FÚTBOL

Pablo Piatti y las 'locuras' de sus entrenadores: "Juanma Lillo vivía al lado de un faro, nos contaba que veía delfines y entrenábamos con un solo balón"

El argentino, que se acaba de retirar, repasa anécdotas memorables con técnicos como Simeone, Hugo Sánchez o Emery.

Piatti y Lillo en un partido de 2010/EFE
Piatti y Lillo en un partido de 2010 EFE
Hugo Cerezo

Hugo Cerezo

Se retiró el pasado sábado de la mejor manera, cerrando el círculo con Estudiantes de La Plata, donde todo empezó ganando un título, alzando también el Trofeo de Campeones. Pablo Piatti (Argentina,1989), que ya repasó con Relevo sus 14 años en el fútbol español, rememora en este segundo capítulo distintas vivencias con cinco entrenadores que sirven tanto para conocerlos mejor en las distancias cortas como para ver la evolución del fútbol en los últimos 20 años. Aparecen por aquí Simeone, Hugo Sánchez, Juanma Lillo, Unai Emery y Quique Sánchez Flores porque la conversación vital con Piatti les puso, voluntaria o involuntariamente, en el escaparate, no porque sea su elección.

Se cerró el círculo en Estudiantes, que empezó con Diego Pablo Simeone. Buen 'cura' le bautizó…

Era una especie de motivador, pero a la vez te provocaba, intentaba sacarte el carácter. Yo debuto, estábamos casi terminando el campeonato y al poquito tiempo salimos campeón. Al otro año ya empiezo a jugar muchísimo más, a tener más continuidad con él, y a ser importante dentro del equipo. Te preparaba psicológicamente porque era una persona que venía durante la semana y te nombraba el lateral por derecha que te iba a enfrentar. Y venía y te empezaba a decir 'no, este que juega es un ejemplo, te va a sacar 30 centros, no lo vas a poder desbordar nunca. Era como que constantemente durante la semana tenías que ir trabajando en la parte psicológica, de decir 'bueno, voy a jugar contra este, así o asá'. Te sacaba lo mejor. Él y el profe [Ortega], los dos, para la época que le tocaba vivir al fútbol y la época que me tocó ir a mí, era muy innovador todo.

¿En qué era innovador?

En mirar vídeos, cosas que a lo mejor no estaba tan visto en esa época [hablamos de 2006]. Las pretemporadas, el cuidarte con las comidas. Porque él ya lo había vivido en Europa, había estado en Italia, en España. Él lo había vivido todo eso. Entonces era como traerlo para Argentina y era 'guau'. Cambió completamente la mentalidad de un grupo y lo hizo ganador.

Piatti habla de Simeone como entrenador en Estudiantes de la Plata. Relevo

Llegas al Almería y tras unos meses con Arconada aterriza por allí Hugo Sánchez. ¿Qué recuerdo tienes?

Hugo Sánchez, personaje importante. No sé si tuviste la posibilidad de entrevistarlo alguna vez. Al principio no participaba mucho con él. Me empezó a poner de delantero, no era extremo con él. De '9' teníamos a Álvaro Negredo, que jugábamos con un delantero referencia que era él, y a mí me ponía algunas veces, no participaba tanto. Pero Hugo era muy particular. Llegabas a la concentración y con él era otra cosa. No era meticuloso con las comidas. Era como, 'bueno, no pasa nada…'. [empieza a animarse a contar alguna anécdota reveladora mientras le asoma la sonrisa]. Me acuerdo una vez, esta la voy a contar. Me acuerdo una vez llegamos creo que a Santander, a jugar contra el Racing. No había gente, casi nadie. Él se baja del avión y empieza a saludar así [mueve los brazos y mira como quien saluda a un gentío], como si hubiera una ola, una marea de aficionados esperándolo. Los jugadores nos empezamos a dar la vuelta y mirábamos, y decíamos ¿a quién saluda? Había una cámara que lo estaba grabando. Era como diciendo, me estaban esperando, ¿viste? Él era así. Era un hombre que iba con un bolsito, un neceser y seguía repartiendo todavía las estampitas cuando él jugaba en el Real Madrid. Te las firmaba y te las daba. Tenía un ego muy importante.

Como entrenador, ¿te aportó?

Todos te aportan, porque todos te aportan, para bien o para mal, pero todos te aportan. No era motivador, le gustaba mucho también ver vídeos. Te daba videos de él. Por eso me parece muy particular, es para contarte muchas historias. Él agarraba, literal, y te daba un CD de él y te decía, 'toma, mira los goles que metí, mirá los movimientos que hacía. Y bueno, tenía mucho ego.

Piatti habla de Hugo Sánchez como entrenador en el Almería. Relevo

Y cambiamos a Lillo, que es la antítesis de eso.

Todo lo contrario. Es la humildad personificada, era un tipo muy particular. Él vivía prácticamente a las afueras, en un faro. Tenía una biblioteca enorme, llena de vídeos y libros. Estaba todo el día leyendo y viendo vídeos. Aprendí muchísimo con él, muchísimo. Con él era como que te quedabas viéndolo y pensabas, 'te quiero escuchar'. Porque aparte de transmitirte esa tranquilidad, te explicaba las cosas bien con buenos términos y te enseñaba el fútbol. Nosotros llegábamos al descanso muchas veces y decía, 'va a pasar esto, esto y esto'. Y pasaba. Estábamos una semana entera preparando el partido y decía 'este equipo juega así porque hace esto y esto', y se daba tal cual lo decía. Alguna que otra vez volví a hablar con él y tengo un grandísimo recuerdo, muy buena persona. A veces venía y te decía 'hoy vi los delfines que pasaban por la parte de allá de la zona del faro'. Así. Él se aislaba del ruido, del eco, no le gustaba. Y eso era lo que me gustaba de él.

Nosotros estuvimos un año y medio con él y la primera temporada nos salvamos cuando faltaban cuatro jornadas. Un montón para un equipo como el Almería. Nos hicieron un acto y demás. Y él tenía que hablar y 'no, no, que hablen los jugadores, que son los protagonistas'. En segundo plano. Él decía las convocatorias y nos reunía a todos en círculo y decía 'hoy vas, hoy tú no vas convocado, hoy vas…'. Te lo decía a la cara, no ponía ni un papel ni nada. 'Hoy no vas convocado por esto, hoy entras en la convocatoria por esto otro'. No es normal en el fútbol, sobre todo en estos tiempos.

¿Alguna más?

Te voy a contar otra de, esta es muy buena. Nosotros nos entrenábamos con una sola pelota. ¿Una sola pelota? Juanma le daba muchísimo valor e importancia a la tenencia, a la posesión. Él agarraba y te decía, 'para que le den valor a la pelota necesitamos jugar con una, entrenar con una, denle valor al pase, denle una opción al compañero'. Y entonces nosotros entrenábamos todo el entrenamiento con una pelota. Claro, jugábamos un partido y veías a alguno que de tres cuartos le quería pegar el arco y empezamos todos '¡no, no, no'. Claro porque la tiraba lejos y tenías que ir a buscarla. Y teníamos que esperar todos a que fuera a por ella. Era muy bueno.

Piatti habla de Juanma Lillo como entrenador en su etapa en el Almería. Relevo

Te ficha el Valencia y allí está un ex del Almería… Unai Emery.

Le gustaba mucho preparar los partidos, lo hacía muy bien. Y después, otra cosa que le gustaba, al jugar tantos partidos, miércoles, domingo, teníamos muchas concentraciones. Aprovechaba los tiempos muertos, te llamaba a la habitación y te mostraba vídeos individuales tuyos. 'Quiero que hagas esto, no quiero que hagas eso, me gusta más que juegues por dentr,o o por fuera, cuando jugamos con este tipo de delanteros o jugamos con esta alineación, es preferible que trabajes así'. Después Unai lo que intentaba era que todos estén dentro y se sientan partícipes en todo momento. Llegaba el día previo, mirábamos video y él agarraba y empezaba a hacer charlas. Quería que todos los jugadores hablen de la situación nuestra del equipo, qué opinaban de la liga o contra el rival que íbamos a jugar. Eso era bueno también porque teníamos muchos jugadores extranjeros que a lo mejor hablaban poco español y los obligabas dentro del vestuario a poder desenvolverse. Te exigía, te preguntaba '¿contra quién jugamos este fin de semana, cómo va en la clasificación?. Dime 10 jugadores de ellos'. Te obligaba a estar metido constantemente, ese nivel de exigencia.

¿Y el trato más humano, más afectivo? ¿Abrazaba al futbolista?

Estaba rodeado de gente, Carcedo, que era su segundo en aquella época, que estaba más cerca. Él era como la voz que mandaba, mantenía la distancia, no era tanto del afectivo, de venir a abrazarte. Lo que sí buscaba era el carácter del jugador. Me acuerdo de en algún que otro entrenamiento encargarse con algún jugador. Él decía que no era lo mismo estar fastidioso que estar enojado. '¡Enójate!', como diciendo que fastidioso es que ya te da todo igual, que estás desganado. Pero enojado sacabas ese carácter y buscaba eso del jugador. En lo afectivo no se caracterizaba mucho.

Otro de los entrenadores que más te marcó fue Quique Sánchez Flores.

A mí personalmente me fue bien. Yo con él tenía buena relación. Mucha personalidad, una forma de expresarse y hablar que te das cuenta de que era un técnico muy curtido. Tenía un cuerpo técnico con el que hasta el día de hoy sigo manteniendo contacto y me parecen muy buena persona. Con él batí mi récord personal, 10 goles y 10 asistencias. Entro dentro del equipo ideal elegido por la FIFA. Fue estabilidad porque venía de mucha inestabilidad en Valencia.

Pero el segundo año él ya estaba muy desgastado, me contaron que a veces no iba a entrenar.

Y Quique tenía esas cosas. Una personalidad muy fuerte donde él marcaba las distancias con el jugador. Por ejemplo, tuvo un choque fuerte con Felipe Caicedo. Y nadie podía pasar por encima de él. Había tenido también otro choque fuerte dentro del vestuario porque a él le gustaba mucho también hablar. Nos juntábamos mucho, hablábamos con Sergio Sánchez. Y Sergio le dijo dos o tres cosas con las que no estaban de acuerdo y Sergio al final terminó saliendo del equipo. Era de personalidad muy fuerte. Pero bueno, un técnico que tuvo muchísimos años en España, sigue estando, y donde estuvo creo que así lo marca.