Morad, el ídolo de barrio que rompe la barrera racial con el fútbol de fondo: "Aquí le adoran más que a Messi o Cristiano"
El cantante logró un acuerdo con Adidas para que patrocinara a La Florida CF.
Cuando a Txema le llamaron para decirle que todos los niños del club que preside, La Florida CF, vestirían de Adidas de forma gratuita, pensó que le estaban gastando una broma. Se equivocaba. Era la única condición que puso Morad para firmar un contrato con Adidas. "Aquí los niños le adoran más que a Messi o Cristiano", asegura Txema.
El club nació hace 35 años en un barrio de clase trabajadora del extrarradio de Barcelona, en Hospitalet de Llobregat. "Somos un club de barrio. Nuestro objetivo es ayudar a los niños y niñas que viven aquí", remarca Nico, coordinador de La Florida CF. Allí creció Morad, de raíces marroquíes, paradigma de que uno puede salir del barrio, pero el barrio nunca sale de él.
En su primera gira por España no ganó ni un euro. Se llevó a su grupo de amigos con él, casi una decena, y les pagó todo. Se pasa tardes enteras con los niños del barrio y les lleva a sus conciertos. "Es un chico al que dentro del barrio le queremos mucho. Ayuda a los niños, al club…", explica Txema. El cantante tiene a familiares jugando en La Florida. Hace poco pagó la cuota anual de 15 chicos cuyas familias no podían permitirse el gasto. El club luce MDLR, mec de la rue, chico de la calle traducido del francés. Es habitual que los jugadores celebren goles y victorias haciendo el símbolo de la L, el de Morad.
Pero no todos los vecinos sienten la misma devoción. A finales de octubre de este año, una jueza que le investigaba por desórdenes públicos le prohibió "entrar y permanecer" en su barrio. Morad fue detenido mientras grababa un videoclip en La Florida. El cantante discutió con la policía y, presuntamente, pagó a un grupo de jóvenes para que quemaran contenedores. Morad tachó la prohibición de "abuso". "Mis niños son mi inspiración, mi barrio lo es todo. No se tendría que haber llegado a este punto", se defendió en Instagram.
En esa misma publicación se amparaba en el acuerdo con Adidas para demostrar su relación con el barrio. Nico, el coordinador, revela cómo surgió.
"Ha conectado con mucha gente porque le ven como a un igual, hace cuatro años estaba en la misma situación que ellos. A otros los ven en la televisión, a él lo ven en la plaza del barrio", cuenta Nando Cruz, periodista musical. Defiende que existe un techo de cristal para la gente racializada en el sector cultural, que el relato de los medios de comunicación y el real están alejados.
El techo de cristal en el mundo de la cultura
"En España hay porcentajes de migración muy altos, cerca del 30%. El nivel de diversidad cultural de la calle no se refleja en los medios. Está la realidad de los medios y el relato de la calle. Con fenómenos como Youtube, la narrativa de los medios se rompe. Porque no se puede silenciar la existencia de un personaje como Morad. Aunque no le entreviste nadie, aunque no salga en la tele", explica Cruz.
"En el fútbol se ha roto la barrera para la gente racializada; en la música, no. Morad es la excepción que confirma la regla. En Francia, las listas de éxito están llenas de músicos originarios de Mali, del Congo en Bélgica, de Túnez o Egipto en Italia… En España, los casos son contados. Hay un determinado grupo de artistas que, por su procedencia, no tienen la misma facilidad de acceso a premios musicales o exposición mediática. Eso te convierte culturalmente en un país racista", continúa el periodista.
El hip hop o el rock and roll como ejemplos
Las músicas populares nacieron en ambientes marginales, la comenzó a componer gente de ambientes oprimidos. "Esto ya sucedió con el blues, con el rock and roll, la salsa puertorriqueña hecha en Nueva York, el hip hop…", añade Nando Cruz. Desde La Florida, Morad se inventó un altavoz para hacer sonar sus temas. Su barrio fue y sigue siendo el epicentro de su vida. "Cada día viene gente por él. Quieren jugar a fútbol, pero vestir la camiseta de Morad atrae a mucha gente", cuentan desde el club.
En La Florida vive un gran número de marroquíes. Es normal ver en los entrenamientos camisetas del PSG con el nombre de Achraf, íntimo amigo de Morad, a la espalda. El lateral le apoyó cuando la jueza dictaminó la causa contra él, así como otros futbolistas como Yeremy Pino o artistas como Quevedo o Trueno.
El Marruecos-España del próximo martes dividirá el barrio. "Hay rivalidad sana, se palpa. La gente está muy ilusionada. El otro día jugó Marruecos al mediodía y faltó gente a los entrenos", cuenta Nico, el coordinador. Desde La Florida y con el micrófono empuñado, seguirá tendiendo puentes donde algunos quieren construir muros.