FÚTBOL

Nacho se rebela contra el "siempre "cumple" cuando jugaba en el Real Madrid: "Parece que le daban al copia y pega"

Segunda parte de la entrevista del central, en la que repasa toda su trayectoria.

Nacho se abraza con Ancelotti/GETTY
Nacho se abraza con Ancelotti GETTY
Hugo Cerezo

Hugo Cerezo

En esta segunda parte de la entrevista (aquí la primera) con Nacho Fernández (Madrid, 1990), premio vitalicio a empleado del mes en Valdebebas, muestra el colmillo que siempre ocultó por detrás de su naturaleza incorruptible como hombre de club. La procesión, efectivamente, iba por dentro. Un recorrido por el fuego cruzado que sufrió entre Toril y Mourinho, su rebeldía contra la etiqueta de cumplidor, su inmunidad extinguida ante las lesiones... Y sobre todo y lo más importante, la receta para no desfallecer cuando la meritocracia le daba la espalda, cuando los galones pesaban más que su desempeño. Nadie ha tirado más puertas en Valdebebas, en un bucle macabro que nunca pudo con quien acabó siendo capital y capitán, obligado a una reivindicación permanente. Una manera de ser y un legado que deberían ser asignatura obligada para los canteranos.

¿Eres consciente de que eres una leyenda del Real Madrid?

Sé que he sido un jugador, una persona con una imagen muy importante dentro del club. Independientemente de que haya ganado mucho, hasta hace poco era el jugador con más títulos, hasta que ya me ha superado Modric y ojalá que ganen muchos más, pero sí que he sido un jugador muy importante, por mi imagen, por lo que significo para el club, para la cantera… Soy un jugador que desde los 10 años hasta el final su vida ha sido el Madrid y acabar siendo el capitán levantando la Champions… [busca las palabras] Yo entiendo que desde fuera se puede ver como que es una pasada, pero interiormente yo cuando me veo en la foto levantándola… Me acuerdo de cuando era niño y jugaba en el Madrid, es como el principio perfecto y el final soñado. Es una historia tremenda. El Real Madrid es mi vida, mi casa, lo he vivido todo, ellos me han enseñado no sólo a ser jugador sino a ser persona, junto con mis padres y el orgullo que yo siento es tremendo. ¿Una leyenda? Hombre, es una palabra muy grande. Yo sé que soy un hombre muy importante para el club y que he pasado a ser historia.

¿En qué te ves dentro de unos años en el club?

No sé, Hugo, mira, eso es una pregunta que me hace mucha gente. Porque casi todo el mundo sabe que volveré al Real Madrid. ¿De qué? No lo sé, y tampoco quiero pensarlo. Me encuentro bien, estoy jugando, con mucha ilusión, y el futuro, no lo sé. Tampoco sé decirte si voy a estar aquí un año, dos, tres, si luego voy a dejar el fútbol, si voy a seguir jugando… Cuando en un futuro el club me necesite, sabe que me va a tener.

Cuando estabas empezando, año 2011, te encontraste en mitad de aquella pelea entre Mourinho y Toril [el luso quería que Nacho jugara de lateral porque no le veía como central en el primer equipo pero el entrenador del Castilla lo alineaba en su posición natural, lo que ocasionó un enfrentamiento entre ambos]. ¿Cómo importante fue para ti que Toril dijera Nacho es central?

Son dos entrenadores a los que quiero muchísimo. Con Toril viví una etapa de mi carrera que fue subir con el Castilla a Segunda que es de las más bonitas de mi vida. Tengo todavía mucha relación con él y le guardo mucho cariño. Y a Mourinho es que le quiero mucho también. Es un entrenador que me hizo debutar a mí y a mi hermano en Primera. Sí es verdad que yo me vi ahí en un tira y afloja, que si lateral, que si central... Yo sinceramente, y Mourinho lo sabe, me sentía central y donde me gustaba jugar era de central, pero él me veía de lateral. Yo quería jugar en el primer equipo y sabía que cuando subía tenía que jugar de lateral, pero cuando estaba en el Castilla yo quería jugar de central porque era donde yo siento que toda mi vida he sentido que puedo ayudar más a los equipos. También lo viví más joven, a lo mejor no me di cuenta un poco de esa tirantez que había en el momento, pero son circunstancias que pasan. Al final las dos cosas salieron bien porque en el Castilla ascendimos y conseguí hacerme un hueco en el primer equipo con Mourinho y luego con Ancelotti. Anécdotas de la vida.

Dijiste tras su salida que el día del City sí te sentó un poco mal no jugar, casi como pidiendo perdón, con lo que habrás visto tú de egos en ese vestuario. ¿No crees que te faltó meter codos, alzar la voz, para reivindicar?

Yo soy un jugador que respeta mucho a los entrenadores, independientemente de que me gusten sus decisiones o no. Yo siempre trato de mostrar mi enfado en el campo. Y entrenando más que nadie, entrenando más fuerte que nadie. Y cuando me toca jugar, demostrar. Es lo que he hecho toda mi vida. Yo nunca he ido a un vestuario de un entrenador a decirle que me tienes que poner porque soy mejor que este. Y me he enfadado, y me enfadado muchas veces. El día del City me sentó mal. A lo largo de mi carrera me he enfadado en muchos partidos que yo sentía que merecía jugar. Soy un jugador que luego sale a rueda de prensa y tengo mucho respeto con mis entrenadores, por todos y cada uno de los que he tenido.

También porque son decisiones que no son fáciles para ellos y creo que a la figura del entrenador hay que tenerle respeto. El jugador se tiene que dedicar a jugar y a demostrar en el campo. Y que son decisiones que no dependen de uno. ¿Me sentó mal el día del City? Pues qué te voy a decir, 'no, no, me senté en el banquillo y estaba contento'. Pues no, estaba hablando mal, pensando mal del entrenador y de todo el mundo, pero tengo que tener respeto. Y sobre todo que luego el fútbol vuelve rápido. Y si yo iba a seguir enfadado, frustrado, no hubiera valido de nada porque luego me tocó jugar contra el Mallorca el siguiente partido, que era un examen para mí, me tocó jugar la vuelta del City, que era otro examen para mí… Y como siempre, cada partido que me ha tocado he demostrado.

Nacho habla sobre su enfado por la suplencia ante el City. Relevo

Al final esta forma de llevar mi vida, estar enfadado y frustrado con el entrenador, me ha servido para luego demostrarlo en el campo. Y yo sé que el día del City, estaba la vuelta y yo sabía que iba a estar ahí. Pero que no tenga nada en la cabeza que a mí me pueda sacar de lo que yo tengo que hacer en el campo, que es jugar bien. Se vio que hice un partidazo. Luego creo que me lo gané otra vez más, el entrenador lo dijo, 'pues sí, es verdad, Nacho otra vez más'. Y me tocó jugar contra el Bayern. Luego en el minuto 65 el míster me cambió, me sentó mal que me cambiara y el míster lo sabe, que me sienta mal. Pero la vuelta la volví a jugar y volví a demostrar. La final la jugué… Siempre he tratado de llevarme esos enfados para mí dentro y demostrar en el siguiente partido que soy mejor que el que él quería poner.

Hablabas de los enfados. Lo que sí te tocaba un poco el pie era aquello de «Nacho siempre cumple».

Sí, al principio estaba bien. Pero no sé, llegó un momento que yo sentía que hacía un partido que era muy bueno y la crónica ponía 'siempre cumple'. Y también pasaba al revés, que a lo mejor jugaba un partido que decía, joder, es que hoy no estuve bien, y también ponía lo mismo. Y digo, macho, es que parece que copian y pegan lo mismo y ya está. Tampoco es algo que a mí se me haya traído loco, pero sí alguna vez he oído el comentario de siempre cumple, que ya estaba bien, que cuando jugara bien, que me pusieran lo que merecía y cuando jugara mal, que me pusieran cuando jugaba mal. También es verdad que no soy una persona tampoco que me haya afectado mucho el tema de la prensa ni las críticas. Independientemente de que a cualquier persona cuando las cosas no van bien no le gusta leer ciertas cosas, pero tampoco soy el típico que está ahí leyendo todo continuamente las redes, los comentarios. Es importante que sobre todo los jugadores jóvenes que empiezan ahora sepan distraerse de eso porque puede afectar mucho.

Nacho sobre la afirmación: «Nacho siempre cumple». Relevo

Recuerdo que no te lesionabas nunca hasta 2018. ¿Cómo lo viviste después?

Salían noticias de que 'Nacho nunca se lesiona' y creo que justamente cuando empezó a salir me lesioné. Pero no es verdad que nunca me lesionara. Lo que pasa es que yo aguanto más el dolor. Pasa mucho, hay jugadores que aguantan más el dolor que otros. Sí que había tenido lesiones, pero siempre había conseguido aguantar esas molestias o tirar para delante. Cuando me llega la primera lesión, que fue en 2018, contra Las Palmas, esa lesión que tuve yo llevaba ya cuatro o cinco partidos que estaba roto. Llegó el partido de Las Palmas y mentalmente dije hasta aquí, no puedo más. Soy un jugador fuerte, que aguanto bastante el dolor, pero al final las lesiones vienen para todo el mundo, todos somos personas. Todos tenemos que cicatrizar cuando tenemos una rotura. Tardarás cuatro o cinco días más, o menos. A raíz de ahí, tuve una en cada rodilla, que no son muy importantes pero sí me tuvieron dos meses parado cada una, he tenido musculares... Lo normal de un jugador de élite, lo que no era normal era antes. Pero ya cuando entras en esa exigencia, vas lógicamente haciéndote mayor y vas jugando cada tres días… Lo normal es que te pasen estas cosas.

¿Tenías buena relación con los árbitros o con alguno en especial?

Sí, no he tenido mala relación con ninguno. Como jugador siempre te gusta uno más que otro, pero tampoco quiero decir nombres. Algunos te permiten hablar más, que te quejes o que le hables más alto de lo normal. Igual que nosotros vivimos con mucha tensión en los partidos y es difícil cuando nos pitan algo en contra o que creemos que no es justo, nosotros percibimos que ellos también están en un momento que es difícil. Para ellos es una responsabilidad. También tienen una puntuación después de cada partido, tienen su objetivo de mantenerse en Primera o de bajar a Segunda. No es algo tampoco fácil. En mi vida sería árbitro. Yo no aguanto a 22 jugadores porque pites lo que pites nunca van a salir contentos.

Nacho valora el Caso Negreira. Relevo

Te voy a preguntar por el caso Negreira, porque las fechas en las que se investiga tú ya estabas compitiendo. ¿Veías cosas raras?

Yo sinceramente, Hugo, me pongo a recordar partidos... Yo no quiero pensar que algún árbitro que nos haya pitado lo haya hecho a posta. A lo mejor te pones a ver vídeos, que tienes en la cabeza lo de Negreira y puedes pensar que puede ser por esto, pero también puede ser porque se ha equivocado el árbitro, igual que los jugadores nos equivocamos. Creo que es un tema muy complicado. Yo siempre he intentado pensar que los árbitros son personas justas, que lo que intentan es hacer bien su trabajo y luego los que saben la verdad son los que estaban en esa época y no sé si en un futuro saldrá lo que tenga que salir. Yo como jugador no recuerdo un momento que diga esto lo han hecho a posta por esto. No me he sentido así.