ATHLETIC CLUB

Nico Williams proyecta al Athletic a otra dimensión: La guinda de un año con 15 renovaciones

Su regreso a Lezama y su mensaje a la afición, tras recibir nuevamente ofertas de los mejores del mundo y ser el Mvp de la final de la Eurocopa, es un movimiento histórico.

Nico saluda en su regreso a Lezama para iniciar la pretemporada./Athletic Club
Nico saluda en su regreso a Lezama para iniciar la pretemporada. Athletic Club
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

Nico Williams ha regresado antes de tiempo a los entrenamientos en Lezama y, por si fuera poco, ha dejado un mensaje muy contundente a la afición rojiblanca. "Con muchas ganas de esta temporada". El Athletic Club consideraba que no debía anunciar la continuidad de un jugador con contrato hasta 2027, pero sí sacar pecho de tenerle entre ellos y más aún cuando ha adelantado su vuelta una semana. Lógica la felicidad que reina en la capital vizcaína, ya que estamos hablando de que el MVP de la pasada final de la Eurocopa juega en Bilbao pese a tener ofertas de grandes clubes del continente.

Ese golpe de efecto supone un movimiento histórico. En ese escenario de máxima atención mediática, la entidad vasca se ha mantenido firme en su discurso, ha evitado las filtraciones con un hermetismo máximo y ha mandado el mensaje en sus redes sociales. Nico, siendo uno de los jugadores más deseados y accesibles económicamente del mercado, ha decidido continuar vistiendo la camiseta del conjunto bilbaíno. No es la primera vez que sucede, más aún en un club tan enraizado a su gente y en el que el sentimiento es tan protagonista, pero sí es la de mayor valor mediático. Es un (nuevo) golpe de efecto del cuadro vasco, ya que sucede solo unos meses después de devolver la Gabarra al Nervión y en una temporada con 15 renovaciones.

El calado de la decisión del pequeño de los Williams es mayúsculo y no se puede separar del proyecto deportivo que se está construyendo. Uno en el que han renovado en estos dos últimos años diez de los once teóricos titulares -Iñaki ya tenía un contrato de larga duración-, además de suplentes de gran importancia como Berenguer, Ander Herrera o Julen Agirrezabala, al mismo tiempo que se incorporaban futbolistas como Andoni Gorosabel o Álvaro Djaló.

La continuidad del internacional, por supuesto, tiene un impacto mayúsculo a nivel deportivo porque Ernesto Valverde mantiene su arma más determinante. Un jugador que ha ido teniendo más responsabilidad con el paso de los meses desde que el técnico está a sus órdenes, hasta el punto de asumir el liderazgo en fases decisivas de un curso histórico como el pasado. Marcó en la goleada al Barça en cuartos de final de la Copa, asistió y marcó en semifinales ante el Atlético de Madrid y fue el MVP de la final ante el Mallorca. En LaLiga, participó en 16 goles del conjunto rojiblanco, siendo el segundo máximo asistente del campeonato y uno de los más desequilibrantes.

Impulso anímico y sentimental

Ese respaldo deportivo está directamente relacionado con lo emocional. La continuidad de Nico supone en el vestuario un alivio y un impulso anímico para confiar en sus posibilidades de éxito. Saben bien sus compañeros de su potencial, están confiados de que aún no se ha visto su mejor versión en San Mamés y creen que con él en la plantilla están capacitados para mejorar incluso lo del curso anterior. Además, es un jugador muy querido, íntimo de varios de los jóvenes y respetado por los veteranos por su nivel futbolístico, su capacidad de trabajo y su continuo interés por mejorar.

El vestuario está ilusionado con la temporada y mucho más contando con un jugador que saben que es diferencial

Si en el vestuario sonríen, qué decir de una afición que ha aguantado estoicamente estos dos meses en los que su jugador ha estado en el foco. Hoy, con las dudas disipadas tras su contundente mensaje en las redes sociales rojiblancas, abrazan a su ídolo. El futuro nadie lo conoce, pero sí saben todos que el que hasta ahora era el hermano pequeño de Iñaki se ha convertido en estrella y que en los últimos doce meses ha rechazado a los equipos más potentes del mundo en más de una ocasión para seguir jugando en Bilbao.

La afición pedía un año más para disfrutar de su fútbol en Europa y no ver partir tan pronto a una de las mayores -sino la mayor- estrellas formadas en Lezama. Desde alevines, cuando llegó con once años tras una temporada en Osasuna, hasta la élite. Su continuidad recuerda a Aymeric Laporte, que también rechazó ofertas de clubes como el Manchester City, siempre renovando su contrato y subiendo su cláusula de rescisión hasta que decidió partir tras haber jugado la Champions y la Europa League con su club de origen.

Otras estrellas que decidieron seguir en Bilbao

El caso de Nico Williams es el más mediático por la repercusión que ha tenido y por su nivel futbolístico. El único caso que se podría asemejar es el de Julen Guerrero, una estrella en los años noventa que puso patas arriba España por su juego y también por una imagen que le convirtió en foco cada vez que salía de Bilbao. El Athletic, con un contrato millonario y de larga duración, consiguió que dejase de lado ofertas de los mejores clubes, con el Inter de Milán y el Real Madrid como clubes más interesados.

El caso más similar al de Nico Williams es el de un Julen Guerrero que fue una estrellas mediática en los años noventa y cumplió toda su carrera en Bilbao

Aquello fue un 'bombazo' para la entidad vasca, con un proyecto que encaraba su centenario, que consiguió el subcampeonato y que disputó la Champions League. Julen era el Athletic y el club le brindó el brazalete y le convirtió en su imagen de marca. Joseba Etxeberria también brillaba unos años después en la banda derecha de San Mamés y, aunque también tuvo la oportunidad de salir, acabó su carrera en Bilbao tras haber apostado por la entidad bilbaína con 17 años cuando salió de Zubieta previo pago de la cláusula de rescisión.

Los casos más recientes son los de Iker Muniain e Iñaki Williams, aunque también otros jugadores que rozaron la gloria con Marcelo Bielsa fueron tentados por los clubes más potentes del mundo. Markel Susaeta, Ander Iturraspe u Óscar de Marcos fueron tentados, pero ni siquiera quisieron escuchar las ofertas económicas que se les ofrecían fuera de Bilbao. Unai Simón, que hace unos días reconoció que "es utópico" querer que todos los jugadores tengan un sentimiento rojiblanco a su altura o de la de otros jugadores del club, también ha dejado claro que nunca saldrá del club mientras desde dentro no le inviten a hacerlo.