La muerte de Lorenzo Sanz, revivida por su hijo Paco: "Entró por su pie, le mandé un mensaje que nunca leyó"
El exfutbolista recuerda los años de presidencia de su padre en el Real Madrid y destaca a sus entrenadores: "En el Madrid triunfan los que son buena gente, Mourinho no, demasiado llorón".
Paco Sanz (Madrid, 29/11/1972) se sorprende cuando le llamamos para entrevistarle: "Si yo estoy muy fuera del fútbol". Sin embargo, tiene decenas de anécdotas para contar sobre su etapa como jugador, cuando quizás le pesó de más el apellido, o sus motivaciones pasaron, demasiado pronto, por otro lado. Se emociona recordando a su padre, presidente del Real Madrid (1995-2000), su precoz partida por el Covid, su madridismo acérrimo, y cómo vivieron su hermano Fernando y él sus respectivas carreras. Después de salir de la cantera blanca, donde llegó a dar un positivo en dopaje que luego se archivaría, logró ser feliz, aunque poco tiempo, en Oviedo, Mallorca o Racing de Santander, incluso en su paso por Chile.
¿Cómo era tener de padre al presidente del Real Madrid? ¿Sufría por las críticas que podrías tú y tu hermano por ser unos 'enchufados' en el fútbol?
Iba a lo suyo, y con nosotros era un padrazo, aunque en la época de presidente yo jugaba fuera. Hablábamos cada día, y ejercía de padre normal, no se preocupaba por esos temas. Él nos metió ese amor por el Madrid desde que éramos enanos, era un yonqui del deporte. Conociéndole, estaría super orgulloso de que su hijo jugara en el Madrid, pero también pensaba: 'si no ibas a aguantar la presión, dedícate a otra cosa, no te voy a cuidar, esto es competición de alto nivel'. Si le preguntas a compañeros de Fernando, te dirán que era el primero en correr y apretar los dientes. Le decían de cachondeo: 'dile a tu padre que me renueve, que mira qué partido he hecho'.
¿Crees que se ha llegado a perder el sentimiento de madridismo más puro?
En todos los equipos el fútbol es una continuidad de padres a hijos, es algo más emocional, y en los últimos años se ha convertido en negocio, el Madrid tiene que hacer caja y caja para ser el mejor del mundo. Yo no lo veo mal, aunque se ha perdido ese amor añejo al fútbol. Los tiempos te arrastran, tienes que facturar mucho, lo que antes era pundonor, ahora es caja. Me da un poco de pena.
¿Cómo era el madridismo de tu padre?
Su vida era el Real Madrid, desde que se levantaba hasta que se acostaba, no he visto a nadie con el amor al Madrid como él, y se lo metía al resto. Antes de ser presidente ya se sabía todos los resultados de la cantera, se pasaba cada día por la Ciudad Deportiva… Era un poco obsesivo, y acabó cumpliendo su sueño.
¿Qué fue lo primero que te dijo cuando se consiguió 'La Séptima'?
Recuerdo más cuando gana la primera liga, ese año no se había clasificado para la Champions. Le di un abrazo y le dije que le quería. En una entrevista posterior le preguntaron por el título, por lo que se quedaba de todo eso, y respondió: "Con el 'Te quiero' de mi hijo". Era muy familiar y un gran contador de historias.
¿Te pudiste despedir de él?
No, fue muy rápido, yo ingresé al día siguiente de que falleciera. Entró andando por su propio pie y no volvió a salir, le mandé un mensaje que no leyó nunca, pero para mí es como si lo hubiese leído. Fue cuestión de tres días, yo estaba convencido de que iba a recuperarse, estaba fuerte. Cuando quise darme cuenta… Yo también lo pasé muy mal con el Covid, estuve ingresado dos semanas.
Y después llegó tu cáncer...
Sí, en 2021. Fue un cáncer muy duro, pero había que pelear y lo sacamos adelante. Al principio pintaba muy mal, la quimio te deja destrozado. Ahora tengo que estar con revisiones el resto de mi vida, así que, a disfrutarla. Si pillas un cáncer a tiempo, es muy curable. El mío estaba muy avanzado.
Con 26 años ya pensabas en retirarte, e, incluso, en una entrevista llegaste a decir 'es que soy muy malo'. ¿Fue eso cierto?
Eso no fue verdad, el periodista lo transcribió así, yo se lo dije de vacile. Otros con más mala baba lo cogieron literal. Fiché por un equipo escocés, pero justo preferí dejarlo, porque mi cabeza no estaba al 100% en eso, y los negocios que tenía ya me estaban yendo muy bien. Admiro a Modric y a Cristiano que están siempre al pie del cañón, siempre preparados física y mentalmente.
Es decir, que para ti el fútbol no era ni el fin ni el medio.
Cuando eres pequeño, tu sueño es ser futbolista. ¿Y luego qué? Tampoco es para tanto. En mi época tampoco se ganaba lo de ahora, te daba para vivir bien, sí, pero para qué voy a sufrir, que te pongan a parir, luego no te sacan... El fútbol pasó a ser la cuarta o la quinta prioridad.
¿Te cuidabas?
Era golfete, me gustaba la noche, y eso era incompatible con el fútbol, a pesar de que no era tan físico como ahora. Tenía compañeros que lo pasaban fatal cuando no jugaban, lo pasaban muy mal, con psicólogos, ataques de ansiedad… Yo prefería salir y evadirme, además siempre estaba soltero. Luego el primero entrenando era yo.
Cambiando de tema. ¿Cómo se hubiese tomado tu padre el 0-4 del Clásico?
Conociendo a mi padre, que cabeza arriba, llevan cuarenta partidos sin perder, que nos jode porque es el Barça pero que somos el Real Madrid. Las ligas no se ganan ni en octubre ni en noviembre. Que somos los mejores y p'alante. Los que lo tienen que sacar son los 30 que están ahí, era un tío muy positivo, nunca le vi criticar ni ser pesimista con el Madrid.
¿Con Ancelotti qué haría?
Lo mantendría totalmente, es un entrenador ADN Real Madrid, no hay en el mundo uno así. Es un equipo en el que cuando hay que gestionar tantos egos y que ganan burradas, en lugar de estar con el palo que te van a mandar a tomar por culo, tienes que tener mano izquierda como Del Bosque, Heynckes, Zidane… Si echas la vista atrás, los mejores entrenadores han sido buena gente y gestores de ego. Son tan buenos que hay que convencerles de que son los mejores. Luego en clubes no han hecho mucho, pero para el Madrid han sido perfectos.
¿Y Mourinho?
Mourinho no, puede gustar a mucha gente pero para mí no era modelo para el Madrid, demasiado llorón, excusas, látigo… Somos el Madrid, no puedes quejarte de nada.
¿Tuvo algún entrenador favorito?
Vicente (Del Bosque) era su ojito derecho, mi padre fue el que lo subió al primer equipo cuando estaba de director de la cantera. Le dijo que le dejara pensarlo. Al cabo de dos días mi padre le llamó. Vicente le dijo que sí, pero que con una condición. Porque vamos a poner que ganaba 10 millones de pesetas, me lo invento. 'Es que tengo un chaval con síndrome de Down, y si me subes de 10 a 14 puedo pagar sus tratamientos, que son carísimos', eso le dijo Vicente. '¿Tú eres idiota? Pero si vas a ganar 100, ¿qué te crees que vas a subir con el mismo sueldo?'. Cambió el signo del club, volvió a ganar las dos Copas de Europa, y luego el Mundial con la Selección. Si no fuera por todo aquello, quizás seguiría de director de la cantera.
¿Cómo se tomó tu padre que uno de sus jugadores (Míchel Salgado) fuese pareja de su hija?
Con mucho cachondeo. En la rueda de prensa de Míchel dijo que lo había fichado por cuatro años, y el cabrón lleva 20 años. Se conocieron en una cena, era normal que trataran con futbolistas. Son tíos muy cachondos, divertidos, con muchas vivencias. Encima te idolatran más, aunque sea una gilipollez, como dicen "cartera mata galán", esto es parecido con los futbolistas.
Por último, ¿qué te parece Florentino Pérez?
Un presidente espectacular, después de Santiago Bernabéu, que fue un pionero, Florentino ha dado veinte años brutales. La realidad es que es el mejor club del mundo y por números, Florentino es el mejor presidente de la historia del Real Madrid.