La terapia del psicólogo Rubi saca al Almería de la depresión... "y no es una frase hecha"
El técnico catalán ha necesitado tiempo para poder recuperar el aspecto anímico de un equipo al que su estado mental le impedía arrancar esta temporada.
Conocer es una acción que implica el acercamiento a una persona o un caso. Saber expresa la capacidad de poder hacer algo, siempre después de un aprendizaje. Pues esto precisamente es lo que le ha pasado a Rubi en su Almería. Conocía el problema que tenía el equipo y creía saber la solución. Lo que no esperaba es que el problema fuera más profundo de lo que pensaba, por lo que ha necesitado más tiempo para saber esa nueva solución. Ahora se ve a un Almería más formado en lo defensivo, un escalón más arriba de intensidad y concediendo muy pocas situaciones de gol para el rival.
La pregunta está en qué ha cambiado para que el conjunto almeriense se muestre con esta otra cara. La salud mental ya no es algo tabú dentro del mundo del fútbol y cada vez son más los jugadores que hablan de ello. Pero estas situaciones son individuales, pocas veces, o casi nunca, se ha mencionado que un equipo tenga dificultades anímicas y ese era el gran obstáculo que impedía al Almería progresar y que Rubi ha conseguido eliminar. "Los jugadores estaban en una absoluta depresión, y no es una frase hecha", nos confirma Jordi Folqué, compañero de Cope Almería.
Que el vestuario necesitaba ayuda psicológica para activarse en lo anímico no es ningún secreto. El propio entrenador ha explicado situaciones individuales que precisaban de esa labor externa para superar barreras mentales que se habían convertido casi en insuperables. Juanjo Aguilera, del periódico Ideal, recuerda que Pozo precisó ayuda psicológica "porque arrastraba un año complicado con una falta de confianza que Rubi explicó en rueda de prensa tras marcar ante el Burgos, donde volvió a sentirse futbolista. En el caso de Iddrisu Baba, no había tenido actuaciones buenas de una forma tan continuada como ahora. Rubi también dijo que había perdido la confianza", asegura.
En esta situación, el tiempo es algo importante y vital porque los partidos van pasando, los puntos no vuelven y una temporada se puede complicar. La recuperación del equipo se ha confirmado en noviembre "en un tiempo casi récord para mí", afirma Jordi. "Rubi dijo que ni en su peor previsión pensaba cómo estaba el equipo realmente. O sea, él pensaba que el equipo estaba de una manera y cuando ha llegado a este vestuario y ha visto lo que había, no se podía imaginar el nivel tan bajo". En esa misma línea se encuentra Juan Antonio Manzano, de Onda Cero Almería. "Rubi ha tenido que actuar de psicólogo y después de entrenador y eso lleva tiempo. El reajuste táctico también ha ayudado mucho".
El caso es que cuando el técnico acepta el nuevo proyecto hay "una serie de futbolistas que con él han dado un rendimiento, pero en otro contexto completamente distinto", reafirma Folqué. "La suerte que se tiene en el Almería y los compañeros de prensa tenemos es que ya sabemos cómo es Rubi. Pero claro, él vino con una dinámica en clara línea ascendente y sacó todo el provecho que había. Hizo campeón al equipo y lo mantuvo en Primera. Algo que parecía muy sencillo, que este equipo se mantuviera en Primera consiguiendo 41 puntos, pero ya se vio la temporada pasada que con tres entrenadores, entre los tres, sumaron la mitad de puntos que había hecho Rubi. Por lo tanto, casi que la afición ha pedido su vuelta y el club también".
“Rubi baja otra vez al fango”
Los seguidores almerienses se encuentran con el entrenador. Mónica Ruiz, presidenta de la Federación de Peñas del Almería, lleva seis años en el cargo. En ese sentido, declara la creencia que se tiene en el técnico. "Rubi es nuestro entrenador y tenemos que estar apoyándolo. Muchas veces no entendemos mucho sus cambios o por qué deja a buenos jugadores en el banquillo, pero es nuestro entrenador y está demostrando que está dando en la clave para ganar partidos". Una nueva etapa del preparador catalán en la que ha decidido "bajar al fango". Cierto que tiene un contrato largo, de tres años, pero para Jordi Folqué, Rubi asume este reto importante y "podría haber cogido un equipo en Primera división, pero baja otra vez al fango de la Segunda, sí, con un contrato muy bueno, pero baja al fango de la Segunda división con el único propósito que hay en el club y en la afición de subir al equipo porque es el presupuesto más alto de la categoría".
Y para ganar puntos ha contribuido que determinados jugadores del plantel asuman una mayor responsabilidad y den ese paso al frente, ya que hay hombres "como Édgar, más entonado en defensa y eso ha dado confianza a Chumi, Lopy, Luis Suárez o Sergio Arribas", porque después de lo del año pasado nadie se fiaba ni confiaba en un equipo que "era demasiado blando defensivamente. Se partía con suma facilidad, tal vez por inseguridad en el balance defensivo. Sólido en ataque, con diez partidos seguidos haciendo dos o más goles, pero que no conseguía manejarse en defensa por errores puntuales, pero de bulto, y con una rémora en el aspecto de las acciones a balón parado, que todavía pasan factura como el domingo ante el Dépor, con otro gol de córner", puntualiza Aguilera.
Para José Antonio, el primero que ha dado un paso al frente es Luis Suárez, "su ritmo goleador ha liderado al equipo", y después está Arribas que "se ha quitado los complejos y ahora demuestra todo el fútbol que lleva dentro. Baba y Lopy han pasado a ser una pareja brillante cuando el año pasado eran parias. Pozo ha recuperado su mejor versión aun estando a la sombra de Pubill. Nico, Baptistao, Centelles y hasta la vuelta de Fernando merecen ser citados, junto a la irrupción del canterano Rachad, por su energía, o, en el último partido de Gui Guedes, por su precoz madurez". El propio periodista de Onda Cero también argumenta que "la capacidad realizadora permite que sea menos grave que el equipo encaje un gol en cada partido", es algo que para "para este equipo, es como mantener portería a cero".
Por último, el tema de la unión del grupo es algo en lo que también se hace hincapié. Se está viendo otra cara de este vestuario o "al menos es lo que se ve en el campo". Antes se veía a un equipo que no permitía el fallo. Eran jugadores que rápidamente exponían reproches a compañeros cuando se producían errores sobre el verde, un vestuario menos unido. Eso ha cambiado para Juanjo Aguilera y se ve en "cómo se celebraron los goles ante el Burgos, que fue la primera de las tres victorias consecutivas que ha conseguido el equipo. Ver a Lopy desatado en cada gol o cómo celebró el triunfo casi en la grada denota como una descarga de tensión de casi dos años sin celebrar triunfos en casa, excluyendo la victoria frente al Cádiz, al final de la temporada pasada con el descenso ya consumado. Del 20 de mayo de 2023, que se ganó 3-0 al Mallorca, hasta el día del Burgos sólo se había ganado ese partido contra el Cádiz, con una plantilla en la que el club y la afición depositó muchas esperanzas", concluía el periodista.