Cuando a todo el Zaragoza CFF le tocó la lotería con un número sometido a quorum familiar: "Desde ese día, siempre me quedó con algo, por si acaso"
Al mítico club maño le tocó el quinto premio: un total de 1,7 millones de euros.
Era raro que en el fútbol femenino, cuyo contexto propicia que sucedan estas cosas, no existiese un club al que le hubiese tocado la lotería. De tanto buscar, apareció el Zaragoza CFF. El mítico Prainsa Zaragoza, que después pasó a llamarse Transportes Alcaine y que ahora compite en Segunda Federación bajo el nombre anteriormente citado.
Ocurrió el 22 de diciembre de 2009. Aunque hace ya unos cuantos años, Carlos Alcaine -el secretario del club y una de sus alma mater- todavía se acuerda: "Estábamos en la oficina y lo escuchamos sobre la marcha. Del número no me acuerdo, sé que acababa en 80". El 57.580.
El club maño consiguió 1.700.000 euros en el Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad. El ahora Zaragoza CFF adquirió 340 décimos del número 57.580, un quinto premio dotado con 50.000€ cada serie. El premio fue muy repartido: el club zaragozano invirtió 6.800€ en ese número y después se distribuyeron talonarios -"unos 150 y pico"- con participaciones de 4,20€ entre las jugadoras (cada una tenía un taco de 25) para que las vendieran , la mayoría, a sus familiares, tal y como detalló Carmelo Alcaine (el presidente del club) a Europa Press en su día. Si han jugado al fútbol o tienen hijos o hijas que lo practiquen, el proceso les resultará familiar.
"Te estoy hablando de memoria, pero creo por aquel entonces teníamos cinco o seis equipos, que para aquella época, hace 15 años, ya era un logro", explica Carlos Alcaine al otro lado del teléfono. "Desde entonces, jugamos todos los años, pero ya no hemos tenido la misma suerte", recuerda. "La gente de Zaragoza todavía se acuerda. ¡Y en todo el territorio nacional! Cuando vamos por ahí, por los campos, nos siguen pidiendo lotería y nos dicen: ¡Oye, que yo recuerdo que os tocó!'", añade entre risas.
El número, el 57.580, no esconde ningún artificio ni ritual. "Lo escogimos al azar. Es verdad que lo sometemos a quorum entre la familia y cada año vamos cambiando de número, pero no es uno que vayamos repitiendo", confiesa Carlos. Aquel día, fue Carmelo Alcaine, el padre, el que lo eligió.
Por cierto, tanto Carlos como Rubén Alcaine -ahora en Liga F, ambos son hermanos- no se llevaron nada porque no "son de eso". Eso sí, desde aquel día, siempre se quedan con algo, "por si acaso".
El club, como es habitual, devolvió las papeletas que no había vendido. Así que entre lo que se repartió y lo que se fue de vuelta, el club no recibió tanto dinero. "A ver, nos ayudó, evidentemente. Pero fue un pequeño impulso. Nos ayudó a equilibrar las cuentas, como quien dice, a llevarlas un poquito mejor y para aminorar los gastos".
“El mozo está ya muy mayorcito, pero no se pierde un partido en casa”
El Zaragoza CFF es uno los clubes más míticos del fútbol femenino español. La familia Alcaine, a la que el fútbol femenino maño -y español- le debe mucho, se metió en esto "por amistad". "Yo tenía un amigo que se llamaba David Magaña y es él el que nos metió el gusanillo", recuerda.
David Magaña fundó el Inter Aragón Winter Garden y le "pidió ayuda" a Carlos. El club mudó en el CD Transportes Alcaine y David fue su presidente hasta 2005, que es cuando la familia Alcaine entró a liderar el proyecto de forma definitiva.
Por sus filas, han pasado jugadoras como Silvia Meseguer (la autora del gol del ascenso a Superliga en la temporada 2004/2005), Verónica Boquete -una de las leyendas del fútbol femenino español- o Marta Cardona (jugadora del Atleti) o Mapi León (la central del Barça, tres veces campeona de la Champions), entre otras. Curiosamente, la mejor temporada de su historia acabó unos meses antes de que les tocase la lotería: la 2008/09. Acabaron la liga en quinta posición y alcanzaron la final de la Copa de la Reina. El partido se disputó en La Romareda, ante 10.000 espectadores y perdieron frente al Espanyol, tras haber eliminado al Atleti y al Barça.
Ahora, tras descender en 2018, el equipo milita en Segunda Federación y la familia Alcaine sigue al frente. "Ahí sigue, siendo el presidente del club. El mozo está ya muy mayorcito, pero no se pierde un partido en casa", acaba Carlos.