FÚTBOL FEMENINO

Natalia Arroyo: "Sí que fantaseo con cuál será mi próximo paso: el extranjero, el fútbol de selecciones..."

La entrenadora de la Real Sociedad atiende a Relevo y habla de su su etapa al frente de las 'txuri-urdin', de la gestión del vestuario, de 'Las 15'... sin pelos en la lengua.

Natalia Arroyo da instrucciones a sus jugadoras durante el Bayern de Múnich - Real Sociedad. /Getty
Natalia Arroyo da instrucciones a sus jugadoras durante el Bayern de Múnich - Real Sociedad. Getty
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

Antes de empezar la entrevista, me avisa: "Ya sabes que yo me enrollo, ¿eh?". Natalia Arroyo disfruta entrenando, pero también hablando de fútbol. Son las nueve de la mañana y está en Zubieta. Estamos 41 minutos al teléfono y hablamos del arranque de la Real Sociedad, de la importancia de la salud mental, de Amaiur y Nerea Eizagirre, de 'Las 15' y de su futuro a corto y largo plazo. Natalia no rehúye ni una sola pregunta.

La Real Sociedad está viviendo su mejor época con ella en el banquillo. El año pasado, acabaron la temporada segundas, clasificándose para la ronda previa de la Champions. A pesar de ser eliminadas por el Bayern, las txuri-urdin cumplieron el sueño de debutar en la máxima competición continental.

 ¿Cómo afrontas tu tercer curso en la Real Sociedad?

Con la misma motivación casi que el primer día. Hemos ido viviendo muchas cosas, pero como empezaba esta temporada no había empezado ninguna. Y eso siempre te da esa ilusión de volver a ponerte a prueba como entrenadora, de ser capaz, en esta tercera temporada, de recoger una plantilla que tiene mucha continuidad respecto a la primera e intentar darle una vueltecita de tuerca a lo que ya fuimos capaces de hacer el año pasado. Nuestros objetivos siguen siendo igualmente ambiciosos, pero con el desafío de ir viendo que la liga mejora y que cada vez va a ser más difícil conseguirlo.

Además, la pretemporada tampoco ha sido fácil con tantas caras nuevas. Lesiones, jugadoras que se han incorporado más tarde por sus selecciones, etc.

En esas primeras veces, que es un poco lo que ando viviendo, ha sido una pretemporada complicada. Muchas veces estás trabajando con jugadoras que sabes que no van a ser las tuyas, que son jugadoras de futuro, pero que no vas a tener en el día a día. Por otro lado, en un club como el nuestro sientes esa tranquilidad de saber que la materia prima que sube viene con mucho nivel. Sin embargo, a la hora de competir, hay veces que tienes que abstraerte de lo que ha ocurrido en el juego, porque la que está jugando en determinada posición no va a ser la que vas a poder utilizar durante el año.

Hemos hecho ese trabajo de intentar entender qué es lo que teníamos, que, sí o sí, había que priorizar contando con las piezas que teníamos. Pero a esas piezas les faltaban otras y sientes todo el rato que a nivel competitivo, a nivel de entrenamiento, uno no termina de tener la obra redonda. Hemos intentado hacer el mejor trabajo posible, pero al final los equipos se ruedan compitiendo. Eso esta vez no lo hemos podido hacer en los partidos que no valen y lo estamos teniendo que hacer en los partidos que sí suman.

Después de una pretemporada complicada, lo primero que os encontráis es la Champions... ¿Cómo vivisteis ese debut? ¿Qué crees que le que le faltó a la Real Sociedad?

Lo hemos vivido con ilusión, con intensidad y con esa humildad de descubrir a qué nivel estamos. Creo que en el global de la competición hemos sido capaces de sentir que, en algunos momentos de los partidos, vamos por el buen camino, que nos estamos acercando. Sin embargo, en otros aspectos, en los que al final marcan las diferencias a este nivel, todavía nos falta un puntito.

"Físicamente, el Bayern está un peldaño o dos por encima de nosotras. Fue justo vencedor".

Natalia Arroyo Entrenadora de la Real Sociedad

Y tiene que ver con la intensidad, el ritmo de juego, tanto con el despliegue físico como con la contundencia y saber llevar el ritmo del partido. No sé si es experiencia, o ser un poquito menos ingenuas en algunas cosas, empezando también por banquillo. En líneas generales, salimos satisfechos. Aunque, por otro lado, que el Bayern ganara era lo justo. Y lo era porque tuvieron más punch en el área, porque físicamente están un escalón o dos por encima nuestro y porque esos intangibles del fútbol a nivel de tiempos, de ritmo, etc, los manejaron mucho mejor. Nos han marcado un listón muy bonito al que intentar acercarnos.

Empieza la liga. Ganáis el primer partido, pero empatáis los tres siguientes. Parece que el equipo no acaba de arrancar.

Sí, mi sensación es que estamos pagando, por decirlo de algún modo, esa pretemporada atípica. A nivel individual, de cada jugadora, no estamos en ese mismo punto de flow del año pasado. Sin ningún tipo de expectativa, fuimos avanzando. Eso nos dio un nivel de fluidez que no es el que tenemos ahora. Por lo menos, a mí me pillas ahí, en ese proceso de reflexión. Es decir, ¿cómo consigo que el equipo recupere esa soltura? Evidentemente, los equipos las conocen un poquito más y tenemos que ir a buscar zonas que igual antes no buscábamos.

La otra tiene que ver con todo ese cóctel un poco más emocional. Generamos ocasiones, que a veces es lo complicado, pero luego no llegamos con la mente clara del todo. Es una metáfora que odio, pero es como cuando tienes un bote de kétchup y está taponado y no sale nada. Es cuestión de que salga y que la gente se libere de esas tensiones.

El sábado, ante el Granadilla y en el minuto 92, Amaiur, marcó el gol del empate. A pesar de empezar el curso con menos protagonismo del habitual, viene de ser titular en los últimos dos partidos. También viene de un verano complicado por todo lo que pasó en la Eurocopa. ¿Estuviste en contacto con ella? ¿Cómo está?

Sí, intenté estar cerca de ella en todo el proceso, pero no atosigarla demasiado porque era algo que tenía que vivir (la concentración y su no convocatoria y posterior llamada para la Eurocopa). Después, seguí animándola en la Eurocopa a que trabajara y a que esperara su oportunidad.

"Amaiur está en un punto demasiado racional. Que no piense en lo hace, sino que fluya en lo que hace"

Natalia Arroyo Entrenadora de la Real Sociedad

A partir de ahí, a la vuelta, sí que hicimos un poquito de balance de cómo había sido la experiencia, qué había sacado de bonito y en qué necesitaba aire o tiempo. Yo creo que también tiene que reencontrarse un poco con esa buena versión. Al final, hay mucho ruido alrededor de este tipo de jugadoras. Después del año tan bueno que había hecho, es cuestión de conseguir que vuelva ahí. Es una jugadora que, a nivel de intentarlo y de seguir entrenando, no ha cambiado nada en ella. Pero también es una jugadora a la que he visto soltándose y fluyendo y tengo la sensación de que ahora no.

No conseguimos estar en ese punto. Estoy segura de que lo va a conseguir porque es súper profesional y competitiva. Pero está demasiado racional, no sé cómo decirlo, pensando demasiado en cómo volver a rematar esa bola, cómo volver a tener otra y tiene que jugar desde el instinto. Que no piense en lo que hace, tiene que conseguir que fluya en lo que hace. Creo que estamos empezando a enderezar otra vez el camino para olvidarse de lo que ha vivido y para empezar a jugar.

Tampoco ha sido un verano fácil para Nerea Eizagirre. Dentro de la Real Sociedad, ¿qué importancia tiene el aspecto psicológico?

Dentro del staff está Edurne Munarris, que es la la psicóloga, y dentro del club, hay una unidad de psicología que marca las pautas de intervención durante el año, tanto a nivel grupal como a nivel más particular: herramientas para gestionar la frustración, para tener confianza, etc. También nos proporcionan el acompañamiento para que el resto de profesionales acertemos en el tono en el que decir las cosas, en cómo entrenar, incluso qué tareas elegir.

La cabeza es la que mueve todo. Y tú puedes tener, pues como persona de fútbol, tu instinto de olfato. Sin embargo, por otro lado, si hay una profesional que tiene esas herramientas que te ayudan es un lujo. Después ya está la capacidad de cada uno para gestionarlo. Yo, por ejemplo, intento estar lo más cercana posible a las jugadoras para saber cómo están y que sean ellas las que lo verbalicen. Es verdad que con las jugadoras jóvenes es un poquito más difícil porque tienen mucho talento, han estado pocas veces en dificultades y, entonces, sí que se agobian un poquito más cuando las cosas no nos resultan.

Y hablando de salud mental. Natalia, ¿cómo estás viendo lo que está sucediendo con la Selección, con 'Las 15'?

Todo este tipo de situaciones siempre me genera tristeza como sentimiento principal. Desde fuera sí que quiero tener mucho respeto con cualquier juicio. Y, si me lo permites, ha habido algo de todo este episodio que, aunque sea diferente, yo no podría contarte nada sin reconocer que, en mi primera temporada, también me encuentro con una serie de jugadoras que, por diferentes motivos, se quieren ir. Creo que no son situaciones que se correspondan, o no puede haber un paralelismo entre lo que me pasó y con lo que, hasta donde conozco, está ocurriendo con lo que sea que dificultó ese encaje.

"Es muy feo que todo lo que está pasando en la Selección se esté resolviendo desde los altavoces mediáticos"

Natalia Arroyo Entrenadora de la Real Sociedad

Pero cuando eso ocurre, yo siempre vi que desde fuera se juzgaron cosas que no tenían que ver con con lo que en realidad estaba pasando. Entonces, me resulta un poco difícil posicionarme. Lo que está claro es que es muy feo que esto esté resolviéndose desde los altavoces mediáticos. Creo que estamos en un punto que, a nivel de tecnología, hay mil maneras de comunicarse e intentar poner todo lo posible por avanzar. Y me genera tristeza porque los momentos deportivos son cortos y son muy puntuales, las jugadoras no siempre van a estar en la edad óptima para jugar, no siempre van a estar en ese momento de selección y de clubes a nivel total.

Entonces, vamos a entendernos todos, vamos a intentar llegar a un encaje y que haya tantas jugadoras que estén reconociendo que no están cómodas en un entorno en el que les debería de apasionar... Es que estamos hablando de jugar grandes torneos, de tener grandes semanas de concentración, de convivencia, ¿qué está ocurriendo? Vamos a intentar aclararlo, escuchar a todas las partes con voluntad de acuerdo porque la generación que tenemos es magnífica. Se está demostrando también cuando se amplía el abanico a más gente.

Habrá que analizar cómo se ha llegado a este punto. No desde el querer culpar a las otras partes, si no con la voluntad de querer escuchar y de reconocer cosas. Que todo el mundo ceda un poquito, pero presiento que están en un punto en el que nadie cede. Y eso me genera tristeza porque hay gente que está sufriendo, todas las partes están sufriendo, y siento que hay poquita voluntad de quererlo arreglarlo.

En tu primera temporada al frente del equipo se marcharon jugadoras clave. Probablemente, la gestión del vestuario sea una de las tareas más complicadas de un entrenador. Una gran grupo de futbolistas le ha transmitido a Jorge Vilda que su mensaje no llega al grupo. ¿Cómo te sentirías tú si perdieses la confianza de una parte importante del grupo, si no creyese en ti?

Me parece complicado. Yo en mi primera temporada cometí muchos errores en algunos momentos, de hablar más claro o más duro de lo que tocaba. En otros, no sé cómo decirlo, rendirme demasiado pronto ante jugadoras que no querían escucharme. No sé, al final hay momentos en los que, evidentemente la jugadora que juega menos, está fastidiada. Hay veces en los que tú puedes no acertar en elegir el momento de acercarte a la jugadora, pero siempre tienes que intentar hablar las cosas. Cuanto más lo hables, pues depende de las palabras que utilices, más complicado puede ser, pero me parece fundamental ser capaz de, como equipo, hablar las cosas.

La comunicación es la llave de todo. Tú puedes estar, no sé, dándoles mil conceptos futbolísticos, pero si el equipo no siente... También pienso, y ya hablo desde mi experiencia profesional, que a medida que vamos haciéndonos más profesionales, es más difícil todavía porque las jugadoras tienen más talento y más prisa. Y, ahí, es jodido aceptar que hay temporadas en las que no estás bien. Y te toca pringar en el banquillo y esperar y currar y entrenar. Y seguro que, a veces somos injustos, pero es muy complicado. Es el gran reto que tenemos los entrenadores.

Volviendo al tema de la Selección, la solución parece que está lejos...

Sí, yo creo que cuando se rompen ese tipo de cosas... Mira, y soy consciente de que, en el momento en el que yo te cuento esto, abro la puerta a que ocurra, pero yo en mi primera semana en la Real, creo que sucede algo que ninguna jugadora acaba de verbalizar. Venían de un entrenador generacionalmente un poquito más mayor que yo. Ahora, de repente, viene una mujer que, aunque tengo mi distancia de edad con las jugadoras, pero podría medio catalogarme de joven. Entonces, esperan de ti una cercanía que, no sé, igual a veces soy más fría de lo que ellas esperaban de mí.

De repente todos se montaron la película de pensar que si hubiesen vivido x situaciones en el pasado conmigo serían totalmente diferente que con el anterior entrenador. Que si hoy he hecho esto mal y no me lo ha dicho, que si lleva dos días sin acercarse a mí, etc. Creo que tenemos que entender que todos tenemos inseguridades. Que para mí tampoco es fácil decirle algo a una jugadora sabiendo que le voy a hacer daño, por mil vueltas que le haya dado al mensaje.

"Mi sensación de todo esto tiene más que ver con la venganza que con la voluntad de arreglarlo"

Natalia Arroyo Entrenadora de la Real Sociedad

Lo que está claro es que cuando le has hecho daño a alguien, cuesta mucho recuperar otra vez esa confianza y eso es un poquito lo peligroso, lo difícil de los grupos humanos. Y por lo poco que se transmite de esta situación es que ya no solo es algo entre el entrenador y las jugadoras, sino internamente entre ellas, se ha llevado la situación a un punto de rivalidad interna que me parece muy peligroso y muy, muy delicado. Entonces veo que, por lo pronto, va a ser difícil encontrar que todo funcione de repente.

Yo soy de las que creo que las cosas se pueden terminar hablando, acercando posturas. Pero es un proceso de ceder y de reconocer. Probablemente, ambas partes tengan cosas que reconocer. Mi sensación de todo esto, de lo que yo recibo de las de la única parte que estoy escuchando ahora mismo, tiene más que ver con la venganza, de que ahora ya no tengo ganas de arreglarlo. Entonces, me parece muy importante empezar a suavizando el tono y queriendo tener la mano. Pero me temo que no están en ese punto.

A corto plazo, tu futuro pasa por la Real Sociedad, has renovado hasta 2024. Pero, ¿dónde te ves en el futuro más lejano?

Lo que toca ahora es la Real Sociedad porque, como he dicho antes, tengo un reto bonito y difícil, que me estimula. Además, creo que el club está en un momento en el que todos esos siguientes pasos que quiero dar me los pueden ofrecer. Y visualizo este año y el siguiente con mucho por crecer , pero sí que fantaseo con cuál quiero que sea mi siguiente paso.

Me haría ilusión vivir algo que no he vivido nunca como jugadora, que es una experiencia en el extranjero. No me alcanzó y tuve gente, más o menos, de mi generación que lo vivió, los idiomas, vivir otra cultura, etc. La experiencia de salir de Barcelona y vivir en Donosti me está gustando, me está dando mucho a nivel persona y si visualizo algo así.

También me gusta la idea de las selecciones, es algo que viví en Cataluña y es un trabajo que me apasiona y que siendo diferente en el día a día, también te ofrece muchas oportunidades. También sé que, por la manera en la que lo vivo, me desgastaría y tampoco creo que llegue pronto porque, si lo quieres hacer bien, es una puesto muy, muy exigente. Y yo voy a estar toda mi vida queriendo esta exigencia de dormir poquito, de verme todos los días con peor cara en el espejo. No lo sé.

Hay muchas partes del mundo del fútbol que me apasionan: no sé si los despachos, si volver a los medios. Pero bueno, de momento quiero recorrer un poquito más del camino como entrenadora, porque creo que que cada día soy un poquito menos torpe, que tengo esta tozudez de seguir aprendiendo y diviso un recorrido un poquito largo si me dejan.