OPINIÓN

El enésimo zafarrancho del Cholo Simeone sale resultón y goleador

Cholo Simeone, en el partido de Praga. EFE/

Que la plantilla del Atlético es un notable-alto se comprueba en cada partido cuando se conoce el once titular y los que se sientan en el banquillo. En Praga, Simeone se permitió el lujo de cambiar seis jugadores, media docena, en relación con el partido del sábado contra el Alavés. Griezmann incluido. El técnico argentino, desde principios de temporada, se ha tomado en serio que las rotaciones son la solución idónea para el demencial calendario y no hay tarde o noche en las que no tire de su fondo de armario. Hace bien. Para eso lo tiene. Aunque siga atado al carrusel de cambios, parece, sin embargo, por lo visto en las últimas semanas, que comienza a tener opiniones bastantes claras sobre determinados jugadores.

La plantilla se puede dividir en varios compartimentos. No se pueden considerar titulares-titulares a más de seis jugadores: Oblak, Llorente, Giménez, Griezmann, Julián Álvarez y Le Normand (cuando el francés vuelva de su lesión). Entre los que no tienen un puesto fijo, pero están en alza, flecha hacia arriba, se encuentran: Giuliano, Lenglet, Javi Galán y el recuperado Barrios... A la baja, flecha hacia abajo, cotizan Reinildo, Witsel, Azpilicueta, Koke, Lino, Riquelme... Y en tierra de nadie hay unos cuantos jugadores, entre los que se encuentran De Paul, Gallagher, Nahuel, Correa, Sorloth... hombres que curiosamente presentan unas estadísticas y unas sensaciones singulares y parecidas.

Uno de los más confunde al personal, al menos a este servidor, es Rodrigo De Paul. El argentino es capaz de lo mejor y de lo peor. Es competente para cambiar los partidos cuando sale tras el banquillo interviniendo en los dos goles, como el sábado contra el Alavés e incompetente para llevar el peso del juego cuando parte de titular y el Cholo le da la manija. Es impredecible. Mi sensación es que es mejor jugador de lo que demuestra. Pocos, por no decir nadie, puede predecir qué De Paul saldrá cada día. Simeone, de momento, confía en él para los partidos de la Champions. Ha sido titular en los cinco encuentros, aunque fuera fulminado en el descanso en Lisboa contra el Benfica.

Sin embargo, en la Liga solo ha partido en el once titular en cinco ocasiones y solo ha disputado un duelo completo, contra el Real Madrid. En los otros ocho se ha incorporado al juego sobre la marcha. ¿En qué habitación se le debería incluir? En la de los titulares o en la de los suplentes. Pues ni una cosa ni otra. Es uno más de los que puede entrar y salir en las rotaciones infinitamente. Lo que se gana un día, lo pierde al siguiente. O viceversa

La goleada ante el Sparta alimenta la buena racha del Atleti. Posiblemente jugó su partido más completo y con menos sobresaltos. Tocó el 1-4-4-2 y prevaleció el orden y la buena organización táctica. Tarde-noche de transiciones fulminantes y que lanza a Julián Álvarez al paraíso del que venía. Comienza a ser tan trascendente como hasta hace poco era Griezmann. Cuando se junten los dos, el Atlético subirá diez escalones de golpe.