ENTREVISTA

Manzano se revuelve contra la otra cara del fútbol: "Hay puñaladas por detrás a quienes te han ayudado y han estado a tu lado"

El entrenador repasa distintos episodios de su dilatada carrera con un aroma a reivindicación.

Manzano, en Valladolid de manera reciente, y a su derecha, una imagen de su época en el Úbeda en la 89-90. /
Manzano, en Valladolid de manera reciente, y a su derecha, una imagen de su época en el Úbeda en la 89-90.
Hugo Cerezo

Hugo Cerezo

Tras el primer plato de nuestro encuentro con Manzano, en el que reflexionó sobre su paso por Atlético y Sevilla, este segundo es más enjundioso, con algún toque amargo, pero que se saborea por profundo y contundente, aunque deje poso para una buena digestión. Con la perspectiva de haber vivido tanto cambio dentro del mismo ecosistema, el míster reflexiona sobre la otra cara del fútbol, sin revancha ni alzando la voz, ni tan siquiera creyéndose en poder de la verdad. Dice lo que siente echando la vista atrás, también porque el preguntador, que le entrevistó por primera vez hace 16 años, le lleva por esos territorios, no porque él los buscara y quisiera saldar cuentas.

¿Qué hubiera sido de Manzano sin Manolo García Quilón?

Digamos que no ha sido una base fundamental, sino lo siguiente. Cuando yo debuté en Segunda con el Toledo, tuve la oportunidad de conocerle, hablamos por primera vez, me explicó cómo era su manera de trabajar, su manera de ser, y a los pocos minutos me faltó poco para yo entender que estaba delante de una persona de palabra, un buen profesional, con ganas también, porque él empezaba. Han habido muchos entrenadores que han ido cambiando de agentes en función de las circunstancias, los intereses, las conveniencias o las variables. Yo, sin embargo, desde ese momento hasta el día de hoy, ha sido mi agente en todo momento, para lo bueno, que ha sido mucho, para lo menos bueno, que ha sido menos, pero sobre todo, por encima de todo, ha sido un amigo fiel. Cuando hemos hablado, siempre hemos hablado de cara, no solamente a nivel profesional, sino también a nivel personal y a nivel familiar. Por tanto, mi carrera profesional no la puedo desligar, en ningún momento, de Manuel García de Quilón.

¿Nunca le tentaron otros?

Posteriormente sí ha habido otras personas que han hablado conmigo para ir a equipos, pero cuando lo han hecho, personalmente o a través de mensajes o de whatsapp, nacionales y de fuera de España, siempre he dicho 'llamen a Manuel García Quilón', que es con el que tienen que hablar para estos menesteres. Esa fidelidad y esa amistad las he antepuesto a cualquier otra situación de quien pudo interesarse en mis servicios dejando fuera a Manolo. Yo eso nunca lo he hecho. Cuando ponía yo el nombre de Manolo sobre la mesa sabían que estaban hablando también con otra persona de palabra, que respetaba lo que en este mundo del fútbol muchas veces no se respeta, que son las puñaladas por detrás, de dejar a personas que te han ayudado y que han estado a tu lado en todo momento. Y que por cualquier contrato que te hayan podido ofrecer por muy bueno que haya sido el equipo, que dejes tirado o aparte o de lado a la persona que siempre te ha ayudado en todo momento…

¿Qué otras cosas no ha comprendido o compartido?

Quizás he tenido esa sensación algunas veces, y no comprendía muchas cosas en fútbol. Quizás sea por mi manera de ser, pero si yo he estado con compañeros en una reunión donde me he despedido de ellos, 'hasta luego', y el otro decirme 'me voy a mi ciudad', y cuando he dejado esa reunión, yo tenía una visita al despacho de Manolo y encontrarme a ese compañero en el despacho de Manolo. Y entonces, pues, lógico, me quedo un poco sorprendido de esa circunstancia a veces no tan gentil o caballerosa, de ir de cara. Y luego Manolo, lógicamente decirme, 'ha venido porque quiere que lleve sus servicios, y le he dicho que yo solamente llevo [en aquel momento] a Rafa Benítez y a Gregorio Manzano'. Había gente por detrás que intentaba que Manolo los llevase, que me parece bien, lo que no me parece bien es que yo estoy con él una hora antes y no me diga voy a hablar con Manolo. Entonces, no sé, ese tipo de situaciones tan falsas y tan ficticias en el fútbol, a veces sí me sacan un poco de lo que debe de ser este deporte, que debe de ser un poquito más transparente.

Siga, siga.

Tampoco entiendo muchas veces esa falta de fidelidad en los puestos. Sobre todo hablo del aspecto como entrenador, que dentro de nuestra responsabilidad, que la tenemos cuando somos responsables de un club, tanto para lo bueno como para lo menos bueno, que la memoria falle tan pronto en los equipos donde has estado. En los momentos puntuales donde yo creo que el señorío y el saber estar tienen que anteponerse a cualquier situación deportiva, porque esto no deja de ser una profesión en la cual sabemos cómo nos manejamos, las situaciones en las que jugamos, con los resultados, con los objetivos, con las presiones, pero si quitamos todo eso, al final somos personas, tanto nosotros como los que nos dirigen.

La disputa Manzano-AlemanyRELEVO

¿Qué cosa se ha dicho de ti que recuerdas y dices, 'aquella tenía que haber contestado', o que no fuera verdad o que te doliera especialmente?

A lo mejor no es una cosa de un profesional de un club, sino de un medio de comunicación. Bueno, a veces, hay momentos que no estamos exentos, al menos antes, me decían o me dijeron alguna vez, o lo leí, no me hagas caso, que si en mi equipo jugaban los jugadores de mis representantes. Lógicamente, no era así. Jugadores que han sido de mi representante han estado en el banquillo, o incluso otros se han ido, porque no entraban en los cálculos. Entonces, no sé si era por hacer daño, qué situación, ¿no? Pero no he llegado tampoco a interiorizar cosas que me quitaran la energía. Quizás una más periodística que futbolística es cuando dijeron que yo, en el Mallorca, en la fase que tuve con Mateu Alemany, hay una conversación en la que me dijo que me buscara un abogado que me iba a hacer falta para el problema que teníamos sobre la mesa, que era que el Mallorca no iba a pagar ni a los jugadores ni al cuerpo técnico. Se dijo en ciertos medios que yo lo que quería era que desapareciera el Mallorca. Era una opinión tan gratuita y tan falta de rigor… De que a Manzano el Mallorca le pagaba la gasolina del coche, que pagaban la luz de mi casa… Se dijeron tanta cantidad de cosas fuera de la razón que claro eso llegó un momento en que caló en algunos instantes. Cuando llegué a Mallorca con el Sevilla, recuerdo, que hubo a la salida del campo personas que me tiraban algunos billetes con mi cara de esas, como de pesetero, ¿no? Esas situaciones sí se te quedan marcadas, ese hacer daño cuando la persona que tiene poder para llegar a esos medios, que a su vez a él si le halagan, le protegen y le benefician, cuando realmente todo lo que se dice es mentira.

Manzano y su alineación de 12. RELEVO

También habrá tenido muchas anécdotas con presidentes…

Hay historias, cuando se ponen a 'jugar' en ciertas tertulias de fútbol, las personas que se ponen a hablar, te dejan un poco como para decir 'yo qué pinto aquí, madre mía'. Recuerdo una situación hace muchos años con un presidente. Se me lesionó un jugador y no había recambio natural. Tenía que hacer cambios de jugadores para cubrir. Un medio bajaba, el otro se desplazaba y claro, nos tiramos tres o cuatro partidos sin ganar. Y llega un momento que el presidente se reúne conmigo y que no lo entendía. Y yo venga, coño, puedes poner ahí en ese papel la alineación. Lo cojo, miro y digo: '¡Claro, con esta alineación gano yo todos los partidos!' '¿Y por qué no lo hace?', me responde. Digo, 'porque has puesto 12 y normalmente juegan 11 nada más'. Son cosas que cuando las piensas y te pones a hablar, te pones a razonar, pues tienes que decir, estoy en este mundo con estas personas, pero ya quizás no aguantaría ciertas cosas actuales.

¿Como cuáles?

No es que lo afirme de forma rotunda, pero hay ciertas cosas… Esto de las televisiones en los banquillos, un entrenador que esté mirando eso… No sé, no es que yo sea antiguo, pero hay cosas que se me han ido a mí de las manos, pensar que esto podía suceder a estos niveles, de tener ya una pantalla para estar viendo el partido en vez de estar viéndolo en directo y vivirlo, las sensaciones… Para eso estás en tu casa viendo el partido, y hay que estar viviéndolo y lo que se está viendo en el campo con los ojos, no a través de un monitor. Eso conlleva el comentar y ha sido y estaba. Te vas fuera de tu concentración, o al menos lo pienso yo, ¿no? Yo veo un partido, nunca he estado anotando en un papel. No es que sea malo hacerlo, no. Sino que yo lo he interiorizado, lo he memorizado, yo he entrado en un vestuario y me he acordado de todas las acciones porque he tenido quizás esa facultad o he estado entrenado para eso. Yo no he tenido que estar anotando, pues ahora este le ha dado con la izquierda, me ha dado con la derecha. Nunca lo he hecho.

La incomprensión del skippingRELEVO

Hemos llegado en cierto punto también a mucha mecanización ya, incluso ya en el lenguaje, también en los entrenamientos. Pones a entrenar y vas a un partido y aquello parece como una pista de aviones que van a aterrizar, un preparador físico de un lado, de otro, tantos conos, tantas historias, que me parece bien, pero no sé, se me va un poco lo que es la virtud del fútbol de antaño. No es que el de ahora sea malo, ni que aquel fuera el bueno, sino distinto. Ahora ya salen los futbolistas al campo y está esperando el preparador físico para hacerle skipping, para que esté, eso a mí me lo hace mi preparador físico y lo destituyo al día siguiente. Fue esta sala al campo que viene relajado, que viene tensionado de su descanso y está pensando en el partido, que no está pensando que venga el pelotazo físico a hacer el skipping allí para que lo vean, que, no sé, se me van. Hay ciertas cosas que se me van dentro de este mundo del fútbol que si volviese, ojalá, pues no sé si al final de lo que estoy diciendo me tendría que desdecir, pero estoy seguro que algunas cosas sí pudiera las evitaría, seguro.

¿Y mantiene relación con mucha gente del fútbol?

Cuando cambias de equipo y vuelves a enfrentarte a ese otro ex-equipo, incluso esas personas con las que has convivido durante mucho tiempo y muchas horas te parecen lejanas, como un mundo de otra vida, lo cual te da de que el fútbol es tan efímero, tan tan tan olvidadizo en algunas cosas… Lo que estamos viviendo simplemente es una fase de vida que es a la que te has comprometido profesional y personalmente y que las personas al final pues son pocas las que se quedan en tu camino y son muchas las que vuelan a través del tiempo. Después de tantos años que has conocido a tantísimas personas en todos los ámbitos, ves que son muy pocas, contadas, con las que puedes ahora tirar la agenda y poder tomarte un café o una comida, porque el otro se ha quedado lejano en el tiempo. Esto desde la distancia que hablo ahora, pero incluso desde la distancia de un año para otro, también.