MERCADO DE FICHAJES

Detrás de la sorprendente salida de Morata del Milán hay un caldo de cultivo desde que fichó y un viejo mantra que siempre le persiguió

El español llegó con dudas, no hubo sintonía con el club y la llegada de Sergio Conceiçao acabó por empujarle a decidir marcharse al Galatasaray.

Morata, antes de un partido del Milan. /AFP
Morata, antes de un partido del Milan. AFP
Matteo Moretto

Matteo Moretto

Álvaro Morata y el AC Milan fue una chispa que nunca llegó a encenderse. A decir verdad, ya este verano, cuando el delantero español tuvo que decidir si dejaba el Atlético de Madrid por el club rossoneroestuvo indeciso hasta el final. "¿Me voy o no me voy?". Al final se fue, firmando un contrato largo de cuatro años en cambio de cuatro millones y medio por temporada. Fue Zlatan Ibrahimovic quien le convenció y, además, en ese momento el Atlético pensaba incorporar otro delantero a su plantilla. El problema ha sido que la historia se repitió sólo seis meses después con el desenlace conocido: el español se marcha al Galatasaray.

La situación actual del Milan es difícil. El primer entrenador contratado este verano, Paulo Fonseca, fue despedido en diciembre, justo antes de Navidad, y ahora está Sergio Conceição, un perfil duro y exigente que está utilizando métodos de trabajo que no son del agrado de todos dentro del vestuario.

El feeling entre Morata y el entrenador portugués no era muy bueno, pero sobre todo, el que no era bueno era el feeling entre Morata y el AC Milan ya que el español era criticado a menudo por su falta de gol. Preguntado hoy el técnico en conferencia de prensa por la operación del delantero, admitió: "Hablé mucho con él. Como en las bodas, tiene que haber voluntad del novio, de la novia y también del cura. Las situaciones del mercado son las que son".

Morata se va del Milan por un viejo mantra que le ha envuelto en su carrera ("no me quieren lo suficiente"), porque el club rossonero, como había ocurrido este verano con el Atlético, quería y al final se llevó a otro delantero (Santiago Giménez, del Feyenoord) y porque ciertos amores cuando empiezan mal a veces están destinados a acabar peor.

Se desconoce si la vida fuera de los terrenos de juego de Morata ha influido también en este giro de guión. Llegó a Milán soltero tras su ruptura con Alice Campello y ahora está dispuesto a marcharse de nuevo a Estambul acompañado de su esposa italiana. Lo que sí es algo demostrable es que la chispa entre Morata y el Milan nunca se ha encendido.

Ahora se marcha cedido al Galatasaray lo que resta de temporada, con una cláusula de compra fijada en ocho millones de euros, que permitirá al club turco hacerse con su propiedad si así lo desea.