Kike Salas aguarda a la última semana de enero para decidir si sale del Sevilla

Ni en río revuelto pescan los canteranos del Sevilla. A pesar de la situación tan complicada que está viviendo la entidad sevillista en lo deportivo y en lo económico, los canteranos están teniendo poca presencia en el equipo. Y eso le está sucediendo a Kike Salas, cuyo futuro se resolverá en la última semana de enero. Tendrá que esperar a que el propio mercado en el que anda inmerso el club que lo ha formado termine por esclarecerse. Si llega otro central para Sampaoli o se queda como está.

Y es que el de Morón ha pasado de ser una apuesta personal de Julen Lopetegui, en un momento delicado de su etapa final en el Sevilla, a no contar apenas con oportunidades con el entrenador argentino, a pesar de que Marcao sigue lesionado y sigue necesitando y solicitando a la dirección deportiva un central izquierdo. Es la prioridad de Monchi en esta recta final del mercado, aunque las negociaciones abiertas no terminan por ver la luz.

El contrato del canterano se remonta a su salto al Sevilla C. Ambos desean una ampliación, pero las posturas están distantes. En el entorno del jugador entienden que debe ser tratado como un jugador del primer equipo a la hora de valorar sus emolumentos, mientras que el club le quiere otorgar un caché de canterano. Ni su gol en Vigo a la vuelta del Mundial o sus buenas apariciones este año parecen haberle ayudado en este proceso de maduración a la hora de firmar un nuevo contrato.

Esta situación, además de lo poco que ha contado con él el de Casilda, quien sólo mira a la cantera por necesidad numérica, le obliga a replantearse su futuro y aceptar algunas de las propuestas que han llegado por él. Como se contó en los últimos días, varios equipos de Segunda como el Tenerife, el Zaragoza o la Ponferradina querrían contar con Kike hasta el próximo verano. También hay propuestas de Primera división. La dirección deportiva del Cádiz ve en el central sevillano una apuesta de futuro. Incluso algún club de Italia e Inglaterra, que mejorarían las condiciones económicas del jugador, y que estarían dispuestos a aceptar una opción de compra obligatoria al final de la presente temporada.

En el Sevilla no lo tienen claro. Confían en sus cualidades para ser importante en el club los próximos años,pero a la vez entienden que en la situación actual, sin la confianza de Sampaoli, lo mejor podría ser encontrarle un equipo donde pueda seguir progresando. También pesa la eterna duda sobre las lesiones en el club, siendo un jugador que ha cumplido cuando se le ha necesitado. Una carta que cuesta dejar salir cuando puede ser utilizada. Kike, de momento, aguarda. El sentimiento que tiene por el club de su vida hace que espere pacientemente a la mejor opción para todas las partes.