Héctor Fernández, el periodista y agente que conoce el ego de los dos mundos: "En el fútbol, con tanto dinero encima de la mesa, hay más y mal entendido"
El periodista vitoriano nos habla, en esta segunda parte de la entrevista, de fútbol y de su relación con Courtois y Griezmann, a los que asesora.
"Claro que hay que estar preocupados", dice Héctor Fernández (Vitoria, 1979) sobre el auge de los ultras y los incidentes que están ocasionando en el fútbol, no sólo español, sino europeo. "Y hay que ayudar a los clubes a que tengan esos mecanismos para que no haya violencia en las gradas", añade el periodista y director general de la agencia de representación By & For, en la que trabaja con Antoine Griezmann, amigo íntimo de Héctor hasta el punto de que el francés es el padrino de una de sus dos hijas. "Es una persona que busca la felicidad; ser feliz y disfrutar", destaca del atlético, infravalorado en los futbolístico, según el excomunicador de Onda Cero: "Es un 'game changer', cuando él está las cosas giran. Eso tiene mucho valor. El tiempo le pondrá en el sitio que realmente merece".
Es uno de los grandes nombres propios de esta segunda parte de la charla con Héctor Fernández, que en 2019 cambió los medios por el mundo de la representación. También asesora a otro gran amigo suyo, el belga Thibaut Courtois, "la persona que habla más idiomas que yo conozca" y sobre el que departimos. "Yo le he mandado vídeos en plan 'tienes que ver a éste'. Buyo, Ablanedo, Unzué, Arconada. Me acuerdo que decía: 'Pero son muy bajitos'", nos desvela Héctor, que profundiza en las reflexiones que ya esbozamos en la primera entrega en torno al machismo, el racismo o la violencia en el fútbol, y a las que le sumamos el ego. "En el periodismo lo que hay es mucha vanidad. En el fútbol, con tanto dinero encima de la mesa, hay más ego y hasta mal entendido", afirma el periodista, que no cierra la puerta a un regreso futuro a la radio... por una razón de peso.
Hablábamos de 'Las 15', del machismo en el fútbol, un asunto que has vivido indirectamente en las últimas semanas. Después de que Thibaut Courtois anunciara que no iba a volver a estar con Bélgica hasta que no saliera Tedesco, hubo muchas personas que compararon el trato que hubo hacia él, de respeto y comprensión, con el de la decisión de 'Las 15', a las que se tildó en numerosas ocasiones de «niñatas». Una diferencia de trato que no sé si tú percibes desde tu perspectiva.
Mira, hay una discriminación negativa, abiertamente negativa, como es lo que acabas de comentar, y hay otros casos de discriminación positiva inconsciente. Yo vi el partido Oviedo-Almería, pitado por una colegiada, que además tuvo un partido súper difícil, muy complicado, con actuación de VAR, pero si te fijas en la manera de actuar del jugador hacia la árbitro, no es exactamente igual que con un hombre. Es diferente. Y no estoy criticando a los jugadores, para nada. Creo que es un acto inconsciente, pero es real, y lo hablaba con otra gente del fútbol y digo: 'Fíjate en la manera en la que le hablan y cómo se comportan hacia ella'.
Es positiva, con lo cual sigue sucediendo. Debemos aspirar a la normalidad, debemos aspirar a que haya una árbitro, a que alguien que toma una decisión de abandonar un sitio por unas cuestiones como éstas pueda tener la libertad de hacerlo sin que le falten al respeto y, sobre todo, cuando tienes razones de peso para explicarte, creo que debe haber una normalidad sea quien sea, en el ámbito que sea. Esto es a lo que tenemos que aspirar, claramente.
¿Cómo surge tu relación con Thibaut Courtois?
Evidentemente, la radio me ha facilitado muchas de las relaciones que ahora tengo con la gente. En ese caso, fue una relación muy, muy espontánea, muy natural. Yo había ido a Londres, ya le conocía de aquí. Hicimos una entrevista allí, que además la organizó Cesc Fábregas, una entrevista muy, muy agradable, y lo pasamos muy bien. Y a partir de entonces empezamos a tener una conversación constante, una relación muy estrecha, de amigos, verdaderamente.
Indagando en tus redes vi el mensaje de texto que compartiste de Thibaut: «Creo que me he roto la rodilla». Lo hemos visto en el documental, pero desde tu perspectiva, de periodista, de representante pero sobre todo de amigo, como dices, ¿cómo recuerdas esos momentos?
Pues una tristeza enorme, una tristeza indescriptible, dolor propio. Es como si me hubiera roto la pierna yo. Es un amigo y es alguien que está en una situación que no quiere nadie para nadie. Entonces, de muchísima pena y luego a eso, darle la vuelta y convertirlo en un ejemplo de superación y de demostrar lo que ha demostrado. La verdad que a mí me hace sentir orgulloso de ser su amigo y de tener un amigo así, básicamente.
Para acabar volviendo aún mejor, dejando porterías a cero, ganando la Champions, siendo determinante. Hay una gran unanimidad, y no suele ser normal, en torno a su figura y a que es el mejor portero del mundo en la actualidad. Hay quienes dicen que de la historia. ¿Qué se siente?
Mucha satisfacción. Cuando ves a alguien que toca fondo y que es capaz de darle la vuelta y de seguir ese camino para convertirse en lo que es, sobre todo un orgullo tremendo. Es muy difícil estar a ese nivel. Para los jugadores que están en ese escalón es muy, muy difícil. Hay que ser muy disciplinado, hay que ser muy responsable, como dice Eder Sarabia, que me lo dice siempre: hay que tener un comportamiento profesional impecable. Esto es algo que a los top no hay que decírselo, porque ya lo saben, pero a los chicos que están empezando y que se fijan en las estrellas y que quieren ser como uno o como otro, pues les dices: 'Claro, es que ellos lo son porque son muy meticulosos con todo, muy escrupulosos con todo y porque para ser el mejor tienes que comportarte como el mejor, y esto es lo que hacen'. Por él, todo lo bueno que le pase es una alegría.
¿Te perdona que tú sigas pensando que el mejor es Arconada?
(Se ríe) Yo le he mandado vídeos de estas historias, en plan: 'Tienes que ver a éste'. Me acuerdo que decía: 'Pero son muy bajitos'. Digo: 'Bueno, en esos momentos, en los 80, había una estirpe de porteros con Buyo, con Ablanedo, Unzué llegó un poco después pero ahí estaba también, y Luis, que era un poco el top, que no eran tan grandes, eran diferentes, eran otro tipo de porteros. Pero es que Luis Arconada era mi ídolo. Yo cuando era pequeño me vestía como Arconada y bajaba a jugar con mis amigos para ser portero, que eso tiene mérito (se ríe).
"Yo le he mandado vídeos de Arconada (a Courtois) en plan 'tienes que ver a éste'. Buyo, Ablanedo, Unzué, Arconada. Me acuerdo que decía: 'Pero son muy bajitos'"
Director general de By & For¿Cómo está ahora? El físico le volvió a jugar una mala pasada.
Son cosas que suceden, el deporte de élite tiene estas cosas, pero está bien, está muy bien y, sobre todo, esperando que cosas tan negativas como lo que ha vivido no vuelvan a pasar, porque es de lo que quieres huir. Entrenas para ser el mejor, trabajas para ser el mejor, pero no te preparas para ese tipo de situaciones. Haberlo vivido y haber sacado fortaleza de algo tan negativo como eso te da, precisamente, esa fortaleza que necesitas para poder escalar a otro nivel, si es que es posible.
Y en ese camino para estar ahí, para que te valoren como lo que has dicho, algo tan increíble como eso, hay que ser muy exigente con uno mismo y hay que ser muy responsable.
¿Cómo viviste los incidentes del Metropolitano y cómo vives el repunte ultra, no ya en España, sino parece que en toda Europa? Porque hablábamos del racismo o el machismo, pero está habiendo también otros problemas que se acentúan.
Vemos esos desplazamientos que no llevan a aficionados de fútbol, llevan a gente que tiene otro tipo de actitudes. Los aficionados del Anderlecht que llegan a San Sebastián no son aficionados que van a ver un partido con normalidad. No. Tienen otro tipo de intenciones, y eso yo creo que el fútbol lo ha puesto mucho y ha habido gente, directivos, clubes que han puesto todo y lo siguen poniendo.
Claro que hay que estar preocupados y hay que ayudar a los clubes a que tengan esos mecanismos para que no haya violencia en las gradas, para que un niño pueda ir a ver un partido con normalidad y no escuche según qué cosas, y para que todo fluya en un ambiente cordial, correcto, sano, deportivo, que es para lo que lo queremos. Pero como en cualquier ámbito de la sociedad, los repuntes son preocupantes y para eso, la mayoría silenciosa lo que tiene que hacer es parar a este tipo de gente con los mecanismos que tenemos, que son normas, leyes y obligaciones de comportamiento y de civismo.
¿Me cuentas alguna anécdota personal con Courtois que le defina como persona? ¿O algún momento divertido o simpático que hayáis compartido?
Creo que aparte de ser la persona que habla más idiomas que yo conozca, sobre todo, el año que yo dejo Al primer toque y que no estaba haciendo nada -bueno, sí estaba haciendo un programa a las ocho y media de la tarde, 'no haciendo nada' no es justo-, yo tengo la suerte de poder irme con él a ver una Super Bowl. Hicimos una locura que además creo que salió en un periódico: la de kilómetros que habíamos hecho, porque habíamos visto en cuatro días tres partidos de NBA, la Super Bowl, yo había estado además en su partido en la Premier… Era una locura. Pero es un tío que tiene mucho interés por las cosas y que le gusta escuchar preguntar y aprender y debatir. Tiene opinión formada sobre muchos temas, pero sobre los que no controla te pregunta. Creo que es el tipo de amigos que yo quiero tener, gente que es así, que tiene ese perfil y que tiene esa manera de comportarse.
¿Cuántos idiomas habla?
Habla inglés, habla un poco de alemán -aunque dice que se le ha olvidado-, de su país habla dos, habla español, habla francés, algo de italiano, algo de portugués, está aprendiendo hebreo… Un tío con una iniciativa para hablar idiomas increíble. Es impresionante, tiene muchísima facilidad. Otro que me sorprendió mucho de esto en la zona mixta de la Euro de 2012 fue Petr Cech. Buen maestro sí que tuvo allí en el Chelsea para saber, porque Petr Cech iba en una zona mixta parándose con todos los medios de todos los países y hablaba todos los idiomas, era increíble. Esto es un gusto.
En un Real Madrid-Atlético de Madrid, ¿con quién va Héctor Fernández? ¿Cómo vives esos partidos?
Yo siempre voy con mis amigos, con que a ellos les vaya bien, con que no tengan problemas. Las dudas internas me las resuelvo yo mismo, así que… Es verdad que esto, como conclusión, el que lo esté viendo dirá: 'Pues vaya, pues no está diciendo nada'. Pero es que es así. Yo quiero que a ellos les vaya bien y ya está, y a partir de aquí según vayan pasando los partidos, pues lo ves…
¿Qué quieres decir con que resuelves las dudas contigo mismo?
Las dudas existenciales, claro. Hay momentos en los que juega el Alavés, ¿qué quieres, que le metan un gol al Alavés? (Se ríe). Pues es lo que hay. Estas dudas son las que tengo que resolver conmigo mismo cuando suceden, pero uno es de su equipo y las cosas las vive como las vive y con una penita en algún momento. Y luego, cuando hay enfrentamientos, no sólo en Primera, en categorías inferiores también pasa, que hay dos chicos, dos chicas que tú trabajas con ellos o estás cerca y que de repente se enfrentan en un partido, o el director deportivo de un club y tú estás pendiente del entrenador del otro... Pasan estos dilemas, porque yo a la gente a la que quiero, quiero que le vaya bien. A partir de ahí, como no depende de mí, como no soy yo el que va a decidir las cosas, pues oye, que les vaya bien a todos y luego ya veremos (Se ríe).
Igual que te preguntaba por Thibaut, ¿alguna anécdota que nos acerque a Antoine Griezmann? ¿Cómo es el francés?
Es una persona que busca la felicidad; ser feliz y disfrutar. Y un poco ahí vuelvo a lo que seguramente nos conectó a mí y a él. Yo en la radio buscaba ser feliz y él en su día a día es lo que hace, buscar la felicidad. Creo que es una persona muy consecuente con las decisiones que toma, es alguien que piensa mucho en lo que hace y por qué lo hace y es ejemplar en eso. La verdad que no toma decisiones a la ligera, es alguien que le da muchas vueltas, que las quiere resolver.
Sobre todo, lo que más destacaría de él es la felicidad, la alegría es lo que él siempre te quiere transmitir. Si estás con él, que estés contento, que te lo estés pasando bien, y yo eso lo valoro mucho en una persona. Es de los amigos que te quieres rodear; no hablo de temas profesionales, hablo de temas personales. Yo le quiero mucho porque es alguien muy cercano a mí, es el padrino de una de mis hijas, su mujer es la madrina de una de mis hijas, es una relación familiar, con sus hijos exactamente igual, y yo lo único que puedo desear para alguien así es que todo le vaya bien, que todo le haga sentir lo que él quiere sentir. Es una persona muy emocional.
Le pregunto al Héctor Fernández periodista. ¿Está Antoine Griezmann infravalorado?
Sí, sí, sí (esboza una sonrisa). Es difícil que yo opine con objetividad, esto también lo digo por delante, pero sí. Yo creo que es un jugador colosal, es un jugador con un impacto tremendo en los sitios en los que ha estado, incluso en los sitios en los que se ha podido creer que haya podido ser menos, los números están ahí. Yo creo que es un game changer, alguien que da la vuelta a las cosas, cuando él está las cosas giran. Eso tiene mucho valor, por eso creo que, a veces, desde esa voluntad que tiene él de poner el colectivo siempre por delante, de ser sacrificado, de no levantar la voz cuando no debe…
"Griezmann está infravalorado. Es un 'game changer', cuando él está las cosas giran. Eso tiene mucho valor. El tiempo le pondrá en el sitio que realmente merece"
Director general de By & ForCreo que eso es algo que el tiempo le pondrá en el sitio que realmente merece, que es muy arriba, porque, además, hacerlo como él lo hace -hablo de sus formas, de sus maneras de comportarse y de su manera de entender este juego-, le hace tener todavía más valor. Y eso es un intangible, es absolutamente algo muy, muy valioso.
Hablamos de Antoine y has dicho la palabra 'decisiones'. Te pregunto por 'La decisión' y los seis años que hemos tardado en saber que no se grabaron dos finales de la decisión de Griezmann de seguir en el Atlético y no irse al Barça. Vaya descubrimiento hiciste hace unos días en 'El Txoko de Idoate'.
Lo dije el otro día pero es algo que ya lo hemos dicho siempre que nos han preguntado, o me lo han preguntado a mí. Es algo en lo que siempre he querido insistir, en la realidad de lo que se hizo: era algo muy real. Lo que se vio yo entiendo que haya gente a la que en ese momento le destruía un poco su propio discurso de lo que estaban contando, pero es que la realidad es lo que pasó ahí.
Lo que decía antes, que al final es muy complicado entender cómo funciona este mundillo verdaderamente por dentro, y una vez que tienes la oportunidad de verlo también le planteas dos mil millones de pegas. Yo entiendo que no es muy fácil de ver algo así, hay que tener mucha personalidad para hacer algo como eso, y así fue y así lo vivimos desde la ingenuidad también. Yo creo que éramos todos mucho más jóvenes y más ingenuos, pero nos lo pasamos muy bien, sobre todo, porque ya te digo, fue un golpe de realidad, básicamente.
Fue algo novedoso. Tú lo has dicho en otras ocasiones, que cambió el paradigma de la comunicación.
Sí, sí, para mí sí. Para mí yo creo que fue algo que no se había hecho, que no se había visto y va a ser difícil volver a verlo. Es así, es un contenido muy especial, las condiciones lo hicieron más especial todavía y a partir de ahí creo que todo cambió y todo giró a que la gente igual desde lo multimedia, a que la gente creadora de contenidos para plataformas y demás se diera cuenta que el punto de enganche cuando tú tienes a un protagonista que quiere contar la realidad es infinitamente mayor que si creas algo artificial, si es muy impostado.
Yo creo que esto tenía el gran valor en la realidad y eso se trasladó a la gente que quería crear ese contenido. Vamos, a día de hoy hay mucha gente a la que le encantaría hacer algo como eso. Hablo de los directores y de la gente de las productoras, porque como contenido es espectacular.
¿Nos quedan aún más cosas por descubrir de esa grabación? ¿Hay algo que nos puedas contar?
(Se ríe) Seguro que sí, seguro que sí. Si me paro a pensarlo, seguro que sí. La gran anécdota es lo que se vio en sí mismo y, sobre todo, lo felices que fuimos haciéndolo. Es muy difícil que vuelva a pasar algo como eso y encontrar un contexto como ése y, sobre todo, los grandes amigos que nos hicimos la gente que estábamos ahí implicada. Habrá algún día que hagamos una cena y empecemos a sacar cosas de las que yo no me acuerdo ahora.
Ya lo refrescamos entonces más adelante en otra entrevista futura. Comunicativamente tuvo gran impacto, pero deportivamente a Antoine le pasó factura en Barcelona cuando acabó recalando allí un año después. No sé si en algún momento os pudisteis arrepentir de 'La decisión'.
No, pero tampoco quiero entrar mucho en eso. Mira, al final cuando uno toma la idea y la decisión de hacer una cosa como ésta o dar una rueda de prensa yo creo que sabe un poco a lo que se expone, con lo cual, las cosas que pasaron después tenían que pasar y ya está. No le damos muchas más vueltas porque, además, hacer revisionismo de eso sería una tontería que no nos llevaría a ningún lado. Al final, si estás ante una persona que quiere dar un paso como ése…
Yo recuerdo otro jugador, una rueda de prensa, en una situación, en otro sitio. Cuando fue a dar ese paso, la conversación con el jugador fue para decirle: 'Oye, si haces esto, tienes que ser consciente de lo que va a pasar después, porque no vale creer que yo suelto esto aquí, me voy y ya está, y luego echarme las manos a la cabeza'. Tienes que saber lo que va a implicar.
Hacer revisionismo tampoco merece mucho la pena y darle vueltas. Con lo que sí me quedo es con lo que supuso para los medios de comunicación, que eso yo creo que es indiscutible.
¿De quién fue idea la celebración del confeti?
Suya (se ríe y levanta la mano). Fue suya, fue suya. Esas son cuestiones que le corresponden a él. Yo ahí puedo ayudar, pero yo no participo (se ríe).
Una imitación de un gesto de LeBron James, su ídolo en la NBA, pero que le granjeó problemas a él y al chico de redes del FC Barcelona que le ayudó con el confeti, que le acabó generando también problemas en su puesto de trabajo, le fueron relegando…
Creo que hubo un tirón de orejas y alguna cosa y tal, porque LaLiga se enfadó por no sé qué. Yo creo que esa persona estuvo en el club hasta un tiempo después y luego ya se marchó, y además decidió él que se marchaba y se marchaba a otro club. Yo creo que no, creo que no. Sí es verdad que hubo un enfado ahí de gente que se enfadó un poquillo, pero este tipo de cosas... Es que si quieres ser ultracorrecto con todo, al final es muy difícil hacer según qué cosas. Entonces, bueno, en alguna de éstas sí que hay alguien que se te puede enfadar, pero no pasa nada, luego se dice: 'Oye, no te enfades mucho' y ya está (se ríe).
Bueno, ese «ya está» igual no es tan sencillo si hablamos de Leo Messi.
No, no, no. O sea, no tengo ni idea, no lo sé, no lo sé, pero no creo, no creo.
Al hilo de esos enfados. ¿Dónde hay más ego, en el periodismo o en el fútbol? ¿En los periodistas o en los futbolistas?
A ver, es que en el fútbol hay mucho dinero en la mesa (se ríe y levanta los hombros), entonces, creo que ya te he contestado. Es decir, lo que hay en el periodismo es mucha vanidad y muchas ganas de ser el primero en decirlo y tal. 'Yo he sido el primero, yo lo he contado, he dado la exclusiva, no sé qué', pero creo que ego, cuando hay tanto dinero encima de la mesa, en el fútbol hay más, y en algunos casos hasta mal entendido.
"En el periodismo lo que hay es mucha vanidad. En el fútbol, con tanto dinero encima de la mesa, hay más ego y hasta mal entendido"
Director general de By & ForEn los medios a veces suena hasta a chiste: 'Fuimos los primeros, exclusiva, nosotros' y cuando sale el EGM nadie ha perdido. Es una cuestión a veces hasta cómica, como de chiste. Yo me veo ahora diciendo, cuando es obvio y objetivo que has bajado en audiencia, decir que no lo has hecho y me causa hasta pena decir: 'Joder, tío'. La gente vería esto y diría: 'Pero qué pobre hombre, ¿cómo dices esto?'.
Pero claro, en el fútbol todo es como mucho más crítico, todo es mucho más pesado, todo es mucho más difícil. Yo me acuerdo estando en la radio una vez que, joder, habían llovido palos pero increíbles. En un Radioestadio que Ares estaba con Ramón Calderón que no podía con él y que le llamaba cualquier cosa y tal, y le pilló a Mijatovic por medio, porque era el director deportivo del Madrid. Y esa noche nos vamos a cenar después del programa. Cuando acaba el programa salimos y ahí estaba Mijatovic, en la puerta, y éramos todos supercolegas, aquí no había pasado nada, nos estábamos dando abrazos y todo. Quiero decir, que hay una especie de teatrillo a veces -a veces, no siempre-, que te lleva un poco a esta crítica a veces tan adornada y tan gruesa que luego en lo personal no filtra, no trasciende, y eso se protege pero, sin embargo, yo creo que dentro del fútbol sí que cuando tú criticas a alguien, ufff, cuidado. Cuidado, cuidado, cuidado, que la cosa se complica, sí, sí. Es difícil, es difícil.
¿Y tú estabas al tanto de que en la profesión te llamaban 'Ego Fernández?'
Pues no… Fíjate, yo era el tercero. Yo tenía que llegar a la radio siempre diciendo que yo estaba allí para aprender. Cuando a mí me nombran director de Al primer toque yo tenía un cierta tensión con Javier, con Ares, porque habíamos trabajado juntos y esa relación se había tensado mucho por cosas, ya está, cosas que pasan, y mi primera llamada fue a él, precisamente para que él entendiera que yo no quería llevar otros malentendidos y malos rollos a eso.
Luego, también, cuando volví a Radioestadio, cada vez que hablábamos del equipo, de tal, yo tenía, digamos, que ponerme en un plano inferior para que ellos no entendieran que yo llegaba allí como un capitán general de nada. Que no lo era, yo quería ser parte de un equipo. Con lo cual, me hace gracia (se ríe), me hace gracia porque digamos que en ese capítulo yo todo lo tenía cubierto en el momento que yo llegué a Madrid. Yo ahí, si mi ego necesitaba algo, seguramente era venir aquí, y ahí sí que apreté porque era lo que quería, pero en ese momento ya todo estaba rebosante y cubierto y hasta el límite.
Y, ahora, una persona que tenga un ego de querer estar y siempre querer participar no toma una decisión voluntaria de irse a un segundo plano y de aparecer lo menos posible y que no se hable tanto de él como de lo que hace. Entonces, sin más, la gente puede opinar lo que quiera, y el que lo ha dicho lo dirá por alguna cosa, no sé por qué, pero seguro que dirá que por algún motivo concreto.
Igual que hablábamos de esa comparativa del ego de los futbolistas y del periodismo, te quiero preguntar por los contactos. Si en el periodismo se generan contactos, en el mundo de la representación imagino que todavía más. ¿Cuál es el contacto más top que pueda haber en tu agenda? ¿O el top tres de contactos? Por aquello que no me salgas con que el de tu mujer… (Reímos).
Ése es el AA seguro. Si lo digo, sería una falta de respeto para otros. Yo lo único que te puedo decir es que tengo relación con todos los clubes de España, y me siento un afortunado. Que todos los presidentes a mí me han tratado muy bien. Tuve ahí una historia rara con el Córdoba. Una vez que fui a Córdoba a hacer el programa, había como una movida con la afición, no sé qué, y no pude llevar a un jugador del Córdoba, fue una cosa increíble. Y no era un tema de 'porque es muy tarde o tal', era un tema abiertamente de allí, por alguna movida que había con la cadena entonces, no recuerdo bien, pero es la única vez que me ha pasado una cosa así.
No, no estaba pensando ya ni siquiera sólo en el fútbol, Héctor, estaba pensando en el mundo del deporte en general, a nivel internacional. Esto de que estamos a siete pasos de cualquier persona, que tú lo debes tener acortadísimo.
Mira, sí voy a contar una anécdota. A veces no sabes cómo llegas a los sitios y hace poco me ha pasado una de esas cosas que son sorprendentes: 'Pressing catch'. Yo recibo un mail de la organización porque están interesados en que les ayude con equis cosas, y a mí me sorprendió mucho. Claro, luego te paras a pensar y dices: 'Esta gente es un show business, es una compañía, una megacompañía, superprofesional, que lo que buscan es mejorar, innovar y quieren la opinión de gente de otro tipo de ámbitos para que les puedas ayudar'. Creo que eso es, últimamente, lo más sorprendente que me ha pasado, porque nunca me lo imaginé.
Ya terminamos, pero me gustaría saber cómo fue tu experiencia en moto por Pakistán. Me ha llamado la atención que tu tuit fijado en X es un viaje en moto en la Karakoram Highway.
(Sonríe) Esto fue una locura de Sebas Álvaro. Sebas, un mito de la televisión, director de Al filo de lo imposible, alguien que está muy acostumbrado a ir allí, me lo planteó como una travesura de amigos y de repente aquello se estaba poniendo muy serio porque era una expedición de aventura real. Para mí, lo más cerca que voy a estar de hacer una cosa como las que ha hecho él. Fue un viaje (resopla) tremendo que a mí me cambió la vida.
Poder vivir aquello con los amigos con los que lo hicimos, con Sebas al frente, con Darío Rodríguez de la revista Desnivel también por ahí. Hicimos algo que a día de hoy con dos hijas no haría, la verdad, con una inconsciencia tremenda también por mi parte (se ríe). Fuimos a Islamabad, de Islamabad cruzamos a Abbottabad, ciudad muy conocida porque fue el lugar donde sucedió el tema de Bin Laden.
Fuimos al Nanga Parbat, fuimos al campo base, tener un 8.000 delante es algo indescriptible. Luego fuimos hacia el norte. Fue una auténtica locura, y me lo pasé muy bien porque además fue como algo muy interior. Hacer tiradas en moto de seis horas, con motillos que eran casi bicicletas con motor… Una cosa tremenda, fue una pasada y un recuerdo para mí increíble.
¿Por qué dices que te cambió la vida?
Bueno, porque aprendí que hay gente que no necesita porque no conoce, que hay gente que no quiere una PlayStation porque no sabe lo que es. Esas necesidades que nosotros nos generamos y que otros sencillamente ni siquiera saben que existen. Vi a una gente muy humilde siendo muy feliz, y encontrar la felicidad en la sencillez es algo que cuando lo haces, a mí por lo menos, me llena mucho de energía, de positividad.
En una de las veces fuimos a una parte que está más cercana a la frontera con Afganistán, que ahí había un poquito de tensión, vamos a llamarlo tensión. Íbamos escoltados, era una cosa un poco particular, y llegamos a una zona en la que había una presa, allí nos paramos, había una familia que estaba bañándose, nos metimos en el agua con ellos. Fue una experiencia vital tremenda y lo recuerdo con mucho cariño. Me encantaría hacerlo, pero mis responsabilidades personales ahora (se lleva la mano al pecho y se ríe) me lo impedirían.
"Es una de mis penas, que las niñas no me han escuchado en la radio. Volver porque sí, no, pero si ellas me lo pidieran, me pondrían en un gran aprieto. Por ellas haría cualquier cosa"
Director general de By & ForLo que cambia la vida con hijos...
Buah. Bueno, yo (mueve la cabeza mientras busca las palabras) no conozco algo más bonito. Creo que es lo más bonito que tengo y lo más importante, y que ahora, cada día, si en algún momento durante mi vida he pensado 'por qué hago esto', pues ahora ya lo sé, ahora lo tengo clarísimo: por ellas, por mi mujer, por mi familia y por su felicidad. Casi que las pones a ellas por delante de cualquier cosa y esto es algo que no lo puedes explicar. Es de esas cosas que no podría relatar en la radio, no podría escribir unas líneas y querer expresar lo que sientes, porque no es algo que se pueda expresar con facilidad. Es una de mis penas, que las niñas no me han escuchado la radio.
¿Volverías a la radio por ellas?
Has incluido el 'por ellas'. Por ellas haría cualquier cosa. Por ellas haría cualquier cosa, seguro. Volver porque sí, no, pero si ellas me lo pidieran, me pondrían en un gran aprieto, eso seguro (Sonríe).