El giro de 180 grados de Héctor Fernández, de estrella de la radio a representar futbolistas: "Antes de todo, me senté con De la Morena, necesitaba preguntarle si era feliz"
El periodista, ahora sumergido en la representación de futbolistas, repasa en la primera parte de esta entrevista con Relevo su etapa al frente de 'Al Primer Toque' de Onda Cero.
"Cuando empiezo a presentar 'Al primer toque' me senté con De la Morena. Quería hacerle mil preguntas, quería entender cosas. Mi gran pregunta era si era feliz y cuánto tiempo le había costado serlo", reconoce Héctor Fernández (Vitoria, 1979), que desde 2019 está al frente de la dirección general de la agencia de representación By & For, la que vela por los intereses, entre otros, de Antoine Griezmann. Además, es el asesor personal de Thibaut Courtois. Atrás dejó la radio, el medio que le permitió contar historias, su sueño de niño, aunque también le costara desvelos y muchas preguntas que hacerse y hacerle a los demás. "Cuando me comunican que tengo que dejar de presentar 'Al primer toque' cabía la posibilidad de que no tuviera sitio en la radio. Para mí fue algo muy difícil de aceptar. No entendía que yo para lo bueno, digamos, era canterano y entendía que para lo malo también, pero sin embargo, para lo malo era un presentador de programa que salía y que podía entrar otro, que iba a entrar otro", recuerda en esta charla que ofreceremos en dos partes: ésta primera sobre su paso por los medios y otra próxima con su experiencia en la representación (aunque los medios salpican también esa segunda parte).
Hoy, anécdotas, vivencias y nombres propios como De la Morena, José María García, Carlos Herrera y sus miras en la RFEF y Josep Pedrerol, entre otros. Sobre el periodista catalán y sus desavenencias, destaca: "Con perspectiva, pienso que fui demasiado radical en defender un modelo y no entender que había otras maneras. Sí puedo criticar algunas cosas que hacían y siguen haciendo".
¿Has hecho el listado de pros y contras de una parcela y de otra, de los medios y la representación, en estos años?
Lo he pensado muchas veces, y sobre todo lo que sacas como conclusión es lo que te ha llenado cada cosa que has hecho. Más que decir 'esto mejor, esto peor' sobre todo es: '¿Cuándo te has sentido más satisfecho y pleno a la hora de hacer lo que haces?' Y yo, sinceramente, tengo la suerte de haberlo sentido cuando estaba en los medios y lo siento ahora que no estoy en ellos y que estoy en otra cosa.
Ahora profundizamos en un aspecto y otro, pero antes: ¿Echas de menos la radio?
Hacerla sí, claro. Es que hacer radio es algo muy bonito, y artísticamente y creativamente es algo que te da muchas satisfacciones y que te hace implicarte en procesos muy chulos. A mí me gusta mucho hacer radio y me gusta mucho la manera de comunicar y de ver cómo otros compañeros también intentan innovar y hacer cosas diferentes. Es un ejercicio súper bonito, sobre todo cuando ves que la gente todavía recuerda lo que hacías y que han pasado años y todavía se acercan y te dicen: 'Pues yo era súper oyente'. Eso, la verdad, me hace sentir súper bien.
Hablas de lo positivo, pero te leo una frase tuya: 'Siempre me han preguntado que de qué equipo era y yo digo que del Alavés. Todo lo que me ha pasado en la vida tiene mucho que ver con la actitud del alavesista: la resiliencia, las ganas de esforzarse, el superar los malos momentos. Es el reflejo de mi vida y de la de mucha gente'. ¿Has tenido muchos malos momentos que superar, tanto en tu vida personal como profesional?
Sí, los he tenido. He de decir que me siento un afortunado, porque sé que mucha gente trabaja durísimo, estudia un montón, tiene muchísima ilusión, tiene muchas ganas de llegar y no llega, y yo sí he tenido la suerte de llegar a donde he querido llegar. Y, además, poder permitirme el lujo de que cuando he llegado he podido tomar la decisión de cambiar de rumbo y poder hacer otra cosa. Mucha gente no tiene esa oportunidad. ¿He tenido malos momentos? Pues claro que sí: personales, muchísimos, como todos en su familia, en su entorno más cercano, en amigos.
¿Le ponemos nombre y fecha a alguno de esos malos momentos que te refuerzan en tu alavesismo?
Yo creo que uno que sí que me costó mucho aceptar fue el momento en que a mí me comunican que tengo que dejar de presentar 'Al primer toque', que cabía la posibilidad de que yo no tuviera sitio en la radio. Esto para mí fue algo muy difícil de aceptar porque entendía que yo para lo bueno, digamos, era canterano y entendía que para lo malo también, pero sin embargo, para lo malo era un presentador de programa que salía y que podía entrar otro, que iba a entrar otro. Entonces, yo no aceptaba ese juego, me costó mucho interpretarlo y poder asimilarlo. Afortunadamente, tuve la suerte y las ganas, en este caso, de que la persona que entraba contase conmigo.
"Cuando me comunican que tengo que dejar de presentar 'Al primer toque' cabía la posibilidad de que no tuviera sitio en la radio. Para mí fue algo muy difícil de aceptar"
Director general de By & ForNo sólo contó contigo, sino que la primera entrevista que hizo José Ramón De la Morena fue contigo.
Sí, sí, sí, la verdad que fue un detallazo, nada preparado. Si ese día me da por a última hora no ir a la radio, pues no hubiera pasado. O me hubieran llamado por teléfono, porque no lo sabía. Lo hizo con mucho cariño y con mucho tacto y me encantó, y me hizo sentir muy bien, no a mí solamente, sino a mí y a la gente que estaba conmigo, que creo que yo simplemente representaba a un grupo de trabajo que había estado esos últimos años ahí.
Cuando saliste de 'Al primer toque' creo que Rafa Nadal te manda un mensaje. ¿Se lo has devuelto estos días con el anuncio de su adiós?
(Se ríe). Creo que todos hemos mandado mensajes a Rafa para darle las gracias por lo que es, por lo que significa como deportista. Lo que pasó con ese mensaje que me mandó cuando yo salí del programa fue el detalle de alguien que es más que un deportista, básicamente. En ese momento, cuando quizá todo lo que recibes es como esa pena, que la gente te pasa la mano y tal, él a mí me hizo sentir súper bien. Me pareció que hablaba mucho del calibre de la persona que me estaba mandando ese mensaje, y yo creo mucho en eso de hacer sentir bien a los demás, y creo que él no tenía necesidad, pero sin embargo me mandó un mensaje para hacerme sentir bien, y eso lo valoro mucho.
¿Lo reproduces? Incluía una curiosa disculpa.
Era algo sencillo como: 'Perdona que no te haya escrito antes', que eso me llamó mucho la atención, porque si no me equivoco él estaba en un torneo en Sao Paulo. 'Perdona que no te haya escrito antes, pero seguro que te va súper bien'. Fue algo así como muy cercano, muy cariñoso. Me dejó sin palabras, sinceramente.
Hablas de ser canterano. Supongo que así te sentiste en tu llegada a Onda Cero, en Madrid, cuando llegas tras la salida de Pipi en un momento muy álgido personal y profesional.
(Sonríe). A ver, Pipi en el mundo de la radio deportiva es un referente. Ha sido alguien que yo ahora lo cuento, y cuando daba clase en los másters de periodismo deportivo se lo decía a la gente: es que antes a las 12 de la noche entraba el reportero a dar la última hora de lo que había pasado por la mañana. Esto pasaba y en ese momento te estabas enterando. Y Pipi es un referente de eso, sin entrar en otras particularidades de su vida, que él sabrá en los negocios en los que ha estado, pero a mí me parece un tío excepcional.
Y a mí me daba mucho miedo. No iba a hacer lo que hacía él, yo ocupaba su puesto, su número, digamos, dentro de la compañía, y llego ahí y encima al primero que me encuentro la primera vez que salgo a la calle a hacer algo es a Pipi… Y joer. Yo sentía un reparo, porque yo había currado con él cuando él vino a Vitoria hacer un partido del Real Madrid, estaba él con Gaspar Rosety, me tocó hacer el partido de inalámbrico con él. Es un tío súper divertido, es una persona muy vivaracha y que siempre busca pasárselo bien. Y ya le conocía, pero después de que yo había llegado a Madrid, que yo sabía y él también que lo hacía porque él había salido de la compañía, la verdad que me impactó mucho.
Cumpliste un sueño, pero te escuché en 'El Txoko' decir que tu sueño era narrar a España en un Mundial, pero también te he leído en tu X que lo mejor que te ha pasado como periodista es vivir los Juegos Olímpicos. ¿Me cuentas alguna gran anécdota, alguno de esos grandes momentos que te llevaras para siempre de las dos competiciones?
Del Mundial de Sudáfrica, evidentemente, me acuerdo muy bien del día de la final: de qué hice, de cómo fui al estadio, de que a las 10 de la mañana yo ya estaba en el estadio dando vueltas, que veía a la gente en las vallas alrededor… Yo no me podía creer estar allí, sinceramente. Recuerdo que tenía que hacer conexiones a partir de las 12 del mediodía con los servicios informativos, luego había un programa especial y yo no me creía estar allí. Yo daba gracias por poder vivir aquello.
Y la anécdota sucede cuando acaba el partido, porque hay un momento en el que estamos en una esquina todos los que no estábamos actuando en directo, digamos, periodistas de todos los medios estábamos allí -que además fue la esquina donde Iniesta fue a celebrar el gol, y yo recuerdo a compañeros míos que se cayeron por las escaleras, que fue como si una bola de personas se hiciera ahí en ese momento-, y acaba el partido y de repente todo el mundo desaparece. Yo no te sé decir en qué momento cada uno dijo 'me voy a no sé dónde, me voy a no sé cuál', y hablo de todas las cadenas, no compañeros míos de radio. Y yo de repente empecé a salir y me metí en una parte inferior del estadio, empecé a abrir puertas, empecé a avanzar, no sabía muy bien hacia dónde, y de repente me encuentro con Pau Gasol. Pau salía del estadio y yo miro el reloj y digo 'las 12'. O sea, va a empezar el programa, y Ángel Rodríguez, que estaba en la tribuna de prensa, abrió el programa conectando el vestuario con Pau Gasol, que en ese momento estaba saliendo y yo le iba persiguiendo. (Se ríe). Iba detrás de él acompañándole al autobús para darle el teléfono.
Y en los Juegos (resopla), cada día, cada cara de un deportista es algo especial para mí. Pasó aquello de la bala que cayó dentro de un recinto de los Juegos Olímpicos de Brasil, que hizo aquel efecto: alguien disparó hacia el cielo desde una zona cerca de las instalaciones y la bala acabó atravesando y cayó allí en medio. Yo no estaba dentro, llegamos justo un poco después, y la sensación es de ¿dónde estamos? ¿Estamos en los Juegos Olímpicos o dónde estamos?
De los grandes momentos que has vivido en la radio, ¿qué partido, qué entrevista te llevas para siempre?
Partido en directo, seguro, yo no he visto nada igual como la final de España frente a Italia en Kiev en la Euro 2012. En directo yo no he disfrutado más en mi vida, fue una cosa celestial, poder estar disfrutando algo de tal manera… Además, yo conocía a jugadores de Italia, yo conocía mucho a Thiago Motta, ahora entrenador en la Juve, y él me decía: 'Como estos empiecen a jugar no tenemos nada que hacer'. Y me acuerdo porque me tocó hacer todo el camino que no era el de la selección española, ir con los rivales. Y aquel partido en las tribunas yo disfruté de una manera impresionante. Como partido, viéndolo en directo, me quedaría con ése.
Y entrevistas, muchas. A ver, la de Pelé. Entrevistar a Pelé no es nada fácil. Se dieron un cúmulo de circunstancias increíbles que hizo que yo pudiera estar en Nueva York sentado con Pelé diez minutos. El resto de los medios estaban preguntando: '¿Pero este tío quién es? ¿Por qué hace esto?' Y luego tengo otras como muy marcadas. Con Manolo Preciado cuando yo hacía el programa de los viernes. Manolo era una debilidad absoluta, porque él enseguida empezaba: 'Canalla, tal'. Era un tío que enseguida quería empatizar contigo, que enseguida te quería explicar lo que sentía.
Mucho, mucho, mucho, las entrevistas a Fernando Torres. Mucho, porque es alguien que habla desde una parte interior de sí mismo y que transmite las cosas con tanta seguridad y tan frontal que me encantó. Otra que me marcó mucho fue la entrevista que le hice a Simeone el día que llega. Es un viernes. A mí me toca hacer la última entrevista en la ronda que hicieron con todos los medios y yo digo: 'No le voy a preguntar nada que no le haya preguntado nadie', y fue la primera vez que en una radio se hizo una entrevista sólo con preguntas de Twitter. Era la primera vez que lo utilizábamos y a él le pareció muy curioso y muy diferente.
Y luego, por un tema muy personal mío (se lleva la mano al pecho), la entrevista a Fernando Alonso. Fernando me escribe un mensaje, me dice que quiere hacer algo especial. Yo llevaba mucho tiempo detrás de él, dándole la paliza y tal, y él me escribe para decirme que lo va a hacer posible, pero no sólo es que lo hiciera posible, es que hizo unos entrenamientos en Barcelona, cogió un avión privado, se fue a Asturias a su museo, nosotros estábamos esperando allí e hicimos un programa con 400 personas en su museo. Espectacular. Y, además, yo ese día fue la primera vez que hablé con mi mujer, con lo cual no sólo por lo que supuso la entrevista, sino también por cosas personales, me hace recordarlo con muchísimo cariño.
¿Y tienes alguna espinita? ¿Algún gran protagonista que se te resistiera?
Seguro que sí, ahora mismo no lo tengo en la cabeza, porque hasta los que no he entrevistado he tenido la oportunidad de intercambiar con ellos… Yo recuerdo una entrevista con Raúl, cuando estaba en Cosmos, que él de repente se vio como asaltado. Era de estas entrevistas que él no había gestionado, le llegaba por otro lado, pero es que él llevaba años sin hablar en España, y de repente él me ve allí y dice: '¿Y éste qué hace aquí? Porque tengo que hacer una entrevista y no esperaba que fuera un medio español', porque tenía compromisos personales, amigos, cosas, y eso derivó en una charla que tuvimos como de prácticamente una hora, hablando con Raúl, de fútbol, de la vida, de prensa, de todo, que me pareció increíble.
Y bueno, a Leo no lo he entrevistado, pero con Messi sí tuve la oportunidad de hablar, veces, con lo cual no me siento en deuda con eso, no siento como que no ha pasado. Con Maradona lo intenté. No sucedió porque había mucha gente alrededor, era todo muy complicado, pero no me siento con algo pendiente.
Hablamos de grandes nombres, de grandes protagonistas a los que entrevistaste, pero quiero preguntarte también por los grandes periodistas con los que trabajaste. ¿Cómo es De la Morena en las distancias cortas?
Bueno, yo no le conocía cuando empiezo a presentar 'Al primer toque' y gracias a mi amigo Mario Torrejón nos sentamos, yo estando en Onda Cero y él en la Cadena SER. Yo voy a Gran Vía, a un restaurante cerca de la SER, y comemos, porque no le conocía y yo le quería hacer mil preguntas. Yo le quería preguntar sobre cómo era la profesión, cómo lo sentía, cómo había empezado él. Contarle mis dificultades, porque yo quería entender cosas y necesitaba que gente como él me ayudase a hacerlo, si él quería. Y pasó. Él fue súper amable y me contó mil batallas, porque eso es algo que en él no falta. Y sobre todo, mira, él es una persona que ha tenido muy claro cómo quería hacer lo que hacía. Era de un proceso muy sencillo, pero que lo repetía diariamente. Él seguía en los últimos años en Onda Cero con su libreta apuntando 'Sintonía', con lo primero que empezaba el programa. Como si, si no apuntara sintonía, la sintonía no iba a sonar. Eso quiere decir que él es un hombre de hábitos y que había conseguido con esos hábitos hacer costumbres y mecanismos para que todo más o menos estuviera organizado, dentro del caos que es organizar un programa diario, pero bueno, es una estrella de la radio.
Yo he tenido la suerte de estar cerca de Carlos Herrera, he tenido la suerte de estar cerca de Javier Ares, de García, de Luis del Olmo. Es gente con un bagaje y con unas experiencias y con unas historias vividas que ¿que tienen sus malos momentos? Seguro. Me siento un privilegiado de poder haber compartido redacción con él y, sobre todo, me siento privilegiado de que él en el momento en el que tuvo que tomar la decisión de quién sustituía a Javier Ares pensara en mí, porque sustituir a Ares, con el que yo he trabajado mucho tiempo, era algo muy pesado dentro de la cadena y tener esa oportunidad de poder hacerlo fue un privilegio y un lujo porque, además, él lo decidió.
Me genera mucha curiosidad una frase que has dicho: 'Yo necesitaba entender muchas cosas, necesitaba hacerle muchas preguntas'. ¿Qué grandes dudas tenía Héctor Fernández en ese momento? ¿Qué era eso que querías saber?
Si era feliz. Ésa era mi gran pregunta. Y, sobre todo, si era feliz y cuánto tiempo le había costado ser feliz. Él me explicó sus procesos, me explicó sus opiniones, pero yo necesitaba pasármelo bien. O sea, para mí era un objetivo pasármelo bien y había momentos en los que no estaba disfrutando. Yo no podía llegar a la redacción pensando en otras cosas que no fueran como objetivo pasármelo bien, para mí eso era primordial: yo me lo tenía que pasar bien y me lo quería pasar bien.
"Me senté con De La Morena porque quería hacerle muchas preguntas. Necesitaba saber si era feliz y cuánto tiempo le había costado serlo"
Director general de By & ForEntonces, tenía que cuestionarle a ver cuánto tiempo había necesitado él para llegar a ese punto. Y él me habló de muchas cosas, me habló de cosas personales, me habló de situaciones muy difíciles. Él entró, salió, volvió… Mil cambios. Sobre todo, una guerra terrible con García, de muchísimo desgaste. Pero para mí era primordial saber cuándo había sido feliz, porque yo quería llegar a ese punto. Yo me sentí, digamos, muy ilustrado con las cosas que él me contaba, porque me contaba cosas explícitas, situaciones muy concretas, y me di cuenta que iba a ser muy difícil. (Se ríe).
Pero, ¿llegaste a ser feliz?
Sí, yo sí, sí. ¿Sabes por qué creo que fui más feliz? Porque duró poco. Creo que si me hubiera perpetuado en el tiempo, como Joserra, mi balance de lo que había hecho igual no hubiera sido tan positivo, porque digamos que las cosas buenas pasan muy rápido y las cosas malas se quedan y desgastan muchísimo. Y, sobre todo, era muy consciente de que tenía constantemente que hacerme valer, y eso era muy pesado, era una mochila muy, muy grande. Pero decidí que me lo tenía que demostrar a mí y a los que trabajaban conmigo y ése era nuestro punto, el resto no estaba en mis manos. Así que ese fue mi camino.
¿Ese hacerte valer era porque te sentías todavía ese canterano que tenía que seguir demostrando y demostrando? ¿No te sentiste nunca con el 10 en la espalda?
A ver, sí, porque hay una parte que es consciente, que la gente cuando ve que te han designado líder de algo, te respeta, aunque sea sólo de manera política y ya está, pero hay una parte inconsciente que necesita ver una validación constante de alguien que les sugiere dudas porque 'hace cuatro días estaba sentado a mi lado y esto es un rango diferente, es una cuestión diferente'. Con lo cual, tú tienes esa parte inconsciente que te dice que tienes que demostrar y el otro tiene una parte inconsciente que también dice lo mismo. Entonces, era constantemente tener que demostrar que valía, y he de decir que gracias a la gente que yo tenía alrededor lo hice muchas veces, pero era una exigencia, era una exigencia. Y luego también en la valoración que la compañía te da a ti, y yo ahí tenía constantemente que picar piedra, ésta era la realidad.
"Constantemente tenía que demostrar que valía, constantemente tenía que picar piedra"
Director general de By & For¿Y cómo era García? ¿Algún momento especial que vivieras con él?
Yo estaba en las emisoras de Vitoria, en Onda Cero en Vitoria, el día que él dice que se va, que no va a volver cuando los 'Tirachinas' . Un vacío, una sensación tremenda… Es verdad que detrás estaba Agustín Castellote, que es un profesional top, absolutamente top, pero yo a García lo viví en la distancia y a García lo empiezo a conocer más cuando a mí me nombran y él en diferentes situaciones contacta conmigo por equis cosas. Y hubo una vez, sin decir el tema concreto, porque fue muy curioso (se ríe), que yo todavía no era presentador titular, yo era presentador reserva de verano, y estaba allí y de repente viene un chico que estaba haciendo prácticas en la radio, un becario, y me dice: 'Está llamando García'. Y yo: '¿Cómo?' 'Está llamando García'. (Se ríe).
Es verdad que había cierto tipo de personas que tenían querencia por llamar al teléfono fijo de la redacción. Y yo pensaba que era una broma. Cojo el teléfono con todo el miedo y no, no, efectivamente, era José María. 'A ver, vamos a ver, Héctor, te voy a explicar' (Dice imitando su voz). Fue como muy curioso lo que me quería explicar y lo que me quería transmitir. Años después, yo estaba presentando 'Al primer toque', la revista Panenka me pide que entreviste a García y de repente, yo no me doy cuenta porque evidentemente era una situación que no estaba bajo mi control, Onda Cero anuncia esa mañana que De la Morena es el nuevo presentador de la noche en Onda Cero y yo a esa hora puse una foto en Instagram con García (se tapa los ojos con la mano derecha). Imagínate todos los confidenciales estos de medios… Era como no puedo hacerlo peor, involuntariamente, vamos, ni para montar jaleo.
Lo mejor de García era lo que contaba la gente que sí estaba en la redacción y todo lo que habían vivido con él y, sobre todo, era la lealtad hacia su gente, que esto es algo muy parecido a Joserra: leales a su gente y muy buenos compañeros. Muy exigentes, pero muy buenos compañeros.
Has dicho «becario» y he pensado en Josep Pedrerol, que es otro de los nombres propios por los que te quería preguntar, porque creo que, con el tiempo, y hablabas de coincidir o no con el modus operandi, te has reconciliado con él. En su momento tuvisteis vuestras diferencias. ¿Cómo ha sido tu relación con Pedrerol? ¿Qué destacas de él?
Me acuerdo el primer día que llegan a Atresmedia, además, estaba Pipi, coincidió. Estábamos en el comedor y había un poco de tensión, porque es verdad que era un formato el famoso 'Punto Pelota' que yo había discutido mucho, sobre cuál era su objetivo y cuál eran sus métodos, porque yo tenía otro punto de vista, y entonces aquello se convirtió en un punto de tensión.
Creo que a él le molestó bastante que todas las radios el día que a ellos no sé cómo fue aquello, que no les pagaban y se fueron, algo pasó en la cadena donde estaban, y las radios les llamaron como en plan: 'Compañeros, aquí estamos', y yo no les llamé, porque yo, pues mira, no entendí que fuera lo que yo tenía que hacer, por quedar bien, ni utilizarles a ellos para yo apuntarme un tanto de 'mira qué bien quedo, qué buen compañero soy'.
Ahí quedó, y con el tiempo acaban viniendo Atresmedia, y esa noche estamos en el comedor y aparecen todos por allí, nosotros estábamos allí, vino, me dio un abrazo, estaba Pipi, todo bien, pero luego empezó la tensión, que era una lucha de poder. Era un espacio el de la radio muy jugoso y yo, esto es una deducción que saco porque a mí nadie me lo ha dicho, pero yo entendía que ellos querían entrar también en esa parcela. La manera de hacer nuestra era muy diferente a la que hacían ellos y no recuerdo muy bien en qué momento llegan pero no sé si ya empezábamos a dar alguna señal de que no nos iba del todo bien. Ellos empiezan a meternos mucha presión con esto, mucho despacho y mucha gente y muchas cosas que llegaban, mucho ruido constante, y a mí eso me molestaba mucho.
Entonces, bueno, si a mí me preguntaban por lo que hacían, yo opinaba y a él no le gustaba mi opinión. Y, de hecho, una vez fuimos a la universidad y allí todo el mundo opinaba lo mismo, y yo estaba allí sentado y dije: 'Pues yo creo que un éxito de televisión es Rosa y Operación Triunfo, Eurovisión'. Di mi opinión, no era ni nada personal ni nada contra nadie, pero yo quería defender lo que yo pensaba y dar mi opinión libremente. Fueron sucediendo una serie de cosas que hicieron que cada vez la cosa se pusiera más tensa y luego con gente de su equipo sí que la cosa se complicó mucho.
Con Quim (Domènech), por ejemplo, que ahora tengo una relación extraordinaria, porque amigos comunes nos han sentado en una mesa y todo queda ahí. Cuando hablas las cosas todo se puede solucionar. Pero ahora, viendo con perspectiva, sí que pienso que fui demasiado radical en defender un modelo y simplemente no entender que había otras maneras. Sí puedo criticar algunas cosas que hacían y que siguen haciendo, las puedo criticar, pero quizá fui demasiado radical en eso. Y, sobre todo, porque hacen un programa o él hace un programa que yo no sabría hacer nunca, con lo cual son maneras diferentes, y yo lo que tenía que haber hecho igual es defender más lo mío que criticar lo que hacían otros.
Sobre sus desavenencias con Pedrerol: "Con perspectiva, pienso que fui demasiado radical en defender un modelo y no entender que había otras maneras. Sí puedo criticar algunas cosas que hacían y siguen haciendo"
Director general de By & ForY, también, porque hay que reconocer a la gente que se busca un camino y que lo hace bien. Antena 3 no mantiene ese programa porque sea una chufla y ya está, tendrán su objetivo y yo tengo mi opinión, pero está ahí porque se han labrado un camino y porque han conseguido asentarse entre un público equis, ya está. Entonces, bueno, está bien. Es verdad que ahora esa manera de hacer se ha atomizado y eso ha trivializado la información deportiva, donde contar una cosa que no va a suceder sabiendo que no es verdad se ha convertido en una chufla. Eso me parece mal, eso me parece mal. Pero bueno, en vez de ser periodismo deportivo ha pasado a ser entretenimiento y al que le gusta lo consume y al que no le gusta pues no lo consume, y ya está.
Además, ahora lo vives desde otro punto de vista, desde el de la representación y tu vínculo con Griezmann y Courtois, de los que ahora hablaremos.
Bueno, sobre todo, cuando tienes la certeza de que alguien está contando algo que sabe perfectamente que no es verdad, y esto es algo que a mí sí que me molesta mucho. Que puedo entender lo que es entretenimiento, pero no entiendo ni comparto la cosificación del futbolista, cuando da todo igual. Ahora nos hemos encontrado temas como lo de Morata, que entonces de repente cuando oímos estas cosas decimos: 'Ah, espera, cuidado, es que igual resulta que estamos haciendo críticas que son hirientes'. Que no son críticas, son cosas que se dicen para herir a alguien, aunque no seas consciente de ello.
"Puedo entender lo que es entretenimiento, pero no entiendo ni comparto la cosificación del futbolista, cuando da todo igual. Que no son críticas, son cosas que se dicen para herir a alguien"
Director general de By & ForTe tienes que parar dos segundos y más cuando tienes la responsabilidad en un medio de a ver qué es lo que estás transmitiendo. Entonces, a mí lo que me pasa ahora es que determinadas críticas las siento como si me las estuvieran haciendo a mí, que en algún caso me las han hecho a mí. Algunas se aceptan deportivamente, otras no tienen relevancia porque no las escuchas, porque hay cosas que no se pueden casi ni tener en cuenta, y hay otras que simplemente las coges, las analizas y ves por dónde viene un poco la historia, que son las que valoras. Hay que entender un poco en este nuevo juego que hay ahora cómo funcionar.
¿Alguna de estas mentiras que te haya dolido especialmente? Porque te la veía pasar por aquí delante (por la frente)…
Yo recuerdo… Es que no le quiero poner nombres a las cosas porque luego la gente, porque además son cosas recientes. Yo recuerdo una vez que yo llamé a un periodista de un periódico para preguntarle por qué se había inventado una página. Por qué se la había inventado cuando él sabía que eso que estaba contando era mentira. Y bueno, él defendió un poco: 'No, no, no, no, no, no', hasta que: 'Claro, es que contar esa noticia era demasiado interesante como para renunciar porque fuera mentira'. Entonces, si la verdad te estropea una noticia y tú le das prioridad a vender tu noticia porque queda demasiado bien, pues a mí eso me molestó. Porque no estamos hablando de gente que no tenga credibilidad, estaba hablando de alguien que para mí sí la tenía y yo le pregunté por qué.
Y luego yo recuerdo otra vez de alguien que utilizó una conversación privada conmigo para hacer un entrecomillado en un periódico. Y acabo de hablar de El Mundo y de El País, no estoy hablando de cosas ligeras. Hizo un entrecomillado mío de una conversación privada, que es una práctica que no se puede hacer. Si me dices que era algo crítico y que destapaba el Watergate pues a lo mejor, evidentemente, estamos hablando de otra cosa, pero es que esto era una conversación absolutamente ligera, era una cosa menor y, sin embargo, pasó.
Yo creo que la gente tiene que pararse dos segundos a pensar qué es lo que hace. ¿Que, evidentemente, vas a vender más si haces este tipo de cosas? A la vista de cómo está el mercado, parece que sí, pero creo que hay otro camino que a medio o largo plazo te da mucho más que enzarzarte en ese tipo de cosas.
No fue ningún tipo de invento la salida de Cristiano del Real Madrid, que contaste en Fox. Menuda bomba.
Sí, sí. En Fox, la verdad que fue un sitio donde donde conté muchas cosas. Lo recuerdo perfectamente. La salida de Cristiano, con Luis Enrique, si no recuerdo mal, su salida del Barça. Además, su periodismo se hace de otra manera, es diferente, va enseguida al pico, quiere buscar el pico constante. A mí me cuesta mucho y como yo era alguien que estaba, digamos, bien posicionado en los medios aquí, buscaban una persona que les diera ese link con la información cercana, y así surgió y así se contó.
Esto sí que no fue algo menor porque, antes nombrabas también a Messi, la salida de ambos cambiaba el paradigma de LaLiga que habíamos vivido durante tantos años.
Si, esto es como tener en Fórmula 1 los duelos que ha habido entre Schumacher y Fernando Alonso, y en tenis el Rafa - Djokovic o Federer. Somos un país que valora mucho además el personaje, al héroe, entonces, teníamos dos jugadores de esa magnitud, de ese calibre, que han engrandecido la competición, claro que sí, y que su salida y su marcha ha sido una pena y una lástima. A ellos sólo se les puede estar agradecidos por lo que han hecho, por sus clubes, seguro, que para eso están sus aficionados, pero también por el fútbol en general.
Yo recuerdo una cosa que sonó a barbaridad, pero no tenía nada de barbaridad, que fue a Ángel Torres diciendo: 'Yo pongo dinero por Messi para que se quede' y fue de 'este señor se ha vuelto loco', pero si tú lo analizas, es que ese dinero que hubiera puesto Ángel Torres lo hubiera recuperado solo en un ticketing de un partido en el Coliseum. ¿Tenía sentido? Bueno, era un 'boutade' seguro, pero vamos que tenía sentido, un poco abstracto pero lo tenía. Y sí, hemos tenido una suerte, yo he tenido la suerte de vivir en la radio muchas cosas que seguramente no van a volver a pasar: Mundial, dos Eurocopas, Alberto Contador, Sastre, el Tour de Pereiro, Fernando Alonso, Carolina Marín, Rafa…
¿Cuántas veces contrasta uno una información como la de la salida de Cristiano o la de Luis Enrique? ¿Cuánta tensión generan esos momentos, tener una información así?
Bueno, el que más recuerdo de eso es el de De Gea, el de la llegada al Madrid. Era una información crítica, porque todos los medios estaban diciendo lo contrario a lo que yo decía. (Se ríe). Tenía la sensación de que me estaba quedando solo, y había que contrastarla una no, mil veces. De hecho, cuando abrieron todos los programas a las 12 de la noche yo recuerdo que entro con Fernando Burgos y era en ese momento en el que el mercado se había cerrado pero no sabíamos si aquellas operaciones se habían hecho.
Había un lapso de diez minutos entre la comunicación de LaLiga y tal, había ahí un poco de lío, y yo tenía la información de que no se había podido hacer. Y yo abro el programa y digamos que a los dos minutos, que Burgos estaba haciendo el speech de 'no se sabe, el Madrid lo ha intentado, pero tal', a los dos minutos yo digo que la operación no se ha hecho. Recuerdo que Burgos hace como una valoración, paramos, vamos a publicidad y Alberto Collado, mi productor, me mira y me dice: "Te vas a dar la hostia de tu vida. Si no sabes lo que has dicho, si no estás seguro de lo que has dicho, te vas a dar la hostia de tu vida'. Y le digo: 'Tranquilo, que está controlado'.
Porque él estaba escuchando a las otras cadenas y las otras cadenas estaban diciendo: 'Se ha hecho, se va a hacer, se tiene que hacer oficial ahora en cualquier momento'. Y ya empezó aquello a cambiar y ya nos relajamos todos, pero para poder dar una información de ese peso tienes que estar muy seguro de lo que haces, tienes que hablar con mucha gente y tienes que intentar contrastarlo con varias fuentes. No voy a decir un número mínimo porque cada circunstancia tiene una situación distinta, pero ahora teniendo el dibujo completo me ayuda a entender que, primero, la lógica te dice muchas cosas, muchas, que normalmente las noticias se dan con un eco. Ya han pasado y ya las decisiones se han tomado. Y que hay que tener esos contactos para poder verificar que lo que cuentas es real, porque si no lo tienes, es inviable, no puedes salir a exponerte a dar una información si no eres capaz de contrastarla, porque es una responsabilidad muy grande. Porque es que, además, con el peso de los medios, sobre todo de determinados medios, afecta a las carreras de los deportistas y afecta a sus situaciones personales. Es que no es trivial, es algo mucho más importante.
¿Cómo de seguro habrá estado Carlos Herrera para querer optar a ser candidato a presidente de la RFEF? ¿Qué pensaste cuando lo supiste?
La verdad que lo de Carlos me dejó muy impresionado. A ver, él tiene la ilusión y si tiene la ilusión, lo tiene que intentar, y si tiene su plan… Mira, me parece mal que haya gente que salga a decir: 'Esto es una chufla y este tío…' A ver, Carlos Herrera es alguien con un peso dentro de la sociedad española, en el mundo de la comunicación, indiscutible. Experiencia en gestión de equipos, la tiene, y de grandes dineros, también la tiene, entonces creo que es alguien que si tiene la ilusión y se rodea de la gente que se debe rodear, ¿por qué no lo va a intentar? Luego serán los que le tienen que votar los que evalúen si es el perfil que debe ser o no.
"Si Carlos Herrera tiene la ilusión por optar a la RFEF, lo tiene que intentar. Veo a alguien con personalidad, con un aura muy potente. Lo importante para él sería rodearse de gente con mucha capacidad"
Director de By & ForYo, sinceramente, por lo que le he conocido -no puedo decir que sea amigo de Carlos Herrera; hemos coincidido en la redacción, en la radio, en mil cosas-, pero yo sí que veo a alguien con una personalidad, con un aura muy potente.
A mí me sorprendió mucho (se lleva las manos al pecho). Yo lo primero que pensé, digo: 'Ya le ha liado Roberto Gómez'. (Se ríe). Fue lo primero que pensé. Pero luego también él es alguien que se ha implicado mucho y que ha tenido muchas relaciones con mucha gente y que ha estado sentado y que ha estado en mesas con un montón de gente de fútbol, porque tiene interés.
Ya te digo, lo importante para él sería rodearse de gente con mucha capacidad, pero eso de quién se rodea lo tendrán que evaluar los que le votan, si es que al final está en esa carrera.
¿Crees, entonces, que sería un buen candidato a presidente de la Real Federación Española de Fútbol?
Si él tiene la voluntad por presentarse, por supuesto que sí, claro que sí. Al final nos quedamos un poco con la persona, con el talante individual. Hay que ver qué plan tiene, de qué gente se va a rodear, porque no es lo mismo rodearte de Vicente Del Bosque que rodearte de mí, que no tengo ni el título para dirigir a los entrenadores de la Federación. Si dices: 'La persona que va a ser responsable de los entrenadores de la Federación es Vicente del Bosque y es mi persona', entonces hay que valorarlo.
Yo creo que él es capaz de aglutinar talento, esto se ha visto en la radio. Yéndome más al tema radio, Carlos hace una cosa que es increíble, que es que te interese algo por lo que jamás te has podido interesar, y es capaz de envolverlo, de hacerlo de tal manera que te acabe gustando. Tiene ese talento creativo, tiene ese talento a nivel de comunicación indiscutible y bueno, vamos a ver, él tiene las conexiones y tiene la capacidad. Se tiene que rodear de gente importante, eso seguro.
¿Agradeciste no estar detrás del micrófono cuando sucedió todo lo de Rubiales, el beso y el desgobierno que se ha visibilizado en la Federación o es un momento en el que te habría gustado estar para poder, de alguna manera ser una voz autorizada? Porque al final los que estáis detrás del micrófono a esas horas sentáis un poco cátedra con lo que decís, tú lo sabes.
Yo recuerdo que hubo otro momento parecido, lo que pasa es que la gente no se acuerda, que fue en el famoso nombramiento de la seleccionadora del equipo de tenis de la Davis, de Gala León, que fue cuando Toni Nadal apareció y dijo que una mujer no podía entrar al vestuario de los hombres y todas aquellas historias. Hubo una situación no con un suceso como los que se vieron en televisión en la final del Mundial, pero cuando se nombra a Gala León como seleccionadora del equipo de la Davis sí que hubo un debate muy duro.
Yo denuncié el trato que Gala León recibió, porque me parecía un trato abiertamente machista, y no sólo por algunas personas con los protagonistas, me pareció especialmente machista desde los medios, que es que dejaba fuera un poco su capacidad como entrenadora. En ningún momento se dijo: 'A ver, ¿pero está preparada o no?' Sí es verdad que se hablaba desde los especialistas un poco de este tipo de cuestiones, pero se iba a lo más básico, si podía entrar en el vestuario, este tipo de cosas que era como la tontería más grande que había. Entonces sí pasó y yo detecté un poco hacia dónde inclina la pata el periodismo deportivo, en ese momento. Y ahora lo que sí me di cuenta es que es muy importante pararse a pensar en qué es lo que estás viendo, porque si no lo ves y no lo identificas de primera, puedes meter la pata.
Entonces, por una parte, me sabe mal que alguna gente que estaba ahí en esa vorágine no fuese capaz de verlo en ese momento, pero al mismo tiempo me parece que es un golpe muy potente, no sólo por lo que significó y por lo que pasó después, sino para que el que está en los medios sea capaz de decir: 'A ver, necesito dos segundos para interpretar esto y poder transmitírselo a la gente con propiedad de lo que está pasando'.
¿En qué punto crees que estamos y qué necesitamos?
Creo que ahora mismo el deporte todavía necesita terapia de choque en algunas cuestiones. Creo que es tremendo que estemos todavía debatiendo sobre si Vinicius provoca a unos racistas. Si hay racistas en la grada, no es culpa de Vinicius. Yo recuerdo una vez hace muchos años en un partido del Baskonia, estaba Corny Thompson, jugador del Joventut tirando unos tiros libres en el Buesa Arena, y el pabellón prácticamente al completo empezó a hacer el grito del mono. Y hubo un grupo de gente dentro del pabellón que se dedicó durante un tiempo a hacer entender al resto del público que eso no se podía hacer, que eso era racismo y que eso no era pitar al rival, no era abuchear, no era eso, era otra cosa. Y eso fue también una terapia de choque en aquel momento por algo que no ha vuelto a suceder en Vitoria.
Esto es lo que necesitamos: entender, comprender, educar, y en el caso del machismo exactamente igual, simplemente identificarlos y denunciarlos y avanzar, que es lo que necesitamos.