El negocio paralelo detrás de las filtraciones de camisetas de fútbol
Bocetos que firmaría Da Vinci, conceptos que dejan mal al original y renders que ya quisiera Grok.

La temporada 2024-25 acaba de cruzar su línea divisoria, con casi todos los títulos aún por competir, y ya tenemos una idea bastante precisa de cómo serán las camisetas de la 2025-26. Da que pensar. Las equipaciones se siguen proyectando a fuego lento y se confeccionan con razonable adelanto, pero la ventana de las filtraciones abre cada año un poco antes. Y nunca cierra. Clubes y fabricantes no frenan los rumores, es más, se diría que utilizan predicciones y bocetos para sondear al público. Existen páginas web y cuentas especializadas en pronosticar, intuir, conceptualizar o directamente desvelar los trozos de tela que vendrán. Las filtraciones, si aún podemos llamarlas así, han construido un negocio paralelo. ¿Estamos ante un nuevo arte del que disfrutar o ante el enésimo acelerón del negocio que borra las líneas entre pasado, presente y futuro?

Dos motivos para el pesimismo
1) Querer saberlo todo antes de tiempo.
Oficial: los lanzamientos oficiales carecen de factor sorpresa. Es paradójico que una equipación recién salida del horno nos resulte una vieja conocida. Pero es que la hemos visto ser garabato infantil primero, render sofisticado después y falsificación en bolsa de plástico que confirma lo pronosticado.
Del futuro ya sabemos: que Adidas recuperará la línea Teamgeist en la titular del Liverpool y el verde turquesa con trébol en la visitante. Que Nike seguirá experimentando con el Inter, cuyas franjas se convertirán esta vez en letras estilizadas formando el nombre del club. También sabemos que Barça, Chelsea, PSG o Tottenham volverán a poner de moda la plantilla Total 90 que enmarcaba las camisetas a principios de siglo. Que Puma colaborará con Kid Super para que el Manchester City vista una edición especial en el Mundial de Clubes, donde el Real Madrid estrenará su próximo uniforme local Adidas y el São Paulo una reedición New Balance en homenaje a la Intercontinental de 2005. El Inter Miami tendrá un kit dedicado a Messi, la Roma uno inspirado en Júpiter, el Manchester United rescatará la elegante casaca negra con la que Cantona pateó a un racista. ¿Sabemos demasiado y demasiado pronto?
2) Tú filtra, que algo queda.
Un aspecto negativo de la popularidad de las filtraciones es que el contenido dedicado a ellas se ha abaratado. Le ocurre a los fichajes, a los datos porque sí, a los mapas de calor y a cualquier tema que genere interacciones a corto plazo. En la pandemia surgieron cientos de expertos en enfermedades infectivas, cuando un volcán entra en erupción aparecen decenas de vulcanólogos y hoy hay innumerables videntes camiseteros que rebotan sin contrastar. Elon Musk ha puesto de su parte; su lema 'you are the media now' (ahora, tú eres los medios de comunicación) ha calado en nuestra forma de crear contenido.
En algún momento se dejó de utilizar el condicional (esta sería la camiseta del club X) y se pasó a afirmar (esta será) o inventar (me cuentan que esta será). Por suerte, algunos se ganan la credibilidad a base de aciertos, discreción y fuentes fiables. Cuentas de Twitter como @opaleak, @esvaphane o la popular y en ocasiones populista @Footy_Headlines han sabido aprovechar el enorme interés generado por la rumorología de camisetas, una garantía de clics e ingresos por publicidad. Los clubes más mediáticos también cuentan con sus líderes de opinión, como @lasource75006 (PSG), @ArsenalShirt o @memorabilia1899 (FC Barcelona), entre otros.
-U50517725521Umm-1080x608@Relevo.jpg?q=100)
Dos motivos para el optimismo
1) Creatividad rima con comunidad.
El desarrollo de la tecnología y cierta apertura entre clubes y marcas han redefinido el significado de los Fantasy Kits (equipaciones de fantasía). Hasta hace dos o tres años, los conceptos y reproducciones en 3D se limitaban a poner los dientes largos al consumidor. Como mucho, abrían debates sobre si una idea era mejor que la prenda original. Ahí terminaba su ciclo de vida. De un tiempo a esta parte, los fabricantes involucran cada vez más a los apasionados del diseño en los procesos creativos. Liderados por Puma, la firma más innovadora en este apartado, clubes como Dortmund, Milan, PSV o Manchester City —los ingleses con la inteligencia artificial como protagonista, era cuestión de tiempo— han lanzado iniciativas que conjugan la imaginación digital del fan con el mundo real de camisetas reales.
Como consecuencia de este refinamiento, cada vez nos llegan mejores filtraciones. No solo en cuanto a fiabilidad o acierto, sino en términos de realismo. Las gráficas de las filtraciones se han puesto a la altura de las que publica un canal oficial de un equipo o un patrocinador (a menudo, los creadores de contenido son los mismos). Los prototipos respetan las reglas de vestimenta impuestas por FIFA/UEFA, se adaptan a los tejidos del mercado y a los gustos del aficionado. Antes, el exceso de fantasía restaba credibilidad e interés. Ahora, es como si el diseñador amateur se tomase más en serio sus proyectos, consciente de que podrían acabar siendo equipaciones oficiales.
2) Adelantarse al futuro es un juego.
Otear el horizonte de las tendencias también tiene cosas buenas. Si las consumimos con responsabilidad, las filtraciones nos ayudan a coleccionar mejor —una reedición inminente revalorizará el original—, a entender la estrategia a medio plazo de una empresa, a conocer la paleta de colores que estarán de moda sobre el campo y por consiguiente en la calle, a disfrutar de la hoja de ruta estética de un club —cómo será Adidas x Sevilla, qué se inventará Nike x Vasco da Gama para gestionar el post Kappa—.
El arte de los leaks, entre auge tecnológico e interés del aficionado, encara una fase más lúdica y menos tóxica. Por ejemplo, existe una modalidad desarrollada y monetizada por el creador de contenido Rodekits para jugar a FC 24 (anteriormente conocido como FIFA) con las equipaciones que vendrán. Arsenal, Liverpool, Barça o United, entre otros, ya lucen la ropa del futuro en un mundo virtual que no puede esperar al lanzamiento físico. Alguna vez lo hemos escrito y lo repetimos: las camisetas de fútbol son un tema tan importante que conviene tomarlas con sana ligereza.
-U16241228018YiW-1080x608@Relevo.jpg?q=100)
Cada camiseta filtrada o pronosticada es un árbol que criticamos o admiramos y que no nos deja ver el bosque. Mientras bajamos o subimos el pulgar a uniformes que aún no existen, los que sí están vigentes pasan al purgatorio de la indumentaria. ¿Son cosa del pasado porque ya soñamos con la ropa del futuro? Las filtraciones quizá estrechen el presente, pero han sabido implicar a la comunidad mejor que muchas instituciones del negocio. La fantasía camisetera ha desbloqueado la participación activa del hincha, que hoy proyecta y elige su propia aventura.