La denuncia de Tamara a Rubiales en 2016: "No le hagáis caso a esta preñada, las neuronas se le han ido"
La actual gerente de Futbolistas ON se marchó de AFE tras demandarle, aunque acabó llegando a un acuerdo por lo que el presidente de la RFEF no fue a juicio.

Tamara Ramos, quien esta mañana en Telecinco ha reconocido "haber sufrido humillaciones" por parte de Luis Rubiales hace siete años cuando coincidieron en AFE, es actualmente gerente de Futbolistas ON, uno de los sindicatos de fútbol en España que, según su propia biografía, nació en 2018 con un objetivo: "Poder empezar a representar a los profesionales del fútbol español, defender sus derechos, con una información cercana y detallada, y potenciar una negociación colectiva ajustada a sus necesidades actuales y no anclada en el pasado".
Su nueva andadura comenzó tras cinco años en AFE, la Asociación de Futbolistas Españoles presidida por entonces Luis Rubiales , que estuvo al frente desde 2010 hasta 2018, cuando se convierte en presidente de la RFEF. Desde 2012 Tamara Ramos formó parte de la plantilla de empleados como Directora de Marketing y Comercial hasta su salida en 2017, provocada por la situación insostenible que vivía con Luis Rubiales, su jefe inmediato.
Ramos denunció el 30 de junio de 2016 a la entidad para resolver su contrato tras plantear su salida al presidente y encontrar inconvenientes. Una vez presentada la demanda, al alegar los motivos por los que pedía salir del sindicato, el juzgado le reclamó que, en ese caso, tendría que ampliar su denuncia también al presidente, Luis Rubiales. Así fue. Tamara denunció al entonces presidente de AFE y ahora de la RFEF por vulneración de derechos fundamentales.
Las pruebas presentadas entonces por Ramos que recogen los seis folios de la denuncia contenían comentarios recibidos por Luis Rubiales en diferentes ocasiones durante los cuatro años en los que coincidieron en AFE. Frases como "cállate la puta boca", "No le hagáis caso a esta preñada. Las neuronas se le han ido" o "aquí se hace lo que me sale a mí de la punta de la polla", algunas de ellas en presencia de muchas personas más. Ramos alegó también en su demanda comportamientos del presidente "contrarios a la dignidad, con puñetazos en la mesa y patadas a las puertas", así como exigirle tareas impropias de su puesto de trabajo, como "buscarle piso para él en arrendamiento y realizar compras personales".
Un duro embarazo
En 2014, durante su último mes de embarazo, tras planificar, preparar y contratar todo lo referente a la Asamblea de AFE celebrada en Barcelona, Rubiales obligó a Tamara, siempre según la denuncia, a "acudir con un grupo de asociados y patrocinadores a un local de ocio" a la una de la madrugada. Al llegar, Luis Rubiales le dijo - según el documento al que ha tenido acceso Relevo- que se tenía que "ausentar, ordenándole que atendiera al grupo y les llevara en su coche al hotel de regreso". Al día siguiente la ginecóloga le dio la baja médica y un mes después nació su hija Alba.
Una niña de la que, precisamente, Rubiales es padrino. La razón para escogerle fue su amistad con Juanjo Martínez, expareja de Tamara, que ahora dirige Futbolistas ON. Según ha podido saber Relevo fue el propio Juanjo, actualmente amigo de Luis Rubiales tras dejar de serlo durante un tiempo, quien nombró a Luis como tal sin el consentimiento de Ramos, madre de la niña.
Poco antes, en octubre de 2013, siempre según la demanda presentada, cuando Ramos quedó embarazada se lo comunicó informalmente a Luis Rubiales como jefe inmediato, pero con el ruego de que guardara sigilo. Al día siguiente, el presidente convocó en la zona común a todos los empleados de AFE, con el único objeto de comunicarles que la trabajadora estaba embarazada, acompañándolo de comentarios inapropiados.
Durante aquella baja de maternidad, Ramos también alegó que Luis Rubiales le asignó una campaña con la compañía de seguros AXA, que le obligaba a asistir a reuniones y a trabajar en su casa durante muchas horas. A la vuelta de su permiso retribuido por el nacimiento de su primera hija, Rubiales le asignó nuevas tareas que generaron en Ramos una gran carga de trabajo. Al plantearle la situación, Rubiales reaccionó de forma "virulenta" y le dijo en una posterior reunión en la que Ramos no se sentó a su lado: "Coge la puta puerta y sal de aquí ahora mismo". Le ordenó que se fuera a trabajar desde su propia casa, desde donde realizó sus funciones durante 10 días. En esa misma jornada, Rubiales se presentó en su casa de forma inesperada a las once de la noche para decirle que "se las va a pagar".
Ya en 2016, mientras gestaba su segundo hijo, siempre según la demanda, Ramos se enteró por una publicación deportiva que AFE había contratado a un nuevo director de marketing. Tras volver de su baja por maternidad, la situación se convirtió en insostenible, lo que le generó un cuadro de ansiedad provocado por el ambiente laboral descrito y lo que le llevó a pedir su baja definitiva de la entidad. Finalmente, presentó la demanda mencionada que tuvo como resultado un acuerdo de conciliación, en sala y con la jueza, con los abogados de AFE, quienes representaban a Luis Rubiales, para evitar que se celebrara el juicio y hubiera una posible condena.
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