Historia del fútbol: San Marino cambia 20 años sin ganar por un ascenso y una goleada en solo tres meses

San Marino tiene 33.642 habitantes según Wikipedia. Entre todos ellos, no demasiados juegan al fútbol, al menos a un gran nivel. Probablemente, ninguno de sus futbolistas tendría hueco ni siquiera en Primera RFEF. ¿O acaso ya nos hemos olvidado de aquellos nueve saudíes que llegaron con presunto nivel y no jugaron ni un solo partido como titulares en Primera y Segunda? Pues la Nations League ha cambiado la historia. Es más, se puede decir que lo que ha pasado con San Marino es literalmente historia del fútbol. Un homenaje a aquellos que amamos este deporte desde su base, más allá de las victorias. Una competición que ha convertido a 25 anónimos en absolutos héroes nacionales. Una competición que permite a los más pequeños soñar con todo, hacer que se les olvide que es imposible arrebatar un solo gol a un gran país.

El Grupo 1 de la Liga D de la Nations League se ha cerrado con el ascenso de San Marino, la selección número 210 en el ránking FIFA o, lo que es lo mismo, la última. Por supuesto, no votan en el Balón de Oro. ¿Cómo ha sido posible que una selección tan tan tan tan modesta haya logrado una gesta de esta magnitud? Todo se explica desde la naturaleza del torneo, que empareja a las selecciones más débiles en una Liga D en la que pueden ascender a la C, donde ya sí se enfrentarían a equipos de mucho más nivel. En este caso, además, tuvieron suerte, ya que probablemente Gibraltar y Liechtenstein estén por debajo del rendimiento de Malta o Moldavia, del otro grupo.

No hay que quitarle ni el más mínimo mérito. San Marino ha cerrado esta primera fase con siete puntos en cuatro partidos, tras perder 1-0 en Gibraltar, empatar a uno en casa frente al mismo rival y vencer en los dos encuentros a Liechtenstein. En este encuentro final, se jugaban el todo por todo y respondieron con la mejor victoria de toda su trayectoria: 1-3. Hasta aquí, sin embargo, puede resultar una historia corriente camuflada bajo la literatura y nuestra intención de dar a la Nations League una relevancia que en realidad no tiene para casi ningún ciudadano de a pie. Ahora es cuando una pequeña región de 33.000 habitantes se cita con las estrellas.

El pasado mes de marzo, San Marino miró a los ojos de la gloria programando un doble amistoso contra San Cristóbal y Nieves, un país que se estudia en algún que otro centro en la ESO y que acabas de recordar que existía, si es que en algún momento lo supiste. Su gozo en un pozo. No consiguieron ganar. Ahora te preguntarás: ¿y qué? Era el camino que habían elegido para darle la vuelta a una situación agónica que se alargaba ya durante más de dos décadas.

Efectivamente, es la peor selección del ránking FIFA por algo. Pero la Nations League lo cambió todo. ¿Acaso no vivimos el derbi contra el otro equipo de nuestro barrio como si fuera un Real Madrid-Barça como si fuera una final de Champions? Pues San Marino y Liechtenstein lo único que hicieron fue representarnos, pero en un partido oficial, con posibilidad de ascender. ¿Algo más mágico que sentir que los deportistas de verdad te están representando en un campo?

Aquel enfrentamiento ante Liechtenstein se tradujo en el primer triunfo de San Marino en los anteriores 20 años, 4 meses y 8 días. Un hecho insólito en el país. Pero no se iban a quedar ahí. Tras sumar tres puntos, tocaba intentar ascender, aunque resultara imposible, aunque nunca hubieran ganado fuera de casa. Ver para creer. En esta última jornada la victoria por tres goles a uno define lo siguiente:

Curiosamente, la otra victoria de San Marino había llegado en 2004 y también contra Liechtenstein. Tres triunfos en toda su historia y siempre contra el mismo rival. Las estadísticas son demoledoras: 212 partidos disputados, con 3 victorias, 10 empates y 199 derrotas. Y el balance goleador, otro motivo para el sonrojo: 39 goles a favor y 833 en contra.

Si ahora ya no os hemos convencido de la dimensión histórica de este encuentro, ya más no podemos hacer. Solo recordar que San Marino tiene una cuenta oficiosa en redes sociales, impulsada por una persona de habla hispana y que, por supuesto, nada tiene que ver con el país en sí. Son muchos años acompañando las hazañas del equipo. Tanto que pese a tuitear minuto a minuto hasta las categorías inferiores sin descanso, hoy se agotaron sus mensajes en la segunda mitad. No quedaba otra que celebrar como si no hubiera mañana.

Por otra parte, habrá noche festiva en el Erasmus español en Italia. Como si hicieran falta motivos para salir por allí, ya acompañaron a San Marino en su enfrentamiento ante Gibraltar de esta pasada semana y ahora vieron desde sus pisos y residencias un triunfo tan inesperado como épico.

Porque hoy no solo ganó y ascendió San Marino, ganaron todos aquellos que vivieron el deporte desde lo más bajo y celebraron un simple gol como si hubieran conquistado la Copa del Mundo.