Luis Ángel Duque, carne y hueso del Leganés, añora el fútbol: "Tengo más mono que un zoológico"
El Leganés-Real Madrid siempre será el partido de su vida. A sus 71 años, este profesor de entrenadores se siente capacitado para sentarse en el banquillo de cualquier equipo del mundo.
Leganés-Real Madrid. Se trataba de buscar y encontrar un personaje que representara todos y cada uno de los valores del club de casa para presentar el partido desde el lado blanquiazul. Un ser de carne y hueso. Me salió un nombre a la primera: Luis Ángel Duque Mata. Con respeto y permiso para todos los demás técnicos y jugadores que se han sentado en ese banquillo y han vestido esa camiseta. Él es el hombre. Ningún partido en Primera como entrenador, pero 578 en lo que en su época (1989-2010) se consideraba el fútbol profesional, en el que se incluía la Segunda B. Entrenador y maestro de entrenadores como profesor de la Escuela madrileña. Comentarista de los que aportan. Un libro abierto. No doy más vueltas. Una llamada y una cita...
He invertido un rato en su 'curriculum vitae', como se decía antes, y veo que como entrenador nunca se ha enfrentado al otro club de su corazón, el Real Madrid.
No, como entrenador, no. Me enfrenté al Castilla y al Real Madrid C. Y como jugador, antes, a los juveniles y al amateur. Pero al primer equipo nunca porque nunca llegué a entrenar en Primera y tampoco me tocó en la Copa, como por ejemplo el Atlético. Y le digo dónde, cómo y cuándo. Yo estaba en la Cultural Leonesa (2002-03), fue en la Copa del Rey. Veníamos de eliminar al Albacete y antes de que marcara Fernando Torres el gol del triunfo en el último minuto del partido, gracias a una pifia de nuestro central, Paulino, nuestro delantero centro tuvo cuatro o cinco manos a mano. Los tengo presentes. Manzano entrenaba al Atlético y Simeone estaba en el banquillo como suplente. No jugó. Fue el rival más grande contra el que me enfrenté y le pudimos ganar.
Le propongo un juego. La Inteligencia artificial que nos marca al hombre por todo el campo, le concede la oportunidad virtual de ser el entrenador del Leganés en este partido contra los de Ancelotti y tiene que preparar lo que ahora se denomina plan de juego. Ya no está jubilado. Vuelve al banquillo. ¿Cómo le jugaría al Madrid?
Si el equipo físicamente estuviera bien, como normalmente estaban mis equipos cuando estaba en activo, intentaría presionarle arriba. Como decía Rinus Michels, el inventor del fútbol total, su equipo no jugaba a provocar el fuera de juego, su plan consistía en que si el extremo zurdo perdía el balón ante el lateral derecho, le persiguiera por todo el campo hasta recuperarlo. Y así jugador por jugador. Yo intentaría presionar arriba y adelantar las otras líneas. Pero claro, adelantar líneas ante un equipo que tiene a Vinicius y Mbappé pues puede ser un riesgo... Si ante el Barça cayeron en 14 fueras de juego, a nosotros a lo peor nos hacen un siete. Al Barça le salió bien porque tuvo una disciplina táctica grande... Pero vamos, intentaría ir a por ellos. Si les esperas y tienen el balón constantemente, te la van a armar igual. Presionar a los de arriba conlleva presionar también a los del medio...
Y puestos a jugársela, no haría ningún marcaje al hombre sobre Mbappé o Vinicius...
El marcaje al hombre... ya es difícil de ejecutar. Si tú entras en el salón de mi casa, yo te tengo que apretar desde que estás en la puerta, no cuando llegas a la terraza. Siempre sería un marcaje zonal.
Usted, además de entrenador, fue profesor de futuros entrenadores. ¿Recuerda su vocabulario, las palabras técnicas y tácticas que utilizaba, las reconoce ahora ante la nueva jerga del bloque bajo, las laterizaciones, los intervalos...?
Los principios del fútbol, los defensivos y ofensivos, no han cambiado. La terminología ha cambiado, pero los conceptos no. Los marcajes, los repliegues, los despliegues, las coberturas, las permutas, los desdoblamientos, las vigilancias, los desmarques... no han aparecido ahora por arte de magia. Los hay ahora y han existido siempre, son las raíces del juego. Son decenas de conceptos, lo que pasa es que ahora los llamamos de otra manera porque es la moda. Ahora priva hablar del buen trato del balón, de las transiciones... El fútbol es viejo, la terminología es nueva. Pero vamos, no hemos inventado casi nada, por no decir nada. Y yo como comentarista en activo lo que intento es que el aficionado me entienda. Como dijo el otro día con la Selección Bryan Zaragoza en respuesta a Tuchel, el fútbol se juega con los pies, no con el idioma...
Sea sincero, ¿está usted convencido de que todos los jugadores entienden muchas de las charlas técnicas que se les da hoy en día?
No sé. Lo que si sé es que al jugador hay que explicarle las cosas muy claras, muy sencillas y muy fáciles. Si entrenas la estrategia de córner y le das 12 jugadas, es muy fácil que se le olvide. Si automatizas cuatro, probablemente te salgan el día del partido.
Eso de ser profesor de futuros entrenadores, debe tener su punto.
Me llenaba mucho. En ese territorio me movía bien. Lo más importante de un profesor, lo mismo que de un entrenador, es transmitir. Bien al jugador o al alumno. Si llegas a él, si le convences, has hecho bien tu trabajo y tienes mucho ganado.
Si no estuviera jubilado (71 años) y no tuviera la situación personal que tiene, con Lourdes, su señora, enferma, ¿sería capaz de sentarse hoy en un banquillo, fuera de la división que fuera?
Sí. Lo que pasa es que desgraciadamente no puedo y mi prioridad absoluta es la que tengo. Me siento absolutamente capacitado para entrenar a cualquier equipo. Pero no solo es cuestión de los entrenadores, ocurre lo mismo en todas profesiones. Usted es un periodista de toda la vida de Dios y por qué va a dejar de trabajar si está con plena capacidad de hacerlo y además tiene la experiencia que tiene. ¿Por qué hay que mirar la edad para poder trabajar? Hay que mirar la capacidad. Es más, creo que en este país no se valora lo suficiente la experiencia. Pienso en mí. Con la experiencia que he acumulado, cómo no voy a poder entrenar ahora. Que tendría que adaptarme a las nuevas tecnologías, a la nueva terminología... Claro, ya lo hago a diario. La temporada pasada las tres grandes competiciones europeas fueron ganadas por técnicos de más de 60 años... A lo mejor no podemos hacer un cambio de orientación de 50 metros a la bota del receptor del pase porque no tenemos el tono muscular, la fuerza y la potencia que hubiera que tener, pero se lo explicas al jugador si es menester que, en la realidad, tampoco lo es si hablamos de profesionales de élite. La sabiduría y la experiencia no tiene edad.
¿Cuándo estuvo más cerca de entrenar a un equipo de Primera?
Al finalizar la temporada 94-95. El Compostela me quiso por primera vez. Fue al terminar mi primera etapa en el Leganés. Caneda, el presidente, llamó a mi representante, Pedro Bravo. Entonces estaba en Primera. Al final no se hizo. Fichó a Fernando Vázquez. Esa fue la vez que más cerca estuve. Una pena. Cuando luego fui al Compos ya estaba en Segunda B y subimos a Segunda.
¿Le dejó algún pequeño o gran trauma dirigir casi 600 partidos entre Segunda y aquella Segunda B y no consumar ni uno en Primera?
Sí, siempre queda algo, para qué le voy a decir que no. Todos en nuestro trabajo intentamos llegar lo más lejos posible, pero las circunstancia mandan. Lo que sí tengo claro es que no me considero inferior a ningún entrenador por no haber dirigido en Primera. Ni de los de antes, ni de los de ahora. El entrenador es entrenador de fútbol, no es entrenador de Primera, de Segunda o de Segunda B. Es como un médico. No eres un médico de urgencias, o de cabecera, o de niños o de una especialidad propia... Eres médico. Lo que pasa es que ahora un entrenador puede tener cuatro, cinco o seis ayudantes que le ayudan a realizar mejor su trabajo...
No va a ser la pregunta del millón, pero tengo qué preguntársela. Me han dicho que usted es más del Real Madrid que del Leganés...
Ya estamos con la borrica a saltos. Se lo voy a intentar explicar. Veo todos, todos es todos, los partidos del Madrid y del Lega. Los partidos que no tengo que comentar (Cope) los veo como entrenador, no como aficionado. No es que me ponga a apuntar cosas, pero sí que los analizo de otra manera. Siempre lo he hecho. Lo que no puedo remediar es que alguna vez me salga ese forofo que se llevo dentro tanto con el Madrid como con el Leganés.
No me ha contestado a la pregunta.
Es que esa pregunta me la hacen siempre y pensaba que usted no me la iba a hacer. Yo tengo dos ventrículos y media aurícula que son del Madrid y la otra aurícula y media es del Lega. Simplemente por antigüedad. Llevo viviendo 45 años en Leganés, pero antes viví en Madrid otros veintitantos y mi padre me hizo socio cuando tenía 10, aproximadamente. A través de la Peña madridista Los Macizos de Mesón de Paredes.
Ejerza de técnico y comentarista. ¿Este Madrid le gusta futbolísticamente hablando?
Este año, todavía estoy esperando al Madrid. No ha llegado del todo. Con el Madrid equipo me pasa como con la Madrid ciudad, que me gusta hasta con la contaminación del autobús 27 que va desde la Plaza Castilla a Embajadores. Está claro que Ancelotti tiene que acertar con la tecla, al tener a Mbappé y a Vinicius tiene que ver dónde coloca a uno y a otro. El éxito de los entrenadores siempre ha sido ese: saber colocar a cada jugador donde te va a dar el máximo rendimiento.
¿Recuerda cuál pudo ser la mayor locura táctica que pudo hacer en sus casi 30 años de entrenador?
Cuando me expulsaban un jugador no solía sacar un defensa para seguir defendiendo con cuatro atrás y me quedaba con tres. Cuando me marcaban un gol, solía adelantar un defensa al centro del campo y un medio a la delantera. Una vez, estando en el Compostela, contra el Zaragoza, hice dos marcajes al hombre en la misma banda, uno hasta la mitad del terreno de juego contra el lateral y otro en la otra mitad contra el extremo, que era Galletti. Me salió perfecto. Mis locuras tácticas siempre eran ofensivas. Me gustaba jugar con tres delanteros de verdad... Se lo preguntaba a los jugadores. Un día en la antigua Ciudad Deportiva les dije que si se atrevían a jugar contra el Castilla con tres arriba, y un jugador me preguntó si yo tenía 'huevos' para hacerlo. Y le contesté: "A mí me sobran, los tengo pegados al culo como los tigres". Y les ganamos 4-2 y estaba Casillas de portero.
¿Le gustaba o le gusta la táctica del fuera de juego que ha vuelto a poner de moda el Barcelona?
Nunca me gustó porque tenía siempre el temor de que los linieres se las tragaran. Pero sí la utilizaba con el saque de puerta del portero a balón parado, en el que no hay fuera de juego nunca en la primera jugada. He ganado partidos con esa primera acción. Lo que siempre me gustó fue mandar a mi portero a rematar los córners. También hicimos algún gol así. En los saques de banda, que tampoco hay fuera de juego, también trabajaba jugadas en los entrenamientos que luego nos salían bien en los partidos. Me gustaba explicar el reglamento a los jugadores, sobre todo en juveniles. ¡Es que yo estuve 12 años con los juveniles del Lega! Y hemos ganado partidos porque los chavales se sabían el reglamento.
Usted con los árbitros nunca se llevó muy bien... ¿Tuvo algún colegiado amigo o, por lo menos, conocido?
Me las he tenido tiesas con ellos... Lo que más me jodía era cómo me hablaban. Ellos tenían su autoridad, vale, pero no podía soportar que algunos fueran prepotentes, pues macho, tú eres persona y yo también. En eso reconozco que era calentito. Con alguno me llevé bien... ¿Tomarme una caña? No, no, no, yo no bebo absolutamente nada. No me he tomado ni una manzanilla de infusión con ellos.
El VAR hubiera cambiado su vida.
No lo sé, no creo que me la hubiera cambiado. Dice el chascarrillo, que el que nace torero, muere matador.
Como entrenador, ¿qué prefería? ¿Una buena charleta táctica, con flechas para arriba y para abajo en la pizarra de madera, o prefería las homilías motivacionales con una buena ración de tacos, chascarrillos y esas frases que siempre le caracterizaron?
Sin duda, lo segundo. Donde esté una buena charla que se quite una buena pizarra. Aunque suene un poco pedante, creo que una de mis grandes virtudes es que era un gran motivador de mis jugadores.
¿Qué hubiera sido de usted sin esas frases que soltaba cada dos por tres y eran como sus 10 mandamientos, las tablas de su ley?
No lo sé. Siempre fui igual y nunca me las preparaba. Me salían y me salían. Yo no tenía en mi casa un libro de frases. Muchas eran de un buen amigo de cuando yo era un chaval y él una persona adulta. Me gustaban sus chascarrillos. Nunca los apuntaba. Ni en el ordenador ni en un cuaderno. Se me quedaban. Siempre tuve buena memoria. Las usaba mucho en las charlas de motivación.
Dígame las dos o tres que más le gustaban, sus preferidas, a las que recurría en momentos álgidos y especiales.
A bote pronto. "El dolor es temporal y el orgullo es para siempre". Tengo tantas... Muchas veces le decía al equipo: "Nosotros somos un equipo como la sopa de cocido de fideos y el contrario es una sopa de marisco. Así que vamos a conseguir que la nuestra sea más nutritiva que la de ellos".
Me dicen que echa mucho de menos el fútbol del día a día...
Sí. Tengo más mono que un zoológico... Es que yo fui futbolista de los campos de arena. Jugábamos en hierba contra el Alcalá, contra el Plus Ultra o en la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. Yo era un líbero, un escoba, muy fuerte y muy rápido. No era un virtuoso, aunque era ambidiestro. Como futbolista me ganaba el derecho a ducharme. Era duro para qué negarlo...
Y fue Boina Verde...
Sí, pero nunca entré en combate. Fui boina verde por mi quinta, porque me tocó en el servicio militar ir a Infantería de Marina. No voluntariamente. Vieron en mi ficha que jugaba en el Rayo Vallecano, que hacía artes marciales y me reclutaron. Nos activaron para ir a Guinea, y para la Marcha Verde del Sahara, pero no tuvimos que intervenir.
¿Es usted muy nostálgico?
Sí, para todo. Me encanta ver partidos del Real Madrid de antes. Yo sin ser gallego tengo morriña. Estoy deseando de que llegue el partido. Que el Madrid gane la Liga y el Lega mantenga la categoría...
EL DECÁLOGO DE FRASES DE LUIS ÁNGEL DUQUE
1. «Aunque pareciera un jugador más pesado que un tanque a pedales, era muy fuerte físicamente, rápido y daba unas hostias como panes. Era de sangre caliente y no me podía contener. Como marcador siempre pensé que había que marcar como en baloncesto, con el culo hacia la portería».
2. «Fíjate si han cambiado los métodos de trabajo del entrenador, que yo empecé a entrenar cuando Caín inventó la volea al pegarle una patada en los huevos a Abel».
3. «Este tío pasa más hambre que un caracol frente a un espejo».
4. «Tengo en el equipo unos fisioterapeutas increíbles. Cuando ven que me voy a quedar como 'Ironside' me dan un masaje y me arreglan el cuerpo».
5. «Yo ya tengo los huevos con bucles desde hace muchos años».
6. «Cuando este tío empezaba a arbitrar, a mí ya me dolían los huevos de jugar al fútbol».
7. «El que vea que eso es falta no tiene ni puta idea de fútbol, ni del reglamento».
8. «Yo trabajo, los jugadores trabajan, el equipo trabaja, pero si los resultados no llegan, ¿qué queréis que haga? ¿Qué me queme a lo bonzo? ¿O que me pegue un tiro en la polla?».
9. «Aquí vale todo, como en la legión. Hasta que el carnero de la legión juegue un día en el campo».
10. «Hay gente con la que la cotización de los Dodotis sube mucho, se cagan y no se atreven a decirme lo que piensan a la cara».