MERCADO DE FICHAJES

El Real Madrid cambia su política con Mbappé y tiene motivos para hacerlo

El club blanco, que bajará sus cifras respecto a lo ofrecido en 2022, no ve la incorporación del francés tan necesaria como entonces.

Kylian Mbappé./Reuters
Kylian Mbappé. Reuters
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

La bomba Kylian Mbappé (25 años) ha estallado con el comienzo de 2024. Se podía esperar. A partir del 1 de enero el francés puede negociar con cualquier club sin represalias al terminar contrato en julio con el PSG. Con la llegada del año nuevo, el panorama mediático se ha puesto en guardia, con las filtraciones correspondientes de cada una de las partes. En una especie de flashback, el caso ha recuperado la fuerza habitual después de unos cuantos meses debajo de la alfombra.

Es, como poco, muy difícil saber cómo se va a resolver. Principalmente, porque las partes todavía no han movido ficha. Según ha podido saber Relevo, el Real Madrid no ha encendido la maquinaria, aunque lo hará. El plan se mantiene: intentar por última vez la llegada del crack francés en este 2024. Todo lo aparecido en prensa parece obedecer a un plan de presiones ya común en estos casos, en el que las partes se manejan sin apuros.

En el club blanco han cambiado muchas cosas desde 2022, la última vez que intentaron su llegada. La política del club blanco difiere de la de entonces respecto a una incorporación todavía deseada pero no tan necesaria como entonces. Tanto es así que las cifras que piensan poner sobre la mesa son inferiores a las de entonces. Con esto mandan dos mensajes al de Bondy: tu fichaje no urge y si quieres venir, vas a tener que demostrarlo.

Sorpresa de Mbappé a unos niños.

Una hoja de ruta para poner en valor lo que ya hay en casa

Pero, ¿de dónde viene este nuevo plan cuando un futbolista tan deseado se pone más a tiro que nunca? Se debe a diferentes motivos. Relevo ya avanzó que el conjunto blanco ni mucho menos pensaba tirar la casa por la ventana. Pero ni por él ni por ningún otro futbolista del mundo. Tal y como está conformada la plantilla, no existe fichaje en el mundo que se considere inexcusable.

Cuentan con dos estrellas mundiales, Bellingham y Vinicius, que se han ganado por méritos propios ese estatus. El primero ha destrozado registros goleadores sin siquiera jugar de delantero. Ya conquistó el corazón de la afición blanca eligiendo el Real Madrid por encima de grandes ofertas de la Premier. El segundo terminó de destaparse como estrella con su tanto en la final de Champions contra el Liverpool. Desde entonces, vive un crecimiento deportivo y mediático imparable.

Con ellos dos, además de un consolidado Rodrygo o la ilusionante llegada de Endrick, el club considera que cometer un exceso por llevar a cabo el fichaje de Mbappé sería una falta de decoro con lo que hay en plantilla. Los mismos jugadores de los que saca pecho en cada declaración pública.

Kylian Mbappé. Reuters
Kylian Mbappé. Reuters

No es la única cuestión. En Valdebebas ven en el mercado otros perfiles que encajarían bien tanto en el equipo como en la idiosincrasia blanca. Empezando por Haaland, cuyo nombre cada vez suena con más fuerza en los pasillos. Saben que cuenta con una cláusula de salida y que siempre le ha gustado la idea de recalar en Madrid. No le pierden de vista, por lo que pueda pasar con Kylian.

Siguen sin fiarse de Mbappé

Del francés no se fían. Sí predomina el positivismo respecto a su llegada. Pero los hechos pasados demuestran que hasta la firma del contrato, cualquier cambio es posible. Ya les dio calabazas cuando prácticamente confirmaban su fichaje en 2022. Como entonces, saben que sufrirá presiones. Francia y Catar tuvieron peso en aquella decisión de renovar y volverán a la carga. También Arabia, que todavía confía en poder convencerlo a base de talonario. Quizás no ahora, pero sí en los próximos años si se anima a repetir con una renovación de dos o tres temporadas.

Con todo ello, la cuestión debería resolverse en las próximas semanas. Los plazos los marcarán los movimientos de cada una de las partes. La intención de todos es resolverlo lo antes posible, aunque no se pueda oficializar hasta final de curso. Una firma temprana de Kylian o, por el contrario, su rechazo al proyecto blanco, suprimiría meses de especulaciones. Pero no parece que vaya a ser tan sencillo. De momento las fichas siguen fijas en el tablero a la espera de un movimiento que reanude la partida.