La metamorfosis de Esmee Brugts en el Barça se resume en una respuesta en DAZN de 15 segundos: "No sabían qué hacer y la portera se sentó"
Ante el Manchester City, la neerlandesa vivió una de sus grandes noches como blaugrana.
La transformación de Esmee Brugts (28 de julio de 2003, Heinenoord, Países Bajos) en el Barça se resume en una aparición televisiva, de apenas un minuto, al descanso del último encuentro blaugrana en la Champions ante el Manchester City.
La neerlandesa venía de protagonizar una primera mitad excelsa y fue la elegida por DAZN para la entrevista en el intermedio del encuentro. "Estamos dominando. Después de los primeros 15 minutos, no sabían qué hacer y la portera se sentó. Esto es un cumplido para nosotras", espetó la neerlandesa.
Sus palabras corrieron como la pólvora en las redes sociales y entre la afición del Barça. Además, los culés ya estaban 'calentitos' con el comportamiento de Khiara Keating, interpretando que la portera inglesa -que estaba haciendo un partidazo- se dedicó a perder tiempo desde el inicio del encuentro. Y las palabras de su nueva ídolo entraron como cuchillo en mantequilla.
Es otra tanto dentro como fuera del campo
El caso es que ese "no sabían qué hacer y la portera se sentó" refleja el crecimiento de Esmee Brugts como blaugrana. Después de un primer curso de adaptación, en el que desempeñó en varias posiciones y no llegó a cuajar -al menos, del todo- en ninguna de ellas, la neerlandesa es otra. Tanto dentro como fuera como dentro del campo.
Fuera, parece haberse sacudido los complejos propios de formar parte del mejor equipo y haberse desencorsetado, por decirlo de algún modo. Uno de los rasgos más destacados de la personalidad de Esmee a su llegada la Ciudad Condal -al menos, lo que se observaba a través de las cámaras- tenía que ver con su disciplina y con su carácter introvertido. Vamos, que algo como lo de ayer era impensable el curso pasado.
Dentro del campo, sigue la misma línea: con más chispa, más atrevida y fluyendo, como se dice ahora. El partido de ayer ante el Manchester City fue su consagración como culé. La joven neerlandesa partió desde el perfil zurdo -en detrimento de Fridolina Rolfö- y lo hizo todo bien. Con toda la banda izquierda para ella, se asoció, generó espacios, se metió hacia adentro -cuando el fútbol blaugrana lo requería- y aportó la profundidad que necesitaban las de Pere Romeu. Dejó alguna que otra pisadita -se está acostumbrando a regalarnos una en cada partido- y probó fortuna disparando desde lejos.
Y terminó el partido como extremo derecho, haciendo gala de otra de sus grandes virtudes: la polivalencia. Pere Romeu confió en ella para el partido más importante en lo que va de curso y Esmee respondió con sobresaliente.
La conversación son su preparador físico
El año pasado, por octubre, Relevo desgranaba su fichaje por el Barça. Esmee, que jugaba en el PSV, que se salió en el Mundial y el conjunto blaugrana la reclutaba por cuatro años, hasta el 30 de junio de 2027.
La cita mundial tuvo mucho que ver en su cambio de rumbo. "Quiero dar un paso más en mi carrera", le dijo a su preparador físico, Giovanni van Groeningen, antes de partir hacia Australia y Nueva Zelanda. "Trabajamos unos meses intensamente. Entrenamos cinco o seis veces cada semanas durante tres semanas antes de empezar a preparar el Mundial. Nos enfocamos en cómo podía sacar la mejor versión de sí misma", desvelaba a Relevo.
Esmme, que llegó al Mundial como una "novata" se convirtió en imprescindible para Andries Jonker. Sabía que para hacerlo, además de trabajar mucho, debía centrarse en diferenciarse del resto. "Ella era extremo izquierdo y empezó a ser lateral y carrilera. Por ello, nos centramos mucho en su condición física, porque tenía que estar todo el rato subiendo y bajando de área a área, para que fuera importante en ataque, pero también en defensa [...] Es una jugadora muy técnica, una de las jugadoras holandesas más técnicas que conozco", destacaba Giovanni.