El monstruo que viene: así juega Warren Zaïre-Emery, la nueva perla del fútbol francés
El centrocampista se convierte en el jugador más joven en ser titular en una eliminatoria de Champions.
Cuando se dice que "el fútbol está cambiando" hay nombres que vienen rápido a la mente. Uno que pronto empezará a ser recurrente en estas conversaciones es el de Warren Zaïre-Emery (Montreuil, 2006), un niño que ya se codea entre hombres, y no unos cualquiera. El centrocampista se ha convertido este martes en el jugador más joven de la historia en ser titular en una eliminatoria de Champions. Completó 57 minutos hasta que fue sustituido por Fabián Ruiz, que llegaba tocado. El canterano rindió a buen nivel, sin errores de renombre, aunque tampoco con una participación destacada, al nivel de un dócil PSG en el Parque de los Príncipes.
En el equipo de Messi, Mbappé, Neymar y Verratti, este jovencísimo francés de apenas 16 años ya es un habitual del primer equipo. En este 2023 ya ha jugado en la mayoría de partidos con Galtier y se ha convertido en el jugador más joven de la historia del club parisino en marcar, tras su gol ante el Montpellier en la victoria por 1-3.Si el fútbol cambia es porque asusta ver a jugadores como Emery.
Lo primero que impacta es la comprensión del entorno. A un adolescente no se le puede exigir que entienda su alrededor porque sería privarlo de un aprendizaje que necesita esa etapa como escenario de prueba-error constante. Pero parece ser que en este centrocampista hay un estadio evolutivo que ha sido ignorado, y con 16 años (se debe recalcar su edad en cada párrafo) entiende la posición de mediocentro de una forma genuina. En el 5-2-3 de Galtier, Warren ha actuado como uno de los dos mediocentros, mostrando una enorme lectura del escenario, sabiendo siempre dónde dar el pase y acompañando las jugadas como si ya las hubiese vivido.
Nada de lo anterior sería posible si su físico fuese el propio del de su edad. En el partido liguero ante el Lens, el canterano del PSG dejó secuencias para enmarcar en las que yendo al choque dejaba tumbado a sus rivales mientras él seguía trotando con gracilidad. No es alto ni excesivamente fuerte a simple vista, pero tiene un tren inferior que le permite absorber contactos y ganar duelos. "Es un jugador muy fuerte para su edad, en verano ya le veíamos entrenar con los mayores y nos sorprendía", señalan desde el club.
El pasado curso, siendo todavía cadete, se exhibió en la Uefa Youth Leage a pesar de competir contra niños de hasta tres años más edad, enseñando ya unas condiciones que pusieron el foco en este jovencísimo talento imberbe. Con contrato hasta 2025, y viendo que el conjunto parisino necesita ir renovando su plantilla, no sería extraño que más pronto que tarde empezásemos a ver a Zaïre-Emery en boca de todos. El PSG es consciente no solo del talento de este jugador, sino de su carisma y posible potencial a modo de marca de cara al futuro.
Emery maneja recursos técnicos que le permiten vivir en distintas alturas. De espaldas aguanta el primer contacto y sabe descargar la pelota, tiene un primer control orientado que le permite ganar tiempo donde no existe y desde ahí su recorrido es siempre hacia adelante, siendo capaz de influir en distintos carriles. Conduciendo tiene porte elegante y fuerza como para dejar atrás a su par, y su toma de decisiones suele tener poco margen de error. Asusta a todos los niveles ver que alguien que debería ser juvenil de primer año esté ya ganando minutos en una de las plantillas más caras del planeta.
Hay una frase que se dice desde dentro del PSG. "Se entiende con Messi. Es capaz de jugar con él en esa zona central, de devolverle rápido la pelota". El último adolescente que supo darle esto al argentino fue Pedri González. Tener la capacidad cognitiva y técnica para hablar el mismo lenguaje que Messi es ya una declaración de intenciones. Es pronto, pero en un deporte que presume de evolucionar y no parar nunca, Warren Zaïre-Emery condensa todo el potencial para tratar de ser la siguiente pregunta sin respuesta.