FÚTBOL

Menotti: "Sentí odio por quienes rodeaban a Maradona; otro con esa vida hubiera muerto diez años antes"

El seleccionador campeón con Argentina en el 78: "Era un súper héroe. Pelé, Di Stéfano, Cruyff, él y Messi, el mejor eslabón de la historia".

César Luis Menotti, en su casa de Buenos Aires./GETTY
César Luis Menotti, en su casa de Buenos Aires. GETTY
Lorena González

Lorena González

"Estoy muy bien de salud, pero es complicado alcanzar la felicidad en un mundo como el de hoy, más aún con la profunda dificultad que atraviesa mi país. A mi edad lo que mejor me funciona es la cabeza, escribo mucho y tengo muchas ganas de hacer una película de fútbol, también tengo una escuela de entrenadores. Eso de día, y por la noche me divierto… El fútbol nunca te permite tener vacaciones", nos cuenta César Luis Menotti (Rosario, Argentina, 22/10/1938) , que atiende a Relevo desde el salón de su casa de Buenos Aires. Allí mismo vio a la Argentina de Scaloni proclamarse campeona del mundo, como logró él con la 'Albiceleste' en el 78, en plena dictadura de Videla. Después pasaría a dirigir en nuestro país al F.C. Barcelona y al Atlético de Madrid.

Él mismo está haciendo el guion de una película sobre la importancia de la pelota en los barrios argentinos y lo que significa como hecho cultural. "Antes era desde ese lugar el único donde nos respetábamos. Competir con el reglamento de fútbol te hace mejor persona, te penaliza hasta la intencionalidad, es muy sabio. Yo soy muy enfermito de algunas cosas, como de la música. La música me puede, soy un buceador de los lugares más difíciles para encontrar a los grandes músicos que no tienen espacio en la actualidad. Esa desculturización del mundo la sufrimos nosotros más que nadie. No sé cuánto hace que no aparece un bandoneón en la televisión. La lectura siempre está a mi lado. Repaso mucho a Montalbán, justo ahora estaba leyendo una reflexión de él sobre el éxito: te lleva al borde del abismo. Dos pasos adelante te hacen desaparecer, tres pasos para atrás, te pueden llevar a la gloria", reflexiona el seleccionador que llevó a Argentina a ganar el Mundial del 78.

Sobre si el fútbol moderno ha arrasado con su esencia genuina y lo que puede representar en la sociedad, Menotti es tajante: "No se ha perdido, se ha desdibujado. La pelota es un gran instrumento, pero depende de en qué manos esté. Siempre que viajaba por el extranjero, veía lo que la pelota significaba para nuestra cultura. A veces volvía llorando a mi casa cuando observaba cómo se manosea. Lucho para que el mundo de los negocios no se apodere del fútbol".

"Lucho para que el mundo de los negocios no se apodere del fútbol"

Menotti exfutbolista

Dentro de esa intención por no desvirtuar el fútbol, entra el Menottismo vs. Bilardismo, que si bien partieron de esos contrapuestos estilos de fútbol, a Menotti no le hace mucha gracia el concepto: "Se entra en un debate que es más comercial que cultural. Yo dependo del fútbol en su máxima expresión. Soy feliz cuando entro a una cancha, aunque esté vacía, siento una emoción diferente. A veces cuando converso con músicos, comentamos que es la misma sensación que tienen ellos cuando se dirigen a un piano a tocar, que debe ser parecida a la mía de entrenador cuando voy a sentarme en el banquillo. Nos tiemblan las piernas por igual. Me conmueve mucho y me duele la irrespetuosidad sobre el fútbol, que se le devore".

Entonces, ¿qué significa 'Menottismo' para el propio Menotti? "Tener respeto a lo que el juego significa. Jugar es una maravillosa palabra, hasta en el amor. No puedo entrar en una cancha sin sentir la emoción del juego. Más teniendo en cuenta que hay jugadores que lo han llevado a una expresión artística, como Maradona. Jugué de joven con Di Stéfano, estábamos en Alemania, él ya era un hombre grande. A los 15 minutos del amistoso, me di cuenta de por qué era Di Stéfano: jugó como si fuera la final del Mundial. Me faltó jugar con Cruyff, la última vez que le vi era entrenador del Barça y se lo dije. Tuve mucha suerte, jugué en contra de Pelé, yo era suplente. Un día Coutinho, su mejor socio, estaba a mi lado y vio a Pelé dar un pase. Me preguntó: '¿Cómo se puede hacer eso? Cada día es mejor'. En el fútbol todo debe tener un sentido, como la música de Serrat. Una vez, jugando en Central, pateé al arco desde cuarenta metros y un compañero me dijo 'no seas ordinario'. Eso se me quedó grabado", recuerda riendo.

El fútbol actual

Comentamos que las prisas que hay hoy en el fútbol, donde el mercado manda, chocan con la estética a la que se refiere el argentino. "Ya alguna vez tuve fuertes discusiones sobre esto. Ahora se corre mucho, y tuve que corregir eso, porque en el fútbol se tiene que correr, pero también trotar, caminar, parar, porque la cancha tiene 7.000 metros cuadrados… no es correr lo que califica a un jugador. Los entrenadores empezaron a cometer el error de olvidarse de jugar a la pelota. Yo me animo a decirte que he enseñado a jugadores a jugar al fútbol, porque se aprende. Hay jugadas en el mano a mano, donde se aplica la habilidad, y me da la sensación de que se trabaja poco. Se puede enseñar a gambetear, por supuesto", argumenta. 

"Los entrenadores empezaron a cometer el error de olvidarse de jugar a la pelota"

Menotti exfutbolista

Y sigue: "Imagínese que el fútbol es como una orquesta de grandes músicos, pero lo primero de lo que debes ocupar como entrenador es de los músicos, dejarle claro lo que quieres del violinista, para que luego tenga todo lo que necesita para que pueda tocar con el resto. Ahora empiezan a meter números, eso del 4-3-3. Pelé decía que pagaba a ver cuándo Brasil había jugado un 4-2-4, ¡parece un número de teléfono! Al final el fútbol puede resumirse en cuatro fases: defender, recuperar, gestar y definir. Viendo cómo se hace cada cosa, detectas cuál es la idea del entrenador. Es decir, si pone cuatro en el medio, sólo recuperadores, está marcando cuál es su idea. En Brasil del 70 sólo jugaba un recuperador. Aquel equipo lograba recuperar la pelota a través de la reducción de espacios".

Menotti, en una foto de archivo. GETTY
Menotti, en una foto de archivo. GETTY

Menotti interrumpe la conversación: "No quiero aburrirte, ya cuando vengas aquí te invito a mi casa y seguimos charlando, así ves lo que tengo arriba de un piano. Tengo fotos con Di Stéfano, Cruyff, Pelé, Maradona y Kempes y no permito que nadie las mueva, a no ser que vayan a tocar el piano. Lo estudié dos años, pero me da vergüenza tocar el piano, sólo juego con él". Pero continúa con ganas de divagar sobre el fútbol, su pasión. Y criticar en qué se ha convertido: "Lo que pasa es que mi análisis es muy corto para determinar las condiciones técnicas. Debe abarcar esas cuatro condiciones. Te garantizo que generalmente están limitados a ser solistas por esa locura de la estrategia y que el futbolista no siente. El otro a ver si escucha a algún periodista hablar de cómo gambeteó, o de qué pase dio que lo dejó solo. Parece que todo lo que se vende, vale. Como si fuera más importante las entradas que se vendieron que los pases lindos que se hicieron".

Sobre esa esencia perdida, porque se le obliga al jugador a deshacerse de ella, Menotti comparte un recuerdo de cuando dirigía a un jugador exagerado en individualismos: "Cuando debutó en Primera le pregunté si su papá venía a verle jugar. Me dijo que sí. Un día le pregunté: ¿Y no te da vergüenza que no te vea como si ya no fueras el de antes, que ya no juegues como en el barrio?".

Se acabaron los regates

"Hoy en día no hay quien haga tres gambetas seguidas. Cuando estaba en el Barça, si al quinto toque no pasábamos del medio de la cancha, suspendía el entrenamiento. Qué es eso de la tenencia, la posesión… El otro día vi un equipo en España al que se elogiaba porque había dado 18 toques seguidos, aunque la jugada terminó en un centro que despejó el rival", sigue contando, aunque dice que prefiere no nombrar al equipo en cuestión para que no sirva de crítica a su entrenador.

"Le dije a un jugador: '¿No te da vergüenza que tu padre te vea como si ya no jugaras como en el barrio?'"

Menotti exfutbolista

Mientras hay entrenadores que argumentan que jugar bien es ganar, para Menotti es otra la concepción: "A mí me molesta cuando se juega mal. El fútbol no es vida o muerte. Soy hincha de Rosario Central y no me conformo con que gane, no me hace feliz. Yo quiero ganar jugando bien. Pelotudeces que se dicen en España. ¿Por qué me separas y me preguntas si prefiero jugar bien o ganar? Sé que si no juego como a mí me gusta también puedo ganar, pero yo quiero jugar como a mí me gusta y como le gusta al 99% de los jugadores. Dirigí a River, Boca, Peñarol, Barça, Atlético de Madrid… salí campeón con Huracán y todo eso jugando bien. Le metimos cuatro al Real Madrid, entrenando al Atleti, y en la primera parte contamos hasta quince fueras de juego".

Son pocos los jugadores que le hacen disfrutar, así que más allá de Messi y los suyos, a Menotti le cuesta encontrar futbolistas que le conmuevan: "Me divierte mucho Mbappé, me hace reír, pero no me sorprenden muchos. Una vez le pregunté a Adolfo Pedernera, '¿usted cree que los jugadores de ahora podrían jugar en su época?'. 'No sé, pero los de mi época sí podrían hacerla en esta', me respondió. ¿Di Stéfano jugaría? Seguro, el tema son los otros. Iniesta es de los pocos que también puede jugar en cualquier época. Ahora un futbolista falla dos gambetas y a la tercera, el entrenador le dice que no haga más".

"Iniesta, como Di Stéfano, es de los pocos que podría jugar en cualquier época"

Menotti

Le preguntamos qué le genera Leo Messi, y no duda en su respuesta: "Es el mejor, forma parte de ese eslabón de los cinco mejores de la historia, el que está formado por Di Stéfano, Pelé, Cruyff, Maradona y él. Ese espacio después de Maradona sólo lo ha podido ocupar Leo. No hablo con él porque no me gusta hablar con los jugadores de la selección porque luego los periodistas pueden pensar cualquier cosa, o que me meto donde no debo. Messi está rodeado de gente muy sana que le ayuda mucho, sobre todo con gente como Ayala y Aimar. Es muy bueno este equipo técnico de la selección argentina".

Menotti, en un entrenamiento con Maradona. GETTY
Menotti, en un entrenamiento con Maradona. GETTY

Elogia a la actual campeona del mundo y le pedimos que la compare con la suya. "Lo más importante de la selección del 78 es que ganamos la Copa del Mundo hecha con futbolistas del interior del país, que jugaban en Argentina. Todos me mataban por eso. Los grandes jugadores se habían ido a jugar a Europa. Pero yo quería entrenarles cada semana y tenerlos ahí, incluso invitar a los entrenadores de los clubes a los que pertenecían. Después hice parar el campeonato durante cinco partidos para jugar y enfrentarnos a Inglaterra, Alemania... Nadie dice nada, pero el centro de entrenamiento de Argentina lo compramos nosotros. Ahora el predio se llama 'Julio Grondona' y eso que fue el que se negó a que jugáramos el partido que organizamos para recaudar fondos. Pedí la autorización, llamé a jugadores de Europa, jugamos un amistoso y le donamos a AFA un millón seiscientos mil dólares", nos cuenta pidiéndonos que lo resaltemos "a modo exclusivo", para que se sepa.

Volvemos a preguntarle por su selección del 78, por si se vio campeón antes de la final ante Holanda: "Sí, sentía mucha confianza, habíamos hecho muchos partidos, estábamos preparados, teníamos un equipo de jugadores bastante desconocidos, sólo Kempes estaba en Europa. Le jugábamos a cualquiera. Era un equipo, ya no tanto una selección. En nuestra imaginación sabíamos que íbamos a jugar una final contra Holanda, suerte que no vino Cruyff. Se lo decía mucho al 'Flaco', cada vez que me lo encontraba yo le hacía el chiste de 'yo llamé a tu mujer para que no vinieras'".

"Cuando estaba en el Barça, si al quinto toque no pasábamos del medio de la cancha, suspendía el entrenamiento"

Menotti exfutbolista

En ese equipo, ¿había un aura distinta de campeón, un pálpito diferente? "Lo que hay es un sueño, que no es lo mismo. El futbolista siente que la orquesta está tocando bien y que él es un buen músico, que tiene un buen director y que no van a desafinar. En esta selección hay 26 jugadores que viven en Europa. No sé cómo será el futuro. No hay mucha diferencia en calidad entre los que jugaron este Mundial con Argentina con los que hay aquí, salvo cinco o seis. Ahora en River o Boca son tan buenos como los que están en España. Tenemos muchos jóvenes como Julián Álvarez, hay muchos 'Julianes' en Argentina", insiste Menotti.

En medio de una dictadura

Aquella selección del 78, jugó y ganó el Mundial mientras Argentina se desangraba con la dictadura de Videla. Un contexto sociopolítico del que Menotti pudo extraer a sus jugadores: "Vivíamos la situación como cualquiera, era normal desde la ignorancia política. Lo que nunca llegamos a saber era la magnitud de desaparecidos. Pero estábamos en un restaurante y entraban militares armados. Nosotros jugábamos al fútbol, en la celebración diez millones de personas en la calle, ni se atrevieron porque la selección rompía todo. En el Obelisco había más gente que cuando ganaron el último Mundial. Jamás me presionó nadie. Yo no quería ni custodia militar en los entrenamientos y los mandé a sacar", recuerda.

Entre las sombras de aquél Mundial, todavía ronda la sospecha sobre la goleada por 6-0 a Perú, por si los jugadores peruanos podrían haber sido coaccionados por el propio Videla, para que se dejaran ganar aquel encuentro de la fase de grupos: "Yo he tenido un enfrentamiento con sectores poderosos de la prensa que me bombardearon mucho, así que utilizaron cualquier estupidez. Soy amigo de muchos jugadores peruanos de aquella selección. Ya les habíamos ganado meses antes, de hecho, en la primera parte de aquel partido en Lima, ya le habíamos metido 4-0. Hasta les pedí a mis futbolistas que jugaran más tranquilos, que iban a matar al entrenador de Perú".

Catar y Maradona

El Mundial de Qatar lo vivió mucho más tranquilo: "Vi la final en mi casa, con mi hijo. Yo ya no sufro por el fútbol. Estaba convencido que íbamos a ser altamente competitivos. No lloré ni cuando salí yo campeón, sólo lo hago escuchando a algún poeta nuestro. O por falta de alguna figura, porque se me ha muerto mucha gente". En apenas dos años, Menotti ha tenido que despedirse de dos grandes amigos y referentes: "Cuando me levanté a la mañana, no quería saber, y cuando me dijeron que había muerto Pelé… Ahí sí lloré. Y donde estoy sentado ahora, un día me llama mi hijo para decirme que se había muerto Maradona. Me agarró un ataque de odio por todos los que le rodeaban", cuenta.

"No lloré ni cuando fui campeón. Sólo lo hago escuchando a algún poeta y sólo lo he hecho con las muertes de Pelé y Maradona"

Menotti

Para muchos la presencia de Maradona desde otro lugar sirvió como cábala para ganar el último Mundial. Pero el técnico argentino no cree en esas cosas. "Lo que sí creo es que el Diego ayudó a demostrar a los demás lo que él tenía como futbolista. Fue el mensaje del potrero del buen juego. Y pagó caro porque todo lo que hacía bien. Cantaba bien, bailaba bien…".

Una mezcla de impotencia y de melancolía le atrapa la voz mientras recuerda a Maradona: "No pienso en su ausencia, creo que esta ahí. Estando en el Barça, me dijo que si me quedaba yo, él no se iba a Nápoles, había fallecido mi mamá recientemente. Después lo vi después una sola vez en diez años, cuando empezó a actuar en la tele no lo veía, pero yo sabía todo… He vivido mucho de noche y sé lo que hay. Estaba muy mal, hablé con Claudia (esposa de Maradona), y sabía que no podía hacer nada".

"Diego nunca probó la droga en el Barcelona. Físicamente era una locura, jugaba con un tobillo destruido, con una hepatitis... Y parecía que venía de la playa. No hace falta mucha sabiduría para saber si tus jugadores han salido la noche de antes, por la mañana les veía y ya sabía todo, o se lo preguntaba. Otro con la vida de Diego, hubiese muerto diez años antes. Era un súper héroe", continúa. Y echa la vista atrás: "Lo tuve en la base de los juveniles, desde los 16 años. En toda mi vida sólo grité un gol, y fue en la final del Mundial juvenil del 79. Le dije que pegara el tiro libre al palo del arquero y lo hizo. Salieron campeones".

"Maradona parece que venía de la playa. Era un súper héroe"

Menotti exfutbolista

Para Menotti, no hay nada comparado a ganar un Mundial: "La alegría más grande fue en el 78. Fue una cosa extraña, lo que te da ser campeón del mundo es una locura, no se borra nunca. Me sorprendía que justo me fui de vacaciones a Alemania todos me conocían. Un día estaba sentado comiendo en Italia, entró una que me resultaba parecida a alguien. Se acercó a saludarme, ¡era la actriz Gina Lollobrigida! También me pasó con Sofia Loren en Buenos Aires".

Más que querido en su país, sobre todo se siente "respetado". Eso le pone contento. "Me dignifica, es lo que más feliz me hace. Creo que me toman por alguien que no dice boludeces, y eso me gusta", termina El Flaco.