Polvorín en el fútbol inglés porque el hijo de Ferguson 'roba' un momento histórico entre padre e hijo: "Estoy destrozado"

Las cámaras no se perdían ningún detalle desde antes de que empezara el partido. Querían esa foto, querían ese recuerdo. Todo estaba preparado para el segundo en el que Ashley Young, de 39 años, coincidía en el terreno de juego con su hijo, Tyler Young, de sólo 18, en un partido oficial. El Everton-Peterborough de la tercera ronda de la FA Cup había reservado un momento para la historia en el que padre e hijo se enfrentaban a nivel competitivo. Pero ese momento nunca sucedió.

Desde que se conoció el emparejamiento, el objetivo era claro: tener la imagen del mítico futbolista inglés junto a su hijo en el mismo partido de fútbol: "Cuando salió el sorteo, no podía creerlo", dijo Ashley Young en una entrevista. "He dicho durante años que si hubiera alguna posibilidad de que pudiéramos jugar uno contra el otro, sería el pináculo de mi carrera", afirmó en TalkSport.

Aunque ninguno de los dos salió como titular, Ashley Young entró en el campo en el minuto 73. En el Peterborough, de tercera categoría, su hijo esperaba en el banquillo. Tyler sólo ha disputado un partido esta temporada y no había entrado en la convocatoria en los 14 encuentros anteriores, pero este duelo de la FA Cup representaba una situación ideal para crear un recuerdo inolvidable en el fútbol inglés.

Con 1-0 en el marcador, el técnico del Peterborough, decidió meter un delantero en los últimos minutos. "Aunque quería que Tyler entrara, si el partido hubiera estado 2-0 en ese momento lo habría puesto, pero con 1-0, tuve que poner a un delantero. Tengo que hacer lo mejor para mi equipo. Uno de sus jugadores me dio un codazo que estuvo fuera de lugar. No somos un caso de caridad", explicó Darren Ferguson sobre la decisión de no meter a Tyler Young.

Sí, has leído bien: Darren Ferguson, hijo de Sir Alex Ferguson, es el entrenador del Peterborough. Y de ahí ha surgido una polémica aún mayor que señala a la familia del mítico técnico del Manchester United, que estuvo presente en la grada.

El Everton terminó ganando el duelo por 2-0 (marcó el segundo en el minuto 98) y, tras el pitido final, las cámaras volvieron a dirigirse hacia Ashley y Tyler Young, que se abrazaron en el césped, aplaudieron al público y lamentaron que no se produjera el momento que tanto estaban esperando. El veterano jugador de 39 años utilizó sus redes sociales para reaccionar ante lo sucedido: "Estoy destrozado", escribió en X.

Las reacciones no han tardado. La mayoría de aficionados criticaron la decisión de Darren Ferguson, una corriente a la que se unió Roy Keane, exfutbolista del Manchester United, que señaló al entrenador como culpable de algo de lo que él mismo se había beneficiado a lo largo de su carrera: "Darren Ferguson ganó una medalla. Tuvo mucha suerte", dijo sobre el título de la Premier League en 1993, cuando Sir Alex Ferguson subió a su hijo al primer equipo, aunque no se consolidó.

"Y su hermano fue el ojeador jefe del Manchester United durante mucho tiempo. Me sorprende que su esposa no estuviera involucrada en el equipo en algún lugar", añadió. "Darren era entrenador en el Preston North End y perdió su trabajo. Tenía un par de jugadores jóvenes cedidos por el Manchester United. ¿Adivinas qué pasó al día siguiente? Los sacaron del Preston", recuerda sobre aquellos días.