Omar El Hilali detiene el Cartagena - Espanyol tras denunciar insultos racistas

Omar El Hilali ha vivido este jueves otro capítulo vergonzante para el fútbol español. El lateral derecho del Espanyol, nacido en L'Hospitalet pero de origen marroquí, denunció unos presuntos insultos racistas durante el partido que enfrenta a su equipo con el Cartagena en tierras murcianas. Cuando se disponía a sacar de banda a la media hora, el jugador escuchó los cánticos y avisó de los incidentes al colegiado Milla Alvendiz.

El árbitro paró el partido de inmediato y trasladó lo ocurrido al delegado de campo del equipo local, que dio la orden de pedir a través de los altavoces que cesasen esos comportamientos. Durante ese tiempo (algo más de dos minutos) el encuentro estuvo detenido. El director de partido de LaLiga también fue informado de la situación por Milla Alvendiz, rápido y eficaz a la hora de aplicar el Protocolo contra el Racismo que contempla la competición.

Según ha informado la Cadena COPE, la Policía detuvo al culpable de los hechos antes de que finalizase el choque y el Cartagena lo denunciará ante las autoridades. El duelo se retomó y El Hilali, de 20 años, continuó en el campo hasta que Óscar Gil le sustituyó en el 87'. El Espanyol ganó 0-2.

La situación, salvando las distancias, recuerda a la sufrida por Vinicius en Mestalla el pasado mes de mayo. Cuando el brasileño escuchó insultos y vio a aficionados hacer los gestos de un mono, alertó a De Burgos Bengoetxea y el colegiado dio parte al delegado del Valencia. "Quiero que se avise por megafonía. La siguiente que haya 'mono, mono' nos metemos dentro, lo sabéis. Avísalo o no reanudo el juego", dijo.

El Hilali, uno de los pilares del Espanyol, es internacional con las categorías inferiores de Marruecos y se nacionalizó español en 2021. A pesar de haber nacido en Cataluña, sus padres le inscribieron en el consulado marroquí. La temporada pasada ya disputó cinco partidos en Primera y este curso se ha consolidado en el once de Luis García, que le ha dado los 90 minutos en seis de los últimos siete partidos.

Por su parte, el entrenador del Cartagena, Julián Calero, criticó el hábito de insultar que existe en el fútbol español. "No sabía qué había pasado, me lo han contado después. No sabía ni por qué estaba parado el partido, pero evidentemente esto es mala educación. No es una cuestión de racismo, que también, es una cuestión de mala educación. Desde pequeños nos han dicho que vamos al fútbol casi para desahogarnos", dijo en rueda de prensa.

"Parece que se puede insultar a quien quieras. A mí me llaman calvo, al otro negro, indio, tuerto... es una cuestión de malísima educación. En el contexto que ha ocurrido es racismo. Creo que le han echado del campo y también la propia grada debe estar pendiente y que señale con el dedo contra la persona que hace esto. Voy a otros deportes como baloncesto, voleibol... y no veo esto. Las malas artes tienen que acabar. No se puede consentir", finalizó.