La faceta religiosa desconocida de Luis de la Fuente: "Dios me ha puesto este momento especial hoy por algún motivo"
El seleccionador se ha convertido en devoto del Santísimo Cristo de la Expiración, que sale este Viernes Santo en la Semana Santa sevillana. Ya lo era de la Hermandad de San Benito.

Luis de la Fuente no ha ocultado nunca que Sevilla tiene un color especial para él, una tierra que le cautivó y de la que ya no se podrá separar jamás. El seleccionador vivió ocho intensos años, entre jugador y entrenador, que le marcaron de un modo diferente. Aquí mantiene su casa y algunas de las costumbres por las que la ciudad te envuelve, con una idiosincrasia y una manera de vivir sus tradiciones muy especial.
Entre algunas de las más arraigadas se encuentra la Semana Santa. Muchos de los jugadores del Sevilla que han ido pasando por el club se contagiaron de ella hasta el punto de hacerse hermanos de alguna de las hermandades o incluso salir en procesión en ellas. Curro San José o el croata y actual entrenador del Torino, Ivan Juric, llegaron a salir en La Hermandad de San Benito. Dos son las hermandades sevillanas con las que el riojano ha tenido vinculación. Precisamente por lo de riojano, se produjo su acercamiento a La Hermandad de San Benito, de cuya iglesia sale cada mes de septiembre la virgen de Valvanera, que a su vez es patrona de La Rioja.
La devoción por la Semana Santa le viene de su época en el Sevilla, donde estuvo en dos etapas, una como jugador durante cuatro años y otros cuatro como entrenador del División de Honor juvenil. En esa segunda etapa, el club decide poner a Antonio Valle como delegado, por su dilatada experiencia dentro de la entidad. "Antonio era muy capillita", cuentan personas que trabajan con ellos en aquella época. "Yo soy hombre de Fe. No soy hombre de supersticiones ni de manías, pero si tengo Fe. Me da fortaleza ante cualquier inconveniente porque la Fe puede con todo. Confío en este grupo de jugadores y tengo fe en ellos", comentaba en Gol a Gol de Canal Sur el seleccionador días atrás en una entrevista. El riojano salió del club y sus nuevos retos profesionales le obligaron a disfrutarlo desde la lejanía.
Le aguardaba otra devoción sin esperarla, de las que te atrapan a primera vista. La primera visita al Santísimo Cristo de la Expiración, conocido como el Cachorro, fue improvisada. La Selección española sub-21 se alojaba en el hotel de la Torre Pelli para disputar un partido amistoso ante Japón en el estadio de la Cartuja, situado a poca distancia de la iglesia de este crucificado trianero. En medio del revuelo por la lesión de Gayá y la posible convocatoria de Balde, Luis cogió junto a su cuerpo técnico, sin previo aviso y sin que nadie se percatara, y se marchó a visitar aquella imagen de la que tanto había escuchado hablar. La vieron en el altar y se pusieron a rezar. Manolo Chacón, uno de los hermanos que cuida la basílica, lo reconoció y le ofreció visitar el ábside por detrás. No había en aquel momento nadie de la Junta de Gobierno, pero les ofrecieron la oportunidad de verlo desde una posición privilegiada. Entre agradecimientos, el cuerpo técnico del combinado nacional se marchó nuevamente a su hotel de concentración.
Llegó ese día especial
Pasaron algunos meses y tras el fracaso de España en Catar, la Federación Española de Fútbol decide nombrar a Luis de la Fuente como seleccionador absoluto. Antonio Gordo, otro hermano del Cachorro y tesorero de la Real Federación Andaluza de Fútbol, decidió ponerse en contacto con el presidente de la Federación Andaluza para ofrecerle al riojano una visita especial para bendecir su nuevo cargo y darle un obsequio. Así lo hicieron.
El seleccionador accedió encantado pero no hay fecha para ello. "El primer partido que vaya a ver a Sevilla, estaré encantado de volver a la basílica", respondió. Semanas después, Luis confirma su presencia en la capital andaluza para presenciar un Sevilla-Osasuna. Esa semana se estaba preparando para el Viacrucis y la visita se convirtió en un acto íntimo, en el que poder presenciar la imagen tumbada. "Dios me ha puesto este momento especial hoy por algún motivo", dijo el seleccionador, según testigos presenciales. Francis Hernández, coordinador de todas las selecciones, le acompaña. Después de un tiempo de oración, le explican todo lo que se hará esa misma tarde durante el Viacrucis y el hermano mayor del Cachorro, José Luis Aldea, le regala un cuadro y la medalla de hermano de la cofradía, y le invita a que firme en el libro de honor de La Hermandad. "Hoy 26 de febrero, en un día señalado para La Hermandad, he tenido el honor de visitar al Cristo en un acto íntimo pero especialmente emocionante. Os deseo, desde lo más profundo de mi corazón, la oportunidad de haberlo disfrutado en vuestra compañía". escribió.

El Viernes Santo, sale por su ciudad. Cruzará desde su Triana hasta Sevilla. Quién sabe si en algún rinconcito oculto, como un devoto más, y entre chicotá y chicotá, el seleccionador nacional aguardará para ver al Cachorro y pedirle salud y mucha fe en el proyecto que acaba de comenzar.