LEVANTE UD

José Luis Morales, el hombre récord del Levante al que aún le resuena su salida del club: "Aquellas palabras me van a perseguir siempre"

El 'Comandante' acaba de alcanzar los 325 partidos con el club granota, aspira a nuevos registros y a otro ascenso, sin olvidar la tormenta que supuso su marcha al Villarreal, algo que muchos aún no le perdonan.

José Luis Morales, en la ciudad deportiva del Levante. /Las Provincias
José Luis Morales, en la ciudad deportiva del Levante. Las Provincias
Cristina Bea

Cristina Bea

José Luis Morales (Getafe, 1987) atraviesa un gran momento, en lo personal y en lo profesional. "El momento del Morales más feliz", verbaliza el futbolista madrileño en la ciudad deportiva de Buñol después de un entrenamiento del Levante, "el club que me lo ha dado todo". Tras su quinto gol de la temporada, el pasado domingo ante el Burgos, se llevó el balón debajo de la camiseta. Junto a Ruth García, exjugadora del Levante U.D. Femenino, del F.C. Barcelona Femenino y de la Selección española, va a ser padre de "un 'mini Comandantito'", dice pletórico.

En lo profesional, a sus 37 años repite palabras como madurez, experiencias y relativizar. Su salida del Levante en el verano de 2022, después de haber reconocido en muchas ocasiones que "en ningún momento pasa por mi cabeza abandonar el club en una situación de descenso", aún resuena en su cabeza. "Aquellas palabras me van a perseguir siempre. Creo que el gran enfado de toda la gente levantinista que no está conforme es por esas palabras, pero una cosa es lo que uno sienta y otra es la realidad y las circunstancias", reconoce y detalla: "Morales no encajaba por FairPlay y tuvo que tomar otra decisión para salir del Levante, y mucha gente dice que yo me fui porque quería, que yo me fui por equis o por tal, pero la realidad es que había unas circunstancias en el Levante que hacían muy difícil que yo pudiera estar", da entre otras amplias explicaciones.

Este verano regresó "a casa" después de dos campañas "también felices" en el Villarreal y, aunque no han cesado los silbidos y el futbolista es consciente de que "hay gente que nunca me va a perdonar", ha dejado atrás el calvario que vivió con las redes sociales. Hace dos años eliminó la aplicación de Twitter del teléfono. Asegura que rozó la obsesión: "Mi día a día era despertarme para mirar si habían puesto algo de mi familia'. Ahora, su pensamiento recurrente es otro: "El ascenso está en mi cabeza desde hace mucho tiempo. Por eso, cada día vengo aquí y, aparte de disfrutarlo, soy el primero en ponerme el mono de trabajo y correr ahí fuera como si tuviera 19 años".

¿Cómo estás? Te pregunto primero por la última noticia en torno a ti, que descubrimos con tu último gol y esa dedicatoria especial. Vas a ser papá. Enhorabuena.

Muchas gracias. La verdad que muy feliz por esta nueva etapa, viviéndola increíblemente bien, con mucha felicidad, con mucha ilusión y deseando verle la carita al pequeñín. Ya tenemos un mini Comandantito, ¿no? (Se ríe). Sí, es un nene. Va a ser muy querido, es muy deseado y creo que nos va a traer muchas alegrías.

Qué bonito que la dedicatoria fuera en el Ciutat.

Sí. Llevábamos planeándolo ya tiempo. Se me ha hecho un poquito más largo, porque en Copa el resultado no era muy favorable, pero queríamos que fuese especial, que fuese en el Ciutat, y teníamos una oportunidad con Málaga y con Burgos de poder hacer gol. Con el Málaga estuvimos cerca, el otro día contra el Burgos pudimos hacerlo y la mayoría de la gente del club se enteró en ese momento.

¿En qué momento de tu vida y de tu carrera llega este bebé?

Pues en el momento del Morales más feliz, yo creo, porque estoy en casa, estoy con mi gente, estoy en el club que me lo ha dado todo, mi familia… Estoy en un momento muy, muy, muy, muy ilusionante de mi vida, donde lo estoy disfrutando al máximo. Cuando uno va cumpliendo años va disfrutando del día a día, de todo lo que va consiguiendo y del fútbol, porque cada vez está el final más cerca, y todos los consejos que me dan jugadores o personas de mi entorno que han dejado ya el fútbol es ése: el de disfrutar el día a día, el darlo todo por seguir jugando y ser feliz, sobre todo.

Te pregunto por la madre de la criatura, porque vosotros sois muy discretos y seguro que mucha gente no lo sabe, pero tu mujer es Ruth, Ruth García, una de las grandes futbolistas de este país, ya retirada. ¿Cómo es compartir tu vida con una leyenda del Levante y con un gran paso por el Barça y por la selección española también?

Muy fácil, la verdad que muy fácil. Nos compenetramos bastante bien, nos conocemos de muchísimos años, desde que yo llegué al filial y la verdad que ha ido todo muy bien, todo muy rápido, porque ya nos conocíamos, sólo quedaba la convivencia y es lo más difícil, pero es muy fácil, lo hace muy fácil. Tampoco es que nos veamos mucho (se ríe), porque entre su trabajo y el mío, como quiere abarcar tanto y quiere ayudar tanto, pues será eso la guinda del que nos llevemos tan bien. Estoy feliz, he encontrado a la mujer de mi vida. Disfrutarlo al máximo y ahora, cuidándola todo lo que lo que se merece para que todo vaya bien.

Mini Comandandito va a crecer entre fútbol 24/7.

(Sonríe). Sí, tenemos ahí un poco de incertidumbre, porque todo el mundo nos pregunta: '¿Y si no le gusta el fútbol?' Y digo: 'Bueno, será difícil, porque desde ya, que seguro que nos está escuchando desde ahí dentro, es fútbol, fútbol, fútbol, los nervios de la mamá en los partidos de las chicas, de los nuestros'… Al final, que pueda estar ligado al mundo del deporte, ya sea fútbol, baloncesto, cualquier otro deporte que le guste será bueno para él, porque aprenderá unos valores que en otros aspectos de la vida no va a tener como los que puede adquirir en el deporte. Y le educaremos o intentaremos educarle en un mundo sano como en el deporte y que lo disfrute, sobre todo.

Tú también eras ya una leyenda en el Levante, con numerosos récords, pero has acrecentado ese hito al convertirte en el jugador con más partidos en categoría profesional, 325 encuentros. ¿Qué te hace sentir este récord?

Poder conseguirlo con el club que me lo ha dado todo para mí es un orgullo tremendo, personal y profesional, porque cuando llegué en 2011 jamás se me pasaba por la cabeza que podía conseguir todo lo que he conseguido. Y disfrutándolo con mis amigos, con mi familia, con mis padres, con el pequeñín ahí dentro, con mi mujer. Es verdad que es difícil disfrutarlo, porque el partido fue el día de Copa, que el resultado no fue el que queríamos, pero bueno, los números están ahí. Soy ambicioso, tengo otro muy cerca, que es el de máximo goleador, tengo ahí a Róger ya a tiro de uno, y seguir disfrutando. Al final, todo lo que se consigue es en el día a día, que se está trabajando bien y que he estado trabajando bien. También influye un poquito la suerte de no haber tenido lesiones de larga duración, de haberme cuidado bien y, sobre todo, haciendo caso a los profesionales para descansar, para estar preparados y todo unido hace que se puedan jugar todos estos partidos.

"Soy ambicioso. Tengo otro récord muy cerca, que es el de máximo goleador. Tengo a Róger ya a tiro de uno"

José Luis Morales Jugador del Levante U.D.

Dices que no has tenido lesiones de larga duración. Es que lo tuyo con el físico también es de récord. Te lesionas hace unos días contra el Racing de Ferrol, se habla de 3-4 semanas, de que si se complicaba tenías que pasar por el quirófano, y a los cinco días estabas jugando otra vez. ¿Nos explicas esta recuperación, por favor? O el diagnóstico o qué ha pasado para este «milagro».

Morales sobre su última lesiónRelevo

(Sonríe orgulloso). Bueno, el diagnóstico es el que es, es una rotura del ligamento del tobillo, pero se da la circunstancia de que yo el ligamento de los tobillos ya los tengo rotos (se ríe). Entonces, el día del Racing de Ferrol sufro una torcedura muy fuerte en la que, pese a que el ligamento está roto, puede haber afectado igual al hueso del tobillo o cualquier otro ligamento de la otra parte del pie, pero en la resonancia sale eso, que es una lesión, por decirlo, crónica, y que la recuperación va en base al dolor que yo pueda sentir, soportar o que desaparezca. Y la recuperación fue ésa, que el dolor dejó de estar a los tres días. No sé si es suerte o desgracia que los tobillos los tenga ya de tanto que han sufrido (hace el gesto de doblar una zapatilla), porque creo que mis lesiones más graves han sido ésas, esguinces de tobillo.

Tienes los ligamentos rotos y juegas así…

(Sonríe). Sí, sí. Los ligamentos en la resonancia salen rotos, de hecho, también salen fragmentos de esos esguinces de alguna calcificación. Yo los tobillos los llevo vendados por protección y para que este tipo de accidentes laborales sean lo menos grave posibles. Llevo jugando así creo que son diez años. Mientras que haya una torcedura y queden tres días, vamos bien. (Se ríe).

¿Cómo de común es jugar con los ligamentos rotos? ¿No habéis querido operar nunca? ¿No hizo falta?

Digamos que el ligamento al no estar ya unido no da guerra, ha cicatrizado de la manera que ha cicatrizado. Igual si me opero se pueden juntar, pero como no hay molestia, no hay ningún impedimento ni para andar ni para correr. Igual dentro de 10-15 años el tobillo no me dé más de sí y haya que hacer algo, pero de momento, mientras me permita jugar y ayudar al equipo, adelante. No tengo ni idea si es común o no, pero yo también he sido muy cabezón, y el querer jugar y el querer estar cuanto antes disponible para ayudar al equipo… He jugado infiltrado, con el esguince recién hecho.l fútbol.

"Llevo diez años jugando con los ligamentos de los tobillos rotos. Mientras que haya una torcedura y queden tres días para el partido, vamos bien"

Y a pesar de esa cabezonería y esa entrega, aunque hay otros muchos matices en los que ahora entraremos, hay gente que sigue sin perdonarte.

Respetable también que haya gente que siga sin perdonarme o que siga sin entender mi marcha y mi vuelta. Yo soy una persona que respeta mucho la opinión de los demás, no soy quién para juzgar a nadie, ni por lo que hace ni por lo que no hace. Ojalá algún día pueda entenderlo toda la gente, pero creo que va a ser difícil. Al final yo me quedo con lo bueno: que hay gente que me apoya, gente que me quiere y es mucha más gente que la que no está conforme o la que silba, pero no me centro en lo que pueda ser exterior a lo que es el vestuario y a mi trabajo. Me centro más en estar bien, en ayudar al equipo, en trabajar, en hacer goles, dar asistencias y ya está. Al final, esa gente que silba también lo disfruta.

Lo respetas pero, ¿cuánto te afecta? ¿Cuánto te duele?

A todos nos duele, porque no es de recibo ni de buen gusto que te silben, pero es que forma parte de este mundo. En el momento que decidí que quería volver, mi cabeza ya estaba funcionando para asimilar todo lo que podía pasar. Sabía que eso iba a estar ahí. Hay que tener la cabeza muy fuerte, hay que estar centrado en lo que estás haciendo y, al final, quien te pone, quien no te pone a jugar es el míster, el cuerpo técnico, de los compañeros tienes el apoyo de todos, igual que ellos tienen el mío, y es en donde nos refugiamos, en nuestra gente, en el vestuario, mi familia, mis amigos.

Todo eso hace que en mi cabeza esté siempre lo positivo y eso hace de mí que sea una persona positiva, y me centro en eso. Evidentemente, cuando te silban, cuando en las redes sociales hay un mensaje negativo, sobre todo, hacia mi familia, me afecta mucho más que si ese mensaje viene directamente hacia mí. Soy consciente desde hace muchos años de que estoy expuesto a críticas, que estoy expuesto a todo tipo de opiniones, incluso en mis momentos mejores ha habido gente a la que no le parecía bien lo que estaba haciendo y he sido silbado igualmente. Entonces, respeto muchísimo a la gente y al aficionado que viene a vernos y lo único que deseo es que disfruten con el equipo.

¿Qué es lo peor que has leído o escuchado en este tiempo? Porque tú, además, jugabas en el Villarreal pero seguías viviendo en Valencia. Te habrás cruzado y habrás seguido coincidiendo con muchos aficionados del Levante, además de las redes.

Sí. Intentas no entrar mucho en el juego. Es que si entras a discutir con alguien que te dice algo por la calle, igual es peor. Es que está peor visto que un jugador verbalmente pueda agredir a una persona que le agrede, entonces, hay como un cierto temor a poder decirle algo a algún aficionado, porque, al final, lo único que se centra este mundo es en el jugador. Mi sensación desde que yo he sido pequeño, y según he ido siendo mayor y la experiencia que he ido teniendo, es que en un campo de fútbol hacia el jugador está permitido todo: le puedes insultar, le puedes agredir, le puedes decir lo que quieras, no puede tener un mal día.

Y como todo va enfocado también al tema económico, porque se gana más que en otro trabajo, parece como que siempre tienes que estar bien. Y somos personas y, psicológicamente, también necesitamos ayuda, porque afrontar todo eso que te puedan decir no lo aguanta cualquiera. Y es lógico que si gente con trabajos normales o que ha sufrido cualquier tipo de experiencia negativa, busca ayuda, pues nosotros que estamos cada fin de semana o incluso cada 3-4 días expuestos a una gran masa social, tanto en casa como fuera, hay que aprender a asimilarlo, a gestionarlo y a tener muy bien la cabeza para que en un arrebato no puedas tener una mala contestación y que encima el señalado seas tú.

"Me he apoyado en mi gente, que me ha llegado a decir: 'No podemos entender cómo lo aguantas todo, porque te están diciendo de todo: que te rompas una rodilla, que te coja una enfermedad…"

¿Tú la has tenido? ¿Has buscado esa ayuda psicológica?

No. Por suerte, he tenido la cabeza siempre centrada en lo que tenía que hacer, en lo que había que hacer y con la conciencia muy tranquila se vive tranquilísimo. Me he apoyado en mi gente, eso no te lo voy a negar: en mis amigos, en mi familia, en mi mujer, incluso me han llegado a decir: 'No podemos entender cómo lo aguantas todo, porque te están diciendo de todo: que te rompas una rodilla, que te coja una enfermedad y no tal…' Al final, yo digo: '¿Me voy a centrar en ese comentario que viene de una red social que ya ni siquiera utilizo, porque me la he quitado, de alguien que está detrás de una pantalla que no se atreve a dar la cara?' No le voy a dar esa importancia que él quiere tener o que cree que puede tener detrás de una pantalla sin su nombre. He sufrido más por la gente que ha sufrido por los comentarios hacia mí que por esos simples comentarios hacia mí. Sé que lo que me digan a mí es parte del juego.

¿Te quitaste Twitter, X, a raíz de esto?

Morales sobre su relación con las redes sociales.Relevo

Sí, llevo ya dos años que no lo utilizo, que, de hecho, no lo tengo ni descargado en el teléfono. Borré la aplicación porque mi día a día era despertarme para mirar si habían puesto algo de mi familia, que era lo que más me podía afectar, y cuando eso ya se empieza a convertir en una obsesión lo mejor que he podido hacer es arrancarlo de mi teléfono, de mi mente y no mirar más. Al final, cuando se le da demasiada importancia a algo que es negativo, a ti te afecta. Mis dos años en Villarreal, si yo hubiera estado pendiente de lo que dicen o lo que no dicen, seguramente hubieran sido mucho peores.

Sé que a nivel futbolístico, a nivel profesional, me ha dado experiencia que no había vivido: jugar en Europa, seguir haciendo goles, jugando más, jugando menos. Han sido dos años en los que he hecho 25 goles en dos temporadas y eso dice que me he centrado en lo que tengo que hacer, en lo que me gusta y con lo que disfruto, que es jugando al fútbol y ayudando a los clubes en los que he estado. Y ahora me toca estar en el Levante y en ello estoy, trabajando como el que más, con la misma ilusión que el primer día que pisé el vestuario del primer equipo y con las ganas de hacer feliz a nuestros aficionados.

Cuando te marchaste, después de haber dicho que seguirías en el Levante, explicaste que querías jugar en Europa, querías vivir otras experiencias. ¿Te ha compensado o si echas la vista atrás te arrepientes y dices: 'No me tendría que haber ido', 'no tendría que haber dicho'…?

Uno cuando está en un lugar o en un oficio lo que quiere es aspirar a lo máximo y poder jugar competiciones que no ha jugado, e incluso ver dónde está su techo y hasta dónde puede llegar. Y cuando a uno se le presenta una oportunidad que es irrechazable y se juntan otros factores que seguramente hacen que tú tengas que cambiar de opinión, aunque fue una decisión muy complicada y muy dura porque lo pasé muy mal…

"Había unas circunstancias y había una realidad en la que, probablemente, Morales no encajaba por FairPlay y tuvo que tomar otra decisión para salir del Levante"

Y, bueno, pues ya te lo cuento: hay palabras que yo dije que están ahí. Es alucinante que para ciertas cosas en el fútbol no haya pasado y para otras sí. Yo sé que esas palabras me van a perseguir siempre. De hecho, creo que el gran enfado de toda la gente levantinista que no está conforme es por esas palabras, pero una cosa es lo que uno sienta en cada momento y otra es la realidad y las circunstancias. Entonces, había unas circunstancias y había una realidad en la que, probablemente, Morales no encajaba por FairPlay y tuvo que tomar otra decisión para salir del Levante, y mucha gente dice que yo me fui porque quería, que yo me fui por equis o por tal, pero la realidad es que había unas circunstancias en el Levante que hacían muy difícil que yo pudiera estar, y que tenía que pasar tiempo para ver si mi continuidad en el Levante pudiera hacerse posible. Y, ante ese tiempo, se decidió cambiar de aires y mucha gente tampoco lo entiende, pero es otra manera de ayudar al club que me lo dio todo sin ahogarle.

Explícame un poco más sobre estos factores y circunstancias, por favor. Porque le contaste a Carlos Ayats, a 'Sin Tregua Radio', hace unas semanas, que no te sentiste querido, que el club no te prestó la atención que merecías. ¿Qué atención necesitabas en ese momento? ¿Qué fue lo que no te dieron a tiempo? Y también comentaste que desde el club te habían dicho a la cara que era mejor que Morales saliera del Levante. ¿Qué pasó?

El club tenía unas prioridades, había un FairPlay que había que cumplir, había compañeros con contratos muy altos que tenían que continuar en el club y Morales estaba sin contrato. Entonces, el club decide darle continuidad a esas prioridades y apartar otras cuestiones y dejarles tiempo. ¿Qué pasa? Que el tiempo en el fútbol es relativo, porque es verdad que yo tengo que ir al club para ya comunicar mi marcha, porque no se llegó a ningún tipo de acuerdo ni de negociación y entonces yo ya fui al club porque ya había pasado un tiempo.

Además, que mi contrato se acaba cuando se desciende contra el Real Madrid: hay dos jornadas más de Liga, más no sé si una semana o diez días que suman casi un mes para poder abordar este asunto. No se llegó a ningún tipo de acuerdo por todo este tiempo y el tiempo apremia en este mundo. Al final, uno no puede estar siempre esperando. Es una pena, porque mucha gente no sabe todo lo que ha pasado antes. A mí, años anteriores en el club, y lo digo abiertamente y no pasa nada, Morales sigue en el Levante porque Morales quiere estar en el Levante, y hay ciertos momentos en los que a Morales le dicen a la cara que si sale algo mejor que el Levante que lo tenga en cuenta y que pueda valorarlo, y Morales sigue en el Levante. Entonces, como sólo importa para ciertas cosas el pasado, sólo importa lo negativo… En este caso, lo positivo, que es que Morales quiera seguir, que Morales siga pese a que le digan que valore otras opciones, yo creo que nunca se lo han llegado a creer.

Al final, llegó y fructificó la opción del Villarreal. Pasas de un equipo descendido a Segunda a otro que venía de jugar unas semifinales de Champions, en el que en octubre Emery se marcha sorpresivamente del equipo… También fue entretenida tu llegada allí.

Sí. La verdad que la adaptación fue buenísima. Además, venían de hacer un año brutal (resopla) en Champions con esas semifinales. Pensaba que iba a ser muy complicado encajar en el vestuario, porque son un vestuario de gente muy contrastada, con muchos partidos europeos, pero desde el primer momento me encontré con un vestuario muy unido, muy humano, muy con los pies en el suelo pese a todo lo que habían conseguido, y es verdad que todo fue muy convulso.

De hecho, el preparador físico era Moi, que estuvo aquí en el año después de ascender con Muñiz, y medio en broma me dijo: 'A ver si este año estamos un poquito más de tiempo juntos', (se ríe) y a los dos meses llega una oferta que ni club ni Emery pueden rechazar, porque estas cosas pasan en el fútbol, y viene Quique Setién y se hace un buen final de temporada, el equipo acaba quinto, se mete en Europa League. Es verdad que en Conference, pese a que el inicio de temporada se decía que el Villarreal era por puntos el mejor equipo de la competición, en el partido de vuelta de octavos de final nos sale un partido bueno pero que, cosas del fútbol, acabas por no materializar las ocasiones que tuvimos y en una contra ellos nos hacen el 0-1 casi al final y te dejan fuera… Se acaba esa temporada, se empieza la siguiente, Europa League, otra experiencia muy buena también, y luego con la llegada de Marcelino todo fue muy rápido también: llegué, marqué creo que fueron 6-7 goles en muy pocos partidos… Ha sido como una noria mi etapa en Villarreal, con subidas, bajadas. Estar en un sitio o en otro te ayuda a madurar y a esa experiencia, intentar trasladársela a los demás.

Has hecho un Morales, has cogido la banda y me has contado del tirón toda tu etapa en el Villarreal (se ríe), pero déjame que incida en varios momentos. Quique Setién. Me quiero parar en la llegada del técnico cántabro, que anda en juicios con el club y sobre el que giran varias polémicas sobre su forma de trabajar, que no entrenabais como debíais, que no se sabía los nombres de algunos jugadores del equipo… ¿Qué pasó? ¿Cómo lo viviste tú?

Bueno, cada uno tiene su punto de vista. Hay jugadores que a lo mejor piensan que ese método de entrenar es peor o mejor. Cada entrenador tiene su manera de entrenar. Claro, pasamos de Unai Emery, que era todo bien estructurado, vídeos, táctico, y es verdad que Quique no utilizaba tanto esa herramienta, era más de estar en el campo, de más táctico en el campo. Al final, ¿cuál es la mejor manera de entrenar? Cada entrenador con su experiencia tiene que demostrar si es buena o es mala, o los jugadores intentar asimilar los conceptos que te pide el entrenador e intentar llevarlos a cabo. Es verdad que todo eso ha hecho una bola, que yo, sinceramente, estoy fuerísima del asunto, porque sí que me ha llegado que si están en juicio, que fueron Dani (Parejo) y Raúl (Albiol) a declarar, el club, Quique… Se tendrán que poner de acuerdo, porque el club lucha por sus intereses y Quique lucha por los suyos como entrenador. Entonces, ya te digo…

"Pasamos de Unai Emery, que era todo bien estructurado, vídeos, táctico, a Quique, que no utilizaba tanto esa herramienta, era más de estar en el campo. Al final, ¿cuál es la mejor manera de entrenar?"

¿Tú estuviste satisfecho con esa forma de trabajar?

Yo estuve a gusto. Es que yo estuve disfrutando, porque fue una etapa que estaba viviendo cosas diferentes a las que había vivido antes. Yo siempre he sido muy metódico en ir, ser profesional, entrenar bien, porque entrenar te hace estar lo mejor posible cuando te toca jugar. Yo sabía que jugar en Villarreal es muy complicado y sigue siendo muy complicado, porque el nivel de los jugadores es altísimo, entonces, cada entrenamiento para mí era una oportunidad para intentar entrar en el once, o si no entraba en el once, 45 minutos; si no, media hora y si no, 15 minutos, pero intentar jugar el máximo tiempo posible, y la única manera que tenía de demostrar que quería jugar era entrenando bien.

El que te llevó a lo alto de esa noria fue Marce. Te pone de titular ante el Zamora en su primer partido y marcas un doblete, con un tanto en el 96' con el que pasáis de ronda; marcas un hat-trick ante Osasuna en la primera victoria en casa, marcas y asistes ante el Panatinaikos y empatas ante el Sevilla. Fueron esos siete goles que decías en cuatro partidos. Resurge Morales, que poco antes de esa subida ya se comentaba si te estabas planteando volver al Levante, incluso en ese mercado de invierno.

Sí, porque con Quique no estaba teniendo esos minutos, y luego cuando llegó Pacheta sí que es verdad que juego pero tampoco juego. Creo que Marcelino lo dijo tras la rueda de prensa del día de Osasuna, si no recuerdo mal, que lo único que había hecho era ponerme a jugar, que no había hecho nada del otro mundo. Recuerdo unas palabras que me dijo contra el Zamora, antes de salir a calentar, que me dijo que él había estado siguiendo la temporada del Villarreal, que no había tenido muchos minutos, que estuviera tranquilo y que no me tomara el partido como si fuese un examen, que él no me iba a juzgar ni por el partido de Copa ni por los siguientes, ni me iba a poner más porque metiera dos goles ni me iba a poner menos porque no me saliera un buen partido, sino que me centrara en disfrutar, en ayudar al equipo y que veríamos lo que pasaba. Y bueno, al final pasó lo que pasó, los dos goles en Copa, luego el hat-trick contra Osasuna, el gol contra Panathinaikos, el gol en Sevilla. Estaba sintiéndome bien, aproveché el momento en el que había jugadores que no estaban jugando por lesión, y luego me volvió a tocar vivir la otra cara, de esperar mi momento, jugar menos, vinieron más compañeros para reforzar el ataque y sí que me sentí un poco relegado a un segundo plano.

Me hubiera gustado que si iba a ser así del todo me hubieran dicho: 'Oye…' Es verdad que yo ya te he dicho que soy muy cabezón y que Marce me dice que va a estar muy complicado jugar, porque además había venido Gonzalo (Guedes) y que él confiaba mucho en él, y estaba Gerard (Moreno), estaba Alexander Sorloth, que además acabó haciendo una temporada brutal. Y mi cabezonería me dijo que siguiera entrenando bien, que siguiera esperando mi momento y tuve menos minutos, tuve menos continuidad y pude acabar el último partido creo que jugando 70 minutos contra Osasuna también, en El Sadar, y poder hacer un gol y despedirme con un número redondo de 10 goles en la temporada. Experiencias, dos años en Villarreal, primera temporada 15 goles, creo que fui máximo goleador, y la segunda 10. Imposible superar a Sorloth, porque acabó la temporada espectacular, pero seguí con mi camino de conseguir dos cifras por año en cuanto a goles y ya te digo, también fui muy feliz allí.

¿Cuál es el podio de mejores goles de Morales? Porque tienes unos cuantos que vemos a veces repetidos en los highlights, ¿eh?

Sí, la verdad que si me pongo a pensarlos todos, yo creo que alguno se me queda por ahí colgado. Creo que el top 1 es mi primer gol en el Ciudad de Valencia, contra el Valencia en el derbi, 23 de noviembre de 2014, que no se me va a olvidar, por todo lo que supone o lo que suponía en su día. Estábamos en una racha también un poco de dudas, salíamos del descenso, ganas el derbi, toda la gente en el estadio, felices, ganas al equipo rival de la ciudad y mi primer gol como local. Se suma todo y, además, que fue un buen gol, fue un gol de esos que dejan huella.

Igual que creo que el top 2 puede ser el gol en el Villamarín, por toda la carrera, por todo lo que lleva, el 'autoautopase' que se hacen ellos, que yo sigo la carrera y luego recorto y defino con el exterior, y creo que el tercero es el de San Mamés. Era un partido en el que prácticamente sellábamos la salvación, un partido muy complicado, que nos pusimos perdiendo, Bardhi sacó la varita y metió dos goles de falta y yo pude poner la sentencia con el tercero ya casi al final y conseguir prácticamente la permanencia. Yo creo que ése sería mi top 3.

¿Tú pensabas que podías llegar a ser futbolista profesional? No sé si llegaste a trabajar al margen del fútbol o a pensar que quizá tenías que llegar a hacerlo…

Yo en el Parla no es que tuviera un salario muy alto, pero al estar todavía viviendo con mis padres ese poquito salario que recibía intentaba ayudar a mis padres e intentaba vivir, por así decirlo, un poco más independiente de la paga de tus padres. (Se ríe). Eso ha servido para que todo lo que yo quisiera me haya tenido que costar mi trabajo y me lo haya tenido que ganar por mí mismo. Yo lo único que sentía es que la del Levante era una oportunidad muy buena para dedicarle tiempo para poder llegar a ser futbolista profesional, pero por mi cabeza no se me pasaba ni ser el jugador con más partidos profesionales en el Levante ni ser el jugador con más partidos en primera del Levante ni... No, simplemente se me pasaba que era una oportunidad que se me ponía delante de mí para aprovecharla. La aproveché bien.

Estuve aquí un año en Tercera y otro año en Segunda B. Hicimos playoff los dos años y recuerdo que más o menos en mayo de la segunda temporada, José Gómez, nuestro delegado, que era nuestro entrenador por entonces en un entrenamiento habló conmigo y me dijo que si estaba buscando algo fuera. Yo le dije: 'No tengo ni idea (levanta las manos), no te puedo decir nada, me dijo: 'Bueno, pues en caso de que así sea habla con él y dile que están pensando en hacerte contrato profesional aquí en el Levante y darte una oportunidad'. Me lo dijo antes de entrenar, yo nerviosito perdido, pensando 'que se acabe, por favor, el entrenamiento, que quiero llamar a mis padres y decírselo, que el sueño que uno tiene cuando es pequeño empezaba a hacerse realidad'.

Un sueño que imagino aún palpas más cuando te marchas cedido al Eibar y consigues formar parte del primer ascenso a Primera en la historia del club.

Sí. Siendo sincero, yo veía muy difícil que del filial pudiera quedarme en el primer equipo aquí en el Levante, en Primera división. Lo único que había que pensar bien era dónde salir cedido para que todo fuera bien, para que estuviera en un equipo que pudiese jugar, que tuviera minutos, que empezara a coger ritmo en el fútbol profesional, para ver cómo era, porque para mí era nuevo totalmente, y creo que decidir salir a Eibar fue un acierto, porque luego todo salió muy bien.

Es verdad que mi llegada, cuando bajaba con el coche, por la montaña hacia el valle, porque Eibar es un valle que está en tres montañas, pensaba: 'Madre mía, dónde me he metido', pero fue todo un descubrimiento. El pueblo, increíble, volcado con el equipo, gente muy sana, enseguida te abrían las puertas de casa, de los comercios, de lo que necesitaras para adaptarte bien. Un pueblo donde el fútbol se vive de manera especial, porque, además, Ipurúa tiene un aura de fútbol que no se puede describir, tienes que sentirlo, tienes que vivirlo. He vuelto a ir como aficionado y lo he saboreado como lo saborean ellos.

"Cuando bajaba con el coche, por la montaña hacia el valle, porque Eibar es un valle que está entre montañas, pensaba: 'Madre mía, dónde me he metido', pero fue todo un descubrimiento'

Y las ironías del destino, vuelves al Levante y tu primer gol con tu nuevo equipo entonces es allí en Ipurúa, en un 3-3.

(Sonríe y asiente). Sí, además tengo una anécdota. Una semana antes de venir a Valencia, que acaba la temporada, hay un medio local en el que hago una entrevista, medio despedida, medio no, porque no se sabía nada. Ese año yo no consigo marcar ningún gol en casa, estuve muy cerca, pero no lo conseguí, y en una charla medio distendida, porque al final el chico del medio de comunicación es amigo, le dije: 'Bueno, espero que por lo menos el primer día que venga aquí a jugar a Ipurúa no marque mi primer gol', porque como no sabía si iba a quedarme en el Levante o iba a volver a Eibar, 'espero que mi primer gol no sea como visitante'. Y, además, fue en el minuto 2, primera jugada, no sé si es el primer balón o el segundo balón que toco, marco gol. Yo me metí debajo de la camiseta (hace el gesto de meterse), no sabía dónde meterme, se me vino el flash de la entrevista, luego estuve con mis amigos… Bueno, al final, una anécdota más para compartir.

¿Qué le dirías a ese José Luis Morales que empezaba, a tus 37 años, en el momento más feliz, como decías, después de los vaivenes y con todos los hitos conseguidos?

Pues, sobre todo, que disfrutara. Que es verdad que en este mundo hace dos días estábamos ganando contra el Burgos y ya estás pensando en el partido en Mirandés, que es dentro de dos días. No te da tiempo a saborearlo, pero es verdad que el camino es muy bonito. Y, sobre todo, que aprendiera a relativizar, que las derrotas forman parte de este juego, que ahora con la experiencia intento relativizarlas un poquito más, porque yo perdía y no había santo que se me acercara a hablar conmigo porque el cabreo que cogía era descomunal. Dos o tres días mínimo. Venía aquí a entrenar, no quería hablar con nadie, entrenaba enfadado con el mundo, pero al final la experiencia te enseña a relativizar, que esto es parte del juego, que nadie quiere perder, pero que está dentro del juego. Valorar cada punto, cada victoria. Que disfrute del camino porque es muy bonito, es un deporte muy bonito, es un privilegio poder estar en esta posición y que sea feliz.

Morales, dispuesto a darlo todo por un ascenso del Levante. Relevo

¿Y te han preguntado quién llamó a quién para la vuelta de Morales al Levante?

No, fue mutuo, porque siempre ha habido un contacto, yo venía a ver los partidos al Ciudad de Valencia cada vez que no coincidía con el mío en Villarreal y siempre ha habido contacto, y siempre creo que por ambas partes ha habido esa iniciativa de por lo menos intentarlo. Porque, volvemos a lo mismo, el club tiene un FairPlay que respetar, tiene una situación económica muy delicada y hasta el último momento no se no se sabía si se podía hacer o no, pero siempre ha habido por ambas partes una iniciativa de ayudar y de poder conseguirlo.

Al final, pudo ser, tanto el club como yo hemos hablado con LaLiga, hemos intentado buscar las mil maneras para que fuese posible, se ha conseguido, y a partir de ese momento disfrutar y hacer todo lo posible para hacer un año bonito, ilusionante. Estamos en el buen camino, esto es muy largo, va a haber momentos buenos, ya hemos pasado momentos malos, tenemos que estar muy juntos, afición y equipo y club.

"El ascenso está en mi cabeza desde hace mucho tiempo. Por eso, cada día vengo aquí y, aparte de disfrutarlo, soy el primero en ponerme el mono de trabajo y correr ahí fuera como si tuviera 19 años"

¿Puede ser el año del ansiado ascenso? ¿Cuánto lo deseas?

Yo lo deseo muchísimo y en mi cabeza está desde hace mucho tiempo. Por eso, cada día que vengo aquí y aparte de disfrutarlo, soy el primero en ponerme el mono de trabajo y correr ahí fuera como si tuviera 19 años, y hasta el último aliento que tenga dentro de mí voy a intentarlo. Y creo que ahí dentro todos somos conscientes de que estamos en un momento muy bueno, hay una comunión cuerpo técnico, equipo, club y afición que hace mucho tiempo que no la he sentido como la estoy sintiendo ahora, y eso hace que todo ese aura negativa que en su día dijo el míster en rueda de prensa se vaya diluyendo y empiece a florecer el positivismo.

La penúltima. ¿Te pregunto si colgarás las botas en el Levante o lo dejamos por si vuelve a traer lío?

Mi deseo siempre ha sido ése, poder colgar las botas aquí, retirarme aquí, pero es que al final depende de muchos factores. Si se asciende, puede ser más fácil; si no se asciende, pues probablemente por FairPlay Morales no pueda estar… Es que ahora mismo todo es una incertidumbre. Que mi último año en el fútbol quiero que sea con el Levante lo tengo claro, pero depende de muchos factores, muchas circunstancias y de cómo vaya evolucionando de aquí al futuro, pero como el futuro de momento nadie lo sabe, ojalá así sea.

Y la última, por si hay quien se lo pregunta. ¿Cómo nace tu apodo del Comandante?

Esto nace creo que es el segundo año que yo estoy en el primer equipo, que justo es el primer descenso que yo sufro con el Levante. Todo eso que te he contado antes de que no había comunión entre club, equipo y afición, es verdad que había un buen vestuario, pero faltaba más, y faltaba gente que se echara el equipo a la espalda y que intentara todo.

Yo tenía claro que yo tenía que ser uno de ellos, porque el club me había dado la oportunidad. No quería que el club que me había dado la oportunidad de ser profesional sufriera como sufrimos ese año y como ha estado sufriendo este último tiempo y decidí celebrarlo así, 'ya que nadie da el primer paso para ir hacia adelante, pues voy a ser yo'.

Fue todo muy pensado, meditado, hablado con mi familia, mis amigos y al final un poquito también de personalidad de decir 'bueno, no seré el jugador con más experiencia, no seré el más veterano, pero sí el que va a dar un paso adelante para intentar cambiar un poquito la situación', y por eso nació.