Argentina o muerte: Messi se juega el ser o no ser en el Mundial
El astro argentino se jugará ante la Polonia de Lewandowski la continuidad en Catar. Su paso adelante ante México otorga confianza a la albiceleste.

La sonrisa de Leo Messi es la alegría de Argentina. Todo un país respiró aliviado cuando el '10' agarró la pelota y lanzó ese zurdazo que superó a Ochoa. El paso adelante de la estrella argentina devolvió cierta calma a la albiceleste, pero hasta hoy. El traspié inicial ante Arabia Saudí apura de nuevo al combinado argentino, que se medirá a la Polonia de Robert Lewandowski en su ser o no ser en el Mundial. "Ya venía diciendo que hasta el último partido habría algo en juego. Sabíamos que podía pasar esto, pero llegamos con una inyección anímica tras ganar a México", dijo Lionel Scaloni, un técnico que transmite tranquilidad a un entorno siempre complicado.
Argentina lo tiene claro. Con una victoria ante la selección polaca evitaría hacer cuentas para estar en los octavos de final e incluso podría finalizar como primera de grupo. Con la igualada, las miradas se irían al Arabia Saudí-México. Pero nadie quiere coger la calculadora. "Siempre el partido más importante es el que tenemos por jugar. Si pasamos, lo será el siguiente", indicó Scaloni, que ha trabajado con un buen ambiente en estos días previos al duelo ante Polonia.
Sensaciones positivas también se han vivido en la concentración polaca. El triunfo ante Arabia Saudí dejó a los de Michniewicz en una buena situación para alcanzar los octavos de final. Un triunfo o un empate meterían a Polonia en la siguiente fase, en lo que ya sería un éxito con respecto a torneos anteriores. La solidez defensiva, con un Szczesny inspiradísimo en la portería, y la pegada de Lewandowski son las armas de este conjunto polaco que tampoco quiere obsesionarse con Messi. "El mundo entero se pregunta desde hace 18 años cómo detenerlo. Y en ese tiempo marcó alrededor de 800 goles y dio 300 asistencias, por lo que probablemente no sepamos la respuesta hasta que se juegue", indicó el seleccionador polaco, que no sólo se preocupa de los aspectos defensivos antes del partido ante Argentina.
La prueba con dos delanteros de referencia, con Milik acompañando a Lewandowski, permitió a Polonia mejorar su propuesta futbolística. A ese colectivo implicado en las tareas defensivas se unieron opciones de enlazar por dentro, a la hora de salir con la pelota, o de buscar balones en largo hacia dos puntas habituados a ese tipo de fútbol. "Debemos jugar un tercer tiempo ante Argentina", dijo Michniewicz, que quiere darle continuidad a ese buen partido de su equipo ante Arabia Saudí.
Tampoco quiso Scaloni desvelar sus cartas antes de tiempo, aunque sí descartó que pensara iniciar el encuentro con una defensa de cinco. "Empezaremos de la manera que venimos jugando y después en el transcurso del partido veremos qué decisión tenemos que tomar", comentó el técnico, que realizó cinco cambios entre el primer y el segundo partido. Las buenas actuaciones de Enzo Fernández, que ha entrado de revulsivo en los dos partidos, le otorgan opciones de entrar en el once, aunque el técnico valora positivamente el equilibrio defensivo que otorga Guido Rodríguez. "Depende de lo que queramos hacer o de lo que pensemos que va a hacer Polonia. Guido nos permite no jugar con una línea de cinco y parecerlo", añadió Scaloni.
Con esa duda en la medular, Argentina sí llega al partido con confianza. "Sabemos el camino a seguir", dijo el seleccionador. Ese trayecto se pone en manos de Messi. Como Polonia apunta a Lewandowski. Dos estrellas de este Mundial frente a frente por un sitio en los octavos de final. "Es un privilegio y un placer poder verlo de cerca como cualquier hincha del fútbol. Hay que disfrutarlo, tan bueno que es", dijo Scaloni sobre el polaco, esa amenaza para el ser o no ser de la albiceleste en Catar. El sueño de Messi tiene hoy otro capítulo decisivo.