Lolo Plá, el futbolista español que se presentó en la embajada antes de marcharse a jugar a Irak: "Lo hice para quedarme más tranquilo"
El extremeño fichó este verano por el Al Minaa.
Días antes de subirse al avión que le conduciría a su nueva aventura, Lolo Plá se presentó en la embajada de Irak en España. Al futbolista emeritense, que el pasado verano fichó por el Al Minaa iraquí, le picaba la curiosidad de saber si había acertado en su decisión de marcharse a jugar a Oriente Próximo. "Me presenté para quedarme más tranquilo", confiesa el defensa durante una videollamada con Relevo. Único jugador español que milita en la Iraq Starts League, sus seres queridos ya están más relajados.
"De entrada choca decir que te vas a jugar a Irak. Pero choca por la inconsciencia de que no sabemos cómo es el país. Cuando me hablaron de la posibilidad de venir a aquí, sí que me impactó y a mi familia también", cuenta.
El temor por cómo de seguro iba a ser su nuevo hogar era la mayor preocupación de quien, tras una temporada en el Talavera de la Reina, se marchaba dejando en España a su mujer y a su hija pequeña. "Lo peor que hice fue ponerme a leer cosas en Internet porque era un dramatismo máximo. Me acuerdo que ponía que allí no podías salir a la calle".
Pero nada más lejos de la realidad. "Un estado muy seguro", como se encarga de aclarar a lo largo de la charla, en estos meses Lolo no ha vivido ningún episodio que haya puesto en peligro su seguridad. "La situación aquí es muy tranquila y ellos quieren limpiar, y con razón, esa imagen que se tiene desde fuera. Yo no soy tonto, no iba a venirme aquí a pasar miedo. Hay muchísima seguridad y te encuentra muchísimos controles, vayas donde vayas", señala el extremeño, que reside en un hotel de Basora, la ciudad segunda más grande de Irak.
“Me esperaba que la liga fuera peor”
La llamada de Pablo Grandes terminó por convencer a este trotamundos del fútbol español que llegó a debutar en 2012 con el Real Valladolid en Primera División. Exintegrante del cuerpo técnico de la selección absoluta de Irak, Pablo cogió hace meses las riendas del Al Minaa. Alguien que conoce bien el país y que le animó a probar esta experiencia, Lolo no se arrepiente de su decisión.
"La mayoría de conversaciones que tengo de whatsappss son de otros compañeros preguntándome que qué tal. A todos les digo lo mismo: que estoy muy a gusto y que si tienen la oportunidad, que se vengan. Hasta que no lo vives en primera persona no sabes lo que es".
Sorprendido con el nivel y la competitividad de la competición ("yo me la esperaba peor, no te voy a engañar. Son supercompetitivos"), la falta de planificación en el calendario y el estado de los campos son los únicos puntos que le chocan. "Falta un poco de organización. Muchas veces, a dos días del partido, no sabes a qué hora vas a jugar. No pido mucho. Otra cosa es la mejora de los campos. Muchos céspedes son inconcebibles. No es ninguna crítica, pero eso mejoraría muchísimo la competición".
Adaptado a su nueva vida
Decimoterceros en la clasificación, Lolo ha sido titular en los diez encuentros que lleva disputados el Al Minaa. Adaptado a la nueva competición y poco a poco también a la cultura, desde su habitación de hotel no hay día que no siga los encuentros de LaLiga. "En España está muchísimo más privatizado. Aquí en todas las pantallas que te encuentras por la calle está puesto el fútbol", señala.
La Navidad, si nada cambia, tendrá que pasarla lejos de los suyos. Echará en falta a Raúl Parra, el otro jugador español que abandonó el club hace solo unas semanas. Será muy diferente a la vivida en años anteriores, pero especial por encontrar su nuevo hogar en un sitio que muchos no habrían imaginado.