El pedregoso camino hasta brillar en el Juvenil A de Thiago Pitarch, el as bajo la manga de Arbeloa: "Siempre ha sido actor secundario"
La situación del centrocampista, anhelo de Marruecos por sus abuelos paternos, cambió en enero gracias a Arbeloa, que le rescató para el Juvenil A.

Resulta difícil imaginar los últimos onces de Álvaro Arbeloa en el Juvenil A del Real Madrid sin Thiago Pitarch (17 años). Con el título de Liga bajo el brazo y el reto de la Copa de Campeones (se miden al Athletic este domingo a las 12:00) por delante, el filial blanco mantiene abierta la posibilidad de un doblete que, hace sólo unos meses, parecía improbable. El equipo vikingo cayó en Youth League (0-2 contra el AZ Alkmaar) y Copa del Rey (6-1 frente al Betis) de manera contundente, pero se repuso en la competición doméstica, apeó al Atlético de Madrid de la pelea por el primer puesto y afronta unas semanas frenéticas con envites complicados.
Para Thiago Pitarch, que porta el dorsal 33, todo cambió en enero de este mismo año, cuando el propio Arbeloa le rescató para su Juvenil A. Después, su nombre sobrevoló Valdebebas cuando despertó el interés de Marruecos y, también, de la Selección española, que no dudó en citarle para unos entrenamientos de la Sub-18 en Las Rozas como consecuencia de su notable rendimiento a las órdenes del técnico español. Su versatilidad (puede jugar como interior, mediapunta e incluso extremo), sumada a su dinamismo y capacidad de trabajo convencieron al exlateral, que ha encontrado en él un futbolista completo y con margen de mejora.
Pese a lo dulce del presente, indiscutible para Arbeloa, el camino de Thiago Pitarch hasta el Juvenil A del Madrid ha sido pedregoso y ha estado repleto de obstáculos. Antes de enfundarse por primera vez la casaca blanca, pasó por la cantera del Atlético de Madrid (y también por el Atlético Madrileño), Getafe y Leganés. En las categorías inferiores del club rojiblanco se enroló por la cercanía de su domicilio, en los aledaños del Calderón, con Aluche (15' en coche), donde rostros conocidos como Pantic o Dani Guindos (asistente en el Como de Cesc Fàbregas) impartían clases en la Fundación Atlético de Madrid.
Rol secundario
En el Atlético de Madrid, además de iniciarse como futbolista, también compartió generación con José Reyes, hijo del que fue futbolista, entre otros, de Real Madrid o Arsenal. En la cantera colchonera, aunque no llegó a disponer de un papel protagonista, en parte por no haberse desarrollado físicamente al mismo ritmo que sus compañeros, sí apareció con relativa frecuencia en los onces y, también, como revulsivo. "Siempre ha sido actor secundario, pero se ha recorrido todas las escuelas de tecnificación de Madrid", cuentan a Relevo quienes mejor le conocen, resumiendo su hasta ahora breve pero intensa trayectoria.
⚽️ Thiago Pitarch.
— Real Madrid Fabrica (@FabricaMadrid) March 9, 2025
🅰️ Jesús Fortea.
Juvenil A 3-0 La Cruz Villanovense. pic.twitter.com/ehaBZVNXWI
Centrado en mejorar y, así, ganar protagonismo y minutos, todavía mantiene un hábito que, junto a sus padres, desarrolló en aquel entonces: ver el máximo fútbol en directo posible, siendo espectador de lujo, por ejemplo, de varias ÍscarCup. No obstante, su periplo en la cantera rojiblanca finalizó y en 2018 llegó al Getafe con una única premisa: jugar cada fin de semana y ser un futbolista más completo ("tenía trabajo de sobra y concretó su posición, pero le faltaba aparecer en las estadísticas"). En las filas del conjunto azulón permaneció cuatro temporadas, hasta 2022, cuando recaló en el Leganés con la misma premisa.
En el Getafe jugó, maduró, coincidió con Mario Rivas (titular en el Castilla) o 'Beto' Martínez (Juvenil B) y creció a pasos agigantados, pero su protagonismo se redujo en su última temporada. De ahí que cambiase la disciplina azulona por el Leganés, donde únicamente permaneció un curso, el 22-23.
Aparecieron Sevilla y Benfica... pero acabó en el Madrid
Su rendimiento en el Leganés fue sobresaliente y le valió, entre otras cosas, para formar parte de una selección madrileña en la que coincidió con Pol Durán, Daniel Yáñez o Jesús Fortea, ahora compañeros en el Juvenil A dirigido por Álvaro Arbeloa. Además, esa temporada en el Leganés, en la que destacó como interior con presencia en la creación de juego y, también, en área rival, le hizo despertar el interés del Sevilla, que ya había preguntado por su situación estando en el Getafe.

Pero el Sevilla no fue el único en preguntar por él. El Benfica, a través de miembros de su equipo de scouting, se personó en Tenerife mientras el centrocampista nacido el Fuenlabrada defendía los colores de la selección madrileña. Allí se produjo el primero de varios acercamientos que pretendían llevar al 33 a la cantera de las águilas, conscientes de su potencial y rendimiento en el Leganés. Sin embargo, cuando todo parecía encaminado para que Thiago Pitarch y sus padres visitasen las instalaciones del cuadro luso, el Real Madrid entró en escena y se hizo con sus servicios en 2023.
Pese a la feroz competencia en su generación, la de 2007, no se lo pensó y recaló en el Juvenil C hace dos años. Aunque empezó jugando, quedó, por momentos, relegado a un rol secundario que le llevó a plantearse de nuevo las cosas, como ya le ocurrió con anterioridad en Atlético o Getafe. Todo cambió, eso sí, en enero de este año, cuando Álvaro Arbeloa le reclutó para su Juvenil A. Desde entonces, debutó en Youth League, se consolidó en División de Honor y se hizo con la titularidad en el once merengue, pudiendo desempeñarse como interior, mediapunta e incluso extremo.
Thiago Pitarch, inamovible para Arbeloa desde enero, cuando apareció por primera vez en un once del Juvenil A del Madrid, afronta el último tramo de temporada con ambición e ilusión, consciente de que las posibilidades del doblete son cada vez mayores. Y eso que hace unos meses, después del doble revés en Youth League y Copa del Rey, tocar metal parecía prácticamente imposible. Su historia, todavía con capítulos que escribir, resume el pedregoso camino que le ha tocado recorrer (y dejar atrás) hasta consolidarse en el escalón previo al fútbol profesional. "El trabajo es innegociable para él", coinciden, a modo de resumen, quienes mejor le conocen.