CELTA DE VIGO

Marcos Alonso y el Celta tienen "apalabrada" su continuidad sin que les condicione el límite salarial

En el club se muestran encantados con su llegada y el jugador está plenamente integrado en el vestuario y la ciudad.

Marcos Alonso, en un partido con el Celta esta temporada. /EFE
Marcos Alonso, en un partido con el Celta esta temporada. EFE
Óscar Méndez

Óscar Méndez

El Celta está afrontando su mejor inicio de temporada desde hace varios años. Después de 13 jornadas, el equipo gallego marcha undécimo en la clasificación, con los puestos europeos a tiro y cada vez más alejado del descenso. Para ello, ha sido importante el fondo de armario. Claudio Giráldez ya ha dado oportunidades a más de 25 jugadores y no ha repetido ninguna alineación. Muchos entran y salen del once, aunque sí que tiene un núcleo duro definido. Y entre esos casi intocables destaca Marcos Alonso.

El central madrileño fue el último en llegar a la plantilla el pasado verano. Lo hizo a finales de agosto y gracias a la salida de Unai Núñez, lo que permitió crear espacio en el ajustado límite salarial celeste para inscribirlo. Alonso, pese a venir desde el Barcelona, con el que acabó contrato en junio, no tiene el sueldo más alto del conjunto olívico e, incluso, sus emolumentos son inferiores a los del central vasco.

Ambas partes sellaron un acuerdo por una única temporada con opción a una segunda. La idea inicial pasaba por asegurar esos dos años, pero por temas financieros no se pudo hacer, aunque ambas partes quedaron de acuerdo en que, si todo iba bien, seguirían unidas más allá de la presente campaña. "Es un tema que no me preocupa porque ahora estoy centrado en estar al cien por cien a disposición del equipo. Si estamos contentos, seguramente siga aquí el año que viene. Ya habrá tiempo para pensar en eso", apuntó el zaguero en su presentación.

Y las cosas, de momento, no han podido ir mejor para ambas partes. El excanterano del Real Madrid estuvo ausente en los cuatro primeros partidos del campeonato por su llegada tardía. Su primera convocatoria fue frente al Valladolid tras el parón internacional de septiembre y ese día disputó sus primeros 15 minutos con la camiseta celeste. Fue suplente una semana después en Bilbao, aunque tuvo que ingresar en el campo a los cinco minutos por una lesión de Mingueza y, a partir de ahí, solo ha encadenado titularidades. Siete consecutivas, el único de la plantilla junto a Guaita.

Su presencia en el once, casi siempre en el eje de la zaga, ofrece muchas garantías al equipo. Escorado en el perfil zurdo, su buena salida de balón resulta importante a la hora de superar líneas y combinar de manera más rápida con los atacantes. Además, su dominio del inglés le permite mantener una comunicación fluida con Starfelt, otro central que se ha convertido en titular en las últimas semanas.

Otro punto importante es su ascendencia en el vestuario. Pese a pasar por equipos como el Real Madrid, Chelsea o Barcelona, uno de los aspectos que más llamó su atención dentro del grupo fue su humildad. Desde el primer momento se puso a ayudar en todo lo que se le pedía. Hizo buenas migas con Iago Aspas y Mingueza, a los que ya conocía, pero también se implicó con los más jóvenes, a los que aconseja cada vez que puede. En ese aspecto, su encaje ha sido perfecto.

Por todo ello, pocos dudan en el club de que Marcos Alonso va a seguir la próxima temporada en Vigo. Por lo hablado el pasado verano y por estos primeros meses, ambas partes están más que satisfechas. Solo una oferta de un club poderoso que no se espera podría cambiar esta continuidad que desde el entorno celeste consideran "apalabrada". Además, el límite salarial no será un problema. El Celta tiene que vender jugadores en el próximo mercado, pero también liberará fichas. Una de ellas estará reservada para Marcos Alonso.