MUNDIAL DE CATAR

El presunto asesino de Khashoggi, junto a Infantino en el Catar-Ecuador

El príncipe heredero de Arabia Saudí estuvo presente en la inauguración.

Infantino y Bin Salman escuchan el discurso del emir de Catar. /AFP
Infantino y Bin Salman escuchan el discurso del emir de Catar. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Mohammad Bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí y acusado de orquestar el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, estuvo presente en el estadio Al Bayt en el que se celebró el primer partido del Mundial de Catar. Bin Salman se sentó al lado de Gianni Infantino, presidente de la FIFA. La imagen tuvo repercusión en varios medios internacionales.

En 2018, el periodista Khashoggi, crítico con el régimen y colaborador del Washington Post, fue asesinado en el consulado de Arabia Saudí en Estambul. Un año después, la ONU publicó un informe en el que concluía que el periodista había sido víctima de "una ejecución extrajudicial de la que el Estado de Arabia Saudí es responsable". El documento añadía que existían "pruebas creíbles que justifican una mayor investigación sobre la responsabilidad individual de altos funcionarios saudíes, incluido el príncipe heredero".

Según Amnistía Internacional, Arabia Saudí es sistemáticamente uno de los países del mundo que más ejecuciones realiza, incluyendo decapitaciones públicas. Además, cuenta el organismo, contempla la flagelación como castigo para muchos delitos y practica la tortura, entre muchas otras cosas.

Bin Salman "aprobó capturar o matar" a Khashoggi

En el caso Khashoggi, la inteligencia de los Estados Unidos concluyó que "Bin Salman aprobó la operación en Estambul para capturar o matar a Khashoggi". "Desde 2017, la corona saudí tiene control absoluto sobre las organizaciones de seguridad e inteligencia. Es altamente improbable que la operación se hubiera llevado a cabo sin la autorización de la misma corona", completaba el documento. A pesar de que los Estados Unidos lo consideran instigador del crimen, hace algunos días le concedieron la inmunidad por la condición de Bin Salman, a parte de príncipe heredero, de primer ministro de un país.

"Hoy me siento catarí. Hoy me siento gay", dijo, entre otras cosas, Infantino en su discurso el día antes del Catar-Ecuador. De ser ciertas ambas, muy probablemente estaría en prisión. En Catar la homosexualidad está penada y puede comportar castigos como la entrada en prisión. Un día después, en la inauguración de la mayor fiesta del fútbol, se sentó al lado de Bin Salman.