COPA ASIA | QATAR-CHINA

El ocaso del fútbol chino, que vive entre la corrupción y la mano de hierro: "Es un desastre grande"

La selección necesita ganar a Qatar en el último partido para no caerse de la Copa Asia ante Líbano y Tayikistán.

Wu Lei, la estrella china, abrazado por uno de sus compañeros durante un partido de China. /IC PHOTO
Wu Lei, la estrella china, abrazado por uno de sus compañeros durante un partido de China. IC PHOTO
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Hace una década, el fútbol chino vivió, con algo más de modestia, lo que ahora sucede en Arabia Saudí. Barcos de millones destinados al deporte rey. Un plan de gobierno de su presidente, Xi Jinping, que se basaba en tres pasos claros hasta 2050: participar en un Mundial, organizar uno y finalmente ganarlo. Lejos de esos objetivos, China, cuya selección empató ante Líbano y Tayikistán y necesita ganar este lunes a Qatar (16:00) para no depender del otro partido y quedar eliminada de la Copa Asia, vive una deconstrucción simbólica de ese proyecto desde el comienzo de la pandemia.

"Es un desastre grande", define uno de los técnicos españoles que está ahora en el país asiático y, con conocimiento de causa, analiza la estructura "jerárquica", con "mano de hierro", en la que mantienen un modelo antiguo de entrenamiento ("muy análitico, de correr, militar") que no da sus frutos pese a tener posibilidades: "Claro que hay buenos jugadores con 13 y 14 años, podrían jugar en el fútbol base de equipos europeos, pero su formación no será la adecuada".

Uno de los planes de Jiping fue el de incluir como asignatura obligatorio en los colegios el fútbol, lo que aumentó el número de practicantes y de entrenadores europeos que podían trabajar como formadores por buenos salarios. Aunque no se crearon las estructuras adecuadas: "No hay campeonatos de fútbol base. Se juega en los colegios entre semana, pero no hay competición los fines de semana. Hay unas selecciones de los mejores. Eso provoca deficiencias formativas". El modelo es similar al de otros deportes olímpicos, como waterpolo, hockey o los individuales, donde recluyen a los mejores para moldearlos en los centros de alto rendimiento. Pero el fútbol es "otra cosa".

“Se dieron cuenta de que era un pozo sin fondo de perder dinero”

Al margen de crear esta cultura futbolística en las escuelas, el gobierno también impulsó, como ahora Arabia, que los clubes tuvieran dinero para fichar a las mejores estrellas mundiales. Jugadores como Oscar, Tévez, Hulk y Graziano Pellè se llenaron los bolsillos, pero ahora se ha fijado un tope salarial de tres millones y los clubes no pueden tener más de 75 millones de presupuesto. "Se dieron cuenta de que era un pozo sin fondo de perder dinero", explican otras fuentes. Inversores como Chen Yansheng, que compró el Espanyol promovido también por esta fiebre, ha ido reduciendo su entusiasmo y sus inversiones hasta el punto de que el club busque ser autosuficiente.

Tampoco le ha ayudado la corrupción que ha habido y que incluso ha salpicado al anterior seleccionador, Li Tie, quien afirmó en un documental que pagó 400.000 euros para mantener su cargo y que en el pasado había arreglado partidos cuando era entrenador de clubes. El gobierno hizo un documental sobre sus investigaciones que es de obligatorio visionado para los jugadores que están en Qatar. "La selección tiene mal ambiente. Hay muchos conflictos con la prensa y la afición. Muchas críticas. Son tiempos duros".

Otros dirigentes también están salpicados, como Shu Yuhui, presidente del Tianjin Tianhai, quien trajo a Fabio Cannavaro a China y quien está envuelto en asuntos de corrupción. Ni siquiera se libra de las críticas el mejor jugador chino de la historia, Wu Lei, quien tienen sus 'haters' por su bajón en el juego aunque siga siendo uno de los jugadores más determinantes del campeonato. El curso anterior fue el segundo máximo goleador tras regresar del Espanyol, pero se ha notado "que ha bajado el ritmo por el nivel de la liga", como el mismo delantero expresó en una entrevista a medios chinos antes de la disputa de la Copa de Asia. No son tiempos para la lírica en China. Hoy puede despedirse prematuramente del torneo en un 'petardazo' que podria reflejar su ocaso.