El Celta ya no espera más ventas y negocia otras cinco salidas entre cesiones y rescisiones
El club todavía necesita aligerar su plantilla.
El Celta ya solo tiene un partido amistoso este verano antes de debutar de manera oficial ante el Alavés en la primera jornada. Claudio Giráldez tiene prácticamente cerrada la plantilla con la que afrontará, como mínimo, la primera mitad de la próxima temporada. Todavía falta por llegar un centrocampista y, quizás, un hombre de banda. Sin embargo, la prioridad sigue siendo la de aligerar un vestuario que sigue siendo excesivo.
El equipo vigués entró al mercado de fichajes con un excedente considerable de jugadores. Hasta 33 futbolistas tenían contrato el pasado 30 de junio y tan solo Renato Tapia, que todavía no ha encontrado equipo, seguirían ligados al club este curso. Desde entonces, el Celta ha conseguido dar salida a nueve jugadores entre traspasos, cesiones y rescisiones de contrato. Y quedan más.
De la casi decena de bajas, en Vigo solo cobrarán por la de Strand Larsen al Wolverhampton. Ambos clubes pactaron una cesión con compra obligatoria por la que el conjunto olívico acabará recibiendo 30 millones de euros. El resto han sido salidas mediante cesión (Miguel Rodríguez, Dotor, Carles Pérez o Manu Sánchez) o rescisión (Miguel Baeza, Lautaro, Fontán o Lobete).
Marco Garcés, director deportivo del club, todavía tiene que resolver la situación de cinco futbolistas que deben abandonar el Celta, y no todos los casos son idénticos. Lo que sí han descartado en A Sede es ingresar cantidad alguna por ellos y en el mejor de los casos se guardarán un porcentaje de futura venta. Los señalados son Gonzalo Paciencia, Kevin Vázquez, Tadeo Allende, Alfon y Unai Núñez.
Los dos primeros hace tiempo que fueron descartados por Giráldez y el club sabe que deberá pagar para que salgan. No son negociaciones idénticas. Con el delantero portugués lo normal será llegar a un acuerdo en el que reciba parte del salario correspondiente para esta campaña y se vaya gratis. El lateral de Nigrán, uno de los capitanes, decidirá su futuro. Sabe que no tiene sitio en Vigo, pero no le forzarán a salir si él no quiere y, de hacerlo, no habrá ningún problema en los términos de la rescisión. El Celta quiere dar todo tipo de facilidades a uno de los canteranos más queridos.
Allende y Unai son otros jugadores que el Celta ha puesto en el mercado, aunque en su caso en forma de cesión. En A Sede ven prácticamente imposible recuperar la inversión realizada por ellos y al tener contratos largos por delante, una cesión es vista con buenos ojos. Por el argentino se interesó el Alavés, aunque en los últimos días se ha enfriado. El central vasco ha sido ofrecido a una decena de clubes españoles, aunque de momento sin suerte. Tiene cartel en LaLiga, pero también un salario elevado. Él está contento en Vigo y además acaba de tener una hija hace menos de cuatro meses, por lo que su salida es la más complicada de todas.
El caso de Alfon es especial. Gusta al entrenador y ha tenido bastantes minutos en pretemporada. Su problema, básicamente, es de hueco. Con ficha del filial todavía, no puede compaginar ambos equipos al tener 25 años, por lo que si juega en Primera División no podrá hacerlo en el segundo equipo. Hay varios equipos de Segunda interesados y en A Sede creen que acabará saliendo a coste cero, aunque no descartan ningún escenario.
Esas cinco salidas, de llegar, abrirán hueco en la plantilla para uno o dos refuerzos. En Vigo trabajan con la idea de que llegue un centrocampista y en el caso de que salgan ciertos jugadores (Allende y Unai Núñez), se podría reforzar esos puestos. Por delante, cuatro semanas de mercado de fichajes.