Lucas Cañizares y la eterna comparación con su padre en el Real Madrid: "Cuando fallas es muy fácil decir 'es el hijo de..."
El exguardameta blanco, que pasó diez años en La Fábrica, habla con Relevo y repasa por primera vez su carrera.
Lucas Cañizares (10 de mayo de 2002, Valencia, España) ha vivido prácticamente la mitad de su vida en La Fábrica. En mayo cumplió 22 años y diez de ellos los pasó en la cantera del Real Madrid, la mayoría de estos en la residencia de Valdebebas. Este verano decidió poner punto final a su etapa formativa y buscar su primera experiencia profesional. Se decidió por Farense, equipo de la liga portuguesa, como lugar donde seguir creciendo. Y qué mejor momento para establecer una llamada con Relevo y recordar todas las alegrías y también alguna tristeza en una década que no olvidará.
"Lucas es el que mejores condiciones tiene", comentan en la cantera de su ya exportero. Escaló equipos dentro, desde el infantil hasta establecerse en el Castilla. Manu Fernández y Luis Llopis lo marcaron y los recuerda como figuras fundamentales en su formación. También destaca a Raúl por la forma en la que prepara a los jugadores para el fútbol profesional. Pero por encima de todo, el Real Madrid, sueño de cualquier niño, él entre ellos, que pudo cumplir.
Kroos, Courtois, Benzema... Disfrutó de sesiones de entrenamiento con los mejores jugadores del mundo y ante la atenta mirada de Zidane o Ancelotti. Los destaca como grandes futbolistas, pero también como personas que le ayudaron. Porque, explica, que del buen rollo y de la calidad nace el triunfo blanco.
¿Decides hacerte portero por tu padre?
Todo niño pequeño empieza queriendo ser jugador. Empiezas con el balón en los pies, metiendo goles, imitando las celebraciones. Yo empecé a ser portero quizás por aquello de que mi padre lo era. O no, no lo sé, pero cuando me ponía lo hacía muy bien. Estaba jugando en el colegio y siempre que me ponía en la portería destacaba muchísimo. Digamos que cuando jugaba con los de mi edad me ponía de jugador, pero si querían los mayores que jugara con ellos me obligaban a ponerme de portero porque sabían que lo hacía muy bien. Al final estamos cómodos donde destacamos, donde nos hacemos fuertes y donde nos vemos queridos. Y yo en la portería me he sentido valorado siempre, quizás más que en la delantera, aunque era buen delantero. De hecho, hubo un día, y lo cuenta mi padre en el libro que escribió, en Alboraya, que me senté con el presidente y le dije que me estaba gustando mucho ser delantero y me veía muy bien. Me dijo: 'Lucas, tienes cualidades para ambas, pero nosotros, sinceramente, como club, vemos la parte deportiva, creemos que de portero tienes un gran recorrido, entonces ¿qué quieres ser? ¿Un gran portero o intentarlo de delantero?'. Yo de portero también he disfrutado un montón y opté por esa opción. No me arrepiento porque creo que no me ha ido nada mal. Aún estoy empezando pero seguramente de delantero igual no habría conseguido alguna cositas que he podido conseguir.
Tu padre nos contó que fue decisión tuya ir al Madrid con 12 años. ¿Cómo recuerdas aquel momento?
Yo termino la etapa de alevines, estaba jugando bien en el Alboraya, creo que era uno de los más destacados de mi equipo y me apetecía dar ese pasito hacia adelante, de competir en un club un poquito más profesionalizado. Me veía con capacidad y me hacía mucha ilusión. Le dije a mi padre si me veía preparado, que quería hacer las pruebas allí donde se pudiera. Me dijo que estuviera tranquilo, que terminara la temporada. Al acabar no me dio ni siquiera tiempo a ver qué es lo que hacía: enseguida me llamó el Madrid. Cuando te llama el Madrid… Me escapé un par de días del colegio y fui una mañana allí a ver a los chicos, las instalaciones, la residencia, los campos… Me acuerdo que entrando con el coche con mi padre nos cruzamos a Cristiano, que no lo volví a ver en cinco o seis años, pero ese día me lo crucé con el coche. Si eres un niño es imposible decir que no. No sé si me moví por coherencia y por objetividad, pero sí con el corazón.
¿Cómo es ese momento en el que con 12 años tus padres se marchan a 350 kilómetros y te quedas 'solo' ?
Es que apenas tienes noción de qué está pasando, de qué tan maduro y capaz eres de ciertas cosas. Recuerdo que cuando se fueron me dijeron que iban a intentar venir los fines de semana. Me acuerdo que mi madre venía casi todos los fines de semana o cada dos fines de semana. Se pegaba la paliza con mis hermanas y venían a pasar el fin de semana conmigo. Mi padre en ese momento trabajaba en Madrid, en la televisión, en la radio y al final sabía que lo tenía ahí. Pero pasas noches difíciles entre semana en el colegio cuando las cosas no salen bien. No tienes esa parte de afecto paternal y al fin y al cabo echas en falta. Pero lo que no nos mata nos hace más fuertes. Conseguí pasar lo peor y luego con 15 o 16 años, que al final estás en la adolescencia y no necesitas tanto a tus padres, pues lo disfruté un montón. Sí, los inicios son complicados, pero no me arrepiento de nada porque creo que valió mucho la pena.
¿Qué recuerdo tienes de la residencia?
La residencia era un hotel de cinco estrellas, pasábamos todo el día ahí, sí, pero era un hotel de cinco estrellas. En aquel entonces estaba Luka Doncic, estaban jugadores que luego no han llegado a subir al primer equipo directamente, pero un montón de jugadores que han debutado, estrellas de todo el mundo...
¿Qué tal con Doncic? ¿Tenías alguna relación con él?
Me veía y me gritaba: '¡Cañete!'. Iba a otro nivel, otro rollo. Tenía 16 años, entrenaba con el primer equipo. Era insostenible. Llegaba al colegio, lo veías en el recreo, en el patio, cogía un balón, 30 metros, y nosotros no sabíamos si esto es normal o no. Al final, normal no era porque con 16 años se puso a entrenar con el primer equipo y dos o tres años después se fue a la NBA. En esa residencia yo creo que al final hay talentos de todo el mundo. Y sí, alguna colleja me he llevado y alguna me ha tocado dar, pero nada fuera de lo normal.
"Doncic me veía y me gritaba '¡Cañete! Lo suyo era insostenible"
Canterano del Real MadridSe dice que los canteranos del Madrid viven en una burbuja: la gente se te acerca, dinero, chicas… ¿Lo notaste?
El canterano del Madrid vive en una burbuja, pero en una burbuja positiva. Vive rodeado de todos los medios. Yo creo que el Real Madrid ha demostrado que en cuanto a medios es el mejor club del mundo, por lo menos lo que yo he vivido. Y vives en una burbuja en la que tienes todos los medios y todas las facilidades para crecer, para educarte y para ser un gran jugador. Las chicas en ese momento pues no son una prioridad. Tú sólo quieres jugar. Sí hay gente que viene a ver los partidos. La cantera al final ya sabes todo lo que mueve, los juveniles, por ejemplo. Ves un montón de representantes, agentes de las marcas que te siguen y todo lo que conlleva. Creo que no tienes que fijarte si es una burbuja o no. Yo por lo menos el tiempo que estuve en la cantera solo me centraba en hacerlo bien, en mejorar, en crecer, en aprender y yo creo que así también mis compañeros. Al final, si consigues transformar esa burbuja en herramientas a tu favor para crecer, yo creo que no hay mejor sitio para crecer y para convertirte en jugador.
Habrás leído y escuchado mil veces eso de que 'juega porque es el hijo de Cañizares'. ¿Cómo lo has llevado?
Te cuesta un tiempo adaptarte. Para lo bueno y para lo malo. Theo Zidane, el hijo de Marcelo, el hijo de Julen Guerrero estuvo también… Los hijos de exjugadores tienen siempre un poquito más de dificultad para pasar desapercibidos. Entonces, tanto en lo bueno como en lo malo siempre estás un poquito más en el foco. Es muy fácil cuando uno se equivoca decir 'es el hijo de…', pero también tiene la parte positiva que cuando lo haces bien, la gente se fija en ti y enseguida tienes más facilidad para destacar. Está claro que me lo han dicho, no lo escondo. Lo he sufrido cuando era más pequeño porque tienes menos fortaleza mental y esas cosas evidentemente las sufres, pero tienes que adaptarte y llega un punto en el que si no te adaptas, te quedas en el camino. Pero como con otras miles de cosas que le suceden al jugador y que al final es lo que entraña que esta profesión tenga tanta dificultad. Es algo a lo que me he sobrepuesto, que ya no pienso, que no le doy importancia. Ahora uso a mi padre no como algo negativo, sino como una herramienta para poder crecer y aprender. Tiene una gran carrera detrás, era un portero técnico con un montón de cualidades muy buenas que se pueden aprender y de las cuales intento empaparme, de todo lo que me dice y seguir creciendo con ello.
¿Cómo has llevado la competencia con otros porteros?
La portería es la posición más difícil de compartir. No es una posición en la que tú juegas 70 minutos, al otro le dan 20, un día 80, otro día 10… Nunca he tenido malos rollos. Nunca tuve una discusión y nunca tuve problemas con los compañeros. Es cierto que en las épocas que me ha tocado no jugar pues estás más enfadado, estás más serio y te cuesta más. Y cuando estás jugando es el otro al que le toca esa parte mala. Por suerte he compartido con grandes porteros. El Real Madrid tiene eso que si hay un portero que destaca en España en categorías inferiores, lo intenta firmar y te lo traen de competencia. Eso también te hace mejorar. He hecho grandes compañeros porteros y en el campo, un montón. Pero todo sano y todo te hace crecer. Al final en la cantera hay sitio para todos. Todos crecemos y todos tenemos oportunidades.
Gente de la cantera me ha dicho 'Lucas es el que mejores condiciones tiene'...
La confianza es algo muy importante. A mí me costó un par de años, pero una vez cogí esa confianza, y no lo digo desde la falta de humildad, yo creía y sentía que podía llegar al primer equipo. Siempre he sentido que tenía esa capacidad, que tenía las condiciones y que tenía la responsabilidad de hacer lo que estaba en mi mano para que esas condiciones se transformaran en resultados y en nivel. No deja de ser un objetivo para mí. Creo que es algo bueno tenerlo en mente. Que haya quien crea que puedo llegar al primer equipo, evidentemente es un halago y estoy agradecido. Pero el primero que tiene que creer que puede llegar al primer equipo soy yo y lo creo. Evidentemente trabajo para ello y es algo bueno, que te motiva.
Hablando de nombres propios, quería preguntarte por Raúl. Has pasado tus últimos años en el Madrid con él. ¿Es el entrenador más exigente que has tenido?
Personalmente, tendría que darle una vuelta. En cuanto a exigencia grupal, sí, el más exigente de la cantera. Es un gran entrenador, pero además es perfecto para el Castilla. Es una edad clave en la que los jugadores tenemos que dar el salto al fútbol profesional y él ejerce una función muy importante. No sólo por el bagaje que tiene detrás, que le avala para exigir porque él fue el primero que en su día cuando le exigieron respondió. Sino porque es capaz de ponerte en situaciones reales de fútbol profesional y hacerte vivir lo que vas a encontrarte. He tenido épocas con él que he jugado y otras que no he jugado. A mí lo que me queda de Raúl González es que siempre creo que lo que hizo, a priori bueno o malo, siempre fue para que yo creciera. Eso le hace un gran entrenador y un excelente entrenador para el puesto de Real Madrid Castilla. Aunque el día que salga, si sale, seguro que tendrá una grandísima carrera.
"Raúl es un gran entrenador, pero además es perfecto para el Castilla"
Canterano del Real MadridSi te tienes que quedar con un par de nombres importantes en tu formación, ¿quién me dices?
Cuando empecé a jugar un poquito más, a destacar y a ser importante en el equipo fue a raíz de la llegada a juveniles y por un entrenador, Manu Fernández, que ahora es el director general de cantera, con el que compartí dos años y que fue súper importante en mi desarrollo. Fue, digamos, el primer entrenador que confió en mí plenamente. A partir de ahí empecé a creer que tenía esas condiciones y esa capacidad porque me puso en la portería, me dio confianza para seguir, para errar, para aprender, para continuar y yo creo que con él desarrollé mis condiciones al máximo nivel. Luego entré en la etapa de fútbol amateur en el Castilla. Ahí pasé por diferentes épocas, también una lesión de larga duración, y me apoyé mucho en la figura de Luis Llopis. Los porteros del Real Madrid Castilla alternamos con el primer equipo porque hay veces que hace falta un portero. Yo tuve muchos entrenamientos con Llopis, que es otra persona que me transmitió desde que llegué. Siempre me ayudó a crecer, confió en mí y yo creo que ambos me han mejorado como portero una barbaridad. Siempre diré que estoy agradecido a ambos. Son dos personas muy importantes en mi desarrollo en los 10 años que he pasado en La Fábrica.
¿Qué tan bueno es Llopis y qué le hace diferente al resto de entrenadores de porteros?
Es una eminencia. Se ha visto cómo los porteros que han pasado por sus manos -Keylor Navas, Courtois…- se convierten en los mejores porteros del mundo ¿Qué tiene de diferente? Yo creo que si los porteros en sus manos se convierten en los mejores del mundo quiere decir que es uno de los mejores o el mejor entrenador de porteros del mundo, por lo menos de la actualidad. Yo creo que Luis está no solo a la vanguardia de la técnica, de todas las cosas que puedan salir en la portería y que podamos meter dentro de nuestro juego. También es una persona muy cercana, que te hace entender y, de verdad, creer en ti y en los objetivos reales de mejora que tienes. Hay otro ejemplo muy claro y es Andrey Lunin. Lunin cuando llegó era un portero totalmente distinto. Cuando lo vimos el año pasado realizar esas actuaciones en Champions... La figura de Llopis es súper importante. No te sabría decir cómo lo hace. Creo que sólo él es capaz de decirlo pero te puedo decir que, por lo que yo he visto, estamos hablando de excelencia.
¿A qué edad recibes tu primera llamada para entrenar con el primer equipo?
En la época del COVID. Estaba en Juvenil A y recibo la llamada de Zidane para entrenar en un momento en el que hay algunas lesiones en el Castilla y no hay disponibilidad de porteros. Me toca ir con Keylor Navas, Courtois y yo por detrás. Coincidí con una plantilla con Sergio Ramos, Marcelo, Isco, Varane... que luego se fueron y no los volví a ver, pero tuve la oportunidad de entrenar algunas veces con ellos.
¿Qué sentiste en esos primeros entrenamientos con el primer equipo?
Ahí hay una anécdota muy buena con Courtois. El primer día que yo voy a una convocatoria, estamos en la comida y estoy hablando con él, porque él además habla francés, yo tengo la suerte de hablar francés y podía hablar bien con él porque todavía no sabía tanto español. Él estaba con el plato de comida y yo detrás, de los últimos, tímido, no sabía dónde sentarme. Veía a toda la gente colocada, los españoles, los veteranos, los franceses, y yo no sabía dónde ponerme. Courtois iba delante de mí y acababa de coger su plato y digo 'ahora se va a poner con quien se suele poner de normal y a mí me va a dejar aquí solo ante el peligro y a ver dónde me pongo yo'. Bueno, pues Thibaut, que en ese momento me conocía de hace 15 minutos, se puso en una esquina que no había nadie, puso su plato ahí y dijo 'ponte aquí conmigo'. Me puso ahí con él a comer, estuve una hora con él, hablando. Me dio conversación, me entretuvo y me quitó esa timidez y esos miedos que tienes de pequeño. Es una gran persona. Yo siempre le estaré agradecido por los consejos, por el trato, por esta anécdota y por todo lo que me ha podido ayudar.
Hablemos más de Courtois. Tu padre [Santiago] dice que es el Messi de la portería. Tú que has hecho un montón de entrenamientos con él, ¿impresiona más o menos que en los partidos?
Tú cuando eres portero tienes que sentir que lo paras todo y que eres el mejor. Para poder parar hay que sentir que puedes parar todo. Hasta que ves al lado a otro que dices 'es que lo que él está parando yo tengo que ir al máximo y esta que acaba de parar no la voy a parar nunca'. Yo, si mi padre lo dice que ha coincidido con otros 20 o 30 porteros de clase mundial, ¿cómo no lo voy a decir yo que lo he visto todos los días y que al final he coincidido con él y lo he visto de cerca? Yo creo que es el mejor portero de todos los tiempos. Creo que estamos ante una época dorada en la portería del Real Madrid. Además, después de tener una lesión así, demostrar que automáticamente después es capaz de estar al máximo nivel quiere decir eso, que detrás de todo el trabajo y de la persona, hay un talento descomunal. Estoy seguro de que estamos hablando del Cristiano o del Messi de la portería.
Otro compañero que has tenido ha sido Lunin. ¿Qué destacas del ucraniano? ¿Es tan frío como parece?
Lunin tiene un carácter un poco más frío, quizás porque es ucraniano y con eso bromeamos también, pero creo que es algo muy positivo en la portería. Hablaba con él, compartía, me ayudaba, me aconsejaba y evidentemente un tío de diez. El hecho de que fuera tan frío y que no le gustara tanto bromear o conversar creo que en la portería se vio la temporada pasada. Fue capaz de ponerse en el Etihad Stadium, con 90.000 personas y en unos cuartos de final de la Champions y apenas temblar cuando estaban todos sufriendo. Es un gran portero que tiene un gran recorrido y bueno, que también ha sido otro placer para mí compartir con él como con Kepa, con Keylor…
"Al vestuario del Real Madrid tienes que entrar con humildad y educación"
Canterano del Real Madrid¿Es difícil entrar en el vestuario del primer equipo del Real Madrid?
Hay que entrar evidentemente con humildad. Al lado de ellos deportivamente no eres nadie. Tampoco lo soy ahora, pero si te comparas con ellos es que lo han ganado todo. Tienes que entrar con humildad y educación. A partir de ahí, creo que son personas brutales. Excepcionales. Eso también los hace ser tan grandes jugadores. La gente cree que son grandes jugadores y entonces tienen un ego muy grande, son flipados, sobrados, que se dice vulgarmente. No, yo creo que la educación, el esfuerzo, el sacrificio que ves en el gimnasio, en el día a día, cómo te saludan, cómo te tratan, la cercanía… Eso también hace al futbolista y al final los mejores de la historia tienen esa condición. El otro día veía un vídeo de Rüdiger, que ha sido muy viral, con Manolín, uno de los utilleros. Bromeando cómo que le 'pegaba'. Puede que Rüdiger sea de los más cercanos a todo el cuerpo técnico. Imagínate la relación que deben tener. Yo creo que se transmitió como algo malo porque ponían caras serias, pero lo que hay detrás ahí y lo que se ve puertas para adentro es todo lo contrario. Es un ambiente brutal, Rüdiger bromeando con todo el mundo. Bueno, Rüdiger y otros muchos y muy buena cohesión entre staff y jugadores, que al final es otro de los secretos por los que tantos títulos han ganado.
¿Qué jugador te ha sorprendido más en tus años en el Real Madrid?
Ya me han preguntado mis amigos y mi respuesta siempre ha sido la misma. No sé si somos conscientes, algunos sí y otros no, pero hemos coincidido con el mejor centrocampista de la historia, que es Toni Kroos. De puertas para afuera, yo creo que es un futbolista que muchas veces asociamos solamente al toque de balón en largo, a la pausa del partido y demás, pero cuando he entrenado con él de seguido, me ha parecido de otro planeta. Creo que es un jugador extraordinario. La velocidad que tiene, la calidad que tiene, el manejo que tiene… Creo que el Madrid ha jugado los últimos años a lo que Toni Kroos dictaba. El otro día, además, vi como Ancelotti lo decía en rueda de prensa, que es un jugador insustituible. Creo que es el mejor mediocentro de la historia. Y yo he tenido la suerte de compartir con él y me sorprendía todos los días.
No eres el primer canterano que destaca a Kroos…
Si me tuviera que quedar con un hombre, diría Kroos. Luego, evidentemente, paso a la portería directamente, donde creo que coincidí con el mejor portero de todos los tiempos, que es Thibaut Courtois. Y si me tuviera que quedar con algún otro jugador, podría decirte Marcelo. No he visto un jugador con tanta calidad técnica. Y coincidí también con Benzema en esa época dorada en la que todo entraba, en la que todo le salía, en la que le veías moverse con una soltura... espectacular.
¿Por qué te decides por Farense?
Me decido por Farense por el interés que ellos muestran. En el momento que nos comunican que hay interés de un club de Primera división de Portugal, pues evidentemente que nos gusta. Es una liga en la que ya podemos ver cómo hay jugadores de mucha calidad. Españoles que han venido aquí y que les ha ido muy bien. Era una gran oportunidad la liga y en cuanto al club me fijé en el interés que tenían en mí, en el proyecto que querían hacer. Un proyecto ambicioso, un proyecto que a mí personalmente me podía ayudar mucho a crecer. Ha sido la mejor decisión en cuanto a mi crecimiento deportivo y a mi desarrollo personal y deportivo también, por supuesto. Creo que ha sido una decisión correcta.
Se te relacionó con el Valencia en cierto momento del verano. ¿Es para ti un sueño jugar algún día allí?
Yo con Valencia evidentemente tengo una conexión especial por mi infancia, porque crecí allí, por mi familia. Entre otras cosas mi padre ha disfrutado y ha crecido como jugador gracias al Valencia. Creo que la afición, yo que la he vivido un poquito de cerca y he tenido amigos y compañeros que eran de allí, es una gran afición. Un gran club con una masa social brutal. Por supuesto que es un sueño. Es un sueño de la infancia jugar en el Valencia, cómo no lo va a ser si mi padre fue allí. Si yo llevo yendo a Mestalla desde pequeñito. Si iba a la ciudad deportiva a jugar con Ayala, con Albelda, con los jugadores que había allí. Pero las posibilidades reales no pasaron por allí. El Madrid fue el que apostó por mí y cuando se decidió que iba a salir, evidentemente sonó Valencia porque es divertido que un Cañizares pudiera ocupar la portería y demás, pero yo creo que ellos tenían ya la vista echada en Dmitrievski y bueno, lo firmaron y no creo que hubiera interés real. Si lo hubo, por lo menos a mí no me lo transmitieron.
El Madrid se ha guardado una cláusula de recompra, ¿te imaginas volviendo con ficha en el primer equipo?
Es el sueño de cualquier jugador estar en el Real Madrid. Sé que tiene una opción de recompra y por supuesto que es un objetivo jugar en el Madrid. Voy a trabajar para ello. Hay que comer muchas lentejas y pegar muchos barrigazos. Es difícil estar en la plantilla del Real Madrid. Tengo que demostrar mucho antes, no he hecho nada para estar en esa plantilla. Así que el objetivo es centrarme ahora en Faro, en Farense, en este club, en poder acumular minutos, crecer a nivel deportivo, ganar en confianza, hacerme un portero con experiencia, eliminar ciertos errores, aprender y agregar nuevas características y cualidades positivas. A partir de ahí, pues Dios quiera que pueda volver a jugar en el Madrid y que todos los sueños y objetivos que tengo se cumplan.