ATLÉTICO DE MADRID

Así es Bucero, el superfichaje que 'bebió' de JAS y Mijatovic y llega al Atleti con todo el mando: leal, metódico y que "sabe lo que quiere"

Forjado en Real Madrid al lado de JAS y Mijatovic y con experiencia como representante será el máximo responsable deportivo y solo rendirá cuentas ante Miguel Ángel Gil.

Carlos Bucero, en el centro de la imagen, con Roberto Ríos (izquierda) y Pepe Mel (derecha). /ABC
Carlos Bucero, en el centro de la imagen, con Roberto Ríos (izquierda) y Pepe Mel (derecha). ABC
Enrique Ortego

Enrique Ortego

El Atlético de Madrid alicata su estructura con un segundo director general que se encargará de dirigir y coordinar toda su área deportiva, primer equipo incluido. El club rojiblanco ficha un todoterreno en el más amplio sentido de la palabra. Carlos Bucero, 51 años, es de esos seres hechos a sí mismos que terminan por triunfar en lo que se proponen por su gran dedicación e infinita constancia. Oír, ver y callar. Esa es su receta. Pocas fotos suyas se encuentran en los archivos de los periódicos e, incluso, en internet o las redes sociales, aunque formara parte de ellas de manera discreta.

Casi siempre ha querido pasar inadvertido o estar en un segundo plano. Ha preferido dejar el foco a sus superiores inmediatos, como pasaba en el Real Madrid con Pedja Mijatovic. Juntos trabajaron tres años codo con codo en la dirección deportiva (2006-2009), pero casi nunca sacó la cabeza. Y más que posiblemente fuera en ese periodo de tiempo en el que también invirtió horas y horas al lado del director general del Real Madrid, José Ángel Sánchez (JAS), cuando aprendió a caminar entre bambalinas y no darse mucho a conocer de fachada para fuera.

Decir que JAS es el espejo profesional de Carlos Bucero podría ser desfavorable para su presente y futuro, ahora que ha fichado por el club de la acera enfrente, pero es tan cierto como que ninguno de los dos lo negaría si se les preguntase por la amistad que se profesan. En el caso del nuevo ejecutivo rojiblanco se podría sumar, además, una admiración infinita que, salvando las distancias profesionales, llega a ser recíproca.

Bucero está entrando en las oficinas del Metropolitano de puntillas. Oír, ver y callar... hasta no controlar totalmente la situación. Para dar el paso que ha dado, para dejar su agencia de representación y aparcar su colaboración diaria con el 'superagente' Jorge Mendes, tenía que estar muy convencido de que su vida necesitaba este desafío. Lleva meses pensándoselo y consultándolo con sus más íntimos. Sabe que trabajar para un consejero delegado tan omnipresente y exigente como Miguel Ángel Gil, poco acostumbrado a delegar, no será fácil, pero ha decidido que era el momento de dar el salto mortal. Entre otras razones porque su nuevo jefe le ha asegurado que tendrá su campo de acción con mando en plaza en toda la parcela deportiva y solo le tendrá que reportar a él. Lo mismo que Óscar Mayo, el otro director general fichado de LaLiga para el área de ingresos y operaciones que aglutina prácticamente el resto de departamentos del club: área comercial, de marketing, social, de explotación del estadio, tecnología y desarrollo digital...

Es consciente de que enero es la fecha más o menos exacta para comenzar a planificar la temporada siguiente y él tiene muchos frentes abiertos: el primer equipo y los pre-élite con Andrea Berta como director deportivo; el fútbol femenino, bajo la responsabilidad de Lola Romero; la Academia, área del eterno Emilio Gutiérrez... sin olvidar los hermanos foráneos: Atlético San Luis y Atlético Otawa. Salvo error u omisión en la interpretación de los contenidos, Bucero solo tendrá que rendir cuentas directamente con el gran jefe.

Mijatovic: «No quiere protagonismo»

Para los que conocen menos la figura de Carlos Bucero, y sobre todo para los atléticos que puedan sentir recelo sobre su persona por haber trabajado en la "Casablanca", pueden valer de punto de apoyo las palabras de Pedja Mijatovic en la Cadena SER sobre el que fuera su mano derecha. "Partiendo de la base de que le considero un gran profesional y un amigo, Carlos es un trabajador en el que puedes confiar. Es un hombre metódico, que sabe lo que quiere, honesto. No quiere protagonismo. Se dedica a trabajar. Tiene sus propias ideas pero también seguir las estrategias del club, del equipo. No es difícil trabajar con él. Es honesto y recto. Hace lo que se le dice y transmite bien lo que tiene que transmitir".

En las últimas semanas, el nuevo director general rojiblanco ha tenido que comunicar a sus representados que cambia de perfil. Su cartera no era excesivamente amplia como puede ser la de otros agentes o agencias de representación, pero en su caso tenía una relación muy personal con cada uno de ellos. Fueran entrenadores o jugadores. Entre los primeros estaban Julen Lopetegui, casi un hermano; el seleccionador Luis de la Fuente, cuyo contrato ha dejado renovado con la RFEF; Aitor Karanka, Manolo Jiménez y Paunovic, los tres sin equipo en la actualidad. En su lista de futbolistas, destacan Rafa Mir, Sergio Asenjo, Jon Femenías y los jóvenes Kostis y Javi Alonso, ambos en su nuevo club.

Antes de llegar al cenit de su carrera profesional con este 'superfichaje', Carlos ha pisado distintos territorios. Futbolero de devoción, se dejaba caer por la vieja Ciudad Deportiva y las oficinas del Real Madrid y comenzó a crear sus conocimientos. Comenzó a aparecer en el escenario en el área de fútbol para echar una mano a uno de los hombres orquesta que siempre tienen los clubes, José Luis López Serrano. Se trataba de aprovechar sus conocimientos de inglés y su don de gentes para recibir y acompañar a los delegados de los partidos internacionales y también a los árbitros. Aeropuerto, hoteles, restaurantes, compras en el Corte Inglés de turno... La sonrisa y dominio de la situación eran su principal aval.

Tres años intensos en el Real Madrid

Al mismo tiempo, o en sus ratos libres, comenzó a trabajar con uno de los representantes más conocidos de la época: Zoran Vekic, mediante el cual conocería a Pedja Mijatovic, socio del primero. Bucero fue ampliando sus conocimientos. De federativos y árbitros a futbolistas nacionales y extranjeros. Siempre cerca de Guti, se convirtió en la sombra de Mateja Kezman, un delantero serbio que fichó el Atlético de Madrid en la temporada 2005-06 y ahí fue cuando conoció a Miguel Ángel Gil. Su gran salto ocurrió con la llegada de Ramón Calderón a la presidencia del Real Madrid, con Pedja Mijatovic como director deportivo. Pedja le incorporó a su equipo nada menos que como segundo de a bordo. Necesitaba a alguien de confianza, que, además, se había ido formando en todo lo relacionado con la reglamentación deportiva y estaba al tanto de todo ese papeleo que a los futbolistas metidos a directores deportivos tan poco les gusta.

Con la incorporación del hombre de mercado de Fabio Capello, Franco Baldini, se formó la mesa ejecutiva del club en toda la materia deportiva: José Ángel Sánchez, Pedja Mijatovic, Carlos Bucero y Franco Baldini. Su primer gran mandamiento era no comunicar al presidente ninguna gestión sobre fichajes porque si no, Ramón Calderón la filtraría a la Prensa de forma inmediata para apuntarse el tanto. En tres años se hincharon a fichar con una inversión de 300 millones de euros. Acertaron y se equivocaron, incluso con algún error burocrático en un mercado de invierno, pero la realidad fue que al Bernabéu llegaron dos docenas largas de futbolistas, todos testados por Carlos Bucero, en su trabajo sucio de conocer lo más posible a cada incorporación. No solo futbolísticamente sino también en su vida privada. Mahamadou Diarra, Cannavaro, Emerson, Gago, Higuaín, Marcelo, Van Nistelrooy (2007); Robben, Pepe, Sneijder, Drenthe, Heinze, Metzelder, Saviola, Dudek (2008); y Huntelaar, Lass Diarra, Van der Vaart, Garay, Javi García, Faubert (2009).

Un mes en el Betis

El regreso a la presidencia del Real Madrid de Florentino Pérez significó el punto final de su experiencia en el club blanco. Con el presidente volvieron los anteriores responsables deportivos con Jorge Valdano y Ramón Martínez a la cabeza y, tras unos meses de "higiene mental", Bucero comenzó a trabajar con Jorge Mendes, al mismo tiempo que iba formando su propia 'cuadra' de representados con Julen Lopetegui como gran buque insignia. Conocidas fueron sus aventuras y desventuras en el fichaje de su representado por el Real Madrid cuando era seleccionador a tres días de comenzar el Mundial de Rusia 2018.

Anteriormente, en el verano de 2010, al poco de salir del club blanco, tuvo una oferta del Betis para ser su director deportivo, con Luis Oliver como cabeza visible del nuevo proyecto. Ejerció durante un mes. Tiempos difíciles en el Benito Villamarín, tanto a nivel deportivo como societario. El club estaba en Segunda. Planificó la plantilla con Pepe Mel de entrenador y se incorporaron media docena larga de jugadores: Dorado, Reversio, Salva Sevilla, Jorge Molina, Belenguer, Rubén Castro... pero a los 30 días dejó el cargo. En Sevilla aseguran que nunca llegó a firmar un contrato como tal, aunque su dedicación durante ese tiempo fue plena.