varios que señalaban diversas irregularidades en varios equipos. Entre ellos el City fue uno de los más afectados, pues se señalaban falsedades en contratos, como el de Mancini, por el que confesaban bastante menos de lo que pagaban, o patrocinios hinchados para engañar a los cálculos del fair play financiero.

Rui Pinto, en su momento, solo proporcionó algunos de los muchos documentos que consiguió. Ahora apunta a dar muchos otros más entre los que también se encontrarán más certezas de que el City operó fuera de la norma. Uno de los abogados del hacker portugués responde a Relevo. "Él ha dado la oportunidad de abrir los discos y transmitir todo su contenido a las autoridades francesas. Está muy seguro de que muchos de los datos que se encuentran allí tienen relevancia criminal, incluido el caso del City", explica esta fuente jurídica.

"Estos documentos forman parte de la investigación de la Premier League. He dado cinco discos duros a las autoridades francesas y alemanas con millones de documentos y he descrito qué hay en cada uno de ellos", explicaba este fin de semana Rui Pinto, que se encuentra bajo protección de testigos, en una conferencia.

Rui Pinto es un problema más en la encrucijada más complicada para el City. El equipo de Mánchester fue capaz en el pasado de escabullirse de unas acusaciones similares por parte de la UEFA. En aquel momento no fue porque no se encontrase nada, sino porque el TAS consideró que los cargos por los que la confederación europea quería sancionarles estaban prescritos. De hecho, es bien sabido en el mundo del derecho deportivo que el City tiene un gasto desaforado en abogados por todos sus frentes abiertos.

Lo que pasa es que eso mismo, contra la Premier, no va a valer, pues no hay prescripción posible de estos cargos. Además, las penas recientes al Everton y al Nottingham Forrest —y las que están por venir, previsiblemente el Leicester no se salvará— indican que el campeonato inglés ha decidido dejar de hacer la vista gorda en estos temas. Es importante remarcar que los cargos a los que se enfrenta el City son mucho más graves, es por eso que la investigación está siendo mucho más larga y, también, que las consecuencias puedan llegar a ser mayores.

El contraataque del City Group

En el City Group no se han quedado callados, más bien todo lo contrario. En las últimas semanas el club propiedad del emirato de Abu Dabi ha redoblado sus esfuerzos judiciales para desbaratar todas las acusaciones. Han dado un paso más, la prensa británica lo presenta como "pulsar el botón nuclear". Han demandado a la Premier ante la justicia ordinaria por sus normas de fair play y también por el modo de votación en el que se toman los acuerdos dentro de la liga. Para sacar adelante una norma se necesita que al menos 13 de los 20 votos sean a favor y en el City consideran que eso ha llevado a una "tiranía de la mayoría", una perversión del sistema en su opinión que les lleva a estar "discriminados".

Es un órdago a grande del City que podría conllevar un cambio brutal del fútbol inglés. Se espera que una docena de clubes testifique en contra del club sky blue, y los días siguientes a la noticia de su demanda salieron decenas de informaciones escandalizadas con el intento de hacer la liga todavía más complicada económicamente. Si el club dirigido por Ferran Soriano consiguiese que la justicia les diese la razón las normas aplicables a cuestiones administrativas en la competición quedarían en duda. Y eso sería un terremoto.

Los rivales temen que la acción legal del City pueda reventar las costuras de todo el campeonato. Entienden que el principal motivo por el que han acudido a los tribunales ha sido generar una fuerte presión contra la Premier para que no sancione por los 115 cargos presentes y lograr así evitar, una vez más, un castigo por sus maniobras empresariales.

Todo esto se produce en un ambiente enrarecido dentro del campeonato inglés. Hace unos meses el gobierno decidió crear la figura de un regulador para supervisar el fútbol profesional y sus excesos. La llegada de esta figura sentó muy mal en los clubes y en la Premier, que trataron de revolverse y negarse, pero no hubo manera, el propio rey nombró en su discurso de Navidad la creación de esa figura.

De hecho, antes incluso de que se instaurase, la sola potencialidad ya ha tenido consecuencias. Los analistas del campeonato entienden que si no hubiese esta amenaza no habrían existido las sanciones al Forrest o al Everton y tampoco una investigación de tanto calado contra el City. Creen que solo la amenaza real de un control de verdad ha hecho que la Premier League, que quiere seguir siendo independiente, active de verdad su capacidad para supervisar y dirigir las cuestiones financieras del fútbol inglés.