SUPERLIGA

¿Qué pasa con la Superliga? La inestabilidad deja el proyecto un poco más en el alambre

La UE dio un golpe a la competición mientras siete de los clubes fundadores han cambiado de propiedad o están en un proceso de venta.

Florentino Pérez, Bernd Reichart y Joan Laporta./
Florentino Pérez, Bernd Reichart y Joan Laporta.
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

La Superliga vive momentos claves. La viabilidad del proyecto depende en gran parte de lo que suceda en los próximos meses, en los que se definirá la primera gran batalla legal contra la FIFA y la UEFA. Las primeras noticias no son nada buenas, pues un Abogado General de la Unión Europea (UE) dictaminó que el monopolio de ambos no es abusivo y tienen la potestad para sancionar a los clubes que decidan abrir competiciones paralelas. Este nuevo palo hay que sumarlo al plantón de grandes clubes como PSG y Bayern, a la respuesta negativa de numerosas aficiones implicadas, con manifestaciones incluidas, y a la actitud tajante en contra de políticos como Macron que luego fueron secundados por otros más. Sin embargo, los problemas que tienen que afrontar los mandamases de la organización no se acaban. Existen más.

Hay un aspecto determinante con el que la Superliga no parecía contar en un primer momento y que puede complicar su realización aún más. El proyecto nació el 18 de abril de 2021 con 12 clubes fundadores que se comprometieron con el presidente, Florentino Pérez. Sin embargo, cinco de ellos están actualmente en un proceso de venta mientras que dos ya han cambiado de propiedad. Se trata del Chelsea, que el verano pasado pasó a manos del norteamericano Todd Boehly por 2.900 millones de euros después de dos décadas con el ruso Roman Abramovich como dueño, y el Milán, que desde junio pertenece al grupo RedBird después de cerrar una venta por 1.200 millones de euros.

Estos cambios de propiedad no son vistos con malos ojos por parte de los organizadores de la Superliga consultados por Relevo, que aseguran que están dispuestos a "reunirse las veces que haga falta" y a "hablar con quien sea necesario" para llegar a un punto en común, siempre en favor del fútbol europeo. Además, argumentan que tanto cambio no hace otra cosa que confirmar su versión: el modelo, tal y como está montado actualmente, ha tocado techo y por ello los clubes están saliendo al mercado. Sin embargo, estos cambios no hacen más que retrasar y dificultar el proceso y obligan a convencer a nuevos dueños de que se suban al barco, siendo un proyecto mal visto por parte de la afición y corriendo el riesgo de dañar su imagen siendo nuevos en sus puestos.

Medio 'big-six', en venta

En la Premier League, tras el Chelsea, hay otros tres equipos que podrían cambiar de propiedad muy pronto. Manchester United, club de la familia Glazer, Liverpool, del grupo estadounidense Fenway, y el Tottenham, del magnate inglés Joe Lewis, ya han puesto su situación en manos de los bancos con la idea de buscar posibles compradores.

Los Glazer lo hicieron oficial a través de un comunicado en la web del conjunto mancuniano y, según Daily Mail, aceptarían ofertas por un valor de 4.300 millones de euros. El mismo medio afirmó que los dueños del Liverpool han tasado el club en 3.100 millones. En el caso de los londinenses, no ha trascendido la cifra, pero The Athletic afirma que Jeff Bezos, dueño de Amazon, sería uno de los interesados en adquirirlo.

En Italia, el Inter está en una situación comprometida. Tras la pandemia no ha sido capaz de hacer que sus cuentas salgan en verde. El grupo chino Suning es el dueño del club neroazzurri, un equipo con deudas que alcanzan los 440 millones. Por ello, contemplan la posibilidad de una venta por ofertas que alcancen los 1.200 millones.

En España, el Atlético de Madrid  vive una situación similar a la del club italiano. Sigue sin recuperarse del golpe económico que supuso el coronavirus y los resultados deportivos no acompañan. Por ello, Gil Marín no descarta deshacerse del club madrileño si llega una oferta de su agrado y, de hecho, ya ha habido contactos para estudiar la viabilidad de un hipotético traspaso. Tal y como informó Vozpopuli, el magnate polaco Maciek Kaminski es el principal interesado y ya se ha reunido con directivos atléticos, aunque la entidad colchonera niega esta información.

El Atleti, sin embargo y pese a estas noticias, sigue centrado en vender a algún que otro jugador de peso (ahora Cunha y luego Joan) en un claro ejercicio por equilibrar las cuentas cuanto antes. No sólo desea evitar buscar un drástico plan B, la venta, sino que quiere volver a invertir en infraestructuras que hagan más grande el club. Los ojos están puestos en la Ciudad Deportiva.

Arsenal y Manchester City mantienen el pulso

Hay dos entidades que, a pesar de la crisis generalizada en el planeta fútbol, mantienen el pulso económico. Se trata del Manchester City, financiado por Emiratos Árabes (más concretamente por el Abu Dhabi United Group) y el Arsenal, propiedad del magnate estadounidense Stan Kroenke, cuyo patrimonio alcanza los 12.900 millones de dólares. En la Superliga sostienen que ambas instituciones se mantienen alejadas de una venta debido al desmedido poder económico de sus propietarios.

Otros tres clubes tratan de luchar contra las pérdidas generadas por la pandemia a base de recortes y ventas de activos. Se trata de Real Madrid, Barcelona y Juventus, precisamente, los tres que están luchando por sacar el proyecto adelante. El equipo blanco lo está consiguiendo, pero a través de una política de recortes y ahorro nunca antes vista en la capital. Durante los últimos años se han visto ventas millonarias y pocas incorporaciones, siendo muchas de ellas 'gratis' (futbolistas libres) o de jugadores que entraban en último año de contrato. Además, la plantilla y los directivos se bajaron voluntariamente el sueldo para hacer frente al problema. Por ello, han sido uno de los pocos equipos en Europa que han conseguido mantener sus cuentas en verde tras el coronavirus.

Barcelona y Juventus están en una situación crítica. El conjunto blaugrana ha tenido que vender varios activos para poder remodelar el equipo. Sin embargo, sigue acumulando deudas por encima de los 1.000 millones, debiendo casi 200 a otros clubes como Manchester City o Ajax. La eliminación por segundo año consecutivo en la fase de grupos de la Champions no ha hecho más que acentuar el contratiempo. La Juve está en pérdidas desde 2018 y ha necesitado varias ampliaciones de capital. El curso pasado (2021/2022) perdió 254,3 millones. Esto ha provocado que, según la prensa italiana, sus dueños, el grupo Exor de la familia Agnelli, empiece a plantearse una venta, aunque de momento no hay movimientos al respecto.

En los próximos meses habrá nuevos acontecimientos que serán decisivos, empezando por la sentencia final del Tribunal de Justicia de la Unión Europea respecto al caso entre Superliga y UEFA que llegará en primavera. Esto marcará el devenir de la competición. Mientras tanto, Bernd Reichart, CEO de A22, mantendrá el diálogo con los clubes en búsqueda de crear el mejor formato posible. Incluso siendo el dictamen negativo para ellos aseguran que seguirán luchando por cambiar el fútbol.

Tiempos difíciles para muchos clubes y para una competición que lucha por salir adelante ante la oposición que impone la UEFA. Los dirigentes aseguran que la creación de la Superliga supondría la salvación para estos equipos, mientras que Ceferin y las ligas afirman que acabará con el fútbol tal y como lo conocemos, además de que lastrará gravemente a muchos otros clubes que quedarán sin ingresos. La batalla se recrudece en un momento en el que el aspecto económico toma un papel aún más protagonista, siendo la gota que colma un vaso repleto de inconvenientes.