Francia rompe la maldición del campeón

Francia es la primera selección que ha sellado su pasaporte para los octavos de final del Mundial. Aún no como primera de grupo, aunque está en buena disposición de hacerlo (con un punto ante Túnez, colista, en la última jornada es suficiente). A falta de definir su posición, los de Deschamps ya han roto la maldición del vigente campeón de la Copa del Mundo: los tres últimos no consiguieron superar la fase de grupos en el intento de revalidar el título.

Ni Italia en Sudáfrica 2010, ni España en Brasil 2014, ni Alemania en Rusia 2018. Todas ellas se clasificaron para la fase final y ninguna de ellas logró avanzar a los octavos de final. La Azzurra acabó última en 2010 en un grupo con Paraguay (se midió a España en cuartos), Eslovaquia y Nueva Zelanda. Cuatro años más tarde, en 2014, la Selección quedó apeada a las primeras de cambio en un grupo con Países Bajos, Chile y Australia. De hecho, el conjunto de Vicente del Bosque ni siquiera llegó con opciones a la última jornada. Alemania en 2018, por su parte, lo tenía todo de cara en la última fecha, donde se medía a una eliminada Corea del Sur, pero, incluso, perdió y tampoco pudo llegar a octavos en el intento de defensa del título.

Una maldición que, incluso, alcanzó a Francia en 2002. Campeona en 1998 en el Mundial en el que actuó en condición de anfitriona, la selección gala se la pegó en 2002 en Corea y Japón, donde acabó como colista de un grupo en el que, precisamente, también estaba Dinamarca, como ahora en Catar. Senegal y Uruguay completaban el grupo de la selección francesa, que apenas fue capaz de sumar un empate ante los uruguayos (0-0).

De hecho, Francia es el primer combinado europeo que pasa la fase de grupos del Mundial la siguiente edición de ganarlo desde Alemania en 1994. Entonces, la selección alemana fue primera en su grupo, por delante de España, y fue eliminada en cuartos de final contra Bulgaria.