ENTREVISTA

Poli Rincón y su decepción con Willy Valadés por la estafa al equipo de Cope: "Le preguntamos si estaba metido en un cártel o en la mafia"

El exdelantero madrileño niega con la cabeza, cierra los ojos y repite en innumerables ocasiones no entender nada sobre la actitud del periodista de Cope, al que "le hubiera dado la vida".

Valadés y Rincón, en una comida en el pasado./RELEVO
Valadés y Rincón, en una comida en el pasado. RELEVO
Cristina Bea

Cristina Bea

En abril de 2023 la redacción de 'Tiempo de Juego' vivió un mazazo emocional del que todavía andan recomponiéndose. Destaparon entonces cómo Willy Valadés, compañero y amigo, les había estafado en torno a 400.000 euros en cuatro plazos para el tratamiento en la Clínica Universidad de Navarra de un supuesto tumor cerebral con metástasis en los huesos que había afectado al periodista de Cope meses antes. Íntimo de Paco González, Manolo Lama y Pepe Domingo Castaño, ellos y todo el equipo se volcaron en ayudar emocional y económicamente al periodista.

Paco y Manolo, junto a Xuancar González, jefe de Deportes de la emisora, reunieron a Valadés en el despacho de Paco González para tratar de hacerle confesar. "Si yo te enseñara WhatsApp, no entenderías lo que no te puedo explicar. Yo me he ofrecido para hacerme de todo. Si hacía falta poner sangre, poner lo que hubiera hecho falta allí. Le hubiera dado la vida. Si nos la pide, se la damos", confiesa un Poli Rincón decepcionado y dolido. "No soy capaz de entenderlo", dice en este extracto de la charla sobre la carrera futbolística y radiofónica del exdelantero que mantuvimos hace unos días.

Te pregunto, Poli, por un tema delicado. Si quieres hablar de ello. Es el tema de Valadés. ¿Cómo lo viviste? Ya ha pasado un tiempo, se ha ido diluyendo…

Creo que en los tribunales sí sigue todo.

Sí, es que es una estafa.

No, no lo entiendo, no soy capaz de entenderlo. Te estoy hablando de 30 años, no sé, de una convivencia totalmente íntima, totalmente personal. Por nuestra parte, con un cariño como no te puedes imaginar. Si yo te enseñara WhatsApp, no entenderías lo que no te puedo explicar. No te lo puedo explicar, no, no, no, no. A día de hoy sigo sin podértelo explicar, imposible, es imposible, te digo. Hasta el día antes, mis conversaciones con él, mi ayuda, volcado en todos los aspectos.

No quiero sacar lo económico solamente. Todavía no lo entiendo. Y al día siguiente, cuando te das con la realidad, no te lo puedes ni imaginar. Fíjate, yo es que no le deseo a día de hoy tampoco ningún mal, no puedo entenderlo, me gustaría entenderlo, me gustaría que me dijera: 'He hecho esto por esto'. Nosotros le hemos preguntado: 'Pero, tío, ¿estás metido en drogas? ¿Estás metido, no sé, en un cártel? ¿Estás metido con la mafia? Yo qué sé, ¿te están amenazando? No sé. Por encontrar una lógica. No, no sé nada. Nada, nada, nada, nada, nada. (Dice y niega con la cabeza).

"Nosotros le hemos preguntado: 'Pero, tío, ¿estás metido en drogas? ¿Estás metido en un cártel? ¿Estás metido con la mafia? ¿Te están amenazando? Por encontrar una lógica"

Llegó un momento que le bloqueé el teléfono y hasta hoy, hasta hoy. No lo entiendo. No entiendo que con las personas que más le han querido, que más cariño le han dado en el mundo… Porque yo, al fin y al cabo, vivía aquí, pero la relación ha sido muy estrecha, como tú sabes, estrechísima, por no decir… ni te cuento, pero, sobre todo, Paco, Pepe y Manolo. No lo entendemos, no, no, no, no te puedo dar una explicación lógica.

Aparentemente, no la tiene…

Pagará lo que tenga que pagar, pero yo, sobre todo, por el daño que ha hecho emocionalmente a la gente que le ha querido tanto. ¿Si algún día se dará cuenta? No lo sé.

Es que han sido 30 años de convivencia, de compartir muchas cosas…

De dormir juntos, dormir juntos en una cama de un metro y pico, de un metro, yo que sé, una relación… (Cierra los ojos y mueve los brazos y la cabeza). De una relación que lo sabe todo el mundo, una relación tremenda, tremenda en todo; mis hijos con él, mi familia, en casa, para allá, para acá... Le hubiera dado la vida. Si nos la pide, se la damos. Tú lo sabes. Yo me he ofrecido para hacerme de todo, por si le podía ayudar en todo. Yo, como todos, no te hablo de dinero, te hablo de si hacía falta poner sangre, poner esto, poner lo que hubiera hecho falta allí. Bueno, pues esta es la vida.

Y de dinero, Poli, porque también es importante.

Ah, pero no quiero hablar de eso. Del dinero no quiero hablar, si me lo permites, no. Lo importante no es el dinero. Fíjate lo que ha hecho, pero lo importante no es el dinero.

No. Es la decepción. Es una estafa no sólo económica, sino moral, emocional.

Pero, Cristina, que nos pide más y se lo damos. Que nosotros le dijimos: 'Tío, lo que necesites. ¿Qué hace falta? Aquí estamos'. Y ya está, punto. No hay más. No hay más. No era cuestión de dinero. Era nuestro amigo, nuestro hermano, nuestra familia, y la familia es la familia. Por lo menos yo tengo ese concepto. No es el dinero, el daño no ha sido el dinero.