MUNDIAL 2030

Mundial 2030 en España: por qué no ha habido votación, por qué se ha unido Marruecos... y por qué no está Ucrania

España acogerá la Copa del Mundo de 2030 en una decisión que ha pillado por sorpresa a propios y extraños.

España y Portugal, candidatas al Mundial 2030./AFP
España y Portugal, candidatas al Mundial 2030. AFP
Jonás Pérez
Marcos Durán

Jonás Pérez y Marcos Durán

España albergará si no hay sorpresa de última hora la Copa del Mundo de 2030, junto a Portugal, Marruecos. La FIFA ha emitido un comunicado en la que da por hecho la celebración del evento en suelo nacional, aunque falta aún un evento de confirmación con votación oficial en 2024. Es el segundo mundial en la historia de España tras el de 1982. 

hasta ahora la FIFA aún no había confirmado el cierre final de las candidaturas al Mundial 2030 ni tampoco la fecha exacta en la que se adjudicaría la candidatura.

De hecho, todo dependía de una votación con fecha sin confirmar para 2024, votación que solo tiene sentido cuando había más de una candidatura... algo que no se ha producido. Ahora todo se ha precipitado y, de repente, lo que falta por saber es qué estadios de fútbol de España serán sedes del Mundial.

¿Por qué se ha unido Marruecos y se cayó Ucrania en la candidatura?

La entrada de Marruecos en el proyecto de España y Portugal cayó de sorpresa, después de que los dos países llevaran meses organizando la candidatura. En primera instancia, pudo creerse que el país africano no era más que el simple sustituto de Ucrania.

El problema es que la llegada de Ucrania pendía de un hilo. La Federación confirmaba que su entrada en la candidatura se retrasaría un tiempo por dos motivos: la sanción al presidente de la federación ucraniana por corrupción y las dificultades a la hora de establecer la sede por la guerra contra Rusia. Pero Ucrania no excluía a Marruecos, que estará sí o sí junto a España y Portugal. Al final, de Ucrania nada de nada.

Entonces, ¿por qué se ha incorporado a Marruecos tiempo después? Su intención principal era presentarse como una candidatura única, tal y como hiciera para la edición de 2026, en la que perdió en la votación final contra Canadá, Estados Unidos y México. De este modo, por supuesto, tenía más posibilidades de convertirse en sede. El sistema de votación también influye.

¿Cómo es el sistema de votación?

Las 211 federaciones miembro asociadas a FIFA tienen derecho a voto a través de un sistema electrónico que posteriormente es público. Dicho de otra forma, hay un total de 211 votos y la candidatura que más obtiene se convierte en la nueva sede.

En función de las aspirantes, la votación puede contar con varias rondas. Se impondrá aquel que en una ronda obtenga un margen superior a los 50 votos antes el segundo clasificado. En caso de que en primera ronda ninguno logre tal ventaja, se eliminara al candidato con menos defensores y se procederá a una nueva votación. Así hasta que solo queden dos.

¿Qué normas impone FIFA?

Por supuesto, no pueden votar las 211 federaciones. Quedan excluidas las propias aspirantes, que se votarían a sí mismas. También aquellos países que puedan tener cualquier tipo de vínculo de dependencia con uno de los candidatos o conflictos.

FIFA puede vetar el voto de las federaciones que considere. De hecho, lo más probable es que Rusia no pueda ejercer su derecho a voto debido al conflicto bélico que mantiene con Ucrania.

Otra de las normativas a considerar es el proceso cíclico que marca FIFA. Una confederación no puede albergar un Mundial hasta que no pasen tres ciclos del anterior. Es decir, la confederación asiática no puede ser sede ni en 2026 ni en 2030, debido a que Catar ya ha acogido la Copa del Mundo en 2022. Aunque existen matices.

¿Es posible una candidatura de dos continentes?

Sí, y de hecho aquí ocurriría por primera vez, aunque de manera un poco híbrida o chapucera, al unirse Uruguay, Paraguay y Argentina a última hora, pero solo con un partido cada uno. El resto, al otro lado del charco, con 10 estadios para España, 4-5 para Marruecos y 3 para Portugal. Aunque no ha sucedido nunca, FIFA no marca en sus estatutos que esto sea un impedimento. De hecho, más que un inconveniente se ha convertido en el mejor arma para hacerse con la votación. Todo apuntaba a que habrá dos candidaturas así: La de España, Marruecos y Portugal y la de Arabia Saudí, Grecia y Egipto. 

Sí, Arabia Saudí, de la Confederación Asiática, pese a que Catar asumió la organización en 2022 y presuntamente esto estaba prohibido. ¿Entonces? Al combinarse el país asiático con un europeo (Grecia) y un africano (Egipto) ya no existe restricción normativa que se lo impida. Al final, la segunda se ha caído porque, muy probablemente, entre de lleno en la puja para organizar 2034, pero en este caso solo Arabia Saudí.

El primer plan de Arabia Saudí era presentarse individualmente, pero FIFA no lo permite. Su segunda idea era un plan junto a Italia y su tercera y parece que definitiva, con Egipto y Grecia. Cabe recalcar que, como la de España y el resto de candidaturas, no está presentada oficialmente por el organismo regulador del fútbol mundial, por lo que es susceptible de cambios de aquí a 2024.

¿Qué hay detrás de una votación?, ¿cuáles son los antecedentes?

Aquí está la clave de todo. Pese a que sean 211 votos individuales, lo más frecuente es que las confederaciones se alíen para ir de la mano hacia una votación común. Oficiosa, pero no oficial. Es decir, si UEFA apuesta por una candidatura, no todos sus miembros deben votar por ella, si bien lo más frecuente es que así sea.

Por tanto, la candidatura de Marruecos podía resultar a posteriori un arma estratégica letal para que España y Portugal ganaran la votación. ¿Por qué? Lo más probable es que cada confederación votara por la alternativa que incluyera a un país de sus fronteras. La entrada de Egipto junto a Arabia Saudí y Grecia suponía un problema para la Candidatura Ibérica, ya que existía la posibilidad de que todo África votara por Egipto y todo Asia quisiera que Arabia Saudí albergase la Copa del Mundo.

Lo dicho: no todo Asia tenía por qué votar esa opción, pero si la AFC apostaba por Egipto, Arabia Saudí y Grecia, la mayoría optará por esa candidatura (aunque puede haber alguna excepción, por supuesto). Así pues, que Marruecos entrara en la terna dejaba a África en jaque: ¿Egipto o Marruecos? Ante dos alternativas de garantías, ganaba fuerza la división relativamente ecuánime o la libertad absoluta a la hora de ejercer el voto. Por otro lado, lo más natural es que UEFA confíara en España y Portugal por delante del país heleno.

La historia explica estas premisas. Para la Copa del Mundo de 2026, hubo tendencias de voto en función de la confederación. CONMEBOL votó en masa a la candidatura norteamericana, a excepción de Brasil. Marruecos obtuvo el apoyo de las federaciones africanas. Las votaciones son públicas, por lo que las posibles consecuencias políticas condicionan la decisión de cada uno. España, por ejemplo, optó por votar en blanco, algo que también hicieron Eslovenia o Cuba.

Corre la voz de que la votación hubiera sido más igualada si no se hiciera pública tras el cierre, pero que el miedo a la represión diplomática estadounidense llevó a determinados países a decantar la balanza al lado de su candidatura, junto a Canadá y México.

FIFA suele marcarse como objetivo, y volverá a intentarlo en esta ocasión, el hermanamiento entre las candidaturas para evitar que se convierta en un bucle que vaya contra el correcto desarrollo de la votación. Es decir, el organismo busca impedir la charla de las confederaciones de 'yo te voto ahora a cambio de que tú me votes en la siguiente'.

Cabe recalcar que tiene poder de veto, aunque sea relativo. El Consejo de FIFA realiza una preselección de las candidaturas en función de aspectos comerciales e infraestructuras: estadios, instalaciones para la selecciones y árbitros, alojamiento, transporte y aeropuertos, informática y telecomunicaciones o lugares propuestos para acoger a los aficionados. A raíz de ese análisis, el organismo marca una puntuación que puede acabar con determinados aspirantes. No es una situación preocupante para la Candidatura Ibérica, que goza de instalaciones de élite y pasará el corte con total certeza.

Las fechas clave: ¿cuándo se votará y ratificará oficialmente?

Está previsto para el cuarto trimestre de 2024. Se ha retrasado del tercer al cuarto trimestre al aplazarse la puesta en marcha oficial del proceso de presentación de candidaturas.

¿Cuáles eran las candidaturas que amenazaban a España?

Pues al final solo se ha quedado la comentada, la de España, Marruecos y Portugal junto a la presencia testimonial de Uruguay, Paraguay y Argentina. No eran oficiales, pero estaban confirmadas dos alternativas a la Candidatura Ibérica (España, Portugal, Marruecos y ¿Ucrania?). La de Arabia Saudí, Egipto y Grecia, que se ha caído porque Arabia Saudí irá con todo en 2034; y la de Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile. También se han caído a cambio de organizar una inauguración por los 100 años del primer mundial, un partido en Uruguay, Argentina y Paraguay, y de paso clasificar a los tres países directamente para el evento. Fuera se ha quedado, eso sí, Chile, compuesta y sin novia.

Por otro lado, existe la posibilidad de una unión asiática con China, Japón y Corea implicadas, aunque choca contra el sistema cíclico de FIFA. China también ha hablado de presentarse para 2034.

Alternativas como la de Marruecos en solitario; Ecuador, Colombia y Perú; Bulgaria, Grecia, Rumanía y Serbia; o Inglaterra, Gales, Escocia, Irlanda del Norte e Irlanda estuvieron en su día sobre la mesa, si bien se han descartado por diferentes motivos.