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Mendieta: "Me hubiera gustado jugar en el Real Madrid. Y ahora, ser director deportivo del Valencia"

El exfutbolista atiende a Relevo en la previa del Barça-Valencia que hoy medirá, con objetivos bien dispares, a dos de sus exequipos.

Gaizka Mendieta, en la entrevista con Relevo. /Relevo
Gaizka Mendieta, en la entrevista con Relevo. Relevo
Cristina Bea

Cristina Bea

A Gaizka Mendieta (Bilbao, 1974) se le notan sus años en Inglaterra en esta conversación que salpica con palabras en inglés. Después de jugar en el Valencia, Lazio y Barcelona, llegó en el 2003 al Middlesbrough, donde sólo se acrecentó su pasión por la música británica y donde acabó colgando las botas a los 34 años por razones personales. Por sus hijas. Nos lo cuenta. Como su traspaso fallido al Real Madrid, club en el que su padre, el portero Andrés Mendieta, ganó la Sexta. O el desencuentro con la afición valencianista por su no asistencia a los actos del Centenario che en 2019 en Mestalla, donde sigue yendo "camuflado". "Mi cariño y amor hacia el Valencia está ahí. Eso no lo cambia un grupo de gente, una minoría". 

El exfutbolista vasco mira sincero al pasado y al futuro bajo la gorra negra que luce. En el entretiempo, el futbolista que pudo ser atleta -llegó a ser subcampeón de España de 1.000 metros-, es comentarista de televisión, empresario gastronómico, asesor de deportistas a través de Player4Player para maximizar sus carreras, y DJ. Actuó en la fan zone de la final de la Champions que midió a los blancos y al Atlético de Madrid en Lisboa, entre otras. Esta noche, la música sonará en el Camp Nou. Y allí estará para presenciar el encuentro entre dos de sus exequipos. El deseo del desenlace, pero de la temporada, lo tiene más claro que qué ocurrirá en el duelo: "Que el Barça gane LaLiga y el Valencia se salve".

¿Qué tal, Gaizka? ¿Cómo estás y dónde? ¿En Londres? Confieso que me cuesta ubicarte…

Pues ahora mismo me pillas en Londres, sí. Después de haber estado en Almería haciendo el Almería-Barça. Viajando mucho, afortunadamente, porque eso significa que hay cosas por las que moverse, hay cosas que hacer. A veces me despierto y no sé en qué ciudad estoy, si estoy en un hotel, en casa o dónde estoy.

Te retiraste con 34 años tras tu paso por el Middlesbrough y te quedaste a vivir en Inglaterra. Siempre has tenido una devoción especial por lo británico.

Sí, no lo pensaba, ni lo pensé cuando me retiré. Al llegar a ese momento es cuando empiezas a sopesar las opciones que tienes en esa segunda etapa de tu vida. Y ahí fue cuando las oportunidades que veía para seguir vinculado de una manera al fútbol, sin tener muy claro cómo y dónde, fue aquí en Reino Unido. Empecé a colaborar con Sky retransmitiendo LaLiga, a invertir en temas de restauración... Siempre ha sido una cultura, sobre todo Londres, que me apasiona y que me encanta por todo lo que ofrece. De hecho, estando en Valencia ya, algún fin de semana que tenía pocos días, me escapaba a Londres a disfrutar de todo lo que tiene por ofrecer.

Dices que no te planteabas quedarte en Londres pero creo que ni siquiera tenías prevista tu retirada tan temprana, ¿no?

Sí, a veces, o casi siempre, planeamos o intentamos tener una guía, una ruta que pensamos que vamos a trazar, y luego la vida se mete por el medio. Efectivamente, creo que hubiera podido seguir jugando. Tendría que haber sido un proyecto que hubiera ido en concordancia con todo lo que yo pensaba que necesitaba en ese momento, que era, disfrutar del fútbol y, seguramente, en otras culturas. Pero, sí, por diferentes motivos, sobre todo los personales, decidí que ése era el momento. A veces uno tiene que abstraerse de esa situación, intentar ver el 'bigger picture' y valorarlo todo. Y entendí que, en ese momento de mi vida, el fútbol tenía que pasar, no a un segundo plano, pero sí a otro nivel.

Gaizka Mendieta sobre su retirada temprada del fútbol.

¿Te importa detallarlo un poco, por favor? Te separas estando en Londres y poder ver a tus dos hijas te hace tomar esa decisión, ¿verdad?

Sí, porque mis hijas en ese momento ya estaban viviendo en Valencia. Me separé y jugar y marcharme a un país, que eran mis intenciones, hubiera supuesto no verlas prácticamente. Con lo cual lo tenía muy claro, no tuve que pensarlo en absoluto, que lo primero eran ellas. Lo siguen siendo. Y la decisión era clara por eso, porque ellas ya estaban en España entonces y, aunque elegí vivir en Londres por motivos profesionales, no me ha impedido nunca el verlas. He viajado regularmente a Valencia.

¿Cuál habría sido ese país al que te habrías ido de haber seguido jugando? Suena a lejos. ¿China?

El fútbol en China, a ese nivel, todavía no tenía influencia. Mi idea, lo que me hubiera gustado, es ir a la MLS, pero en esa época a nivel de sueldos prácticamente te costaba dinero ir a jugar a Estados Unidos. Después de haber vivido el fútbol como un deporte prioritario, vivirlo como algo secundario o terciario me resultaba curioso. Y la cultura americana. Luego, Emiratos Árabes empezaba a sonar con fuerza. Guardiola estaba ya allí, Hierro había también estado...

Mendieta, en un sorteo de la Nations League.  Getty
Mendieta, en un sorteo de la Nations League. Getty

Por lo que te despides del fútbol en activo y te quedas en Londres. ¿Cuánto ha influido tu pasión por la música británica para que siempre hayas estado tan a gusto allí al margen del fútbol?

Mucho, mucho, en su cierta medida. Una de las ofertas y de las cosas que ofrece Londres son conciertos, tiendas de discos, una cultura musical bestial en la que siempre he encontrado cobijo. He encontrado además otra de esas otras pasiones que luego descubrí también gracias a estar en Londres, como fue la cocina, la comida, la restauración... Y la música, sí, siempre ha sido importante en mi vida. Yo tuve la fortuna de desarrollar esa pasión como profesión. No me gusta llamarle profesión porque es más una pasión que una profesión, tampoco ejerzo como tal. Es algo que hago esporádicamente cuando el fútbol y la vida me lo permiten. Sin duda, sí tuvo su peso.

Hablabas de esas escapadas desde Valencia para empaparte de Londres cuando podías pero, ¿alguna locurita que llegaras a hacer? ¿Algún concierto que hicieras, en plan ida y vuelta, de decir: "Madre mía, que pierdo el vuelo y no llego al entrenamiento"?

No, porque era y soy, muy responsable. Hubiera estado sufriendo más que disfrutando si hubiera estado en otro país. En España sí, a lo mejor, ir a un concierto. No el día antes porque estábamos concentrados, pero si jugábamos un domingo, pues un viernes o un jueves, con toda la moderación requerida y necesaria, sí. Si era un concierto de aquellos que uno ha estado esperando ver, alguna escapadita sí que hice. Lou Reed en Barcelona, por ejemplo, pero era verano y no incumplí ninguna regla. Como mucho la del horario recomendado (hace el gesto de comillas) de ir a la cama. pero al día siguiente sin ningún problema.

¿Cómo das el salto de tener esa pasión por la música a convertirte en DJ?

Fue un poco no de casualidad otra vez, sin buscarlo. Mi buen amigo Juan Vitoria tiene una tienda de discos en Valencia y una de mis costumbres cuando llegaba a una ciudad nueva, y sigue siéndola, es ir a las tiendas de discos. Con Juan conecté desde el primer momento. Él es un gran valencianista, además, con lo cual compartimos iba a decir dos, más de dos pasiones en la vida. Y Juan, aparte de la tienda, se dedica a pinchar. Cuando yo ya estaba retirado en el 2010 o 2011, él había pinchado en el Festival Internacional de Benicassim, y le vuelven a llamar para pinchar en el FIB. Me llama: "Oye, ¿te gustaría pinchar en el FIB?" Porque en ocasiones, cuando jugábamos un sábado y terminábamos relativamente pronto, a lo mejor estaba pinchando, me acercaba donde estaba él. Yo no pinchaba, porque nunca lo había hecho, pero me enseñó cuatro cosas básicas. Y me dijo: "Si te apetece, pinchamos".

Y pinchaste. 

Soy bastante 'echado p'alante' para esas cosas. Dije que sí sin haber sido DJ como tal, y ahí fue cuando empecé un poco a aprender. Nada de mezclar, nada de estas cosas que hacen muchos DJ's que admiro, pero yo soy más un DJ tradicional. Y así fue como pinchamos en el FIB y, a partir de ahí hasta hoy, festivales, eventos, clubes…

De hecho, llegas a pinchar en la fan zone de varias Champions Leagues, entre ellas, la del Real Madrid-Atlético en Lisboa en 2014. ¿Cómo fue aquello?

Para mí siempre el escenario ideal era éste, el fútbol-música. Dos pasiones que podía compartir con muchos aficionados. Y así fue. Hice tres o cuatro, no me acuerdo ya. Y espectacular. Veías el ambiente en la plaza, en la fan zone, y la gente iba allí, escuchaba música, estaba comiendo, bailando, disfrutando del momento.

"Los nervios y la tensión es mayor para mí en una pinchada que en un partido de fútbol"

Gaizka Mendieta Ex futbolista

¿Qué te ha generado más adrenalina o qué te ha impuesto más, jugar ante 90.000 espectadores o pinchar delante de otras miles de personas?

Pinchar. Pinchar, porque el fútbol, aunque los nervios estaban ahí, es algo que te viene natural. Tú sales ahí a jugar y jugarás mejor o peor, pero sales a jugar. Pinchar hay siempre unos factores que no dependen de ti y que siempre te pueden influenciar en la actuación, con lo cual los nervios y la tensión es mayor para mí en una pinchada que en un partido de futbol.

Hablabas del FIB. También debió ser memorable verte tocando la guitarra con 'Los Planetas', con su 'Un buen día' y "He puesto la tele y había un partido / y Mendieta ha marcado un gol / realmente increíble". ¿Cómo llegas a ese momento?

Cuando 'Los Planetas' sacan esta canción, yo no los conozco personalmente, aunque ya los había visto en concierto varias veces en Valencia. Y sale la canción. A partir de ahí, a través de amigos en común, nos conocemos y establecemos amistad. Hasta el punto de cuando vuelven al FIB, creo que eran diez años después, yo tengo una casa en Benicàssim y les digo: "Oye, coincide que voy a estar allí, comemos en casa, hacemos ahí una paella. Y en el excitement del momento: 'Bueno, mañana vas a tocar con nosotros ¿no? ¿Tú no tocabas la guitarra?" Digo: "A ver, yo tocaba la guitarra hace muchísimos años, y no la he tocado hace muchísimos años. No, no, yo no toco la guitarra". "No, no, tú tienes que salir al escenario en la canción, sales, la tocas con nosotros…". Al final "no, no, no", "bueno, ya veremos", acaba la noche y digo: "Mira, como mañana haréis el ensayo de sonido por la mañana, voy por la mañana, vemos cómo se da aquello y si veis que hay algo ahí, lo consideramos, si no, nada, ok?"

Aparezco en el set de sonido, el tío me dice que ok. Me fui a casa, los dedos me dolían, pero hasta que conseguí que aquello sonara decentemente… Fue espectacular. La gente me decía: "Pero has jugado finales de Champions". Las emociones y las sensaciones son completamente diferentes. No sé si era Blur después y LCD Soundsystem antes, o algo así. Era un cartel de aquellos, escenario principal, no veías el final de la gente… Espectacular. Y tocar aquella canción, en ese momento allí, alucinante. Era como "que alguien me despierte. ¿Qué está pasando aquí?"

Qué bueno. Y sácanos de dudas, anda. La canción la publicaron Los Planetas en el 2000, dentro de su disco 'Unidad de desplazamiento'. ¿Cuál fue ese gol "realmente increíble"? ¿El voleón en la ida de los 1/4 de final de la Copa en el Camp Nou en 1999? ¿El de la final de esa Copa en Sevilla ante el Atlético?

Es un misterio. La canción la compone Floren con Jota y son ellos los que deberían revelar esa información. Yo creo que les gusta el misterio. No sé si es uno en concreto, son varios, es el enigma que va con la canción.

¿Y tú cuál de los dos dirías que es? Son dos de los goles más espectaculares que has marcado…

Sí, o el de San Mamés, también. Para mí, por cómo fue el gol de San Mamés, el zigzag éste… Pero si tiene que ser uno, creo que debería ser el de la final de Copa, por ser una final de Copa, el título, el gol… Por todo, debería ser ése, pero la próxima vez que les vea les diré: "Por favor, ¿podéis decir ya cuál es el gol?" Yo creo que no, creo que les gusta que la gente tenga dudas a ese respecto.

¿Cuál es para ti el gol más bonito que has marcado?

Ése y el de San Mamés, por ser San Mamés, por mis orígenes, por todo. Porque San Mamés fue antes. El de San Mamés es, digamos, el primer golazo de esos que se decían de Mendieta. Luego, el del Camp Nou, el de la Copa. Luego hubo uno contra el Numancia también muy bonito, una vaselina. Pero bueno, el de San Mamés porque, por orden cronológico y ahí seguro que pensaron: "Uy, mira este chaval, también puede meter goles. Parece que no sólo puede correr, y hacer otras cosas".

Hombre, tú de hacer otra cosas siempre has sabido. Has sido futbolista, pero podrías haber sido atleta. Llegaste a ser campeón autonómico, récord autonómico de 1.000 metros y subcampeón de España de 1.000 metros, becado. No se te daba nada mal.

El atletismo fue otra de mis pasiones. Dejé el fútbol por el atletismo. Durante dos o tres años no jugué al fútbol de manera organizada en un club. Yo de pequeño jugaba en el colegio al baloncesto, estaba federado en atletismo y en fútbol. A esa edad puedes coordinarlo todo. Llega un momento que es imposible. Dejé el baloncesto lo primero, intenté con el atletismo y fútbol todo lo que pude, hasta que no pude. Dejé el atletismo una vez, había vuelto al atletismo y había dejado el fútbol, y me acuerdo que mi padre me llevó a una tienda de deportes en Castellón y me hizo elegir. En esa tercera vez, mi padre me miraba como diciendo: "A ver, chaval, céntrate ya" .

Tu padre, que ganó la Sexta con el Real Madrid.

Exacto, sí. Compañero de Amancio, que acaba de fallecer. De esa generación.

"El atletismo fue clave en mi carrera como futbolista"

Gaizka Medieta Ex jugador del Valencia

¿Y cuánto te ayudó el atletismo en tu carrera de futbolista?

Fue, sin duda, clave. En la cultura, como tal, del deporte, porque yo venía de una cultura de atletismo. Nosotros siempre decíamos que estaban los atletas y, luego, los futbolistas. El futbolista no era un atleta, no se consideraba como tal. Recuerdo que eso me ayudó mucho a entender que a veces necesitaba entrenar más, a veces necesitaba entrenar menos. Me ayudó, sobre todo, en la condición física que tenía. A que, gracias a eso, y a que luego era capaz de leer e interpretar los partidos, podía estar en muchos sitios, muchas veces, y tomar las decisiones correctas, de ahí que empezara a jugar de pivote defensivo. Cubría mucho, abarcaba mucho campo. Cuando tenía el balón no me complicaba, siempre tenía al lado a alguien y no perdía balones. Con lo cual, sí, fue clave en la carrera como futbolista.

Tu padre jugó en el Real Madrid y, ¿cómo de cerca o no estuviste tú también de vestir de blanco? El Madrid estuvo interesado en ficharte cuando jugabas en el Valencia.

En esa época 2000-2001, cuando me voy a Italia, el Madrid se interesa. Llama a mi representante, Alberto Toldrá y le dicen que tienen interés. Deportivamente, obviamente, es un halago que un equipo como el Madrid sienta interés por ti. Hay mucha gente que usa la palabra traidor muy a la ligera, porque siempre fui muy claro en mis intenciones con el Valencia. Siempre me quise quedar. Fue únicamente en esa época, después de diez años, después de las dos finales de Champions, cuando pensé que mi carrera tenía que tomar otra dirección, únicamente. Hasta entonces, el club era el que me había venido, que había ofertas, si me quería ir, y no me quise ir. Le dije al club que, en ese momento, estaba dispuesto a escuchar ofertas si nos interesaban a los dos, lógicamente. Tenía claro que si algo así iba a ocurrir, era de la mano del Valencia. No iba a ser de ninguna otra manera. A pesar de que había un interés del Madrid, tenía clarísimo que el Valencia no me iba a vender por nada que no fuera la cláusula de rescisión después de lo que ocurrió con Mijatovic. Estuvo ahí, hubo un interés real, hubo conversaciones entre nosotros y entre clubes, pero nunca se llegó al máximo, de ahí que luego surgieran otras opciones, como fue finalmente la de la Lazio.

Mendieta: «Me hubiera gustado en el Madrid»

¿Te habría gustado jugar en el Real Madrid? ¿Supuso algún tipo de frustración para ti que no se diera?

No, no, frustración no. ¿Me hubiera gustado jugar? Sí. Como luego jugué con el Barça. Me hubiera gustado jugar para muchos de los equipos grandes que hay en Europa. Como me hubiera gustado jugar en el Manchester United, como me hubiera gustado jugar… Tuve la suerte y fui afortunado de haber jugado en el Valencia en la época en la que lo hice, durante diez años, haber sido capitán, finales, trofeos, pero siempre entendí que mi carrera futbolística la quería experimentar y disfrutar desde diferentes perspectivas. Por eso dije al club que, en ese momento, podíamos considerar otras opciones, porque pensé que estaba listo ya, después de haber estado todo ese tiempo en el Valencia, de otras aventuras. Y salió la Lazio como podía haber salido otro, como podía haber salido la del Madrid si hubieran pagado al Valencia lo que tenía que pagar. Pero frustración no, porque no es algo que me hubiese marcado desde pequeño.

Tu experiencia en Italia no fue muy buena.

Tenía claro que era un cambio importante y difícil. Había gente que había ido a Italia y no le había salido bien. Uno siempre tiene fe en sus posibilidades y en sus características siempre pensé que saldría mejor de lo que salió. En ese momento el club estaba en una etapa en la que hubo muchos cambios, entrenadores, jugadores, venía de una época de éxito. Cuando uno pone de su parte todo lo que puede y entrena profesionalmente y son otros factores los que de alguna manera te impiden el que tú desarrolles tu fútbol... Son factores que están ahí, que uno no puede manejar, pero que también afectan al rendimiento y a lo que ocurre dentro del campo. Y yo siempre sentí que, sobre todo al principio, no tuve una continuidad en cuanto a regularidad en el juego como para adaptarme a un fútbol y a un equipo nuevo. Había cinco o seis jugadores nuevos, eso requiere un tiempo. Así como en Inglaterra me adapté muy rápido, por el tipo de fútbol, en Italia requería de más.

Apenas estuviste un año, y llegó tu salida al Barça.

Bueno, un año… En el mercado de invierno me querían sacar ya, imagínate. El club me dice que ha sido un año difícil y que entienden que me busque otra opción. Yo les digo que sí, que les agradezco todo pero que quería jugar. Escuchamos opciones y el interés y la llamada de Van Gaal y del Barça ocurre pronto y es inmediato. Volver a LaLiga, volver a un club como el Barça, con un fútbol que tenía claro que la adaptación iba a ser rápida, decimos que sí. Y voy al Barça cedido. El Barça no quería comprar y la Lazio no vendía. Fue un año bueno. No fue un año espectacular, pero fue un año en el que el Barça también está sumido en una situación de transición, en el que hay tres presidentes, hay tres entrenadores. Van Gaal sale antes del invierno, luego llegó Antic y a final de temporada llega Laporta con la dirección deportiva nueva que, lógicamente, quieren cambiar las cosas. A pesar de haber tenido una temporada buena, teniendo en cuenta todo lo ocurrido, de mostrarles mi interés por continuar en el Barça negociando lo que tuviera que negociar, el Barça decide que tiene que cambiar. Y cambia casi todo el vestuario. Los que estábamos cedidos éramos los primeros que íbamos a salir. Tenían otras prioridades. Fue un año bueno para mí personalmente, no en el club, porque no ganamos nada, pero de alguna manera, disfruté del futbol otra vez.

Hablas de aquella temporada bastante convulsa en la que acaba llegando Laporta. Ahora vuelve a estar Laporta en el club y lo convulso está más en lo institucional que en lo deportivo. ¿Cómo ves al Barça actual?

Desde fuera siempre se ve todo más más claro. El año pasado fue más en el que hay una etapa de transición. Este año yo creo que tiene en una línea más continuista, donde hay una idea ya clara y una dirección hacia donde quieren ir. Con el entrenador, el proyecto, el tipo de jugador, el tipo de sistema, que se refleja en lo que el equipo es y en los resultados. Ya tienen un título. Que un Barça, un Madrid, un United, un City se queden sin triunfos una temporada es duro. Afortunadamente, se han sabido rehacer y reconstruir y están en esa línea.

Viviste la derrota en Almería. Era una gran oportunidad para marcar más distancia todavía con el Real Madrid, que le ha recortado un punto y está a siete. ¿Crees que serán capaces de mantener esa distancia, que este año se lleva el Barça LaLiga?

Parece que se la va a llevar. ¿Lograr mantener la distancia? No creo. Son muchos partidos, son muchos puntos, es verdad que no está en Europa ya, pero aún así, LaLiga es muy competitiva como vimos este fin de semana. Todos los de arriba prácticamente dejándose puntos. Y va a ocurrir más fines de semana. Es imposible que el Madrid o el Barça ganen todos. Que el Barça ahora mismo parece favorito, también. Que van a ocurrir cosas que nadie se espera, también. La capacidad física, mental, son distintas y exigentes.

"Me parece impresionante que Pedri y Gavi manejen no sólo el Barça, sino la Selección, con su calidad"

Gaizka Mendieta Ex futbolista

¿Con quién de los jugadores de su medio del campo es con el que más disfrutas?

Busquets nos sigue haciendo disfrutar. De Jong es quizás otro perfil, pero cuando ves a Pedri y Gavi, con la edad que tienen, cómo están jugando, lo que llevan ya detrás, parece que tienen 30 años. Me parece impresionante que sigan dictando y sigan manejando, no sólo el Barça, sino la Selección, con esa calidad. Los dos, por diferentes características. Si tuviera que elegir uno, Pedri. Esa calidad, esos recursos, esa visión en el pase, en la conducción, en los recursos técnicos para resolver partidos.

A Xavi lo conoces como compañero, como jugador. ¿Cómo lo ves ahora en su faceta de entrenador?

Muy bien, muy en su sitio. Estuve en el Camp Nou cuando su primer partido y desde el primer momento se reconocía su idea y que tenía las ideas claras. Se pudo ver en el equipo lo que quería hacer, cómo lo quería hacer. Obviamente, necesitaba a los jugadores que, poco a poco, ha ido el club trayendo para que pueda jugar esa idea y esa forma de jugar con los mejores jugadores posibles, y los resultados van a llegar. Para mí era claro que, a pesar de no haber entrenado a un equipo de nivel, cuando ves que un ex jugador a ese nivel tiene todo tan claro, es cuestión de tiempo que los éxitos lleguen.

"Baraja le ha hecho creer al equipo que puede ganar, y eso es igual de importante que los puntos"

Gaizka Mendieta Ex jugador

En el otro banquillo del Barça-Valencia del domingo pasa lo mismo. Coincides con Baraja en tu último año en el Valencia y ahora es el entrenador.

Sí. Él tiene una misión más difícil, más ardua, seguro que igual de emocionante. Por lo que he podido ver con el Valencia, todavía no consigo identificar. Entiendo que tampoco es el Pipo que vimos en el Elche, que vimos en otros equipos, por las necesidades y por el momento. Llega a un Valencia en el que hay lo que hay y con eso tiene que ser capaz de maximizar tanto lo individual como lo colectivo. No lo pudo hacer en el primer partido, lo ha hecho en el segundo. Sin duda, es lo que necesita, necesita resultados, puertas a cero, seguridad defensiva y, a partir de ahí, arañar puntos en cada jornada para salir. Tuvo la mala suerte que, a pesar de ganar, todos los demás ganan, pero lo importante es sumar. Nadie le quita lo que hizo en ese partido, sobre todo a nivel emocional y mental. Hacerle creer al equipo que puede ganar. Creo que eso es igual de importante que los puntos. Creo que más allá de la capacidad que pueda tener como entrenador a muchos niveles, lo va a hacer a un nivel de gestión de vestuario muy importante. Llegas a un vestuario que tienes que dar muchos ánimos, hacerles creer en muchas cosas que, hasta ese momento, no han sido capaces. Ahí tiene una difícil tarea pero, hasta ahora, parece que va encauzándola.

¿Crees que se salvará el Valencia?

Creo que sí. No va a estar fácil. Vemos que en tres, cuatro puntos, hay cinco equipos y todos ellos muy buenos. Quitando el Elche, que se ha descolgado un poco, los demás están cambiando cada fin de semana. Incluso ganando dos o tres seguidos, como le ha pasado al Sevilla, pierdes uno otra vez y te vuelves a meter ahí. Creo que sí, por esta dinámica e inercia positiva que esperamos que Pipo y el Valencia pueda tener, les pueda ayudar por el peso histórico que pueda tener. Y la afición que, lógicamente, va a estar ahí.

¿Qué partido auguras?

Va a ser duro porque claro, son dos ex equipos. Lógicamente, Valencia en la balanza pesa más, por el tiempo y por todo, pero eso no quita que haya un cariño por ambos. Sin duda, si me preguntas, que el Barça gane LaLiga y que el Valencia se salve. A partir de ahí, que cada uno saque los puntos que tenga que sacar y el Valencia, que sufra lo menos posible. Esperemos que ése sea el desenlace de final de temporada.

Dices que siempre ha sido difícil jugar en el Camp Nou, pero hubo una etapa en la que le tenéis cogidísima la medida al Barça. En su casa, sobre todo. El Burrito, tú, el Piojo…

Tuvimos una buena época por estilos de fútbol, por estilos de futbolistas, por inercia psicológica. Hay épocas. Desde el punto de vista del Valencia, cuando ibas al Bernabéu o al Camp Nou, pensabas: "Bueno, hoy hay que pelear, hay que luchar, hay que sufrir para sacar algo". En esa época ibas de tú a tú a estos equipos. Ibas a ganar. Y esa época era un poco así. Conseguimos darle la vuelta a esa forma de pensar, que al final es lo que consiguen los que se establecen en esa parte de la tabla, como lo ha hecho el Atlético de Madrid y otros equipos. Empezamos, sobre todo en casa, a hacernos fuertes y luego, por estilo de futbol de contraataque, de velocidad, a hacerlo también en el Camp Nou.

Hicisteis disfrutar mucho a una afición valencianista con la que tú has vivido un punto de inflexión importante. Más allá de tu salida del Valencia, tú no participación en los actos del centenario che te han generado un antes y un después con la afición. ¿Qué pasó, Gaizka? Tenías un acto en China…

Bueno, una parte de la afición, como también había una parte de la afición que no entendió que Mendieta pudiera decidir salir del Valencia. Esta afición es muy pasional y, como todo lo pasional, hay una línea muy fina entre el amor y odio. Tras retirarme del fútbol profesional, me dedico a diferentes trabajos relacionados con el fútbol. Uno de ellos en organizar torneos, partidos de exjugadores, de leyendas y en esa época estaba metido en varios proyectos. Uno de ellos era éste de China, en el que llevaba trabajando más de un año. Un torneo con seis u ocho equipos, jugaban selecciones. Hay gente que habla sin saber diciendo que si eran ex jugadores del Barça. Éramos ex internacionales. Era un Mini-Mundial. Hacemos una rueda de prensa, de hecho, bastante tiempo antes de que el Valencia anuncie nada de los eventos del centenario, en la que anunciamos el torneo en marzo del año siguiente, que por ser fechas en el calendario internacional FIFA todo el mundo aprovecha, porque hay más disponibilidad para los ex jugadores. Con la mala suerte de que, ya hecho este anuncio, meses después el Valencia anuncia sus fechas.

¿Qué ocurre en ese momento?

Me llama Fernando Giner, me transmite las fechas y le digo que, por supuesto, que para cualquier cosa. Para todo lo que necesite. Pero ese fin de semana yo estoy en China, en un proyecto en el que estaba trabajando durante años y, por situación contractual en el que hay cláusulas, no puedo no ir. Porque soy no sólo organizador, soy jugador. Entonces, hablamos de dos contratos por los que yo no puedo estar en esas fechas allí. Todo lo que sea antes o después, por supuesto. Lo vamos dejando, lo vamos viendo, hay un par de fechas en las que el club, no Giner, me contacta, pero que por diferencias no conseguimos cuadrarlas, no puedo acudir a uno de ellos. Yo le propongo al club, sabiendo que hay varios ex jugadores importantes en la trayectoria e historia del Valencia que tampoco pueden ir, hacer algo aparte para nosotros. Entre los compañeros nos llamamos "Oye, ¿vas a ir? ¿No puedes ir? Oye qué bonito esto, tal, tal, tal'.

"Mi cariño y amor hacia el Valencia está ahí. Eso no lo cambia un grupo de gente que pueda pensar como pueda pensar"

Gazika Mendieta Ex futbolista

¿Y cuál fue la respuesta?

Dicen que no y, obviamente, respetando la decisión, deciden así. Y de ahí surge que Mendieta no pueda estar en el Centenario. Luego surgen los rumores, siempre hay especulaciones y, generalmente, con connotaciones negativas. Mi cariño y amor hacia el Valencia está ahí. Eso no va a cambiar. No lo cambia un grupo de gente que pueda pensar como pueda pensar. Siempre he apoyado al Valencia, desde que me fui. Siempre he estado en contacto con gente de allí. Mi contacto con la ciudad sigue siendo regular. Sigo yendo mucho. Nunca me he encontrado con nadie que me diga algo negativo. Todo lo contrario, muestras de cariño. Creo que la gente eso lo siente, lo ve, más allá de que en un momento puntual como fue el Centenario, cierto que un momento importante en la historia del Valencia. Más allá de eso, no hay que darle más importancia. El que más tristeza tiene soy yo. Más que cualquier aficionado que, en ese momento, pudiera sentir rabia. Lo puedo entender. Porque tú eres aficionado del Valencia y quieres ver allí a todos los jugadores que han marcado tu infancia, una etapa de tu vida. Pero el que más pesar tiene soy yo.

Ocho meses después, en noviembre de 2019, volviste a Mestalla a un acto publicitario y recibiste una sonora pitada. ¿Cómo te sentiste? ¿Crees que es posible reconducir la situación, recuperar el vínculo con la afición?

No sé si es posible. Conociendo a la afición y su forma de sentir no creo que sea posible. Pedja (Mijatovic) fue al Centenario y a Pedja hubo un sector que le silbaba. Y él fue allí. Lamentablemente, creo que eso se ha quedado ahí y se va a quedar ahí. Siempre quedará el "Mendieta no fue al centenario". Ojalá no, ojalá me equivoque, pero va a quedar ahí. Creo que ese sector va a estar siempre ahí. Ese sector está ahí ahora, estaba cuando era jugador… Yo he visto a Mestalla silbar a jugadores que llevaban diez años en el Valencia. Mestalla me ha pitado a mí como jugador del Valencia. A mí, en el campo, como al equipo. Va con la forma de ser, con la forma de entender esa pasión por un club, por un deporte. Pero no será porque yo no deje de seguir haciendo cosas que piense que son buenas para el Valencia, porque así será. Cualquier oportunidad que haya, lo voy a hacer, independientemente de que salga al campo y haya gente que muestre su desacuerdo. No pasa nada. Una minoría no va a quitar lo que la mayoría siente, y lo que yo siento, principalmente, claro.

¿Has vuelto a Mestalla desde entonces?

Sí, muchas veces. Como te decía, voy mucho a Valencia y cuando coincide que hay partido en Mestalla, voy. He estado en Mestalla muchas veces viendo al Valencia jugar. Voy ahí camuflado y ya está, no pasa nada.

Y, sobre protestas, ¿qué opinas de las protestas de la afición con respeto a la propiedad? ¿Qué te parece el 'Lim go home'?

Me parece que la afición tiene derecho a expresar lo que siente ante algo que, es obvio, no representa lo que el Valencia debería tener, o lo que el Valencia necesita desde su propiedad. Hemos visto, en etapas anteriores, cuando ha habido una idea, un proyecto en el club, enseguida ha habido una dirección, una mejora. En cuanto eso no ha existido, el Valencia lo ha sentido como club. Entonces, ver al Valencia, al club que tú amas y quieres, de alguna manera dejado y no dándole todo lo que necesita para estar donde todo el mundo queremos verlo, es duro. De ahí que entiendo perfectamente que estas protestas existan. Siempre y cuando sean pacíficas, la afición tiene el derecho a mostrar su desacuerdo, sobre todo, ante algo tan evidente, creo.

Son casi diez años ya. Hay una evidencia que está ahí, que es: cuando se le ha dado esto, ha funcionado; cuando no, no ha funcionado. Y que no se le siga dando es lo que genera la rabia y la frustración de cualquiera que quiera al Valencia. O que no lo quiera, en el sentido también de que, para la propia competición, un club con esta historia, verlo así, a nadie le resulta agradable. Me parece que la afición tiene su derecho, a la vez que debe mostrar su apoyo al equipo, porque en estos momentos es cuando más lo necesita. Se está a tiempo, se puede. Creo que la energía y la fuerza se debe centrar en ayudar a que el Valencia se mantenga en Primera y que salga de ahí lo antes posible. Paralelamente, todo lo que se quiera hacer para mostrar desacuerdo a la propiedad, pacíficamente, me parece legítimo.

¿Cómo ha sido tu relación con Meriton, Gaizka? Porque ahora lo ves desde el otro lado. Como aficionado, espectador incluso, en Mestalla, pero tengo entendido que ha habido algún tipo de reunión entre vosotros en estos años, ¿no?

Sí, al principio. Cuando recién llegaron, me llamaron, me reuní con ellos dos, tres, cuatro veces en las que me mostraron el interés de que pasara a formar parte del club, de la estructura del club. Vimos las posibilidades, yo les dije que que sí, que me haría mucha ilusión. La responsabilidad no me asustaba, no me importa, me gusta la responsabilidad, pero que tenía que ser un cargo en el que se me dejara hacer aquello para lo que se me hubiera contratado. Si fuera director deportivo, si fuera dentro de la estructura deportiva... Pasé incluso una idea de proyecto, lo que entendí que, en ese momento, necesitaba el club deportiva, social, económicamente, a la que ellos me dijeron que no era algo que en ese momento querían o pensaban que necesitaban. Con lo cual, tras varias reuniones, no llegamos a ver un punto de acuerdo y quedó todo ahí.

Gaizka Mendieta, en su etapa de jugador con el Valencia.  Getty
Gaizka Mendieta, en su etapa de jugador con el Valencia. Getty

 ¿A qué lo achacas?

Yo creo que su idea era más formar parte del club desde un punto de vista, quizá, de embajador o de posición meramente presencial, más allá de ejecutiva. Yo les dije que no es lo que yo quería hacer en ese momento. Bueno, ni ahora. Si entro en un club, como he estado, es para trabajar y para, en la medida en la que se pueda, aportar conocimiento y experiencia. A partir de ahí, nunca más volvimos a hablar. Luego coincidí un par de veces con Layhoon y otra vez en Singapur. Pero fueron unas reuniones que tuvimos en las que intercambiamos las ideas y los deseos de cada uno, y viendo que no eran comunes, se quedó todo ahí. Al igual que hicieron conmigo, hicieron con otros ex valencianistas que, por lo que sé, terminaron igual. Porque estoy seguro que hay jugadores, ex jugadores, que hubieran aceptado ese rol y seguro que los habrán encontrado, los encontrarán, pero hay otros que no, que lo que queremos realmente es formar parte de esa estructura.

¿Cómo querías que fuera ese proyecto, que fuera ese Valencia? ¿Algo de aquello que presentarte que nos puedas esbozar?

Primeramente, era un proyecto deportivo: estructura, ideología de cómo debería de jugar, un sistema de juego, con un perfil de entrenadores, una estrategia de marketing entendiendo que el Valencia necesitaba reengancharse con esa afición. Una serie de estrategias para generar y promocionar todo esto, en la que había una parte que era la estrategia de marketing internacional, cómo empezar desde la propiedad, aprovechar eso para intentar llevar el Valencia a otros mercados. Y la financiera, siempre apoyada y fundada desde el equipo en cuanto a venta y compraventa de jugadores para tener un equipo que fuera sostenible por sí mismo, que fuera autosuficiente y que fuera capaz de, más allá de los recursos que generara el propio club en un plazo de 3-5 años, pudiera llevar al Valencia a competir como el que había competido hasta entonces: a disputar títulos, a disputar posiciones de Champions League, posiciones europeas. Ésas era un poco las tres partes del proyecto que yo les presenté y que ellos me dijeron que no era lo que buscaban.

¿Te llegaste a reunir con Lim en Singapur?

Sí, tuve dos reuniones en Valencia, una en Singapur, y ya las de aquí ya fueron después del interés de entrar en el club. Con Peter Lim sí estuve en Singapur una vez.

¿Y qué tal con él? ¿Cómo es en las distancias cortas?

Con él, muy bien. Muy bien en el sentido de que las cosas fueron claras. Es un hombre con una experiencia empresarial y conmigo el trato fue muy bueno. Muy bueno y muy directo. Él me dijo lo que quería y lo que yo quería si entraba. No hubo punto medio. No hubo forma de que nos pusiéramos de acuerdo en cómo. Nada fue de lo que no me haya ocurrido en otras reuniones o entrevistas en las que he estado con otros dirigentes de clubes…

La afición pide la salida de Meriton pero, igual que te preguntaba por tu situación, ¿crees que es reconducible ésta, que si se volviera a hacer un proyecto deportivo, como el que había hace apenas tres o cuatro años, la situación se tranquilizaría? ¿O crees que esto no tiene solución?

Yo creo que sí. Que si, por los motivos que fueran, Meriton decide empezar un proyecto, como ha habido en otras épocas de la etapa Meriton… El valencianista lo que quiere es ver que su Valencia tiene una dirección, tiene una idea, tiene una ambición, tiene un proyecto en el que, ese proyecto, les pueda llevar otra vez a disputar y conseguir títulos. Porque no creo que no hubiera un cambio de situación si eso se diera. Obviamente, para que eso se dé, tiene que ocurrir algo así, que el Valencia tenga una idea, tenga un proyecto, para que la gente se pueda ilusionar otra vez.

No se dio esa vez pero, ¿te gustaría trabajar algún día en el Valencia?

Sí, claro. Por supuesto, pero con las condiciones que, repito, les comenté. El ex jugador lo que quiere sentirse es valorado y parte de un equipo. Depende de la persona, obviamente, pero tienes experiencia en el vestuario, en el mundo del fútbol, que no es como el mundo empresarial. He estado en la parte ejecutiva en clubes y no es lo mismo un ejecutivo que viene del mundo empresarial que el que conoce un vestuario. Hay que conocer cómo llevar un vestuario. No es lo mismo que llevar un grupo de gente en otros ámbitos. Por tanto, es importante. Lo importante en esos sitios es encontrar el termino medio entre la experiencia ejecutiva del mundo empresarial con la deportiva del mundo del fútbol para que con ambas puedas maximizar un club, un vestuario, la gestión de un club. Y me gustaría, sí. Me gustaría en esa capacidad.

¿Y te verías más en un organigrama ejecutivo, como dices, o siguiendo los pasos de Xavi y de Baraja, de los que hablábamos antes, como entrenador?

No, de entrenador no podría porque me falta, tengo el A y el B, me falta el Pro. Podría ser parte del staff, sí. Si hay un entrenador que se acercara y me dijera si me gustaría, sí, me gustaría ser parte de ese cuerpo técnico, sí. Pero, como capacidad, no podría ser entrenador. Me quiero sacar el carnet este verano, si no pasa nada. Pero hasta ahora mi experiencia ha sido más en la dirección técnica, dirección deportiva, en la planificación. Ahí sí que podría entrar en cualquier momento. El Valencia o quien fuera. Obviamente, me haría muchísima ilusión, claro que sí. A quién no. Por eso el Pipo está ahí. Porque el Pipo, si te llama el Valencia en tu capacidad, acudes a ayudar en lo que puedas.

Si te llamara el Valencia ahora, ¿darías el sí o tendría que ser en otra etapa futura sin Meriton?

Si hubiera una oportunidad ahora, se estudiaría ahora, y si se diera, que se pudiera, sí. No tienes por qué esperar. Una planificación deportiva no es tan inmediata y más ahora, mercado cerrado. O sea, si una dirección deportiva entrara, sería planificar la próxima temporada. En cómo empezar el año que viene con entrenador, jugadores... Obviamente, sí. La más difícil, entre comillas, ahora es la del entrenador, que tienes que entrar ahí y, con lo que tienes, sacar el máximo de beneficio y, sobre todo, a nivel emocional y mental. Que no es fácil. Afortunadamente, como hemos dicho antes, Pipo parece que lo esta consiguiendo.

¿Te gustaría, entonces, ser director deportivo del Valencia?

Sí, sí. Lo vuelvo a repetir, sí. Con las capacidades necesarias para poder desarrollar esa posición, sí.

«Me gustaría volver al Valencia»

La última, que va a ser para desengrasar y terminar con una anécdota. Una persona que tenemos en común y que sabía que íbamos a charlar me dijo: "Pregúntale a Gaizka, cuando va a Castellón o a Valencia, cómo se mueve de un sitio a otro. No te digo más. Tú pregúntaselo a él".

(Se ríe). Qué cabrón. ¿Y te lo ha contado o no?

No tengo ni idea, no me lo contó. Te lo juro. 

A ver, normalmente me alquilo un coche, pero ya sé que los tiros no van por ahí. Me alquilo un coche y me muevo con el coche, o mis amigos colegas me dejan un coche, y tal. A veces, cuando no tengo el coche por lo que sea, pues voy en tren. Y la última cogí un tren para irme a Benicàssim y me despisté en la parada. Aparecí en Barcelona en lugar de en Castellón. Me costó llegar a Castellón, que son 40 minutos, ocho horas. Tuve que ir a Barcelona y luego volver.

Ah pues. Así que en tren, nunca más. 

En tren, nunca más. Nunca más, nunca más. O, vamos, me pongo siete alarmas o le llamo al revisor: "Oye, empújame del tren en cuanto llegue a Castellón'.