Martín Lasarte aún no se cree lo que le pasó a Juan Izquierdo y revive la tragedia: "No hay manual para seguir adelante"
El entrenador de Nacional recuerda para Relevo la figura de Juan Izquierdo, futbolista que cayó desplomado en el encuentro entre Sao Paolo y Nacional y que finalmente falleció.
"El grupo está ahí, recomponiéndonos todos". Son palabras de Martín Lasarte, entrenador de Nacional de Montevideo, equipo que trata de regresar a la normalidad después de la tragedia sufrida hace un par de semanas con el fallecimiento de Juan Izquierdo. Este domingo, el Monumental volverá a lucir sus mejores galas para darle un nuevo adiós. Después de que la Asociación Uruguaya de Fútbol suspendiera la competición el fin de semana pasado, el balón regresa a los terrenos de juego, intentando buscar una normalidad difícil de encontrar en estos momentos.
"Ha sido algo doloroso y triste, suena hasta injusto. En la vida a veces se da así, pero suena a eso, a algo doloroso, triste, injusto e incomprensible", asegura un todavía cabizbajo Martín Lasarte, que echa la vista atrás, al partido en sí, y todavía no se cree todo lo que pasó. "Fue en un lance en la segunda parte, terminando casi el partido. Íbamos perdiendo 2-0 y estábamos lanzados, intentando recortar esa diferencia. Pegamos un palo y estuvimos cerca", recuerda, deportivamente hablando. De hecho no se dio cuenta del momento en el cayó desplomado el futbolista. "La jugada sucedió en el otro lado del campo. No vi la situación porque yo estaba mirando el juego. Estábamos atacando, y de repente, fue cuando me di cuenta", recuerda.
"La jugada sucedió en el otro lado del campo. No vi la situación porque yo estaba mirando el juego. Estábamos atacando, y de repente, fue cuando me di cuenta"
Entrenador de Nacional"Al principio creíamos que alguien le había golpeado porque vi algunas manos levantadas en nuestros jugadores, pero al poco también vi manos levantadas de los jugadores del Sao Paolo. Y ahí fue cuando pensé: 'Aquí ha pasado algo'", reconoce. Ese fue el principio del fin. "Entró la ambulancia. Todo fue muy rápido. Hay un sanatorio muy importante, el Albert Einstein, que queda muy cerca de la zona de Morumbí, que es donde está el Estadio del Sao Paolo. La ambulancia tardó pocos minutos en el traslado", relata el que fuera entrenador de la Real Sociedad durante dos temporadas.
"Él se cayó solo, pero bueno, las primeras noticias nos hacían pensar que podía quedarse en un susto. Nos dijeron que había recuperado la consciencia, que estaba bien, que no se acordaba de mucho... Lo que pasa habitualmente, como ha pasado muchas veces. Luego sí que nos dijeron que se quedaba internado en observación en la UCI. Y ahí sí que nos quedamos un poco así, sin entender mucho lo que estaba ocurriendo", sostiene Lasarte, uno de los integrantes de la expedición de Nacional que se quedó a pasar la primera noche en el hospital en el que quedó ingresado Juan Izquierdo.
"Al principio creíamos que alguien le había golpeado porque vi algunas manos levantadas en nuestros jugadores, pero al poco también vi manos levantadas de los jugadores del Sao Paolo. Y ahí fue cuando pensé: 'Aquí ha pasado algo"
Entrenador de Nacional"Nosotros viajamos en un vuelo chárter. Se querían quedar todos, pero al final se quedó una representación de los capitanes, cuatro del cuerpo técnico y miembros del club, directivos... Nos quedamos una noche más. Al día siguiente viajaron los padres, que lo querían ver. Nosotros nos vinimos y al tercer día ya nos dijeron que la situación era irreversible. No me lo podía creer", asegura el técnico uruguayo, al que "nunca" le había tocado vivir una situación parecida en todos sus años dentro del fútbol. Por eso estima que "no hay manual para seguir adelante, pero ya no para un entrenador, para un compañero de trabajo... Vas a jugar un partido de fútbol, puedes ganar o perder, pero bueno, que alguien quede en el camino de esta manera, joven, que acababa de ser padre hacía pocos días, es algo difícil de asimilar".
Es el momento de comenzar a revertir la situación, "empezando por uno mismo". No olvida que "la vida es la que es y nos presenta circunstancias de desaparición de amigos, de miembros de tu familia que te obligan a quedarte en el camino un tiempo para hacer un duelo, pero luego no queda otra que seguir. Esto no significa no recordarlos, porque van a estar siempre con nosotros, pero, lamentablemente, este juego tiene que seguir", afirma. El plantel ya lleva cinco días entrenando. "Tras el velatorio dimos unos días libres y este pasado lunes volvimos otra vez. La Federación entendía que era algo que tocaba a todos los equipos uruguayos y suspendió la actividad el fin de semana pasado", agradece.
La labor fundamental es recuperar la moral dentro del plantel, una cuestión nada sencilla. "Un equipo de trabajo deportivo es como un ser vivo. Hay momentos en los que está peor, otros en los que está un poco mejor. Estos días hemos entrenado en un doble turno para tratar de paliar los días que no entrenamos. El equipo ha respondido bien. El tema va a ser competir, no entrenar. En el entrenamiento uno no se da mucha cuenta, pero el tema va a ser competir", advierte Lasarte, que espera que todo lo que se viva el domingo no afecta a los jugadores. "Están programadas algunas cosas. Tenemos que ser cuidadosos con ese tema. La emotividad... No es algo motivador en el sentido heroico positivo. Estamos hablando de algo triste, doloroso. Tenemos que ser cuidadosos en cómo participamos o qué participación nos dan esas cosas", avisa.
Una sonrisa imposible de olvidar
A la hora de hablar de Juan Izquierdo, Martín hay una cosa que no olvidará. "Todo el mundo recuerda su sonrisa. Era un chico de una sonrisa franca, diáfana", valora refiriéndose a un chico al que nadie le regaló nada hasta llegar a la élite. "Se hizo desde abajo. Jugó en muchos equipos. Él ya había jugado en Nacional antes. Se marchó a un equipo menor y consiguió ser campeón. Estuvo en Peñarol en algún momento. La peleaba, iba mejorando. Era de estos chicos que se hacen y no se detienen. Siempre quiso mejorar, mirar hacia adelante, muy padrazo... Con el tema del hijo estaba fascinado. Me mandó una foto pocos días antes. Lo que más recuerdo era su sonrisa, era muy contagiosa, muy franca, muy linda de ver", significa por encima de todas las cosas.
"Jugó en muchos equipos. Era de estos chicos que se hacen y no se detienen. Siempre quiso mejorar, mirar hacia adelante y era muy padrazo. Con el tema del hijo estaba fascinado. Me mandó una foto pocos días antes"
Entrenador de NacionalEra alguien muy apreciado y querido, no solo dentro de Nacional. Tras su fallecimiento, la sociedad uruguaya se volcó. Esos días no hubo colores diferentes. "El día del velatorio fue una cuestión multitudinaria", recuerda Lasarte. "Se hizo en la sede de Nacional, muy bonita y grande. Toda la parte externa, enrejada, estaba con flores, fotos, cantidad de camisetas de Peñarol, gente vestida de Peñarol, todo muy bien. La sociedad deportiva respondió muy bien", agradece el entrenador uruguayo.